miércoles, 3 de octubre de 2012

Valentina y la sombra del diablo.

Valentina y la sombra del diablo.
Bogota Colombia.

Asiste.

¿Por qué no gritó para que otros lo defendieran?


La problemática de abuso sexual infanto juvenil contada desde la perspectiva de la víctima. Los especialistas consultados indicaron que durante el comienzo del abuso, el abusado entra en una especie de "hechizo". Se trata de un estado de "hipnotismo" en el que la víctima se ve imposibilitada de advertir lo que le está sucediendo.

En las próximas líneas, una víctima de abuso contó su propia experiencia. ¿Por qué no pudo salir antes? y ¿qué factores entran en este tipo de relaciones asimétricas? 

"La recuperación de la víctima de abuso sexual implica un proceso largo, y cada persona adopta posiciones particulares, según los propios recursos y condiciones ambientales.

El abuso sexual constituye una situación de violencia que genera una gran confusión en la víctima, quien siente culpa y responsabilidad sobre ello.  

Por lo tanto, el tiempo que requiere la elaboración del trauma es individual para cada caso.

Como ocurre en muchas ocasiones, al tener conocimiento de este tipo de denuncias, las personas que no han vivido estas situaciones suelen preguntarse a sí mismas ¿por qué no gritó para que los demás lo defendieran?, ¿por qué no lo delató a través de los años?, ¿por qué no se defendió?, ¿por qué no dijo que “no”?

Todas estas preguntas pueden ser respondidas con claridad, ya que los abusos sexuales corresponden a un cierto tipo de relación, cuyas características pueden describirse de manera precisa. Esta relación corresponde a lo que se denomina Hechizo (Perronne y Nannini, 1997).  

Este fenómeno interaccional se da en el contexto de una relación asimétrica, la cual se refiere a que las personas implicadas se encuentran en desigualdad de nivel o jerarquía.

Es decir, uno de los miembros se halla en posición superior y otro en posición inferior y la conducta de uno de ellos complementa a la del otro (Ejemplo: padre-hijo, profesor-alumno, etc.), (López, Parada y Simonetti, 1995). Si bien este modo de interacción en muchas ocasiones es normal y adaptativa para las personas. En el caso del abuso sexual la relación se cristaliza excluyendo la escapatoria, no hay salida.

La coerción y la asimetría de poder entre ambos son factores fundamentales en la génesis del abuso sexual.

El fin de los abusos sexuales no implica el fin del hechizo. Los abusos sexuales terminan cuando la victima puede quitarle el poder al abusador y comenzar un proceso de recuperación, donde pueda recuperar la posibilidad de planificar un futuro libre de la influencia del abuso como un factor determinante en la estructuración de la propia vida y finalmente pueda  continuar sin las interferencias de la experiencia traumática".