sábado, 23 de julio de 2011

detectar y prevenir


Un niño deprimido, aislado, o al contrario con conductas agresivas, son solo algunos de los signos de que podría estar sufriendo algún tipo de maltrato o abuso. Te decimos cómo se pueden  .

 
La pesadilla de todo padre es que su hijo/a sea víctima de agresión física o sexual. Tristemente, la mayoría de las víctimas que han sufrido estos vejámenes han sido hechos por parientes cercanos o de personas responsables de su cuidado.
Es muy duro para un padre y sobre todo la madre aceptar este hecho, a tal punto que inconscientemente rechazan cualquier insinuación o sospecha sobre este tema, entrando en un estado de negación e incluso de complicidad cuando el menor denuncia el abuso.
“¿Cómo podemos identificar los signos de abuso?, pues los padres ante todo deben ser amigos de sus hijos, estar atentos y ser muy observadores para que ellos sientan plena confianza en nosotros y podernos contar algunas situaciones”, sugiere la sicopedagoga Claudia Tovar de Soler.
“Cuando nosotros conocemos a nuestros hijos percibimos si son callados, si son activos y cuando comienzan a comportarse de manera distinta son las primeras señales de abuso”.
Cabe mencionar que el abuso tiene varias clasificaciones: abuso emocional, sexual, físico, por ejemplo, este último es notable por los golpes, hematomas, fracturas o problemas para caminar, que manifieste el menor. Así como las quemaduras de cigarrillo o mordidas.
“Entre las señales de abuso sexual tenemos el apartarse del grupo, huir al trato con adultos; cuando el niño juega o hace comentarios con lenguaje inapropiado para su edad; que exprese mucho ardor o dolor en sus genitales, que quiera llegar muy temprano a la escuela y retirarse de último, así como temor al contacto físico, este tipo de abuso es el más difícil de detectar también”.
El abuso emocional es cuando a ellos se les insulta en casa o donde pasan, cuando los critican, se burlan o están bajo amenazas. Este tipo de maltrato psicológico se nota porque los niños ,muestran inseguridad o necesidad por sobresalir y excesiva demanda de atención, por eso tenemos que analizar con quien dejamos al cuidado de nuestros hijos, comenta nuestra experta. El maltrato físico tiende a ocurrir en momentos de gran estrés cuando alguien estalla en ira contra el niño. Muchos de los que cometen maltrato físico también han sido maltratados en su infancia y no ven que el maltrato no es la forma de disciplinar.
Abuso emocional
Bajo la forma de insultos, críticas, burlas, amenazas, desprecio, descalificación, abandono y encierro. Es el tipo de abuso más difícil de identificar y probar. Pueden provocar graves daños psicológicos en un niño. Si escucha cotidianamente “sos un inútil”, es probable que llegue a creerlo y actúe en consecuencia.
Debes saber:
Los padres pueden abusar emocionalmente de sus hijos sin saber que le están produciendo sufrimiento. Por ejemplo, es frecuente ver padres que, con buenas intenciones, presionan a sus hijos para sobresalir en distintos ámbitos (deportes, escuela, vida social), hasta el punto de ocasionarles un sufrimiento emocional crónico.
El abuso sexual
Extrafamiliar es cometido por un adulto que el niño conoce, como un vecino, un profesor, un profesional, etc. Una forma particular de abuso sexual es el incesto. Hay un alto porcentaje de incesto padre-hija, que en general ocurre alrededor de la pubertad, pudiendo continuar durante largos años sin revelarse.
Debes saber:
* Si él o ella se anima a contar sobre el abuso, es preciso creerles, ya que los niños no inventan este tipo de historias acerca de su propio abuso sexual. La edad promedio de abuso infantil es alrededor de los once años, aunque es frecuente que niños de menos de tres años sean abusados.
Síntomas de maltrato físico
» Marcas de contusiones o hematomas con forma de manos, dedos u objetos (como un cinturón) .
» Hematomas en áreas donde las actividades normales de la infancia no provocan lesiones.

» Marcas de quemaduras que se observan cuando un niño ha sido sumergido en agua caliente como castigo o quemaduras en forma de un espiral de estufa o plancha.

» Quemaduras hechas con cigarrillo en áreas expuestas o los genitales.
» Ojos morados en un bebé u otra lesión similar inexplicable en un niño.
» Marcas alrededor del cuello que indiquen intento de estrangulación o evidencia de lesión abdominal inexplicable.
SUSANA BALAO