miércoles, 19 de noviembre de 2008

LA DESAPARICIÓN DE LA INFANCIA



Miércoles, 19 Noviembre, 2008 ADRIANA MALVIDO

Dicen que la “infancia” nació a finales de la Edad Media. Antes, los niños eran partícipes de todo lo que sucedía en su comunidad, no había secretos ni vergüenza ni razones para separar a los grupos sociales por edades. Con el advenimiento de la imprenta, entre otros factores, la niñez se reconoció como entidad distinta y los niños fueron percibidos como criaturas especiales con necesidades propias. Surgió, pues, una nueva especie llamada infancia.
Para Neil Postman (La desaparición de la infancia) y otros especialistas, hoy presenciamos otra vuelta de tuerca. John Irvine menciona “signos” del fenómeno en Occidente: “La inocencia infantil es remplazada por la imagen de jóvenes precoces; la ropa distintiva de los niños está desapareciendo; los juegos infantiles son menos evidentes; el rango de delincuencia juvenil crece drásticamente; cada día más niños y jóvenes beben y se drogan como los mayores; los niños son los modelos mejor pagados; el niño cada día está más adultizado”. Marie Winn (Niños sin infancia) explica que esta nueva era se mueve en la creencia de que la niñez debe estar expuesta tempranamente a la experiencia adulta en orden a sobrevivir.
La realidad de muchos niños en nuestro país hace más evidente la desaparición (forzada) de la infancia. Y hoy, que se celebra el Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil, creado por la Cumbre Mundial de Mujeres, las cifras lo expresan: Más de 3.6 millones de niños de entre seis y 14 años trabajan en lugar de ir a la escuela; la mitad lo hace en el campo (sólo en Nayarit, 14 mil niños indígenas son jornaleros agrícolas); 32 por ciento de los pequeños de seis a nueve años han sufrido violencia en la escuela y 28 por ciento la han padecido en el hogar (Unicef).
Sólo en el Distrito Federal se reciben a diario entre 30 y 40 quejas sobre maltrato infantil y, según el DIF, el promedio de violaciones a menores de 18 años es de más de siete mil al año.
La iniciativa del decreto para reformar el Código Penal del Distrito Federal y la Ley de Atención y Apoyo a las Víctimas del Delito, siguen en espera de su aprobación en la Asamblea Legislativa.Las 250 mil niñas y mujeres prostituidas en la Ciudad de México (empezaron a sufrir estas prácticas entre los 12 y los 13 años); los 80 mil menores víctimas de abuso con fines de pornografía y comercio sexual en el país; los 10 mil 500 jóvenes (de entre 14 y 21 años) que intentaron suicidarse en 2007 y los 3 mil 500 que lo consumaron, piden a gritos políticas públicas de prevención.
O una vuelta a la Edad Media sin infancia y un adiós al sueño de Hölderling: “Que el hombre mantenga lo que de niño prometió”.

adriana.neneka@gmail.com

viernes, 7 de noviembre de 2008

CONTRA EL ABUSO SEXUAL EN NIÑOS



Contra el abuso sexual a niños
Yo Lector
07-Nov-2008

Señor director:
El abuso sexual a los niños es una realidad, aquí, más común de lo que muchos piensan. Según encuestas, al menos una de cada cinco adultas y uno de cada diez adultos recuerda abusos sexuales en su infancia. En ocho de cada diez casos reportados el niño conoce a la persona; muchas veces, una de autoridad en quien el niño confía o la ama. Para quien ha sufrido de abuso sexual o una violación, así como para sus familiares, no es accesible la justicia, ya que aún se sigue produciendo en casi todas las instancias sociales un hecho irracional: la inadmisible protección al violador. Así, las víctimas son forzadas una y otra vez, por todas las instancias sociales (muchas veces la familia o la escuela y, en perversa continuidad, la sociedad, las autoridades y las instituciones), a admitir y asimilar con supuesta naturalidad la fatalidad de esa violencia, y hasta con culpabilidad, sin que, por supuesto, se llegue a castigar al violador. En el DF, cada día se reciben entre 30 y 40 quejas sobre maltrato infantil, de las cuales dos son por abuso sexual y 40% de los agredidos sexualmente en esta capital son menores de edad.

De acuerdo con cifras oficiales, 4% de las denuncias por maltrato se deben a abuso sexual. Datos del sitio electrónico del DIF revelan que, entre 1997 y 2003, se registraron 53 mil violaciones a menores, esto es, unos siete mil 600 casos por año, es decir, 21 diarias contra menores de 18 años. A estas otras se suma el hecho de que el sistema de procuración de justicia en el DF no está preparado para atender el fenómeno. La falta de previsiones específicas y de capacitación adecuada lo vuelve duro y traumático para las víctimas. Esto tiene que cambiar. No se puede volver a victimizar a quienes ya fueron victimizados; por eso proponemos, entre otros cambios urgentes, los siguientes:

· Que cuando la víctima rinda su declaración, cuente con el apoyo de personal especializado en la atención sicológica y emocional de menores y, de igual manera, que las diligencias en materia de exploración médica, siquiátrica o ginecológica sean practicadas también por personal especializado en el tratamiento de menores, ya que en ocasiones esto puede resultar aún más traumático para la víctima al revivir los momentos de abuso y sufrimiento.
· Que se utilicen medios alternativos como la videograbación para registrar la declaración principal del menor, así como las diligencias, inspecciones y careos, a efecto de evitar toda repetición innecesaria de la información o duplicidad de las actuaciones, pues esta es otra de las causas más frecuentes de la re-victimización. · Que las audiencias de desahogo de pruebas se lleven a cabo a puerta cerrada y en un lugar apto para los menores, de tal manera que no tengan contacto con el inculpado, e incluso abrir la posibilidad de que la ampliación de declaración la pueda rendir desde su casa, con el fin de garantizar su estabilidad emocional.
· Que las víctimas o los ofendidos puedan oponerse a la repetición de peritajes que vayan en contra de su integridad física, sicológica o emocional.
· Que el MP o el juez puedan determinar que los menores no estén obligados a presentarse en el sitio de la inspección.
· Que en la confrontación o el reconocimiento del presunto responsable se aseguren de que el inculpado no vea, escuche o pueda identificar al menor y, a la vez, tampoco el niño. Asimismo, que no pueda ser presionado de ninguna forma u obligado a señalar a persona alguna como culpable y procurar siempre la salvaguarda de su estabilidad emocional y sicológica.
· Que se faculte a toda persona para que pueda denunciar ante el MP delitos como violación, abuso sexual, hostigamiento sexual, corrupción de menores, turismo sexual, pornografía, trata de menores o lenocinio y se reforme el plazo para la prescripción de la pretensión punitiva, pues, en la mayoría de estos casos, los abusados sexualmente en su infancia no pueden denunciar el delito, al no tener la capacidad para comprender el hecho.

Hace falta un clamor que abogue por la defensa de la integridad de las víctimas. Y que la ley recoja la defensa de los derechos más elementales de quienes deben ser protegidos por la justicia, cuando han sufrido una vejación en la etapa de su vida en la que toda la sociedad debería estar volcada al propósito de salvaguardar su esperanza y garantizar su tranquilidad y su alegría. Te invitamos a sumarte a esta voz ciudadana.

Quienes suscribimos demandamos que se dictamine ya la iniciativa de decreto por el que se reforman diversas disposiciones del Código de Procedimientos Penales, el Penal y la Ley de Atención y Apoyo a las Víctimas del Delito, todos para el DF, por la Comisión de Administración y Procuración de Justicia de la Asamblea Legislativa del DF, IV Legislatura.

Atentamente.

Miguel Adame Vázquez, Raquel Pastor Escobar, Mayra Rojas Rosas, Humberto Musacchio López, Rosa Martha Brown, Xavier Martínez Cortina, Maite Reyes-Retana, Erubiel Tirado Cervantes, José Rubinstein W., Martha Delgado Peralta, Margarita Griesbach Guízar, Agustín Basave Benítez, José Manuel Rendón Oberhauser, José Bonilla Sada, Academia Mexicana de Derechos Humanos, Observatorio Ciudadano de los Derechos de las Mujeres de la AMDH, Adina Barrera, Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la UNAM, Jaime Antonio García García, Martha Cecilia Reinoso Vázquez, Alicia Fabiola Sánchez Miranda, Lucía Melgar Palacios, PUEG/UNAM, Olimpia Flores Ortiz, Adriana Malvido, Martha Teresita de Barbieri García, Maya López Ramírez, Ma. del Pilar Sánchez Rivera, Mayra Michaus Rivera, Laura Guerrero Horta, Yolanda Guijosa, Magdalena Guerrero Martínez, Mujeres para una Vida Libre de Violencia A.C., Rocío Olvera García, Martha Verónica Robles Félix, Teresa E. Saavedra Vázquez, Leticia Valdés Martel.
(Carta editada por razones de espacio)

miércoles, 5 de noviembre de 2008

PRESENTE Y FUTURO


Los niños se dicen, son el futuro de nuestro país; aunque esta idea ha sido refutada muchas veces, en virtud a que son nuestro presente. ¿Pero qué pasa cuando es la sociedad quien olvida esto?, ¿que pasa cuando es ésta quien vulnera y estropea este presente y futuro del que hacemos alarde?

Son muchas las maneras en las que se manifiesta, tal vez esa diversidad hace que nuestra realidad se vuelva ajena a nosotros mismos, no porque desconozcamos del tema, sino porque a pesar de ello, a pesar de vivirlo a diario, de presenciarlo, somos brazos inertes frente a esta penosa problemática.

Nos referimos, pues, al Abuso Sexual Infantil, una acción por demás reiterada y dañina, más aún no hemos podido lidiar contra ella.
Con este comportamiento desinteresado e inútil que tenemos ante la petición de ayuda de un niño abusado sexualmente, es que retrocedemos en la lucha contra la prevención y erradicación de este mal.

ABUSO SEXUALCONTRA ADOLESCENTES


Sólo 480 de los 5 mil casos de abuso sexual contra adolescentes que se calcula ocurren al año en el país –es decir, menos de 10 por ciento– son denunciados ante las autoridades, dijo la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) Elizabeth López Correa.
Miedo, amenazas, vergüenza, tristeza, coraje, decepción y culpabilidad causan en gran parte el silencio de las víctimas, y se estima, expresó, que una de cada cuatro niñas y uno de cada ocho niños serán sexualmente agredidos antes de cumplir los 16 años.
Según López Correa, en la mayoría de los casos los púberes no saben a qué instancias recurrir o dónde pedir asesoría, situación que se agrava cuando el abuso es intrafamiliar y crónico, pues desgraciadamente se descubre de forma tardía “y la víctima lo padece durante años”.

lunes, 3 de noviembre de 2008

APOYAME CON TU FIRMA


Mucho agradeceré su apoyo con la firma de la siguiente carta, si es que están de acuerdo, también si pueden enviarla a otras organizaciones o personas para solicitar su firma, mucho se los voy a agradecer.

DIPUTADO DANIEL ORDOÑEZ HERNÁNDEZ
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ADMINISTRACIÓN Y PROCURACIÓN DE JUSTICIA DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DEL DISTRITO FEDERAL,
IV LEGISLATURA.
P R E S E N T E.


El abuso sexual en los niños es un hecho real en nuestra sociedad, es más común de lo que mucha gente piensa.

Algunas encuestas afirman que por lo menos una de cada 5 mujeres adultas y uno de cada 10 hombres adultos recuerda abusos sexuales durante su infancia.

En 8 de cada 10 casos reportados el niño conoce a la persona; frecuentemente el abusador es una persona de autoridad en quien el niño confía o ama.

“Para quien ha sufrido de abuso sexual o una violación, así como para sus familiares, no es accesible la justicia, ya que aún se sigue produciendo en casi todas las instancias sociales un hecho irracional: la inadmisible protección al violador. De esta manera las víctimas de los delitos sexuales son forzadas una y otra vez, por todas las instancias sociales (muchas veces por la propia familia, o en la escuela y en perversa continuidad por la sociedad, las autoridades y las instituciones) a admitir y asimilar con supuesta naturalidad la fatalidad de la violencia ejercida contra su propio cuerpo, hasta con culpabilidad; sin que, por supuesto, se llegue a castigar al violador.”

En el Distrito Federal, diariamente se reciben en promedio entre 30 y 40 quejas sobre maltrato infantil, de las cuales dos son por abuso sexual. 40% de las personas agredidas sexualmente en el Distrito Federal son menores de edad.

De acuerdo con cifras oficiales, 4% de las denuncias por maltrato son por abuso sexual. Datos del sitio electrónico del DIF revelan que entre 1997 y 2003 se registraron 53 mil violaciones sexuales de menores; esto es, un promedio de siete mil 600 casos por año, lo que significa 21 violaciones sexuales diarias contra menores de 18 años.
A estas otras se suma el hecho de que el sistema de Procuración de Justicia en el Distrito federal, no está preparado para atender este fenómeno. La falta de previsiones específicas, de la capacitación adecuada para atender los casos de abuso sexual en contra de niñas y niños, lo vuelve duro y traumático para las víctimas.

Esto tiene que cambiar, NO se puede volver a victimizar a los que ya fueron víctimizados, es por eso que proponemos entre otros cambios urgentes los siguientes:

· Que cuando la víctima rinda su declaración cuente con el apoyo de personal especializado en la atención psicológica y emocional de menores, y de igual manera que las diligencias en materia de exploración médica, psiquiátrica o ginecológica, sean practicadas también por personal especializado en el tratamiento de menores, ya que en ocasiones esto puede resultar aún más traumático para la víctima al revivir los momentos de abuso y sufrimiento.
· Que se utilicen medios alternativos como el video-grabación para registrar la declaración principal del menor así como las diligencias, inspecciones, careos que se practiquen, a efecto de evitar toda repetición innecesaria de la información o duplicidad de las actuaciones, pues esta es otra de las causas más frecuentes de la re-victimización.
· Que las audiencias de desahogo de pruebas se lleven a cabo a puerta cerrada y en un lugar apto para los menores, de tal manera que no tengan contacto con el inculpado, e incluso abrir la posibilidad de que la ampliación de declaración la pueda rendir desde su casa para garantizar su estabilidad emocional.
· Que las víctimas u ofendidos puedan oponerse a la repetición de peritajes que vayan en contra de su integridad física, psicológica o emocional.
· Que el Ministerio Público o el Juez puedan determinar que los menores no estén obligados a presentarse en el lugar de la inspección.
· En lo relativo a la confrontación o reconocimiento del probable responsable, el Ministerio Público o Juez se aseguren que el inculpado no vea, escuche o pueda identificar al menor, y a la vez, que el niño tampoco pueda escuchar al inculpado. Asimismo, que el menor no pueda ser presionado de ninguna forma u obligado a señalar a persona alguna como culpable del delito, procurando en todo momento la salvaguarda de su estabilidad emocional y psicológica.
· Que se faculte a toda persona para que pueda denunciar ante el Ministerio Público cuando se trate de delitos como violación, abuso sexual, hostigamiento sexual, corrupción de menores, turismo sexual, pornografía, trata de menores o lenocinio, que sea reformado el plazo para la prescripción de la pretensión punitiva, ya que en la mayoría de estos casos, las personas abusadas sexualmente en su infancia difícilmente pueden denunciar directamente el delito, al no tener la capacidad para comprender el hecho.


Hace falta un clamor que abogue por la defensa de la integridad de las víctimas del delito de abuso sexual en contra de menores. Y es necesario que la ley recoja la defensa de los derechos más elementales de las niñas y los niños quienes deben ser protegidos por el Sistema de Procuración de Justicia, cuando han sufrido una vejación de este tipo en la etapa de su vida en la que toda la sociedad debería estar volcada al propósito de salvaguardar su esperanza y garantizar su tranquilidad y su alegría. Te invitamos a sumarte a esta voz ciudadana.

Quienes suscribimos esta carta demandamos que sin dilación:

SE DICTAMINE POSITIVAMENTE LA INICIATIVA DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES, CÓDIGO PENAL Y LEY DE ATENCIÓN Y APOYO A LAS VÍCTIMAS DEL DELITO, TODOS PARA EL DISTRITO FEDERAL.

Miguel Adame Vázquez
Raquel Pastor Escobar, Infancia Común
Humberto Musacchio López, Editorialista
Rosa Martha Brown, Fundación Infantia
Xavier Martínez Cortina, Fundación Infantia
Maite Reyes-Retana, columnista
Erubiel Tirado Cervantes, Editorialista
José Rubisnstein W., Editorialista
Martha Delgado Peralta. Ecologista
Margarita Griesbach Guizar, Investigadora
Agustín Basave Benítez , Editorialista
José Manuel Rendón Oberhauser, Abogado
José Bonilla Sada, Abogado
Academia Mexicana de Derechos Humanos
Observatorio Ciudadano de los Derechos de las Mujeres de la AMDH
Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la UNAM
Adina Barrera, responsable del Observatorio Ciudadano de los Derechos de las Mujeres de la AMDH
Jaime Antonio García García, Canal del Congreso
Martha Cecilia Reinoso Vázquez, Canal del Congreso
Alicia Fabiola Sánchez Miranda, Canal del Congreso
Dra. Lucia Melgar Palacios; investigadora; PUEG/UNAM
Olimpia Flores Ortiz Feminista e integrante del Consejo Nacional del PRI
Adriana Malvido, periodista
Martha Verónica Robles Félix
Teresa E. Saavedra Vázquez
Leticia Valdés Martel
Amparo Deyanira Sahún Martínez
Deyanira Sahagun Martinez
Maya López Ramírez