domingo, 12 de junio de 2011

LA DECISIÓN DE SANAR




Cuando enfrentamos miedo e incertidumbre, ayuda desarrollar un espíritu guerrero. Un guerrero enfrenta lo desconocido y se mueve orgullosa y confiadamente en ese entorno. Los guerreros sienten miedo y de todas formas actúan. Un guerrero tiene orgullo, disciplina, perseverancia y coraje. Una de las cosas que ayuda a los guerreros a sentir coraje es un tótem personal, o símbolo, que les recuerda su propia fortaleza. Una máscara de guerrero es un tótem poderoso.

Las siguientes instrucciones te enseñarán cómo hacer tu propia máscara de guerrero. El proceso involucra cubrir tu cara con tiras de yeso mojado, que se endurecerán formando una máscara que podrás retirar. La máscara es una impresión permanente de tus características. Una vez que ha endurecido, puede ser decorada y pintada. La puedes colgar de la pared o incluso usarla algunas veces, como recordatorio de tu propio espíritu valiente.


UNA PALABRA DE ADVERTENCIA

Mientras que para algunos sobrevivientes el proceso de hacer una máscara puede ser empoderar y divertido, para otros puede ser una experiencia atemorizante. La sensación física de la máscara endureciendo y la sensación de tus ojos, nariz y boca estando cubiertos puede hacerte sentir claustrofobia. Si tú has sido traumatizada(o) por tener la cara cubierta o si padeces claustrofobia, esta actividad no es para ti. Si decides que es demasiado atemorizan te o que no te sientes segura(o) acerca de real izarla, está bien. No te presiones. Si no estás segura(o) que quieres hacerla, habla de ello en terapia o con un amigo. Puedes practicar primero con tu mano (en un lugar sin cabello o vello), así sabrás cómo se siente cuando el material va endureciendo. Si decides intentarlo, no lo hagas sola(o). y asegúrate de leer las indicaciones cuidadosamente, usando las guías de seguridad que se detallan a continuación.

GUÍAS DE SEGURIDAD

Hay ciertas cosas que puedes hacer para incrementar la sensación de seguridad durante el proceso de hacer una máscara. Primero que nada, habla acerca de las sensaciones que percibes mientras las tiras de yeso están siendo aplicadas o mientras van endureciendo. Haz que tu pareja te hable y te explique todo el tiempo en tanto coloca las tiras cosas como: “Ahora voy a poner una tira sobre tus ojos. Ahora voy a trabajar en tu boca. Ahora voy a traer un poco de agua. Regreso enseguida”. Tu pareja debe recordarte regularmente respirar profundamente. Tal vez querrás que alguien sostenga tu mano, o que tu pareja te toque tranquilizador-amente en los hombros o en la nuca. (Dile, anticipadamente, a tu pareja lo que te gustaría que haga o diga). Ten papel y pluma a la mano para que puedas escribir mensajes una vez que tu boca esté cubierta: “Se está poniendo duro”. “Tengo tos”. “Se siente raro”. “Sube el volumen a la música”. “Esto es extraño. Tengo miedo”. Si continúas sintiéndote incómoda(o), permítete detener el proceso. Recuerda, tu compañero puede retirar la máscara sin terminar en cualquier momento. (Acuerda una señal con la mano para detener el proceso cuando tu boca esté cubierta, en caso de que quieras terminar y no puedas hablar).

HACIENDO LA MÁSCARA

Para hacer tu máscara, necesitarás conseguir un rollo de gaza especial de la que se utiliza para enyesar huesos rotos. Usa yeso en lugar de fibra de vidrio. Deberás poder conseguir el rollo de yeso mediante una compañía que venda suministros de hospital, médicos o enfermería. También necesitarás un tazón con agua caliente, vaselina, tijeras, pinturas, ropa vieja, una toalla grande y alguien que te ayude. Este es un proyecto que debes realizar con un amigo, otro sobreviviente o con tu grupo de sobrevivientes.

Antes de empezar: coloca papel periódico o ropa vieja en el piso. Consigue una silla cómoda, pero que sea vieja para poderla mojar y hasta desechar. Si lo deseas, elije alguna música que te gustaría escuchar mientras que la máscara endurece. O encuentra un libro o historia que te gustaría que tu compañero leyera para ti. Piensa en lo que necesitas a fin de estar cómoda(o) y relajada(o) mientras la máscara endurece (alrededor de 30 o 45 minutos). Ayuda tener algo en qué concentrarte en lugar pensar en las sensaciones extrañas en tu cara. (Recuerda, no podrás hablar ni ver durante ese periodo de tiempo). 

Si hay alguna parte de tu cara que crees que será más difícil para ti tener cubierta, dile a tu pareja que trabaje en esa parte al final. (Si no quieres cubrir tu boca totalmente, puedes hacer tu máscara alrededor de ella; la máscara tendrá una boca abierta).

Qué tienes que hacer: ponte ropa vieja. (El yeso estará escurriendo todo el tiempo encima de ti). Quítate aretes o cualquier joyería. Si usas lentes de contacto, retíralos. Recógete el cabello para que no esté sobre tu cara. Podrías querer usar una gorra de baño o una valerina. El yeso jala el cabello, así que es importante que tu cabello esté totalmente escondido. (Los hombres con barba o bigote deberían hacer máscaras cortas que no cubran el vello facial). Siéntate en la silla, coloca una toalla en tu regazo para secar las gotas que vayan escurriendo por tu cara o por tu cuello. Ten listo tu papel y pluma cerca de ti para que puedas alcanzarlo fácilmente. Luego coloca una capa delgada de vaselina por todo tu rostro. Pon especial atención a tus pestañas y cejas; asegúrate de que están bien cubiertas. (Haz esto con los ojos cerrados). Asegúrate de que tu nariz esté despejada y que puedes respirar bien mientras tu boca está cerrada. (Si tu nariz está congestionada, haz esto otro día). 

Qué tiene que hacer tu pareja: preparar un tazón con agua tibia cerca de la silla. Cortar el rollo de gaza enyesada en tiras de no más de media pulgada de ancho. La mayoría de ellas deberán ser iguales al ancho de tu cara, de oreja a oreja. Dejar espacio para el ancho de la nariz y la redondez de las mejillas. Tú también querrás que algunas tiras sean más delgadas (un cuarto de pulgada de ancho) y más cortas para las áreas más finas de tu cara. Mantén las tijeras disponibles para cortar tiras adicionales que se puedan necesitar.

Haz que tu pareja moje cada tira, que las exprima ligeramente y las coloque a través de tu cara, empezando con tu frente y trabajando hacia abajo, hacia la barbilla. Debe empezar con un área en particular y trabajar ahí hasta que tenga un espesor de 4 o 5 tiras. Debe solaparlas ligeramente mientras las coloca. Las tiras pueden ir horizontal o verticalmente, siguiendo el contorno de tu rostro. Las tiras deben presionarse cerca de los huesos y huecos de tu cara, particularmente alrededor de las cejas, nariz, mejillas y boca. Puedes ayudar periódicamente usando las yemas de tus dedos para presionar el yeso firmemente alrededor de la cuenca de tus ojos y tu nariz. Esto añade definición a la máscara y es generalmente más cómodo que tú misma(o) presiones alrededor de tus ojos, en lugar de que lo haga tu compañero. Cuando tu pareja llegue a tu nariz, debe dejar las fosas nasales libres para respirar. Debe continuar añadiendo tiras, una capa a la vez, hasta que alcance la base de la barbilla (no debe cubrir el área por debajo de la barbilla). Este proceso usualmente toma de treinta a cuarenta y cinco minutos.
Una vez que el proceso inicial se ha completado, te puedes mover si quieres estar más cómoda(o) (recostarte en un sofá o el piso, o reclinar-te de alguna manera). No podrás hablar o ver mientras la máscara se está endureciendo. Tu compañero deberá permanecer contigo, leyendo para ti, tomando tu mano, o entreteniéndote de alguna manera y manteniendo tu atención en otra cosa que no sea la máscara. En tanto la máscara endurece, se apretará y sentirás comezón y querrás mover tus músculos faciales. Al principio trata de no hacerlo. Eventualmente, mover tu cara dentro de la máscara aflojará de tu piel el yeso endurecido. Esto te dirá que la máscara está lo suficientemente dura para retirarla (esto usualmente toma media hora). Por fuera, podría sonar dura cuando la golpees con el dedo. Recuerda que no todo fue colocado al mismo tiempo, de modo que el yeso en tu frente o alrededor de tu nariz podría estar listo antes que el área alrededor de la barbilla. Cuando la máscara ya no se siente mojada al tacto (todavía se sentirá pegajosa) y cuando puedas jalar las orillas sin abollar-la, es momento de retirar la máscara. Tú puedes hacerlo sola(o), o tu compañero puede hacerlo por ti. Jala en cada lado para soltar la máscara de tu rostro. Hazlo lentamente para ver si hay lugares donde está pegada. Si está pegada, despegarla puede doler –igual que jalar tela adhesiva o una bandita–. Una vez que la máscara fue retirada, lava tu cara y ojos inmediatamente con agua tibia y una toallita facial para retirar la vaselina y cualquier remanente del yeso. Coloca la máscara en un lugar seguro y déjala secar toda la noche. Cuando esté seca, píntala. La puedes decorar con listones, plumas, conchas o cabello. Se creativa(o). Expresa tu propio espíritu guerrero.

Tomado de EL CORAJE DE SANAR libro de ejercicios de Laura Davis