sábado, 20 de noviembre de 2010

GRITOS SIN VOZ.

Pudiéramos dedicar unas líneas en este día para enunciar que en la actualidad en Hispanoamérica no existen programas, políticas publicas, campañas de difusión contra el a.s.i.Que en general no existe la garantía que a la denuncia el menor sea brindado para evitar revictimarlo.

Pero prefiero enumerar lo positivo.

En Mexico fue publicada una ley contra la pederastia este año.,En algunos estados las leyes empiezan a cambiar y las procuradurías destinan recursos para crear sitios especializados.Contamos con una sociedad mas consciente y receptiva ante este delito para muchos tabú.Contamos con una red hispanoamericana contra el abuso sexual infantil.

Esperamos lanzar una campaña internacional en internet y medios masivos de comunicación contra el a.s.i., El blog tiene cada día mas presencia y consultas, mas de veinte mil visitas en un año.Esto debe ser solo el comienzo, la sociedad civil tiene que realizar su función en esta problemática para que los gritos no sean sin voz.



Miguel Adame Vazquez.
abuso sexual infantil, nunca más.

compensación

Si el abuso sexual es tan devastan-te, ¿qué explica el hecho de que algunos sobrevivientes sean tan bien organizados, altamente exitosos y parecen no tener efectos del abuso sexual? Algunos sobrevivientes parecen tener cada aspecto de sus vidas organizado con todo en su lugar y listas de responsabilidades que siempre son terminadas a tiempo. Ellos han realizado carreras exitosas en las cuales son reconocidos por sus logros y su arduo trabajo. Sus vidas parecen estar bajo control. Esto es porque probablemente existe una sobre compensación por la falta de control que el sobreviviente siente internamente. Los sobrevivientes, a menudo, tienden sobresalir para compensar los sentimientos internos de vergüenza y de no valer nada. Para los sobrevivientes, esto puede ser visto como una manera de huir del problema y un intento de parecer, para sí mismos, como “normales”.

Uno de los resultados del abuso sexual es la confusión emocional. El sobreviviente está abrumado por oleadas de sentimientos fuera de control. En tanto que los sobrevivientes no tienen el poder directamente de control y manejar estos sentimientos internos, ellos encuentran una pequeña área en la vida que puede ser controlada. Esta actividad con frecuencia involucra organizaciones y carreras que son socialmente aprobadas. Estas son generalmente ejercidas en lugar de otras áreas de la vida, como relaciones íntimas, que están muy cercanas a los sentimientos incontrolables del sobreviviente. La organización excesiva, tendencias a la adicción al trabajo y negocios constantes mantienen al sobreviviente ocupado con asuntos externos que evitan que surjan los recuerdos y los sentimientos internos. El sobreviviente teme detener la sobre compensación por miedo a ser abrumado por los sentimientos asociados al abuso sexual.

No es necesario ni deseable para los sobrevivientes renunciar a las áreas altamente exitosas de sus vidas. Las habilidades organizacionales, la productividad y una carrera son habilidades importantes y activos valiosos. El sobreviviente necesitará bajar el ritmo un poco y será suficiente para que no surjan los recuerdos y sentimientos. No familiarizado ni con las altas ni con las bajas emocionales propias del surgimiento de los sentimientos. El sobreviviente necesita alternar lentamente entre la sobre compensación y permitir que los sentimiento surjan. Con el tiempo, el sobreviviente logrará un balance entre la actividad y los sentimientos que implica la recuperación del abuso sexual. Una pareja que le apoye dará pie a la conducta del sobreviviente para alentarlo a enfrentar los sentimientos sin abarcar mucho demasiado rápido.

23. Limpieza compulsiva

Los sobrevivientes a menudo se sienten sucios como una consecuencia del abuso sexual y llegan a obsesionarse con el orden y la limpieza de su entorno. Los sobrevivientes pueden compulsivamente enderezar toda la casa o tal vez sólo una habitación como la cocina o la recámara. La compulsión de lavar puede implicar baños frecuentes así como lavarse continuamente las manos o sentir excesiva preocupación con el lavado de la ropa. La limpieza externa puede ayudar al sobreviviente a sentirse mejor, pero finalmente, éste es un intento inútil de emplear una solución externa para un problema interno.

Para el sobreviviente, recuperarse significa encontrar una manera de lidiar con la vergüenza interna y los sentimientos de sentirse sucio o dañado. Las parejas comprensivas pueden aceptar la compulsión por la limpieza del sobreviviente sin ridiculizarlo o quejarse. Ya que los sobrevivientes con una compulsión por la limpieza fácilmente se sienten ofendidos por los olores, las parejas podrían hacer esfuerzos razonables para evitar ser ofensivos. Si la compulsión por el orden por parte del sobreviviente es muy invasiva en los espacios de vida de la pareja, tal vez ambos pueden negociar una parte designada en el hogar donde se puede permitir el desorden. Conforme el sobreviviente se recupera, la compulsión por la limpieza puede ser confinada áreas cada vez más pequeñas, quizás sólo a un guardarropa o un solo cajón.



Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.

campañas de prevención contra el abuso sexual infantil

Tomando en cuenta las estadísticas tan alarmantes de A. S.I. , es necesario llevar a cabo un proyecto que incluya realizar campañas de prevención contra el abuso sexual infantil . Lo ideal sería programar esas campañas en lugares donde se concentren una gran cantidad de niños de todos los niveles sociales , siendo dichos lugares las escuelas de nivel básico . De 10 a 15 minutos , son suficientes para platicar periódicamente con grupos de niños sobre las medidas preventivas que deben considerar y que estén a su alcance para evitar el A.S.I. Por otro lado, las campañas deben incluir a padres de familia , ya que su ayuda es muy valiosa porque ellos pueden evitar que sus hijos sean presa de abusadores sexuales.
En este tipo de situaciones tan delicadas para los niños víctimas de A.S.I. , se necesita trabajar en equipo en pro de dichos niños y hacer valer ese dicho que tiene mucho de verdad , la unión hace la fuerza. Convencer a las autoridades correspondientes ( ministerio público ) del derecho que tienen los niños a ser respetados , y considerar sus relatos y opiniones como válidos , sin ser cuestionados hasta el grado de provocar inseguridad en loque dicen y valerse de ello para no dar una sentencia pronta y rápida al agresor. Hacer entender a dichas autoridades que los niños por naturaleza son frágiles , mucho más que un adulto ,por lomismo, cuando son cuestionados sin tacto alguno y redundando sobre lomismo, sienten miedo y su expresión da lugar a dudas que aprovechan las autoridades para negarles la credibilidad y dar por terminado el caso sin dar resolución alguna.

Depresión:Comprendiendo al sobreviviente

La depresión crónica es una de las quejas más comunes referida por los sobrevivientes de abuso sexual. Esta es una depresión prolongada que dura dos semanas o más y que incluye signos físicos significativos; entre ellos, fatiga constante, dolores injustificados, cambios en el apetito o en los hábitos de sueño, incapacidad para relajarse y lentitud al hablar o al moverse. Los patrones de pensamiento son confusos y perturbadores, mostrando una incapacidad para concentrarse o interesarse en cualquier cosa, a menudo con pensamientos intrusivos de suicidio. Las emociones en la depresión crónica son abrumadoras, desesperanzadas; con sentimientos de minusvalía, sentimientos destructivos de culpar, vergüenza, ausencia de placer y abandono personal.

Cerca de la mitad de los sobrevivientes con depresión se quejan de los síntomas físicos más que de los emocionales. Ellos con frecuencia se quejan de dolores de cabeza, insomnio, anorexia, estreñimiento, fatiga crónica; empero no dicen nada acerca de la tristeza, desesperanza o desánimo. Algunos sobrevivientes con depresión parecen no estar conscientes de su depresión. Dolor crónico, pérdida o aumento de peso, disminución del deseo sexual son también síntomas clásicos. Otras quejas comunes son retraimiento, hiperactividad, dolores musculares o corporales, sentimientos de culpa, sensación de no valer nada, falta de alegría, ansiedad, falta de energía y baja autoestima.

Los sentimientos de culpa son una condición proclive a la depresión que resulta cuando el sobreviviente es acusado de provocar el abuso sexual. Ser tratado como chivo expiatorio hace que los sobrevivientes se sientan que nunca podrán hacer nada bien. Como adultos, los chivos expiatorios se vuelven depresivos y asumen que son responsables por cada infortunio estén realmente cometiendo una falta o no. Los sobrevivientes con frecuencia se visualizan a sí mismos como productos dañados que no merecen ser felices, tener alegría o éxito en la vida. Cualquier infortunio que ocurra simplemente confirma su punto de vista negativo sobre sí mismos y profundiza su espiral depresiva.

Los sobreviviente sienten alivio al encontrar a una persona empática en quien confiar. Las parejas pueden estar disponibles para esta función. Permitir a los sobrevivientes poner sus sentimientos en palabras es un proceso curativo que previene la defensa mental de negar la realidad del problema. Una pareja que no juzga puede proporcionar una respuesta objetiva o una perspectiva distinta. Esto ayuda a los sobrevivientes a darse cuando su pensamiento se está desviando para mal y enfocarse en un problema a la vez. Después de varias conversaciones la pareja puede ofrecer algunas metas de corto plazo o sugerir algunos pasos que el sobreviviente puede dar para recuperarse de la situación. Las parejas que comporten sus propias experiencias en las que han experimentado fortaleza y esperanza, pueden contribuir con ejemplos de valor y fortaleza, para que los sobrevivientes se levanten de la depresión.




Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.

Vergüenza

Tener una identidad basada en la vergüenza es una consecuencia indirecta del abuso sexual. A pesar que a veces conscientemente, la vergüenza es negada y reprimida, aparecen ataques periódicos de vergüenza y sentimientos de no valer nada. Al dominar la identidad total del sobreviviente, la vergüenza es la raíz de muchas otras emociones e influye el comportamiento social y el concepto de sí mismo. Por ejemplo, la vergüenza causa ansiedad acerca de ser suficientemente bueno, miedo a la cercanía e ira en caso de ser expuesto. La baja autoestima es otra consecuencia de una identidad integral fundada en la vergüenza.

Los efectos devastadores del abuso sexual producen vergüenza en cuatro formas. El abuso sexual rompe los vínculos interpersonales, causa traumas y estrés, induce a la humillación personal y se convierte en un secreto familiar. Una identidad basada en la vergüenza es casi una consecuencia inevitable del abuso sexual infantil. Debido a que se supone que los padres son una fuente de amor que sólo lastiman o castigan cuando los niños son malos, los niños que son abusados solamente pueden concluir que son malos. Asumir esto y creer que ellos son los responsables del abuso es una forma de tomar el control y encontrarle sentido a una situación familiar fuera de control.

El abuso sexual a una edad temprana afecta profundamente la habilidad del sobreviviente de confiar. Los niños abusados no tienen la madurez de ver el abuso sexual como una carencia parental. La única explicación posible es que hay algo malo con el niño, y este es el principio de la identidad basada en la vergüenza. El sentido de identidad del sobreviviente deriva de la familia, y ya que el abuso sexual es algo que está mal en la familia que no puede ser divulgado, debe haber también algún defecto interno en el sobreviviente que debe mantenerse en secreto. El abuso sexual es casi siempre profundamente traumático y estresante. El trauma o estrés del sobreviviente persiste como una aflicción no resuelta y bloquea las emociones, estableciendo la base para una identidad cifrada en la vergüenza. Los sobrevivientes no pueden evitar sentir humillación personal como resultado del abuso sexual. Estos sentimientos desembocan en que el sobreviviente concluya que un profundo defecto personal provocó el abuso sexual. Esto deriva en una personalidad basada en la vergüenza.

Los sobrevivientes empiezan a recuperarse de la vergüenza dejando de negar la vergüenza asociada con el abuso sexual. Los sobrevivientes necesitan dejar de huir de ella y aceptar la vergüenza que marca su comportamiento actual. No hay manera de resolver un problema que no puede ser reconocido. La pareja puede proveer un escenario de aceptación sin enjuiciamientos para que el sobreviviente comparta la carga de luchar contra la vergüenza. A través de hablarlo, el sobreviviente puede encontrar que la vergüenza empieza a perder fuerza.

27. Disfrutar o revivir el abuso

A veces resulta que en cierto nivel el sobreviviente disfrutó las sensaciones que acompañan la experiencia del abuso sexual. El sobreviviente puede haber iniciado repeticiones de la experiencia para volver a sentir estos sentimientos. Si algo de esto ocurrió, generalmente, es muy problemático para el sobreviviente y es una de las cosas más vergonzosas que admitir.

El sexo es una función natural. Una respuesta placentera a cierta clase de estímulos es automática sea deseada o no. No es una falta del sobreviviente si esto ocurrió y no justifica el abuso ni lo hace correcto. Ya que el contacto es una necesidad humana básica, el sobreviviente puedo haber tomado acción para iniciar una recurrencia del abuso o hizo más probable que ocurriera una repetición. Esto a veces pasa cuando el sobreviviente no tiene otra fuente de afecto y no recibe suficiente cariño y atención.

Hablando acerca de la vergüenza y el sentido de culpabilidad por disfrutar o reiniciar el abuso sexual, el sobreviviente empieza a entender que el agresor sigue siendo el único responsable. Las parejas que apoyan al sobreviviente, expresarán compasión y harán énfasis en que el sobreviviente no merecía ser tratado de esa manera o de ser puesto en la situación de solicitar atención de esa forma. Esto de ninguna manera quita la responsabilidad al abusador. El sobreviviente no cometió ninguna falta y no debería sentirse culpable ni responsable por el abuso sexual.



Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.