miércoles, 5 de septiembre de 2012

El rol de la familia frente a un abuso sexual infantil



El abuso sexual convive con las personas diariamente y se mueve sigilosamente entre los núcleos familiares, laborales y escolares. La sensación de incremento de casos de pederastias y abusos sexuales a menores ha abierto el umbral de la desconfianza y ha sembrado el temor de los padres a limitar el desarrollo social de sus hijos a fin de protegerlos.
La Fundación para la Confianza es una organización sin fines de lucro, que cuenta con personalidad jurídica, y que principalmente pretende incentivar a las personas a desarrollar el buen trato, sobre todo en la etapa infantil, poniendo especial énfasis en la prevención de abusos sexuales a menores.

El pasado jueves, a través de las redes sociales, se inició la campaña “Me toca a mí: si tocan a un niño, me tocan a mí”, en la cual diversos rostros televisivos y del mundo del espectáculo hacen un llamado a los adultos a analizar el entorno de los niños para identificar si éste está siendo hostigado, perseguido, incentivado o derechamente abusado por un adulto.
El abuso sexual infantil está tipificado por la Ley y es cualquier acción sexual contra un menor de 14 años, a través de tocaciones, penetraciones, solicitud al menor de una acción sexual hacia el adulto, presentación de pornografía e incluso la exposición de los genitales del adulto hacia el menor.

Problema cercano

La identificación de un abuso parte de la observación de los padres y muchas veces del análisis de las educadoras de párvulos o profesores, quienes pasan la mayor parte del tiempo con los niños.

Si bien es bastante dramático cuando el hecho ocurre en dependencias externas al hogar, más dramático resulta cuando el abusar es parte de la familia.  Según la psicóloga infantil Soledad San Martín, es importante en el primer momento preocuparse por el significado de las sensaciones que el niño abusado experimenta luego del hecho, debido que éstas pueden marcar un antes y un después en el desarrollo del menor.

“Situaciones, que además de provocar incomodidad y extrañeza, traen consigo la sensación de temor, miedo, vergüenza y culpabilidad, agregarle un valor a cada una de estas experiencias es algo complicado de evaluar, puesto que cada niño  trata de asimilar lo que le ocurre de la manera que puede, siendo esta bastante subjetiva, pero claro está, que las consecuencias a nivel emocional, conductual y cognitiva, se pueden encontrar presentes desde el primer momento”, asegura la especialista.  Según su experiencia lo preocupante de aquellas sensaciones es que independiente de como se presenten en el menor, conllevan a un sentimiento de tristeza y desamparo al no saber cómo revelar aquella situación de abuso, situación que claramente el abusador trata de manejar a su conveniencia, más aún si sus víctimas presentan ciertas inseguridades, rasgos de timidez e introversión. Más sensaciones extrañas experimentará el menor si el abusador es parte de su familia y si el niño está en una edad consciente para estimar que sus padres no creerán su versión.

La psicóloga admite que existen diversas razones para que los padres no crean en la versión de los niños y se deben principalmente al miedo de los padres para enfrentar la situación de abuso dentro de su núcleo.  Inclusive  hay algunos que consideran el qué dirán los otros, por lo que consideran mejor hacer oídos sordos y atribuirlo a una confusión del menor.

Otras hipótesis apuntan a considerar los relatos del los pequeños como fantasiosos para no tener que alterar el orden familiar o porque hacer algo al respecto significa tomar medidas que implican tiempo y paciencia.

Las acciones legales en estos casos significan para los padres la tranquilidad de haber hecho algo al respecto para los niños. “La sensación de ser resguardados y protegidos, el menor se genera la respuesta ‘mi padre o madre me cree, me quiere, y me cuida’”, indica la especialista.

Se trata de un tema con bastantes matices, pero que pone en alerta a la población frente a los indicios de un abuso sexual infantil. Las leyes ya vienen y pretenden disminuir a menos de un año la fase probatoria del abuso.


http://www.diarioladiscusion.cl/index.php/vida-saludable/16624-el-rol-de-la-familia-frente-a-un-abuso-sexual-infantil