lunes, 15 de noviembre de 2010

Asunto: 15. Promiscuidad y, 16. Adicción al sexo y al amor_Comprendiendo al sobreviviente

Promiscuidad


Algunos sobrevivientes se encuentran a sí mismos actuando sexualmente y enganchándose en conductas promiscuas, a menudo en contra de su voluntad. Estos contactos generalmente tienen una cualidad conductora y no se disfrutan completamente. Si son placenteros, lo son menos que satisfactorios y no duraderos. Para algunos sobrevivientes esto implica dar un giro al abuso. Ellos fueron usados en una experiencia de abuso sexual; ahora se están desquitando al utilizar a otros. En algunos casos esto lleva a los sobrevivientes a comportamientos extremos como sexo en grupo, conductas llamadas “swinging”, o prostitución. La habilidad de desconectarse o disociarse de sus cuerpos, permite a los sobrevivientes de abuso sexual practicar actos sexuales degradantes sin quejarse.

La promiscuidad puede ser vista como una forma de repetición compulsiva. Los sobrevivientes pueden comportarse así porque esta fue la única manera como ellos recibieron atención en sus familias. Ser abusados era mejor que no recibir ninguna atención. Los seres humanos necesitamos ser tocados, y los sobrevivientes buscarán la misma clase de situaciones que resultaron exitosas para ser tocados. La promiscuidad, como el abuso sexual, puede ser percibida como un contacto cariñoso si es la única manera de contacto que el sobreviviente conoce. La experiencia de abuso podría llevar al sobreviviente a creer que su único valor depende de los servicios sexuales que pueda realizar.

Abstenerse de conductas promiscuas y de actuar sexualmente usualmente podría ser necesario para la recuperación de los sobrevivientes. Dado que el sexo es una conducta básica, la total abstinencia sexual no es generalmente exitosa en el largo plazo. Los sobrevivientes que están aprendiendo la diferencia entre experiencias sexuales saludables y promiscuidad o actos sexuales disfuncionales podrían tener algunas recaídas o hacer algunos juicios equivocados. La pareja necesita entender que la promiscuidad del sobreviviente es una reacción de la experiencia de abuso sexual. No es una conducta contra la pareja, aun cuando puede ser dolorosa para la pareja. Las parejas pueden elegir expresar su dolor en una forma que se reconozca al agresor como el responsable en lugar culpar al sobreviviente.

16. Adicción al sexo y al amor

Los sobrevivientes pueden reconocer en sí mismos la repetición de comportamientos que empata con la definición de adicción al sexo y al amor. Esto puede incluir promiscuidad, repetidas aventuras sexuales, relaciones cargadas de romanticismo, múltiples relaciones concurrentes, una serie de relaciones cortas o una necesidad compulsiva de frecuentes conductas sexuales de cualquier tipo. Muchos adictos al sexo o al amor describen una inhabilidad para dejar de masturbarse o dejar de hacer alguna otra actividad sexual extenuante, o dolorosa o que incluso cause lesiones. La característica común es que la adicción al sexo o al amor es un patrón de un comportamiento compulsivo que altera el estado de ánimo que llega a ser doloroso para el sobreviviente y para otros. Es una forma de evitar los sentimientos y el tener que lidiar con los aspectos de la recuperación del abuso sexual.

Habiendo experimentado la intensidad abrumadora del incesto o del abuso sexual, el sobreviviente se siente compelido a redescubrir y re-experimentar esa intensidad. Los sobrevivientes se enganchan en este tipo de conducta para buscar la excitación y la intensidad de un nuevo amor las primeras experiencias sexuales. Los adictos al sexo y al amor adoran enamorarse y la experiencia de integrarse con otra persona. Ellos están enamorados, no con otra persona, sino con la forma como eso los hace sentir. Una vez que la novedad de la experiencia pasa, la relación se termina. Hay una continua necesidad de repetir la experiencia romántica y encontrar más formas excitantes de comportamiento a pesar de sus consecuencias.

La adicción al sexo y al amor es como otras adicciones y puede ser entendida de las mismas maneras. Las relaciones son las sustancias adictivas y la causa de euforia, hábito, proteger la disponibilidad de la sustancia adictiva, enfermedad, depresión y muerte. En lugar de permitir la pasión inicial para establecer a base de un compromiso de largo plazo con otra persona, los adictos al sexo y al amor tienden a experimentar esa pasión inicial una y otra vez. Es un intento mal dirigido para sentirse bien respecto a uno mismo mediante la búsqueda de soluciones externas para un problema interno. Las relaciones y experiencias intensas pueden proveer alivio momentáneo a la depresión y al dolor de una identidad fundada en la vergüenza, pero ellos no lidian con el abuso sexual que es la causa del problema. La abstinencia del comportamiento adictivo en esta área es también necesaria para los sobrevivientes en recuperación. Igual que en la recuperación por la promiscuidad, los sobrevivientes pueden tener recaídas en tanto aprenden formas saludables de relacionarse sexual y amorosamente. Una vez más, las parejas inteligentes reconocen que la conducta asociada con la adicción sexual y amorosa no está dirigida contra la pareja.



Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.

Asunto: 13. Recreación y, 14. Bajo deseo sexual / fácilmente estimulado_Comprendiendo al sobreviviente

La recreación significa transmitir el abuso a la otra generación. Muchos sobrevivientes recrean los patrones de comportamiento de sus familias de origen que dieron pie al abuso sexual. Esto ocurre a pesar del hecho de que la mayoría de los sobrevivientes han jurando que no harían lo que sus padres hicieron. Aun si el mismo tipo de abuso es conscientemente evitado, el abuso puede ejercerse contra los hijos del sobreviviente de una manera distinta. Puede ocurrir en la forma de abuso físico, mental o emocional. Los sobrevivientes que no han recuperado un sentido completo de identidad y lo que significa amarse a sí mismos, los externarán como una forma defectuosa de amor hacia sus hijos.

Los sobrevivientes saben cómo es no tener poder ni control, y cuando han ganado poder y control, no tienen intención de renunciar ni un poco a él. Algunos sobrevivientes han escuchado: “Puedo disciplinarte porque soy tu padre, tú tendrás tu turno”. Como resultado, algunos sobrevivientes temen disciplinar a sus hijos por miedo a no poder controlarse a sí mismos o detenerse una vez que han empezado. Ya que los sobrevivientes a menudo tienen una percepción poco clara de establecer límites, sus estilos de paternidad y métodos de disciplinar pueden abusivamente violentar los límites de sus hijos.

Muchos sobrevivientes dudan de su habilidad de ser buenos padres y temen que puedan ser abusivos de alguna manera. La mayoría de los abusadores de niños fueron abusados en la infancia, así que los sobrevivientes están definitivamente en riesgo de ser abusivos. Este es un tema difícil de enfrentar ya que la mayoría de los sobrevivientes tienen fuertes sentimientos negativos hacia los abusadores de niños. Es típico para un sobreviviente decir algo como: “La idea de que yo abuse de mis propios hijos es tan horrible que no puedo siquiera imaginarlo”. La supresión de los pensamientos negativos hace más posible que emerjan de manera subconsciente y contra nuestra voluntad. Nosotros sólo podemos hacer lo que nos fue enseñado, y es mejor enfrentar nuestro lado obscuro en lugar de ser sorprendidos cuando un impulso negativo emerge.

A pesar que las estadísticas muestran que muchos de los que abusan de sus hijos, fueron a su vez abusados por sus padres, no hay ninguna evidencia que indique una predisposición genética. Esto significa que los sobrevivientes pueden definitivamente romper el ciclo y triunfar sobre su educación por un cambio consciente de los estilos de paternidad y disciplina adquiridos de sus padres. La re-educación es posible. Nosotros podemos aprender mejores opciones que levantar la mano con ira y abusar física, mental, emocional o sexualmente de nuestros hijos. El sobreviviente y su pareja pueden asistir a clases de paternidad y adquirir los recursos necesarios para romper los ciclos para no perpetuar abuso y no transmitirlo de generación en generación.

14. Bajo deseo sexual / fácilmente estimulado

Los sobrevivientes generalmente encuentran que su sexualidad está fuera de balance en una de dos formas posibles. O su sexualidad está congelada o está sobre estimulada. Las parejas de sobrevivientes cuya sexualidad está congelada se preguntan si tendrán una vida sexual normal alguna vez; mientras que las parejas de aquellos sobrevivientes cuya sexualidad está sobre estimulada se preguntan si ese sexo tan frecuente puede tener algún significado.

Los sobrevivientes con baja o inexistente actividad sexual a menudo reportan sentimientos de repulsión acerca de actos sexuales específicos, hacia el sexo opuesto, hacia el sexo del perpetrador, o hacia el grupo de edad del perpetrador. Los sentimientos del sobreviviente no están específicamente dirigidos hacia su pareja. La experiencia de abuso sexual del sobreviviente provoca una respuesta emocional involuntaria hacia la sexualidad en alguna forma. Este prejuicio le permite al sobreviviente estar a salvo, pero también le impide cualquier experiencia de intimidad sexual. Una variación de esto ocurre cuando el sobreviviente únicamente tiene deseos de tener relaciones sexuales cuando su pareja está trabajando, de viaje, o cuando otras circunstancias hacen imposible tener relaciones sexuales en ese momento. Sólo cuando el sexo es imposible el sobreviviente se siente lo suficientemente seguro de permitir que surjan sus deseos sexuales.

La tarea para el sobreviviente con bajos impulsos sexuales es separar a la pareja de los sentimientos de repulsión provocados por el perpetrador. Sólo el agresor cometió el abuso sexual. La agresión no fue cometida por todos los individuos del mismo género y particularmente, no por la pareja. Podría ser de ayuda para la pareja dejar de tener ciertos comportamientos que el sobreviviente asocia con el agresor o con el abuso sexual.

Los sobrevivientes que son fácilmente estimulados podrían haber sido condicionados por la experiencia de abuso sexual para considerarse a sí mismos como objetos sexuales. Esto llega a internalizarse y se incorpora como parte de la identidad del sobreviviente. Ser sexual es una respuesta automática y puede ser la única manera para los sobrevivientes que se sienten fácilmente estimulados de intimar y compartir lo que son. La falta de respuesta de la pareja puede experimentarse como rechazo, abandono o pérdida del amor. El sobreviviente sólo se siente valioso cuando realiza un servicio sexual que la pareja acepta como prueba de amor.

Los sobrevivientes que buscan sexo constante necesitan encontrar otras formas de expresar amor y sentirse valorados en la relación. La pareja puede ayudar mediante reconocimiento frecuente y validando todas las buenas cualidades del sobreviviente además de la sexualidad. Encontrar formas de construirse una identidad y estilo de vida que no dependa exclusivamente de la sexualidad.



Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.

12.Repetición_Comprendiendo al sobreviviente

Con sorprendente frecuencia, los sobrevivientes se colocan en situaciones en las que son repetidamente víctimas de abuso sexual u otro tipo de abuso físico, mental o emocional. Esto puede ocurrir debido a que es una repetición de lo que le fue enseñado al sobreviviente y es la única manera cómo se conecta con lo que sabe. Los sobrevivientes han interiorizado como parte de su propia identidad que su único valor es como objeto sexual o para el servicio sexual que ellos pueden realizar. La repetición compulsiva va de la mano con baja autoestima y la creencia interna de que el sobreviviente no merezca ser tratado mejor. Un bajo sentido de la autovaloración resulta en la visión distorsionada del sobreviviente de que ser abusado significa ser amado.

Los sobrevivientes no son conscientes de que están estableciendo este tipo de relaciones hasta que ya es muy tarde. La familiaridad e intensidad de estar involucrado con un compañero poderoso es tan atractiva que el sobreviviente lo hace una y otra vez. Es como si en un cierto nivel el sobreviviente está intentando revivir la situación abusiva y esta vez hacerlo bien. Pero ser abuso no está bien nunca y no hay manera de hacerlo bien.

La repetición compulsiva continúa hasta que se tiene alguna consciencia del proceso y el deseo de evitar que se repita en el futuro. Nuevos patrones de conducta deben ser basados en un poder y control compartidos entre el sobreviviente y su pareja, en lugar de que el sobreviviente deje todo el poder y todo el control en manos de su pareja. Abstinencia de abuso sexual por parte del sobreviviente significa salirse y mantenerse lejos de relaciones abusivas.



Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.

11. Fantasías y sueños_Comprendiendo al sobreviviente

Algunos sobrevivientes reportan tener fantasías recurrentes o sueños acerca de ser violados o de participar en situaciones sexuales abusivas. El sobreviviente no tiene un deseo consciente de ser abusado sexualmente, pero estas fantasías o sueños siguen apareciendo. Generalmente, estos sueños y fantasías son involuntarios y aterradores para el sobreviviente. Algunos sobrevivientes; sin embargo, experimentan estas fantasías de ser forzados o dominados como algo agradable y ésta puede ser la única manera para ellos de alcanzar el orgasmo.

Las fantasías o sueños de los sobrevivientes acerca de ser abusados sexualmente no significan que quieran volver a ser abusados otra vez, y estas fantasías no tienen que ser representadas. Los sobrevivientes que sólo pueden alcanzar el orgasmo mediante estas fantasías han sido afectados por el abuso sexual tan profundamente que su respuesta sexual está condicionada a la repetición de la fantasía del abuso.

Las fantasías y los sueños pueden ser una forma de que los asuntos inconscientes surjan y pueden ser usados en el proceso de recuperación para descubrir y sanar experiencias abusivas pasadas. Las fantasías pueden ser empleadas por el sobreviviente como ensayo mental de una respuesta deseable o de un comportamiento de otro tipo. Por ejemplo, la fantasía puede ser representada intercambiando los papeles, con la intervención del adulto sobreviviente como un súper héroe, con un resultado diferente o con un giro hacia una forma de ser más funcional. Nosotros no tenemos que ser las víctimas en nuestras fantasías o en nuestros sueños; en cambio, podemos usarlos a nuestro favor. Compartir y discutir estas fantasías y sueños con parejas o terapeutas puede proporcionar una luz en el proceso de sanación. Esto puede llevar al sobreviviente a formularse ideas o imaginar conductas más funcionales para ser usadas en sueños y fantasías.



Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.

10. Síndrome de Estocolmo_Comprendiendo al sobreviviente

El síndrome de Estocolmo describe una reacción inducida por el estrés o el terror cuando las víctimas que han sido tomadas como rehenes desarrollan un lazo emocional y un sentido de lealtad con sus captores. Este síndrome es común cuando los rehenes perciben rechazo y falta del apoyo esperado durante y después de su victimización, especialmente si las negociaciones para su liberación se retrasan y se prolongan. El síndrome de Estocolmo también describe el comportamiento de las víctimas después del que el incidente ha terminado, cuando ellos pueden abrazar a sus captores y suplicar por un trato indulgente.

Los sobrevivientes de abuso sexual, como los rehenes, pueden formar lazos emocionales con sus abusadores. Este vínculo podría significar que el sobreviviente mantenga en secreto el abuso por lealtad al agresor y que incluso, protectoramente, salga en defensa de su abusador. No es poco común entre los sobrevivientes de abuso sexual infantil mostrar un mayor grado de apego al padre abusivo que al padre no abusivo. Estos sobrevivientes también encuentran más fácil sentirse enfurecidos contra el padre no abusivo por haber fallado en proteger adecuadamente al hijo más que contra el padre abusivo por cometer los actos deleznables.

Los sobrevivientes necesitan saber que éstas son reacciones naturales hacia los efectos devastadores del abuso sexual en el que su sentido de autoestima e independencia fue destruido, no recibieron la protección adecuada y fueron forzados a confiar en sus agresores. Algunos sobrevivientes se engañan a sí mismos haciéndose creer que sus abusadores realmente se interesan en ellos y que tienen los mejores intereses en el corazón. Los sobrevivientes necesitan perdonarse a sí mismos por cualquier sensación de culpa o por auto-inculparse que perdura, sintiendo compasión por sí mismos en lugar de sentirla por el agresor.

Las parejas del sobreviviente le pueden ayudar a través de conservar un punto de vista consistente de la experiencia abusiva con la responsabilidad por el abuso directamente en el abusador. El sobreviviente no es culpa por la situación y no es culpa por desarrollar un vínculo con el agresor. Esta, como otras habilidades de supervivencia, fue necesaria para el sobreviviente para vivir a pesar de la experiencia. Condolerse por el sobreviviente, no por el agresor. Los sobrevivientes tienen dificultad suficiente para sentir compasión por sí mismos y necesitan reforzamiento para realizar esta difícil tarea. No hay compasión suficiente disponible en esta etapa para satisfacer las necesidades del sobreviviente y todavía dejar un poco para el agresor. En todo caso, la compasión por el agresor vendría después, si fuera posible.


Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.

9.Disociación / separación_Comprendiendo al sobreviviente

Disociarse o dividirse es uno de los mecanismos más comunes que usan los sobrevivientes para enfrentar el abuso sexual. Aquellos que fueron forzados a someterse a abusos sexuales intensamente desagradables, generalmente la experiencia les resulta insoportable. En tanto que el sobreviviente no puede irse físicamente, la única opción viable es el escape mental. A este proceso de separación o división de la conciencia y el pensamiento del flujo normal de la experiencia sensorial percibida se le llama disociación.


Los sobrevivientes cuyo comportamiento durante la disociación es notablemente diferente a menudo describen la experiencia como de división o separación. Generalmente esto no significa que el sobreviviente es psicótico o que tenga desdoblamiento de la personalidad. Un diagnóstico psiquiátrico extremo de este tipo es comparativamente raro entre los sobrevivientes, como lo es la incidencia del desorden de personalidad múltiple. La mayoría de nosotros experimentamos algunas variaciones en nuestra personalidad –por ejemplo, al adoptar un estilo ejecutivo conservador en el trabajo y un estilo más casual durante los fines de semana. La persona está al tanto de cada uno de los estilos de su comportamiento, así como cuándo y cómo cambiar de uno al otro. Los sobrevivientes también están conscientes de cómo cambia su comportamiento después de dividirse o disociarse y cuando ocurren los cambios. Con un verdadero desorden de personalidad múltiple, cada personalidad está convencida de que es la única. Cada una es vagamente consciente de la posible existencia de las otras personalidades, excepto por una personalidad que conservara los recuerdos, cuya función sea mantener la memoria completa y plena conciencia de todas las personalidad alternas. Generalmente, cada personalidad casi no tiene recuerdos de ninguna otra existencia.


Los sobrevivientes, por lo general, padecen formas moderadas de separación de la personalidad que son disparadas por recuerdos o situaciones identificables y termina cuando el recuerdo desaparece o se esfuma o cuando la situación se torna segura otra vez. Los sobrevivientes saben cuando están totalmente conscientes o cuando están parcialmente o totalmente separados de lo que está sucediendo en el presente. La división de la personalidad se asemeja al desorden de personalidad múltiple y puede responder a los mismos tratamientos. Las descripciones de los individuos con personalidades múltiples pueden ser útiles también para los sobrevivientes que están tratando de entender y encontrarle sentido a su propio comportamiento. Los sobrevivientes que inexplicablemente descubren las ropas de alguien más en su propio guardarropa o que experimentan bloques de tiempo faltantes en sus vidas, realmente podrían estar padeciendo un desorden de personalidad múltiple. Este diagnóstico relativamente extraño es más común entre sobrevivientes de abuso sexual prolongado, severo o con carácter ritual.


“Soy pareja de una sobreviviente de incesto y tengo algo que parece ser un problema único. Mi sobreviviente es un múltiple y necesito hablar con alguien que sepa cómo manejar esta situación. A veces creo que soy yo quien se está volviendo loco. Pienso que le estoy hablando a ella, y entonces me doy cuenta que estoy hablando con una de sus seis personalidades. Hablamos sobre un asunto particular, digamos dinero, y creo que hemos llegado a un acuerdo acerca de cuánto vamos a gastar. Entonces ella se transforma en otra personalidad y el acuerdo que teníamos se rompe. Su personalidad consumidora compra un reproductor de CDs y media docena de discos. Ella no recuerda que hablamos de nuestro presupuesto o incluso que tuvimos una conversación. Al siguiente día ella está de vuelta, y me reclama haberme excedido en el presupuesto por un refrigerio de $1.50 sin tener conciencia de que ella se ha excedido en el presupuesto por varios cientos de dólares.

“Estoy volviéndome un poco más listo de lo que solía ser, creo. Estoy empezando a detectar las pequeñas pistas de modo que sé cuándo estoy hablando con la verdadera Sussie o con una de sus otras personalidades. Reconozco que sus otras personalidades no están integradas con su verdadera personalidad y no están en recuperación. La amo mucho y no puedo enojarme con ella en verdad, si yo supiera cómo enojarme al menos. Todo lo que puedo hacer es decirle lo que veo y que use esa información para incrementar su grado de consciencia y reintegrar sus múltiples personalidades”.

Dividirse o disociarse es algo que ocurre espontáneamente en respuesta a experiencias severamente estresantes o traumáticas a fin de proteger al sobreviviente de ser abrumado. Para los sobrevivientes, disociarse o separarse de situaciones presentes es con frecuencia una reacción automática. La respuesta disociativa es paralela a la ocurrida originalmente durante la experiencia de abuso sexual. El grado de disociación que los sobrevivientes experimentan en situaciones actuales varía desde “que se duerman partes del cuerpo” sin que tenga que ver con una mala postura, abandonar el cuerpo y observarlo desde fuera, hasta irse completamente. El grado de disociación es usualmente proporcional al nivel de peligro o daño potencial.

La respuesta protectora de la disociación ya no es útil al sobreviviente si ocurre automáticamente cuando no es necesaria o si evita que el sobreviviente esté presente durante experiencias deseadas. La pareja puede ayudar al sobreviviente a reducir el grado de disociación y la naturaleza automática de la respuesta alertando cuando ocurre. Trae de vuelta al sobreviviente preguntándole ¿dónde estás?, ¿estás conmigo ahora?, ¿qué te hizo irte?

Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.

8.Impulsos suicidas_Comprendiendo al sobreviviente.

Los sobrevivientes en crisis, usualmente durante el flujo inicial de recuerdos, pueden sentirse abrumados por sus sentimientos y no ver otra salida más que el suicidio. El dolor interno continuo e implacable puede provocar que algunos sobrevivientes consideren el suicidio como una opción. La mayoría de los intentos de suicidio son gritos desesperados por ayuda, y obtener esa ayuda es la respuesta esencial.

La mayoría de las personas que son honestas consigo mismas pueden recordar una época de confusión emocional, posiblemente durante la pubertad, cuando tuvieron pensamientos infundados de suicidio. Estos pensamientos ocurrieron como respuesta a alguna experiencia traumática o estresante y, excepto por pensamientos prolongados de vergüenza, la intención generalmente desapareció tan rápido como surgió. Estos pensamientos suicidas pueden ir acompañados por ideas como: “Ellos realmente lo sentirían si yo estuviera muerto”. Varios planes y opciones son considerados brevemente y realmente no hay una verdadera intención de llevar a cabo el suicidio. Los sobrevivientes necesitan liberar la vergüenza de tener pensamientos suicidas fugaces haciéndolos del conocimiento de su pareja y su grupo de apoyo.

Los pensamientos suicidas transitorios, un síntoma de angustia moderada, son usualmente superados cuando la situación estresante subyacente es resuelta. Sin embargo, los pensamientos suicidas deben ser tratados más seriamente si son prolongados, ocurren frecuentemente o van más allá de planes vagos. ¿Existe un plan bien pensado con un método específico, tiempo y lugar? ¿Ha habido algunos preparativos para obtener información necesaria, materiales o equipo?

No hay tiempo que perder si las cosas avanzan al punto en que el suicidio parece ser una solución positiva para enfrentar una situación desesperada y desesperanzada. Cuando esta lógica extraña se pone en marcha, existe el riesgo real de que el plan suicida se lleve a cabo. Esta clase de pensamiento confuso puede resultar en un suicidio accidental o no intencional si no se obtiene ayuda inmediatamente.

Las parejas no deben pensar que ellos son la única fuente de ayuda para su compañero en problemas. Deben tomar seriamente cualquier pensamiento suicida; llamar a las líneas de emergencia psicológica de su comunidad y conseguir asistencia profesional adecuada. La pareja puede hacer hablar al sobreviviente hasta que éste esté de acuerdo en que el suicidio no es una opción. Los impulsos suicidas son sólo sentimientos, no importa que tan intensos o dolorosos. Si no se realiza el suicidio, estos sentimientos cambiarán por un estado emocional más esperanzador. EL SUICIDO EN REALIDAD NO RESUELVE NADA. ES UNA CONCLUSIÓN PERMANENTE E IRREVERSIBLE PARA UN PROBLEMA TEMPORAL. Los sentimientos de los sobrevivientes durante una crisis pasarán. La recuperación no es fácil pero muchos sobrevivientes han encontrado alivio y serenidad. Sanar de los efectos del abuso sexual puede ser una realidad para cada sobreviviente.



Tomado de Ghosts in the bedroom [Fantasmas en la habitación. Una guía para parejas de sobrevivientes de incesto] por Ken Graber.