miércoles, 26 de junio de 2019

Los monstruos sí existen


  • Aunque no lo creas, lectora, lector, el 24 de junio se “celebra” el día internacional del orgullo pedófilo. Así como lo lees. Inconcebible, indignante, enfermo, nauseabundo. Faltan adjetivos para calificar semejante aberración.
“Solo tenía 11 años”, me dijo una hermosa mujer, de alrededor de 40 años al final de una conferencia que impartí al respecto de abuso y embarazo infantil. Su historia es aterradora, sobrecoge el corazón y provoca repudio y odio por esos enfermos que mancillan a niñas y niños al grado de condenarlos a un daño irreversible en su psique, su autoestima y su cuerpo.
Esta dama tiene tres hijos y nunca ha disfrutado de una relación de pareja sin que su recuerdo vaya a ese cuartito donde un monstruo le arrebató la inocencia y la violó durante mas de dos años bajo la amenaza de matar a sus padres si ella decía algo. En la secundaria dejó de bañarse; “no quería que nadie se me acercara”, se fue de casa a los 15 y de allí a jamás ponerse un vestido, una falda, una prenda que siquiera de lejos pareciera provocativa. “Viví con miedo muchos años”, siguió contándome, “hoy se que soy mas fuerte que él; yo sobreviví”.
Laura (nombre ficticio para cuidar su privacidad), ha salido adelante pero llena de miedo, dolor y cicatrices. Otros como ella también y muchos que no lo logran. Una niña, un niño abusados tienen pesadillas, corren alto riesgo de sufrir trastornos alimenticios, bulimia, anorexia, obesidad mórbida, o adicciones como alcoholismo, drogadicción o cualquier otra conducta que les invisibilice del resto del mundo. Un niño abusado carga en su alma ira, depresión, tristeza infinita, desconfianza de su entorno y esas cicatrices a veces no sanan nunca.
Aunque no lo creas, lectora, lector, el 24 de junio se “celebra” el día internacional del orgullo pedófilo. Así como lo lees. Inconcebible, indignante, enfermo, nauseabundo. Faltan adjetivos para calificar semejante aberración. Esta “celebración” nace en los Estados Unidos en 1998 como “Día del amor a los muchachos” y ahora ya, abiertamente, como orgullo pedófilo. Todavía no lo procesa mi cerebro. Todavía estoy paralizada por siquiera pensar en semejante bajeza.
Quienes sienten orgullo pedófilo pretenden equipararse al orgullo gay; pretenden que se entienda la pedofilia como una opción, una preferencia como la heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, transgénero, o cualquier opción de ejercicio de la sexualidad entre adultos que consensuan y se hacen responsables de sus actos. La pedofilia no es y nunca será una opción. Es delito grave y debe quedar muy claro.
Una niña, un niño, no tienen capacidad de consensuar, ni siquiera de entender una relación sexual o emocional de pareja. Las y los menores de edad están bajo nuestro cuidado, bajo nuestra responsabilidad. Su salud psicológica, física y emocional dependen de nosotros los adultos. En México, la OCDE indica que el abuso sexual infantil es -vergonzosamente- una práctica ¡de las más altas del mundo! Urge que daño moral cuando deriva de abuso sexual infantil no prescriba y que las penas sean más elevadas para los victimarios. La víctima ya purga cadena perpetua.
Hubo un tiempo en que Laura fue feliz… luego conoció a un monstruo. Para millones de niñas y niños los monstruos sí existen y no hay héroes que se los quiten de encima.

México acogerá congreso latinoamericano de prevención de abusos en la Iglesia

Fragmento del afiche oficial del evento. Crédito: CEPROME.
Fragmento del afiche oficial del evento. Crédito: CEPROME.
México acogerá entre el 6 y el 8 de noviembre de este año la primera edición del Congreso Latinoamericano sobre la Prevención del Abuso de Menores en la Universidad Pontificia de México.
Organizado por el Centro de investigación y formación interdisciplinar para la protección del menor (CEPROME), el evento cuenta con el apoyo de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y el Consejo Episcopal Latinoamericano.
Además, el CEPROME tiene el respaldo de la Universidad Pontificia de México y la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Daniel Portillo, director del CEPROME, subrayó que el drama del abuso sexual de menores “es un problema global que requiere justamente una solución global. De ahí que el objetivo del congreso sea generar una discusión abierta y exhaustiva para crear conciencia y movilizar acciones, para ofrecer una mejor protección de los niños, niñas y adolescentes en Latinoamérica”.
“También este primer congreso latinoamericano es un primer acercamiento entre los distintos países, con la finalidad de generar sinergias interinstitucionales, diocesanas, nacionales, que favorezcan una mayor protección en nuestro ambiente latinoamericano”.
Entre los ponentes del congreso figura Mons. Charles Scicluna, Secretario Adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Arzobispo de Malta y uno de los mayores expertos en prevención y lucha contra los casos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero.
También estará presente el sacerdote jesuita Hans Zollner, presidente del Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Entre otros expositores también estarán presentes el Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rogelio Cabrera; el Arzobispo de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes; y el Arzobispo de Chicago (Estados Unidos), Cardenal Blase Cupich.
El P. Portillo señaló que un congreso como este “es importante en este momento específico de la Iglesia”, especialmente “porque pretendemos ofrecer acciones concretas”.
“Nosotros no podemos estar pidiendo perdón si no tomamos en cuenta las acciones necesarias que debemos ejecutar”, dijo.
El sacerdote mexicano indicó que el congreso está especialmente dirigido a “las personas que están trabajando en el ámbito de la formación, de la prevención, de la intervención en el tema del abuso sexual infantil eclesial”.
“Está destinado para aquellas diócesis, congregaciones de nuestro continente latinoamericano que pretendan favorecer o generar una reflexión sobre una acción como esta”.
“El congreso nos ayuda para darnos cuenta de que la prevención es un compromiso y una responsabilidad de todos. No es una acción puramente de la jerarquía, sino que es una responsabilidad de la comunidad eclesial en la que estamos involucrados todos”, subrayó.
Para el P. Portillo, frente al drama de los abusos “necesitamos preguntarnos desde lo concreto de mi persona cómo puedo sumar o colaborar para favorecer un ambiente más seguro en nuestra Iglesia”.
Además, indicó, “la prevención necesita de mucha humildad de parte de nosotros, para darnos cuenta que es necesario también escuchar otras voces, otras realidades de otras situaciones que ya han experimentado, han vivido, han padecido este mal y pueden abonar mucho con la experiencia o con la investigación, el análisis o la atención que cada persona ha ido desarrollando”.
También a través de un evento internacional como este se pueden favorecer “sinergias interinstitucionales, nacionales, entre la misma Iglesia, entre cada conferencia episcopal, entre cada congregación, entre las distintas diócesis que conformamos la realidad latinoamericana, para favorecer una suma de esfuerzos”, aseguró.
Para más información sobre el Congreso Latinoamericano sobre la Prevención del Abuso de Menores 2019, puede ingresar AQUÍ.

lunes, 24 de junio de 2019

Campaña para prevenir y denunciar la violencia sexual infantil

  • Igualdad anuncia que se elaborarán cinco spots audiovisuales y una guía didáctica para familias y profesionales 
Los vídeos de sensibilización irán dirigidos a familias y profesionales.Los vídeos de sensibilización irán dirigidos a familias y profesionales.
Los vídeos de sensibilización irán dirigidos a familias y profesionales.
Igualdad pondrá en marcha a la vuelta del verano una campaña de sensibilización para prevenir y denunciar la violencia sexual infantil. La consejera del área de la Junta, Rocío Ruiz, ha marcado como objetivo lograr "concienciar al conjunto de la sociedad sobre la necesidad de erradicar esta lacra social, como principio fundmental de la obligatoria protección que toda comunidad tiene ante cualquier daño que pueda sufrir un niño o una niña".
Según Rocío Ruiz, el proyecto consistirá en dos cuestiones principales. Por un lado, "cinco spots audiovisuales de una duración media de entre 20 y 40 segundos, que aborden y sensibilicen sobre la violencia sexual intrafamiliar con el fin de combatir el secretismo y las falsas creencias”.
Por otro lado, “la elaboración de una guía didáctica en formato digital de carácter informativo sobre la prevención de la violencia sexual infantil y la forma de proceder ante cualquier sospecha. El manual será breve, para facilitar su lectura, así como de carácter eminentemente práctico, y resaltará apartados como: qué se entiende por violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes, falsas creencias sobre este tipo de violencia, cómo actuar ante una verbalización, un decálogo para contribuir a evitar el abuso, dónde acudir y qué hacer legalmente”, como así ha subrayado la portavoz.
Con el fin de difundir la  denuncia a la violencia sexual infantil, la Junta hará uso de los principales canales de distribución, la televisión, internet, redes sociales (tales como Facebook, Twitter, Youtube, Instagram, etc.), así como la página Web del Observatorio de la Infancia de Andalucía y cualquier otra plataforma de entidades u organizaciones sociales con interés en el desarrollo de acciones de protección a la infancia.
Ambas propuestas irán dirigidas a las personas adultas, familias y profesionales, por ser estos los principales actores que pueden intervenir en la prevención, detección y protección ante las situaciones de violencia sexual infantil. El proyecto se orientará del mismo modo, a los jóvenes a fin de prevenir los riesgos de las redes sociales en este colectivo.
Los objetivos de la campaña serán, como así ha detallado la consejera, “sensibilizara la población adulta de Andalucía sobre el fenómeno de la violencia sexual hacia niños, niñas y adolescentes; difundir información práctica a la población adulta acerca de cómo prevenir, detectar y abordar en el entorno familiar el abuso sexual en la infancia y la adolescencia; y también generar conciencia social en nuestra Comunidad sobre el grave problema de la violencia sexual a la infancia y la necesidad de establecer entornos seguros para la infancia mediante la prevención y protección desde el ámbito familiar”.

La Iglesia Católica de EEUU presiona para que sus abusos queden impunes


INVIERTE MILLONES DE DÓLARES PARA EVITAR QUE SE AMPLÍEN LOS AÑOS DE PRESCRIPCIÓN DE LOS DELITOS DE ABUSO SEXUAL A MENORES
CARLOS PÉREZ CRUZ - Domingo, 23 de Junio de 2019 - Actualizado a las 06:03h

El arzobispo de Washington, Donald Wuerl.
El arzobispo de Washington, Donald Wuerl.
El arzobispo de Washington, Donald Wuerl.
WASHINGTON DC- Para Mark Rozzi no es ninguna sorpresa. “Lo he visto con mis ojos. Les he visto contratar a treinta y nueve lobistas para trabajarse a cincuenta senadores y poder derrotar en el Senado mi proyecto de ley”. A sus 48 años, este político demócrata ocupa desde hace seis un asiento de la Cámara de Representantes de Pensilvania, donde el pasado mes de abril se aprobó su propuesta para eliminar la prescripción penal de los delitos de abuso sexual contra menores. “¿Tú crees que un niño de 13 años que ha sido violado por un cura en la ducha sabe algo de plazos de prescripción?”, se pregunta indignado. Rozzi no necesita ponerse en la piel de un crío de esa edad para empatizar. En 1984 él era ese niño y “solo tenía dos años para denunciar”.
A pesar de algunos gestos, la Iglesia Católica estadounidense sigue haciendo lo posible por guardar la ropa y minimizar los daños de la tormenta de denuncias que ha recibido en los últimos años. Un informe publicado por tres despachos de abogados afirma que entre 2011 y 2018 la Iglesia invirtió en ocho estados del país más de 10,6 millones de dólares en cabildeo para torpedear leyes como las que promueve Rozzi. De ellos, la mitad en Pensilvania, donde el año pasado una investigación estatal concluyó que en siete décadas más de 300 curas católicos habían abusado de, al menos, mil menores. Según la ley vigente, prácticamente todos han prescrito.
“Es muy frustrante. En un instante pasan de decir que apoyan a las víctimas a socavarlas gastando todos esos millones de dólares para evitar que [los curas] acaben en un tribunal civil”, lamenta Rozzi. Su proyecto de ley elimina la prescripción penal para los futuros casos de abuso sexual a menores (actualmente las víctimas tienen tiempo hasta que cumplen 50 años) y amplía de los 30 a los 55 años del demandante la vía civil. Aprobado en la Cámara de Representantes, el proyecto está ahora en trámite en el Senado, donde los republicanos son mayoría. En lo que llevamos de siglo, las iniciativas de modificación de la ley han fracasado en Pensilvania.

¿Cómo se han invertido esos 5,3 millones de dólares? “No quiero decir que en sobornos pero digamos que en gratificaciones”, explica Rozzi. La Iglesia Católica “paga a lobistas que tienen conexiones con cargos políticos clave y hace donaciones a campañas”. Añade que hay lobistas que se integran en los equipos de campaña de algunos candidatos, por lo que, en caso de éxito, se cobran el favor. “Las víctimas no tenemos los millones de dólares para sobornar a los legisladores”, ironiza el demócrata. Algunos de estos lobistas “cobran 300 dólares la hora”.
Contactada por este diario, la Conferencia Católica de Pensilvania evita hacer declaraciones y nos remite un comunicado. Aunque se publicó hace días, aseguran que “no hemos revisado el informe” de los abogados. Su portavoz, Al Gnoza, añade que “durante más de medio siglo” han hecho trabajos de cabildeo “por innumerables asuntos que son importantes para la fe católica. No tenemos un desglose de los gastos, pero nuestro presupuesto para hacer cabildeo financia este amplio esfuerzo”.
“Es una declaración genérica con la que se cubren las espaldas”, reacciona Mike McDonnell. Tiene claro que la Iglesia Católica conoce perfectamente el montante concreto que invierte en los diferentes temas de su interés. “Y sé que el de la prescripción es la prioridad para la Conferencia Católica de Pensilvania”. A sus 50 años, McDonnell es el líder regional de una asociación de ayuda a víctimas de abusos sexuales a manos de curas. Es una de ellas. Dos de su parroquia abusaron de él siendo niño. La primera vez tenía 11 años. La segunda, 13. Al igual que Mark Rozzi, no llegó a tiempo para denunciar a sus presuntos abusadores y hasta hace unos meses no recibió una disculpa de la Iglesia.
Le llegó mediante un programa de reconciliación y reparaciones organizado por el arzobispado de Pensilvania. Incluye un fondo de compensación económica que obliga a que los beneficiarios renuncien a los tribunales. A pesar de ello, para McDonnell “no tiene precio” que exista un documento que le reconozca como víctima, después de pasar más de dos décadas sin confiarle a nadie su tragedia. Padre de un niño de 13 años, ha pasado por dos divorcios, problemas de alcohol y una condena por robar 100.000 dólares a la misma institución que le robó la infancia. Fue “una venganza”, pero admite que “no estaba en el mejor estado mental” cuando lo hizo. Eso sí, “asumí mi responsabilidad, que no es algo que se pueda decir de la Iglesia Católica”.
Pensilvania aspira a seguir los pasos de Nueva York, donde su gobernador ha firmado una ley que extiende la prescripción de estos delitos. Aunque la vía penal se agota a los 28 años (se amplía cinco), la civil se extiende hasta los 55. La Conferencia Católica de Nueva York afirma que “retiró su oposición a la ley” una vez que ésta incluyó no solo a sus víctimas. “Esa es la mayor mentira que haya escuchado”, estalla Mark Rozzi, que asegura que la Iglesia la retiró cuando ya había pagado al 90% de las víctimas que se acogieron al fondo de compensación. Rozzi interpreta la decisión: “Ya no les importa si la aprueban ahora porque ya no les va a causar la bancarrota”: La diferencia entre la multa en tribunales y “la miseria” con la que compran el silencio a través de los programas de reparación.
COMPLEMENTOS El informe documenta el gasto en cabildeo de la Iglesia Católica para intentar torpedear iniciativas legislativas que buscan reformar la prescripción de los delitos de abuso sexual infantil en ocho estados del noreste de Estados Unidos: Pensilvania, Nueva York, Connecticut, New Jersey, Massachusetts, New Hampshire, Maine y Rhode Island.
Durante siete años, esta institución religiosa invirtió en hacer lobby más de 10,6 millones de dólares. De ellos, la mitad en Pensilvania, donde el año pasado la investigación de un gran jurado concluyó que más de 300 curas habían abusado de al menos mil menores de edad en siete décadas. El gasto en Nueva York es de casi 3 millones.
La mayoría demócrata de Nueva York ha logrado ampliar la prescripción de los delitos de abuso sexual a menores. En Pensilvania, el Senado ha admitido a trámite una iniciativa para eliminar la prescripción penal de los delitos. Los republicanos, mayoría en esta cámara, se han opuesto hasta ahora a cualquier modificación de la ley.

Abusos sexuales a menores: Cuando el monstruo está en casa

Un 91% de los abusadores son familiares o personas del entorno cercano del niño, que aprovechan la relación de confianza

23.06.2019 | 02:45
De los 222 casos de menores que atendió la UVASI por abusos en la isla en 2018, 106 fueron cometidos por familiares y 97 por allegados. 
El perfil del pederasta. El arquetipo de abusador en la isla es un hombre, familiar del menor o de su círculo más cercano. Las psicólogas de la UVASI evalúan a las víctimas. "Algunos menores tienen mucho miedo, sienten culpa y vergüenza y no se encuentran preparados para hablar. Lo tenemos que respetar y darles la oportunidad para que lo hagan más adelante", apunta una técnica. "Los niños hablan cuando están preparados"
El monstruo siempre está cerca de un niño. Es como un depredador al acecho de su presa. "El perfil del abusador es el de un hombre, familiar del menor o que pertenece a su entorno más cercano". Una psicóloga de la Unidad de Valoración de Abuso Sexual Infantil (UVASI) del Consell de Mallorca se muestra rotunda al definir el arquetipo de sospechoso. "Precisamente, por esta relación cercana con la víctima, tiene un mayor acceso a ella, existe una relación de confianza y eso lo aprovecha para abusar de ella", añade la técnica. Las estadísticas no engañan. Un 91,4 por ciento de los abusadores son familiares o conocidos de las víctimas. De los 222 casos de menores que atendió la UVASI en 2018, 106 habían sido cometidos por familiares y 97 por allegados. Las cifras son claras.
También el perfil de víctima responde a una niña de entre seis y doce años, aunque cada vez más se detectan casos de niños. En 2018, los técnicos de la UVASI valoraron a 150 niñas, frente a 72 niños. "En el caso de los niños el sentimiento de vergüenza y estigmatización les dificulta más hablar de los hechos, aunque cada vez más pueden identificar el abuso", detalla una psicóloga del IMAS.
"En la mayoría de los casos, los menores abusados tienen un gran sentimiento de culpa y de vergüenza. Con la adolescencia, también acostumbra a aparecer la rabia, pero cada niño es diferente", asegura la especialista.
La metodología que utilizan las técnicas de la UVASI para evaluar psicológicamente a las víctimas siempre es la misma, a base de entrevistas. "Es una entrevista adaptada a las características del menor y a su edad. Una primera parte está orientada a que el niño se familiarice, le explicamos nuestro trabajo, que le haremos preguntas. Y, cuando ya está más tranquilo y situado, empezamos a tratar el tema. Normalmente, se adaptan a la situación de entrevista. Hay casos que requieren más tiempo de valoración, pero no es un proceso que se alargue. Lo mejor es que cuanto más corto sea, mejor, para no revictimizarlo. Solo utilizamos el tiempo estrictamente necesario", subraya una de las especialistas.
"También hay casos que no se pueden valorar. Algunas víctimas tienen mucho miedo, sienten culpa y vergüenza y no se encuentran preparadas para hablar. Lo tenemos que respetar y darles la oportunidad para que lo hagan más adelante", señala la psicóloga.
"Los niños hablan cuando se sienten preparados. Lo importante es la formación para detectar los indicadores de abusos en seguida. Que no hablen ahora y no relaten los abusos, no quiere decir que más adelante no puedan volver y contarlo. Los niños hablan cuando están preparados, no cuando nosotros queremos", incide la especialista.
"Las secuelas que padecen los menores son devastadoras en algunos casos aunque no haya agresión sexual. El sometimiento de un niño de forma continuada a unos abusos puede tener unas consecuencias peores que no un hecho puntual aparentemente más grave y violento. Hay menores muy dañados por este tipo de abusos continuados. La habitualidad en unos abusos cometidos por una persona de confianza o de la familia, dentro de una relación asimétrica y de sometimiento, produce más daño emocional", alerta la psicóloga.
"Las secuelas que padecen dependen de cada persona. Hay secuelas a corto plazo y a largo plazo, depende de cada caso. También hay niños asintomáticos. Unos pueden superar el trauma por ellos mismos o con poca ayuda y otros no", concluye la técnica de la UVASI.

El Consell de Mallorca atendió a 222 menores por abusos sexuales en 2018

Un 87% de las valoraciones fueron por víctimas abusadas y un 6% por agresiones sexuales a niños el pasado año en la isla



El Consell de Mallorca atendió a 222 menores por abusos sexuales en 2018 

El Consell de Mallorca atendió el pasado año a 222 menores por abusos sexuales. En 2017, fueron 231 los casos contabilizados, mientras que en 2016 la cifra de víctimas fue de 226 y en 2015, 195, según los datos de la Unidad de Valoración de Abuso Sexual Infantil (UVASI), dependiente del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS).
En 2018, un 87 por ciento de las valoraciones que realizaron los técnicos de la UVASI fueron por víctimas abusadas, con 193 casos, mientras que un 6% fueron por agresiones sexuales (14). Los abusos no implican el uso de fuerza y violencia. En cambio, las agresiones sexuales, sí. El resto de evaluaciones se debieron a casos de exhibicionismo y provocación sexual (12) y a explotación sexual o prostitución de menores (3).
"El número de casos de menores que hemos atendido por abusos sexuales se ha doblado desde el inicio de la UVASI, ahora hace diez años. Algún año se estabiliza, pero este primer trimestre de 2019 ya llevamos más casos que en el primer trimestre de 2018, la tendencia es a aumentar", señala una de las psicólogas de la unidad.
La razón de este incremento progresivo no es porque ahora haya más niños en la isla que sufran abusos que antes. Según las especialistas, esta tendencia al alza se debe a que ahora hay muchas campañas y una mejor formación para detectar los casos. "Los profesionales están más preparados, hay una mayor formación para detectar los indicadores", señala otra técnica del IMAS.
El 58% de los casos contabilizados en Mallorca el pasado año correspondían a menores de 13 años, mientras que el 42% restante eran adolescentes de entre 13 y 18 años. Predominan las niñas víctimas de abusos (68%), por encima de los niños.
Una buena parte de los casos que llegan a la UVASI vienen derivados por los servicios sociales y por las escuelas de la isla. Así, de las 222 valoraciones efectuadas a menores en 2018, 29 casos fueron detectados por los servicios sociales; 25, por escuelas de primaria; 17, por otros centros escolares; 13, por institutos de secundaria; 9, por escuelas de infantil. Pero también tienen un peso importante otros profesionales de otros sectores como la sanidad y la justicia. Por ejemplo, los especialistas del hospital de Son Espases detectaron 13 casos en 2018 y Son Llàtzer, 5. Y los juzgados, 11; fiscalía, 5; Policía Nacional, 9 y Guardia Civil, 4, entre otros. También la propia familia es detectora y comunicadora de casos. Así, 17 madres comunicaron sus sospechas de que sus hijos habían sido abusados, frente a cinco padres. Suele haber más madres que padres que lo detecten dado que en la mayoría de los casos son estas las que están al cargo de los niños, por ejemplo, madres solteras o separadas con la guarda y custodia de los hijos, por lo que acuden a la UVASI pidiendo asesoramiento y ayuda.
Generalmente, los indicadores son verbales y conductuales. "No solo es por lo que cuenta el niño, sino por su comportamiento, por lo que hace, por ejemplo si tiene un comportamiento hipersexualizado que no se ajusta a su edad", indica una de las técnicas. "La verdad es que ahora se detectan más casos porque cada vez hay más formación tanto en las escuelas como en el ámbito sanitario y también hay mayor información. Incluso, las propias madres y padres son capaces de decirlo. Antes, se escondían los casos, pero ahora la mayoría ya sabe cómo actuar", resume otra de las especialistas.
El servicio de menores del IMAS del Consell de Mallorca también colabora con entidades como RANA. "Ellos hacen un trabajo de prevención de abusos sexuales muy importante en las escuelas. A través de dos cuentos que explican en las clases, introducen el tema a los alumnos", señala la psicóloga.
Una vez la UVASI evalúa los casos detectados, hace una clasificación. No todos los menores han sufrido abusos. En 2018, un 36% de las valoraciones fueron creíbles y compatibles con casos de abusos sexuales (80), mientras que el resto fueron no concluyentes (33), no fueron abusos (43), no se pudo determinar (45) o no se pudo valorar (19). En estos últimos casos, muchas veces no se dispone de suficiente información.

Menores y nuevas tecnologías


Uno de los puntos que han cambiado con el paso de los años es la facilidad con la que acceden los menores a dispositivos electrónicos como móviles de adultos o tabletas y pueden visionar contenido inapropiado como pornografía. "Es un fenómeno que lo tenemos ahora y antes no existía. La recomendación es que haya una supervisión adecuada, tiene que haber un control parental, no puede estar sin control", recalca la técnica de la UVASI. Esta cuestión se trata mediante talleres con padres y madres y también con los policías tutores.
Debido a este acceso inapropiado a las tecnologías, los menores tienen un conocimiento inadecuado de la sexualidad que no corresponde a su edad.
Otro aspecto que ha evolucionado en cuanto a los abusos sexuales a niños es que en la actualidad todo se ha judicializado. Ahora, la mayoría de casos vienen con una denuncia previa, han aumentado las denuncias por abusos. "Nuestro trabajo tiene que ser muy meticuloso, para aportar una prueba judicial lo más objetiva posible", explica la técnica, con amplia experiencia en elaboración de informes. "Como hay más denuncias, cada vez hay más procesos judiciales", subraya la psicóloga. La realidad es que los juicios por abusos han aumentado de forma considerable en los últimos años tanto en la Audiencia de Palma como en los juzgados penales de la ciudad.

Pruebas preconstituidas


Uno de los objetivos de la UVASI es intentar que el niño no tenga que repetir de forma innecesaria su historia. "Estamos en proceso de cambio, antes los menores declaraban en la sala de juicios con biombo y ahora cada vez más se realizan pruebas preconstituidas. Con este tipo de pruebas, ya no tendrían que volver a declarar. El objetivo es que el niño solo lo cuente una vez", informa la especialista. La declaración de la víctima se graba en presencia de todas las partes. El menor está en una sala con un psicólogo y, detrás de un cristal que el perjudicado no puede ver, se encuentra el juez, el letrado de la administración, el fiscal y los abogados. Para este tipo de pruebas el IMAS dispone de una sala amigable y en los juzgados de Vía Alemania también hay otra. Mientras, en la Audiencia de Palma se estrenó una sala parecida para que los menores esperen durante la vista oral y no se crucen con el acusado. "Todo es muy natural, se le informa al menor de que detrás hay abogados y el juez que le están escuchando para que esté tranquilo. Ahora, las pruebas preconstituidas son la mejor herramienta para no revictimizar al niño. Cada vez hacemos más porque los juzgados nos lo solicitan más", indica la técnica.

Visibilidad


"La visibilidad de estos casos es necesaria. Es bueno que todo el mundo tenga conocimiento, que haya recursos y especialistas a los que acudir. Los abusos no son una situación con la que convivir y tapar", destacan desde la UVASI. Ahora bien, "lo que no es bueno es que la visibilización detallada de un caso concreto conlleve a una nueva revictimización del menor", puntualiza una técnica. "A veces, las secuelas del impacto de los hechos que ha tenido en el entorno social de la víctima puede ser más grave que el propio abuso. Tanto la familia como el niño se pueden sentir identificados y vuelven a sufrir ese impacto. Es lo que se conoce como revictimización. Lo más importante es evitar cualquier tipo de revictimización", insiste la psicóloga.

viernes, 21 de junio de 2019

Consejos para prevenir y signos que ayudan a detectar el abuso el sexual en los niños

En México es siete veces mayor el riesgo de que una niña sea víctima de abuso sexual que un niño; además, en 6 de cada 10 ocasiones el abuso se comente en el hogar de la víctima, reveló un estudio de la organización Early Institute a finales de 2018.

Madrid, 21 de Junio (Europa Press).– Los abusos sexuales en la infancia pueden ocurrir en cualquier sitio, desde en casa, en el colegio, en un campamento de verano, o por ejemplo en la propia calle. Suelen ser originados por personas del entorno del menor, en quienes se suele confiar y a quienes los menores suelen querer.
En México es siete veces mayor el riesgo de que una niña sea víctima de abuso sexual que un niño; además, en 6 de cada 10 ocasiones el abuso se comente en el hogar de la víctima, reveló un estudio de la organización Early Institute a finales de 2018.
La presidemta Asociación para la Sanación y Prevención de los Abusos Sexuales en el Infancia (ASPASI), Margarita García Marqués, quien recuerda que abuso sexual en la infancia se define como “contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente a él mismo, al niño o a otra persona”.
Eso sí, aquí precisa también que el abuso sexual infantil puede ser también cometido por una persona menor de 18 años, y cuando ésta es significativamente mayor que el niño (víctima), o cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro.
Según subraya en una entrevista con Europa Press esta psicóloga clínica, el abuso sucede en todos los niveles sociales y culturales, y se estima que la mayoría de los casos los cometen familiares y allegados de forma repetida.
“Según estas cifras, son pocos los casos que se conocen, ya que tanto víctimas como entorno tienden a silenciarlo. Los motivos de este silencio son muchos, entre ellos la falta de información y de soluciones visibles, la vergüenza, el miedo a la estigmatización o al rechazo, o la relación de cercanía con los agresores, por ejemplo”, lamenta esta experta, que trabaja con este tipo de pacientes desde hace más de dos décadas.
García Marqués cita así que los abusadores suelen ser varones aparentemente normales, integrados socialmente, que desarrollan a menudo habilidades interpersonales importantes y mantienen una vida sexual normal. “Se estima que alrededor del 13 por ciento de los abusos son cometidos por mujeres”, puntualiza.
Esta psicóloga clínica especialista en abuso sexual de menores acaba de publicar Tu cuerpo es un tesoro (Editorial Sentir), un manual en el que se recogen varios cuentos que hacen ver a los menores la difícil situación por la que pasa un niño que ha sufrido abuso sexual y permite, sin asustarlos, explicarles que esto puede suceder.
“El 90 por ciento de los abusos empiezan de forma suave y amorosa, y el niño no es consciente de que lo que le pasa está mal. El 87 por ciento son en el entorno familiar, por lo que el niño lo normaliza, y no dará síntomas al principio del abuso. Suelen tratarse de tocamientos y suelen decirle que hay que aguantarlo porque es el abuelo y hace lo que quiere contigo”, subraya la presidenta de ASPASI (www.aspasi.org).
En este punto lamenta que muchos casos se evitarían si se trabajara más en la prevención. “Hay que enseñarles que las partes íntimas y privadas sólo pueden tocarlas el médico cuando hay pupa o herida pero no los adultos, pero sin meterles miedo sobre el tema porque los menores entonces, en caso de haber problema, lo contarán sin miedo o susto. He tenido niños muy asustados en terapias, más traumatizados por este susto que por lo que había pasado. Por eso, si se hace bien, los niños pueden dar la voz de alarma a los inicios del abuso”, advierte la psicóloga clínica.
Un niño no se puede proteger de ese 10 por ciento de adultos que son agresivos, pero del resto sí, según asegura. “Si a un niño de 4 años se le dice que el adulto no le puede tocar, si el adulto lo hace y el niño le llama la atención, éste se avergüenza y se aparta. Además para contarle a mamá y a papá, el niño lo cuenta con naturalidad, y así los adultos podrán detectarlo más fácil. Hay que trabajarlo a partir de que controlen los esfínteres porque es cuando toca limpiarles”, indica García Marqués.
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En concreto, recomienda que si se quieren prevenir un alto porcentaje de abusos o frenarlos lo antes posible en caso de que sucedan, hay que superar nuestros propios miedos o bloqueos y hablar con nuestros niños sin asustarles. “Les explicamos que esto puede suceder, igual que les explicamos que les puede atropellar un coche si cruzan en rojo. Si lo hablamos con ellos, a pesar de los miedos y la vergüenza, sabrán que no es culpa suya y que les escucharemos, así que podrán contarnos inmediatamente lo que suceda y nosotros podremos protegerles”, agrega.
SIGNOS DE ABUSO
En cuanto a cómo y cuándo sospechar de que se está abusando sexualmente de un menor de nuestro entorno, la psicóloga clínica subraya que estos pequeños suelen presentar, entre los síntomas inmediatos (físicos, emocionales y conductuales): Pesadillas nocturnas, un retroceso en las habilidades conseguidas, falta en el control de esfínteres, el hecho de que de repente quiera dormir con papá, están asustados o en un estado de alerta constante, tienen miedo a cierta gente o situaciones, como personas con barba o pelo blanco, además de presentar conductas sexualizadas que no son propias de su edad.
En el largo plazo García Marqués destaca que los abusos sexuales en la infancia pueden interferir en su desarrollo personal, y menciona que algunas de las secuelas más comunes son: baja autoestima, miedos, sentimiento de suciedad, vergüenza, culpabilidad, hipersexualización o miedo al sexo, anorexia, depresión, psicosis, prostitución, dificultades para relacionarse, dependencia, drogadicción, autolesiones, tentativa de suicidio, entre otras.
“Los síntomas del niño dependen de la autoestima del niño antes de los abusos, de la educación sexual, del tipo de abuso, de la edad del niño, de quién es el abusador y de la dependencia emocional con ésta. Si el caso se coge a tiempo las secuelas son mínimas o nulas”, agrega.