jueves, 28 de julio de 2011

La violación sexual más importante de lo que se cree

Aunque considero que en términos generales cambiar las concepciones culturales y estereotipos de los pueblos conlleva un proceso largo y espinoso, creo que vale la pena aportar opiniones sobre lo que creemos y pensamos acerca de la violación sexual a las niñas y mujeres. Sobre todo porque, a pesar de lo que pregonan a diario las diversas organizaciones pro feministas y de derechos humanos, tanto los hombres como asombrosamente las mujeres, no le están dando la importancia que realmente tiene.




Como urólogo y médico sexólogo, en mi clínica, cuatro de cada diez mujeres que me consultan por disfunción sexual arrastran una historia de abuso sexual en su niñez o al inicio de su adolescencia. Y aunque no disponemos ni de estadísticas oficiales ni de estudios aleatorios sobre el asunto, podríamos pensar en base al último censo poblacional del año 2005, que a grosso modo, alrededor de medio millón de mujeres nicaragüenses están siendo víctimas de alguna forma de sufrimiento orgásmico por esta causa.



La violación sexual, desde la edad antigua, ha sido tipificada como un delito grave y era castigada severamente de diferentes maneras, que iban desde la imposición de una multa, la expulsión de la ciudad y la castración hasta la pena de muerte en diferentes formas como el ahogamiento y la lapidación.



Al conocer la importancia que para uno tiene la profanación del cuerpo humano muchas personas han utilizado hasta nuestros días la violación a hombres y mujeres como arma letal para reducir y humillar a sus enemigos, pero otros, aprovechándose de la fragilidad y debilidad natural del cuerpo femenino, obligan bajo la fuerza física o la amenaza y el chantaje, a acceder carnalmente a la mujer sin su consentimiento, en muchos casos provocando embarazos no deseados y transmitiendo enfermedades que pueden atentar contra la vida misma, como la sífilis y el VIH/Sida.



Una de las formas más impactantes de disfunción sexual femenina es la aversión sexual, caracterizada por repulsión y evitación activa del contacto sexual genital con la pareja, de forma persistente en el tiempo. La persona que sufre este trastorno rechaza cualquier aproximación a su pareja, desencadenando un malestar psíquico que acaba generando dificultades en las relaciones interpersonales. En este trastorno, la relación sexual está íntimamente ligada a experiencias negativas, situaciones dolorosas, ideas o una variedad de razones de orden físico, psíquico o emocional en la niñez, y evidentemente, los abusos sexuales y la violación encabezan el listado de causas de aversión, por lo que definitivamente, debemos atender con seriedad el abuso físico y sexual en las niñas, tan frecuente en nuestro medio, porque echan a tierra de un solo tajo la vida de miles de mujeres que sufren sin compasión las consecuencias de lo que para muchos adultos solamente fue un simple manoseo y una violacioncita sin consecuencias, compensada en algunos casos con regalías o dinero en efectivo.



Seguramente que todos estamos de acuerdo en que el acto sexual debe ser sano, sexo sano, que beneficie sin riesgos, sin efectos adversos. Pero, ¿qué es el sexo sano? ¡Aquel que es producto del amor! Que construye a quienes lo ejecutan, que genera admiración mutua, que proporciona confianza y sensación de bienestar, que no expone a riesgo de traumatismos ni enfermedades tanto físicas como sicológicas y emocionales.



Por tal razón, la violación sexual, la relación sexual por la fuerza o por amenaza del uso de la fuerza sin el consentimiento de la mujer, constituye el delito más grave contra el acto sexual perfecto. Y debe ser castigada a la máxima pena posible puesto que conculca y pisotea de un solo tajo, de un solo hachazo, todos los derechos humanos de la persona, reduciéndola al nivel de los animales inferiores en la escala biológica. Es exactamente la antítesis del sexo perfecto y del sexo sano al provocar la destrucción completa de la auto confianza, originando sensación de malestar general e impotencia y muy frecuentemente transmitiendo enfermedades y provocando embarazos no deseados. Es realmente el sexo que pone en riesgo total a la persona y que conlleva todos los efectos adversos posibles.



Hablen con una de esas víctimas y sabrán que digo verdad.



Ahora es el tiempo de tomar conciencia de que la violación sexual es un delito tan parecido al de quitar la vida misma, mucho peor que el abigeato, y que debe de llamarnos a la reflexión en todos los campos del intelecto. La violación es mucho más importante de lo que se cree.

Dr. Oscar Espino*

Opinión
*Urólogo y Médico Sexólogo





miércoles, 27 de julio de 2011

Reconstruyéndonos

Siempre nos debemos fijar en vivir como en una construcción, en el tiempo que tarda en terminarla, como una torre de babel que nunca terminara y cuando culmina simplemente comenzaremos de nuevo, si se cae debemos recomenzar y así todas las acciones que tomemos irán escalando piso a piso hasta llegar a la cima de los sueños.

Hoy el es momento de recomenzar mi construcción, me he dado cuenta que el tomar decisiones a la ligera siempre trae problemas y hoy con los planos extraviados he decidido reconstruir este rascacielos llamado vida.

Muchas han sido las caídas que en esa construcción he tenido, los desengaños e incluso las llamadas de atención cuando la humildad se ha ocultado. Pero hoy más que nunca he decidido ser feliz, porque esa es una elección, no importa lo que en el camino halla pasado sin la felicidad nunca podremos ponernos las curitas a tiempo para curar las secuelas de la caída, siempre nosotros decidiremos el plazo que la herida sanara, solo se trata de nuestra mente, de decidir no repetir los errores y de aceptar lo perfecto que somos de una manera imperfecta.

Siempre pensando en el futuro en el final de la obra pero trabajando en el ahora para que eso sea como piensas que será, siendo siempre lo más positivo posible y teniendo fe te guiaran a alcanzar esos logros que siempre has querido.


Escalón por escalón esforzándote cada día más, recordando los frutos y la belleza que está a nuestro alrededor, siempre cuando esperes que algo suceda en tu vida, pídelo y lucha, confía en que la vida y Dios te ayudaran a realizarlo para ti. Nunca dudes. Aunque se demore una fase, ella tarde o temprano terminara. Recuerda que cada paso y cada acción es un ciclo y siempre el girara hasta terminar.


Cada uno de esos ciclos de la vida son verdaderamente hermosos. Estan llenos de momentos maravillosos junto a nuestros seres queridos. Nos dan la oportunidad de conocer lugares increíbles. Posee color y poesía donde quiera que miremos o escuchemos. Aún en medio de la oscuridad más profunda estará la belleza.


Es posible contemplar la hermosura del resplandor de un nuevo amanecer. El amanecer de otra oportunidad, el comienzo de un nuevo reto, de una nueva experiencia y de un continuar del camino.


Cada día más tenemos que aprender a reírnos de los problemas, a que todo tiene solución en la vida. Algunas cosas se resuelven antes, otras después, pero todas son pasajeras. Limitémonos a pensar en lo que harás después que la tormenta haya pasado. Lo bien que la vas a pasar al festejar el triunfo.


Comienzar de nuevo, no es producto de un fracaso sino el resultado de un razonamiento de amor por la vida. Es el resultado de un análisis exitoso. Es poner a andar la confianza en la sabiduría que nos dio la experiencia.


Quien se anima a empezar otra vez es un valiente que al final del camino estará satisfecho con su vida. Habrá hecho de ella una aventura maravillosa. Un cofre del que podrá sacar preciosas joyas para regalar a sus descendientes a la hora de instruir. Y cuando ya no esté, su recuerdo ocupará un lugar privilegiado entre los suyos.

Volver a empezar es permitir que los que nos siguen entiendan que en la vida todo se trata de vivir. Que la vida nos brinda siempre nuevas oportunidades, ya sea para reparar errores, borrar cosas desagradables, o simplemente crear nuevas posibilidades.


La vida siempre nos da la ocasión de dibujar nuestros planos y comenzar a construirnos. SOLO DEBEMOS ANIMARNOS a hacerlo!

"Despierta, es tiempo de renacer, llego el momento de extender tus alas y levantar vuelo, vuela lejos de los malos recuerdos, lejos de todo el pasado que te hizo sentir mal, lejos de todo sufrimiento, lejos de falsas esperanzas , lejos de promesas vacías, llego la hora de volar por el camino correcto...

Ve en busca de un nuevo amanecer, en ti esta la decisión de soñar, imaginar y sentir lo mejor que te ofrece la vida…atrás quedaran las nostalgias y preocupaciones, los días de cólera y las noches de llanto…todo esta hecho para ser roto…rompe las cadenas que no te dejan mover…

Atrás quedaron esas luchas vanas, esas interminables discusiones y malos tratos…es hora de extender las manos a quienes en realidad quieren tomarlas y brindarte seguridad, llego la hora de ser uno mismo.


Ahora será justo decir que de alguna manera te sentirán, es hora de disfrutar cada momento, es hora de poder respirar con tranquilidad…ahora no habrá mas lagrimas de dolor y desilusión…


Es hora de sentirse feliz por haberlo dado todo, aun si haber recibido nada a cambio, es hora de sentirse feliz por haber amado…

¿Que esperas? Llego el momento de emprender vuelo, es hora de sacudir el polvo y lo malo que ensucia tus alas, extiéndelas, sacúdelas y emprende el vuelo… hacia la felicidad…"


Luis Padrón

martes, 26 de julio de 2011

Estrategias para combatir pornografía infantil

Los hombres que aprovechan el desarrollo tecnológico y las herramientas que aporta Internet para incurrir en delitos contra la integridad sexual de menores tienen un perfil medianamente establecido por la Dirección de Ciencias Forenses del Ministerio Público en conjunto con peritos informáticos y peritos psicólogos: son adultos de entre 25 y 50 años de nivel socioeconómico medio, cuentan con estudios terciarios o universitarios, poseen una inteligencia estimativa media o alta, y gozan de buen nivel de inserción social.

Los datos forman parte de las conclusiones aportadas por la médica Emma Virginia Créimer en la conferencia sobre “Nuevas herramientas forenses contra la pornografía infantil”, donde compartió panel con el abogado Gonzalo Iglesias, profesor de Aspectos Legales y Profesionales de la Informática de la UNLP, y secretario del Instituto de Derecho Informático. Esa jornada fue organizada con el propósito de dar visibilidad a un problema creciente a partir del desarrollo de las comunicaciones a través de Internet.

Antes de esa conferencia Créimer fue quien puso en palabras esa preocupación en un escrito remitido a Diagonales. “La nueva tecnología ha permitido adelantos increíbles para el hombre y la mujer común, así como para el científico y el investigador criminal, pero también ha traído aparejados peligros impensados”. Denomina entonces a la forma de buscar y obtener goce sexual a través de los niños con el uso de Internet “como una forma de cyberpedofilia”.

El cyberpedófilo puede ser entonces presentado como un delincuente del nuevo siglo. “La inmediatez y facilidad de obtención de la información que ofrece Internet, así como su anonimato, han permitido que individuos que diez años atrás reprimían sus deseos sexuales por los niños, los hayan exacerbado y hasta disparado hacia la concreción del hecho”, explicó Créimer.

La caracterización enunciada sobre los victimarios de esta nueva modalidad delictiva que garantiza cierta cuota de anonimato no concluye en los enunciados del primer párrafo. A ese perfil se agrega que “¿se los encuentra en trabajos o actividades relacionadas con  niños?”, otorgan “importancia a la PC para desplegar su perversión”, “dedican tiempo a buscar material por Internet y al uso del chat”, poseen “estudios o conocimientos de informática”, “en muchos casos tienen fotos de niños de su entorno familiar y social”, y su preferencias sexuales “apuntan a niñas o niños (no ambos)”.

LA PSICOINFORMÁTICA. Según la médica del Ministerio Público, son “incontables” las páginas pedófilas que existen y ofrecen, en forma ininterrumpida, “fotos que para el observador desprevenido podrían resultar inocuas, hasta familiares, pero que para el consumidor de belleza infantil con propósitos delictivos resultan verdaderos ‘books’ de selección de víctimas”.

El trabajo de prevención se realiza en la Dirección de Coordinación de Institutos de Investigación Criminal y Ciencias Forenses del Ministerio, donde se revisan a diario múltiples soportes informáticos secuestrados en el marco de investigaciones por denuncias de abuso sexual de menores, producción y distribución de pornografía infantil.

Allí, es el trabajo multi e interdisciplinario sobre estas computadoras lo que permitió jerarquizar el contenido, observar la repetición de rasgos de personalidad en los denunciados y crear de una nueva disciplina: la psicoinformática.

La nueva herramienta permite registrar y analizar los sitios de Internet visitados, los archivos de texto e imágenes consumidos y debidamente guardados, e incluso a veces borrados por los denunciados, “poniendo énfasis en la compulsividad con la que esta tarea se desarrolla, las características físicas, el género y el rango etáreo de las víctimas preferidas, y la tendencia a la elección de tareas laborales que le permitan acercarse al denunciado al perfil del niño-víctima seleccionado”.

Consideraciones sobre el Abuso sexual infantil y el silencio del otro

En la actualidad a nadie se le torna ajeno el concepto abuso sexual infantil, tenemos noticia de aquello a través de medios de comunicación, conversaciones del diario vivir, hasta hemos sido testigos de cómo las diversas iglesias del país se han visto envueltas en ésta problemática. Un tema del cual, hace algunos años atrás, sólo discutían unos pocos y sin posibilidad de un debate público. Hoy hace ruido y trae consigo diversas interrogantes, como ¿Qué se debe hacer? ¿Cómo prevenir? ¿Quién responde por el daño ocasionado?, entre otras. A mi parecer creo que ante esta temática se presenta un fenómeno aún más esencial y que es la cuestión del silencio en el abuso sexual infantil, el cual se práctica ya sea desde poner en duda el relato del niño hasta callar creyendo que esto traerá consigo el olvido del acto.

Nos encontramos con que un porcentaje importante de los casos de abuso sexual ocurridos durante la infancia, no son develados sino hasta la adultez, lo que ha permito estimar a nivel mundial que entre el 7 y 36% de las mujeres y entre el 3 y 29% de los hombres han reconocido haber sufrido abuso sexual en su infancia (Finkelhor, 1994). Sumado a lo anterior, según estadísticas de Carabineros y de la Policía de Investigaciones de Chile, muestran que en nuestro país se denuncian aproximadamente 4.500 delitos sexuales al año. Los delitos de victimización señalan que por cada delito sexual que se denuncia, existen alrededor de 7 casos que se mantienen en silencio (ACHNU, 2006). De este modo nos encontramos con un porcentaje significativo de casos que quedan en silencio, sin posibilidad de tratamiento y menos aún de reconocimiento.

Ante tales cifras y dentro de mi experiencia clínica con menores que han sido víctimas de aquellas agresiones es que me sumo a esa pregunta psicoanalítica ¿Dónde se instaura el trauma, es en el abuso mismo o en un tiempo posterior en el cual no ha existido un otro significativo que reconozca el sufrimiento del niño? 

Parece una pregunta en la cual pocas veces padres y adultos se han detenido, se cree comúnmente que guardar silencio e invitar al olvido es la mejor receta para aquel contenido siniestro. Lo más probable es que aquello exacerbe el dolor en el niño o adolescente. Hacer como que no existe es una utopía, ya que cada participante de ésta escena recuerda una y otra vez pero en silencio, ya sea a nivel consciente o inconsciente (como son los sueños, flashback, fragmentos de recuerdos, etc). El peligro reside en esa no – inscripción en la historia del sujeto abusado. Si callamos no significa que desaparezca, al contrario, pareciera ser que puede adquirir mayor fuerza el hecho. Por lo tanto, quiero dejar claro que no resto importancia a la agresión sexual en sí misma, sino más bien pongo el énfasis en ese segundo momento del trauma: la desmentida del otro, donde sabe que existe pero nada puede ver ni decir de aquello. Da la impresión que se presentara un congelamiento en ese llamado a cumplir una función, función de escucha, recipiente del dolor infantil y actor en pro de una defensa justa. Muchos adultos se ven envueltos en esa imposibilidad de metabolizar la experiencia del niño.

A su vez, al hacer referencia a esa desmentida del otro, el peso no recae solamente en los padres o figuras significativas, también hay que pensar cómo un equipo médico y  muchas veces el poder judicial, invalidan el discurso de muchos de niños y adolescentes, al decir “existe falta de pruebas” o “el discurso del niño es inconsistente”. Por lo tanto, habría una organización social con leyes y protocolos que pueden decidir si un hecho abusivo es real o no. Entonces ¿Qué ocurre con la realidad psíquica de cada niño? ¿Quién se hace cargo del dolor inconsciente de estos sujetos? Debemos pensar que cuando se dicta una sentencia al abusador y éste debe pegar por el delito cometido, esto no es un simple acto de romanticismo justiciero, sino más bien se valida el relato y la experiencia del niño, lo que trae consigo el desprendimiento de la fantasía: “quizás yo sólo lo imaginé”. Y así se podría dar paso a la inscripción histórica del sujeto, porque de lo contrario es muy difícil – no imposible -  hablar, comprender y simbolizar algo que nunca existió para los otros.

No olvidemos algo fundamental, para el niño es muy confuso y ambivalente que una figura que supuestamente brinda protección, cuidados físicos y emocionales; de un momento a otro también es quien daña e interpone violentamente su sexualidad adulta sobre la de él. Para Ferenzci - Psicoanalista Húngaro – esto sería la “confusión de lenguas entre los adultos y el niño”, ya que un adulto y un niño se aman, el niño tiene fantasías lúdicas,  donde el juego puede formar una parte erótica, pero permanece en el ámbito de la ternura – propia de un niño - . El problema arraiga cuando el adulto tiene predisposiciones psicopatológicas, o sea entendámoslo del siguiente modo: cuando confunden los juegos de los niños con los deseos de una persona madura sexualmente.

Sintomatología y Verdad en el Niño

Muchas veces – sino en las mayorías – niños y adolescentes no encuentran el modo de comunicar a otro lo que sucede, el peligro que lo acecha continuamente; la experiencia abusiva queda en silencio en cuanto no hay palabras que lo nombren, ya sea por miedo o la misma confusión del menor. Pero que quede claro que no porque el niño no hable va a significar que deja de inscribirse una experiencia como dolorosa en su psiquismo, y es así como en algunos casos - luego de un tiempo - pueden aparecer los síntomas como: irritabilidad, labilidad afectiva, conductas hipersexualizadas para la edad, conductas de riesgo, pesadillas, entre otros; donde lo más interesante es que ninguno de ellos es garante de abuso sexual, o sea no basta con algunos de esos síntomas para tener la certeza diagnostica de ello. Por otro lado, nos encontramos con otros casos donde la victima cruza sin sintomatología alguna. Lo que intento aclarar es que no existe ninguna categoría nosológica que de la certeza real y concreta de que un abuso sexual ocurrió como tal. Entonces, a mi parecer sólo nos queda prestar atención y creer en el discurso directo e indirecto de nuestros niños y adolescentes, el mensaje puede aparecer reiteradas veces de modo claro o desfigurado – como es la sintomatología, ya que ésta siempre busca transmitir otra cosa, remitirnos a una escena anterior -  frente a los ojos de los cuidadores, en ese momento es dónde son llamados a cumplir su función: escuchar y re-significar el dolor. Cuando se dice: “este niño miente”, creo que es esencial detenerse y preguntarse ¿Cuál es la función de aquello? ¿Por qué un menor tendría que comunicarse y así aparecer subjetivamente frente a los ojos de otro a través de una mentira? Se debe ser más crítico, en tanto nadie elige por que sí aquel decir, preguntarse y reflexionar por la ganancia psíquica de la apropiación de aquel discurso catalogado como encubridor de verdad.

Finalmente, re – significar es prestar mente para un otro en cuanto atañe a ese volver a pensar lo doloroso, es ayudar a unir fragmentos de un hecho que parecen ser incoherentes para el niño en desarrollo. El silencio y el olvido son su opuesto, deja un trozo de la historia del propio sujeto en blanco, no le permite reparar y así develar un hecho que en un primer momento resulta confuso y dañino. El trauma se instalaría en la medida en que figuras significativas no actúan como protectores, el niño no logra simbolizar el abuso y sólo queda esa repetición en espera de alguien que pueda decir: yo te creo, yo te escucho.

Fernanda Ojeda Harding
Psicóloga Infanto – Juvenil.
Magister Piscología Clínica (UNAB)
Cualquier comentario y/o sugerencia a: contacto@relato.cl
www.relato.cl

Abuso Sexual Infantil se debe conversar con los niños.

La conversación entre adultos y niños acerca del abuso sexual infantil tiene los siguientes objetivos específicos:



•Desarrollar pautas de protección y prevención desde los adultos
hacia los niños y niñas, entregando conocimientos teóricos y prácticos para el
abordaje del tema.

•Aumentar en los niños y niñas los conocimientos sobre los abusos
sexuales.

•Ampliar los conocimientos de los niños y niñas sobre el tipo de estrategias que utilizan los agresores y así ayudarlos a evitar situaciones en las que un abuso podría ocurrir.

•Desarrollar conocimientos en los niños y niñas sobre sus derechos y sobre los derechos que cada persona tiene sobre su propio cuerpo.

•Lograr que los niños aprendan a diferenciar entre el abuso sexual y otro tipo de contactos normales, así como también, que hay ciertos juegos de tipo sexual que no son adecuados.

•Enseñar a los niños y niñas que hay secretos que no deben guardarse.

•Incentivar a los niños a buscar ayuda si se encuentran en una situación de riesgo o si el abuso no ha podido ser evitado.

•Lograr que los niños y niñas comprendan que la responsabilidad del abuso es siempre del agresor.

•Desarrollar habilidades en los niños y niñas para enfrentar situaciones potencialmente abusivas.


Susana Balao

Infancia robada.

El abuso sexual en la infancia es un fenómeno casi invisible porque se supone que los niños son felices, que la familia y los adultos de confianza son protectores y que el sexo no existe. Pero todo esto es mucho suponer. El abuso sexual no aparece solo en situaciones de marginación y pobreza; en realidad, es la forma de maltrato más homogéneamente repartida en todas las clases sociales. El abuso sexual grave puede llegar a afectar a un 4%-8% de los menores, lo que supone un problema social importante y que afecta a ambos sexos (especialmente a niñas).


En la mayor parte de los casos no es cometido por el hombre del saco, sino por familiares o personas relacionadas con la víctima. En estos casos los abusadores dan salida a un problema de insatisfacción o de adicción sexual por medio de los menores sobre los que ejercen una mayor influencia.

Los menores más vulnerables son los más pequeños, los que muestran retrasos del desarrollo y los que tienen carencias afectivas graves en la familia.


Las conductas de abuso son difíciles de detectar porque no suelen dejar huellas físicas y porque las víctimas se resisten a revelarlo, bien por el temor a no ser creídas, bien por el miedo a destrozar la familia o a las represalias del abusador. De ahí que el abuso sexual pueda salir a la luz de una forma accidental cuando la víctima decide contar lo ocurrido -a veces a otros niños o a un profesor- o cuando se descubre una conducta sexual casualmente por un familiar, vecino o amigo. Otras veces son los cambios bruscos de conducta o los indicadores sexuales (por ejemplo, una sexualización precoz o un sentido del pudor excesivo sobrevenido recientemente) los que pueden alertar sobre la existencia de un abuso sexual. En general, el descubrimiento del abuso suele tener lugar bastante tiempo después de los primeros incidentes.

A corto plazo más del 80% de las víctimas sufren reacciones psicológicas negativas. La gravedad depende de la frecuencia y la intensidad del abuso, así como de los recursos psicológicos del menor. La interferencia emocional es más profunda cuando el abuso es continuado, hay penetración y es ejercido por un miembro directo de la familia. En general, las niñas tienden a presentar reacciones ansioso-depresivas; los niños, fracaso escolar y dificultades de socialización, así como comportamientos sexuales agresivos.


Respecto a la edad, los menores muy pequeños pueden no ser conscientes y tener dificultades para verbalizar lo ocurrido, lo que puede explicar la paradoja del cariño mostrado al adulto por el menor. En los niños un poco mayores son más frecuentes los sentimientos de culpa y de vergüenza. Y el abuso sexual presenta una especial gravedad en la adolescencia porque el abusador puede intentar el coito y el adolescente toma conciencia del alcance de lo que ocurre. Así, la víctima puede sentirse sucia y adoptar conductas como huidas de casa, consumo abusivo de alcohol y drogas, promiscuidad sexual e incluso intentos de suicidio.

Las secuelas emocionales a largo plazo son menos frecuentes y más difusas que los efectos iniciales, pero, a modo de cicatriz psicológica, pueden afectar al 30% de las víctimas. En estos casos las víctimas adultas no pueden sentir ni disfrutar, como si no tuvieran derecho a la ilusión, al amor y al sexo.

Sin embargo, no todas las personas reaccionan de igual manera. El equilibrio emocional de la víctima, dar crédito al testimonio del menor y el apoyo psicológico de la familia y de los amigos son factores protectores. Por el contrario, cuanto más crónico e intenso es el abuso y más próximo emocionalmente es el agresor, mayor es el desarrollo de un sentimiento de indefensión y de vulnerabilidad.


Pero hay un mensaje de esperanza porque, afortunadamente, hay vida después de un suceso traumático. Hay menores que, aun habiendo sido abusados sexualmente en la infancia, son capaces de llevar una vida ilusionante de mayores. La clave es detectar de forma temprana el abuso, interrumpirlo de inmediato y arropar psicológicamente a la víctima, así como tomar las decisiones adecuadas según los casos: el tratamiento de la víctima, la salida del agresor del hogar, el apoyo social a la familia y la terapia del abusador.

Susana Balao

Vannesa

Te dije que no anduvieras de cabrona, pero ah como eres terca y además haces tu pinche escandalito, ya deja de hacer dramas y vente para la casa.


 
Esas son las palabras de Rosa, mamá de Vannesa cuando le pide que regrese por que la gente la ve feo en la calle.


Vannessa no quiere regresar a su casa, ya no quiere tener miedo, no quiere sentir el aliento de su padrastro tomandola por sorpresa en las madrugadas ó cuando su mamá no esta en casa, Vannesa ya no quiere que le digan mentirosa, no quiere que sus tias le digan que es una cualquiera, ya no quiere que Santos se burle de ella.


Ella es una sobreviviente, conoce demasiado bien para sus el miedo, el sentirse sucia, el creer que es culpable por andar en por la casa “sin pudor”, “provocando” a, las noches de insomnio sintiéndose enferma y asustada y también conoce de humillaciones, sabe de sentirse sola, que todo su mundo le de la espalda.

Su mamá tomo una decisión y fue a favor de su violador, su pareja sentimental, jura que el no fue, aunque tampoco se explica por que la abandono.


Vannesa vive en una casa hogar donde le tendieron la mano, pero Vannesa tiene una gran responsabilidad, tiene un hijo producto de la violación de su padrastro, un bebe de meses que dio a luz en baño de su antigua casa, Vannesa ya vive sola, ya es madre y solo tiene quince años.


La historia de Vanessa

lunes, 25 de julio de 2011

LA VERGUENZA DEL RECUERDO...

Cuando los recuerdos evocan en la mente, cuando se hacen presentes en el corazón es verlos
con dolor,el sentimiento es el mismo,pero quieres que no sean los tuyos,que sea un mal sueño...

Es inevitable su presencia porque cuanto más huyes de ellos más latentes están y te abordan quieras o no quieras...

Lo peor es lo que se siente,la vergüenza...

Es lo que impide narrarlos o pararte ante ellos, ni siquiera a ti misma porque se siente humillación como en aquel entonces...

Se siente intimidación,soledad y miedo y sólo se desea correr y no saber nada,como si por arte de magia desaparecieran solos,igual que llegaron para negar la evidencia de que sucedió...

Parece que el mundo se desmoronase ante ti y que tu fuerza y seguridad desaparecieran y ves tu derrota como persona,el malestar aumenta y con ello más vergüenza por reconocer que eres humana y que también puedes caer...

Preguntas y más preguntas te abordan sabiendo que no tienen respuesta y sólo se deja llevar por el dolor e impotencia de no saber que ocurre ni que hacer,te invade el miedo como en aquel entonces en el que te anularon como ser humano,te humillaron,burlaron y dejaron en el silencio...

Lo que más corroe es pensar como es posible que pueda ocurrir cosas así con seres indefensos,como es posible que te ocurriera a ti cuando amabas y confiabas y cuando arrancaron precisamente eso en ti,amor y confianza y te negaste a sentir jamás, para defenderte de algún modo y poder seguir a delante,cuando tu mente evoca lo que siempre has negado,cuando duele recordar que en cada golpe moldearon a su antojo,en cada vejación y burla avergonzaron ,hasta que se dejó simplemente de sentir para aislarse en un mundo que solo vivías tu...

A pesar de entender y verlo de otro modo,que los golpes no llegan,que los gritos no se escuchan,que el abandono no está ni el desprecio o afrenta la soledad es la misma,los sentires son los mismos...

Un comienzo se labra, se reconoce que hay que empezar por aceptar lo sucedido y que se necesita ayuda para reedificar la propia vida porque no somos super héroes que podemos con todo,en la calidad humana está, sufrimientos junto a las alegrías,avances junto a derrotas , es parte de ser humanos.

Todo empieza,es el camino pasando de ser una víctima a ser sobreviviente...

Texenery.

domingo, 24 de julio de 2011

HOY.


hoy queria decirte tantas cosas. Queria pedirte una bolsa de celofan escarchado de diamantina tornasol, para guardar el momento... Para conservarlo como recuerdo. Hoy talvez mi corazón deje de latir, y si eso sucediera. Hoy me moriría con una sonrisa en la cara. Podría atreverme a decir incluso que un poco "feliz". Hoy sigo sintiendo miedo, por un pasado que ya ocurrió, hoy el temor va dando pasos atras de mi. Pero hoy también sé que mis pasos se pueden apresurar, para no dejarmé alcanzar. NI UNA SOLA VEZ MAS!! Hoy quiero superar la desilusión y pensar que nada puede ser ni es "perfecto". Pensar que todo es de cristal fino y que deberá ser tratado con cuidado. Si lo maltratas; si no le prodigas los cuidados debidos, corre el riesgo de quebrarse. Sostenlo en tus manos, cuidalo...(eso es lo que ahora hago conmigo) si me suelto a mi misma me rompo, de nuevo me despedazo! Y tal vez ya no pueda "repararme" "reconstruirme" Por eso he de tener muucho cuidado!


Hoy quiero llamar a los recuerdos... convocarlos a todos!!! Que lleguen puntuales, los acumulados y los que talvez aun desconozco. convocarlos y hacer un "pacto con ellos". Hoy veré a la tristeza cerca, muy de cerca, estará respirandome a diario a la cara, intentará clavarme sus garras en el alma cuando todos duerman y sea de madrugada! Pero le veré a los ojos y le diré que ya fue mucho!! Qué ha llegado el tiempo de "huirle" de sacarle la vuelta!! a los ojos y de frente!! Hoy después de empapar mi rostro apretaré fuertemente los ojos y al abrirlos todo estará LIMPIO! El dolor del pasado, no me asesinó! el pasado ya pasó! Hubo basura, suciedad y destrucción pero la lluvia lo lavó. Veranos han pasado; el tiempo a su ritmo a caminado para traerme a este lugar desatando con recuerdos dolorosos, desatando también mis piernas y mis brazos. HOY SOLO ES HOY! Ayer ya pasó, hoy existó/respiro! Hoy reconozco que el sol duele en los ojos después de tanta oscuridad. Solo por este día le concedere a mi cuerpo sentir y más que eso: VIVIR! Porque sólo HOY!! LUCHARE un poco más un poco "mejor"!PORQUE HOY ES AHORA!!! Hoy es hoy!!!!! (no ayer, ni lo de hace años... no lo que vendrá el próximo mes)
ALMA

Abuso Sexual Infantil un enfoque jurídico-pericia


En nuestro derecho positivo existen numerosas normas que amparan la integridad psico-física de nuestros niños, concepto este, que incluye un normal desarrollo sexual. La ley presume que un menor de doce años, tiene un grado de inmadurez impeditivo de una auténtica conformidad, por ende, carece de discernimiento y por lo tanto no está en condiciones de comprender la significación del acto y de oponer resietencia al mismo (Rev. "La Ley" 23/08/59 No. 2322 S)
Estas situaciones que se les imponen, comprometen la moralidad y el normal desarrollo de los mismos. 
Esta violencia moral es comprensiva de conductas comitivas como constreñir a realizar actos degradantes e injurias de todo tipo. 
El artículo 121 del anterior Código del Niño se refería a la incitación a la ejecución por parte del niño, de actos perjudiciales a su salud física o moral. 
No podemos dejar de considerar que el abuso sexual en sus distintas modalidades, lesionan particularmente el derecho a la dignidad personal (Art. 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos) 
Los Jueces han fundado la sanción de tal comportamiento en razones que atienden al Interés Superior del Niño y la sociedad. Se ha dicho y se sostiene que este tipo de conductas dirigidas a satisfacer la propia lujuria, provoca en el niño, alteraciones psíquicas que lo llevan a una precocidad insana y atenta contra elementales principios éticos.
El niño es utilizado como objeto que se ve forzado a conductas sexuales incompatibles con su etapa formativa. Esta precocidad mencionada, denota comportamientos que pueden provocar efectos perniciosos, se ha comprobado la frecuencia de depresiones, desórdenes de carácter, neurosis traumáticas, conductas agresivas o autodestructivas, conflictos relacionados con su identidad sexual, sexualidad compulsiva, fobia a las relaciones sexuales y todo tipo de comportamientos antisociales. Por consiguiente estamos ante el supuesto de una violencia presunta, originada en la ausencia de condiciones para una expresión de voluntad válida.
La Doctrina entiende que en la esfera sexual, podemos hablar de acción corruptora como generadora de una alteración anti natural de las condiciones en que se realiza el acto sexual, ya sea por involucrarse a la víctima el hábito de prácticas puramente depravadas o por actuarse prematuramente sobre la sexualidad aún no desarrollada. La acción corruptora, deja huellas psíquicas de-formantes o perversas, es decir turba la salud sexual para dejar profundas secuelas en la psiquis de la víctima (Soler, S. Ob. cit, T III pág. 363)
Queda claro que frente a estas situaciones estamos ante supuestos donde el ofensor explota la inexperiencia y la sumisión de su menor víctima. No debemos desatender que el niño, niña no es una víctima común, por una parte se sienten responsables de los hechos acaecidos por la otra, el temor al ofensor que les impide hacer públicos los abusos que sufren.
Abocándonos a la Convención sobre los Derechos del Niño, debemos tener presente, que su texto fue aceptado por los delegados de la mayor parte del mundo y representa un amplio acuerdo sobre los cuales deben ser los deberes de la familia así como de la sociedad toda hacia los derechos del niño. El artículo 16 de la mencionada Convención, reconoce el derecho de todo niño a no ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación. El artículo 19 del mismo cuerpo, impone a los Estados la adopción de medidas para proteger al niño de toda forma de abuso físico, mental descuido, trato negligente, malos tratos o explotaciones incluido el abuso sexual. 
Estos actos degradantes se presumen como conductas que atentan directamente sobre el Interés Superior del Niño. Esta presunción "juris tantum" no admite otra connotación.
Para la Declaración sobre Maltrato y Abandono del Niño, aprobada en sesión del 19 de octubre de 1984 por la Asociación Médica Mundial de Singapur, el abuso sexual representa una de las formas concebidas como maltrato para el niño, además del abuso emocional y físico entre otros. 
En mérito a los expuesto, es innegable las secuelas que pueden dar lugar estas conductas delictivas, secuelas que pueden dar origen a una serie de desajustes que se deberán soportar en un futuro. 



Almansor Daniel Fabriau Durán

Mitos y Realidades

http://pandorasboxasi.blogspot.com/



MITOSREALIDADES
Los abusos sexuales infantiles son infrecuentes.Un 20% de las personas sufre abusos sexuales en su infancia.
Hoy en día hay más abusos que antes.Ahora se destapan más casos, pero siempre han sido frecuentes.
Si ocurriesen en nuestro entorno lo detectaríamos.No son fáciles de detectar. Pueden pasar totalmente desapercibidos.
El incesto ocurre en familias desestructuradas o de bajo nivel socio-cultural.El incesto ocurre en todo tipo de familias, sin importar su condición económica, social, cultural.
El abuso sexual infantil implica violencia física.El agresor se vale de la confianza y manipula a la víctima (un menor) con engaños y amenazas.
Los abusos los comenten exclusivamente hombres.Aunque la mayoría de las veces son hombres, los cometidos por mujeres casi nunca salen a la luz.
El agresor es un perturbado mental, un enfermo psiquiátrico o con un desajuste psicológico.No todos los agresores son pederastas, sus actos pueden responder a una necesidad de sentirse poderosos. Puede ser cualquier persona.
Los familiares no implicados denunciarán el abuso cuando lo detecten.En muchas ocasiones la madre u otro familiar conoce el abuso, pero no lo denuncia.
Los menores son culpables de lo que ocurre por no denunciarlo.Los menores no tienen capacidad para evitarlos. Son niños coaccionados por los adultos que deben protegerlos.
Los niños apenas sufren abusos, casi siempre son niñas.No hay tanta desproporción entre el número de niñas y niños que sufren abusos, pero a estos últimos les cuesta más denunciarlo.
Cuando la relación en 'consentida' no es perjudicial, si no sólo es grave si hay penetración.Hay muchos tipos de abusos donde no hay penetración. La gravedad depende de la intensidad, duración, grado de parentesco.
La mayoría de los abusos los cometen personas desconocidas.Un alto porcentaje de abusos se producen dentro de la familia o por algún conocido. Casi nunca son extraños.
El abuso sexual es algo inevitable.En muchos casos se puede prevenir, falta concienciación social.

sábado, 23 de julio de 2011

detectar y prevenir


Un niño deprimido, aislado, o al contrario con conductas agresivas, son solo algunos de los signos de que podría estar sufriendo algún tipo de maltrato o abuso. Te decimos cómo se pueden  .

 
La pesadilla de todo padre es que su hijo/a sea víctima de agresión física o sexual. Tristemente, la mayoría de las víctimas que han sufrido estos vejámenes han sido hechos por parientes cercanos o de personas responsables de su cuidado.
Es muy duro para un padre y sobre todo la madre aceptar este hecho, a tal punto que inconscientemente rechazan cualquier insinuación o sospecha sobre este tema, entrando en un estado de negación e incluso de complicidad cuando el menor denuncia el abuso.
“¿Cómo podemos identificar los signos de abuso?, pues los padres ante todo deben ser amigos de sus hijos, estar atentos y ser muy observadores para que ellos sientan plena confianza en nosotros y podernos contar algunas situaciones”, sugiere la sicopedagoga Claudia Tovar de Soler.
“Cuando nosotros conocemos a nuestros hijos percibimos si son callados, si son activos y cuando comienzan a comportarse de manera distinta son las primeras señales de abuso”.
Cabe mencionar que el abuso tiene varias clasificaciones: abuso emocional, sexual, físico, por ejemplo, este último es notable por los golpes, hematomas, fracturas o problemas para caminar, que manifieste el menor. Así como las quemaduras de cigarrillo o mordidas.
“Entre las señales de abuso sexual tenemos el apartarse del grupo, huir al trato con adultos; cuando el niño juega o hace comentarios con lenguaje inapropiado para su edad; que exprese mucho ardor o dolor en sus genitales, que quiera llegar muy temprano a la escuela y retirarse de último, así como temor al contacto físico, este tipo de abuso es el más difícil de detectar también”.
El abuso emocional es cuando a ellos se les insulta en casa o donde pasan, cuando los critican, se burlan o están bajo amenazas. Este tipo de maltrato psicológico se nota porque los niños ,muestran inseguridad o necesidad por sobresalir y excesiva demanda de atención, por eso tenemos que analizar con quien dejamos al cuidado de nuestros hijos, comenta nuestra experta. El maltrato físico tiende a ocurrir en momentos de gran estrés cuando alguien estalla en ira contra el niño. Muchos de los que cometen maltrato físico también han sido maltratados en su infancia y no ven que el maltrato no es la forma de disciplinar.
Abuso emocional
Bajo la forma de insultos, críticas, burlas, amenazas, desprecio, descalificación, abandono y encierro. Es el tipo de abuso más difícil de identificar y probar. Pueden provocar graves daños psicológicos en un niño. Si escucha cotidianamente “sos un inútil”, es probable que llegue a creerlo y actúe en consecuencia.
Debes saber:
Los padres pueden abusar emocionalmente de sus hijos sin saber que le están produciendo sufrimiento. Por ejemplo, es frecuente ver padres que, con buenas intenciones, presionan a sus hijos para sobresalir en distintos ámbitos (deportes, escuela, vida social), hasta el punto de ocasionarles un sufrimiento emocional crónico.
El abuso sexual
Extrafamiliar es cometido por un adulto que el niño conoce, como un vecino, un profesor, un profesional, etc. Una forma particular de abuso sexual es el incesto. Hay un alto porcentaje de incesto padre-hija, que en general ocurre alrededor de la pubertad, pudiendo continuar durante largos años sin revelarse.
Debes saber:
* Si él o ella se anima a contar sobre el abuso, es preciso creerles, ya que los niños no inventan este tipo de historias acerca de su propio abuso sexual. La edad promedio de abuso infantil es alrededor de los once años, aunque es frecuente que niños de menos de tres años sean abusados.
Síntomas de maltrato físico
» Marcas de contusiones o hematomas con forma de manos, dedos u objetos (como un cinturón) .
» Hematomas en áreas donde las actividades normales de la infancia no provocan lesiones.

» Marcas de quemaduras que se observan cuando un niño ha sido sumergido en agua caliente como castigo o quemaduras en forma de un espiral de estufa o plancha.

» Quemaduras hechas con cigarrillo en áreas expuestas o los genitales.
» Ojos morados en un bebé u otra lesión similar inexplicable en un niño.
» Marcas alrededor del cuello que indiquen intento de estrangulación o evidencia de lesión abdominal inexplicable.
SUSANA BALAO

viernes, 22 de julio de 2011

ACTIVIDAD: IMAGINANDO LO QUE NO SÉ


Algunas veces puedes obtener información si tomas una perspectiva un tanto más indirecta. Vuelve a leer las instrucciones sobre hacer un collage. Haz un collage de “cosas que no sabes aún”. Mientras empiezas a revisar algunas revistas pregúntate a ti misma(o), “¿Qué no puedo recordar? ¿De qué no puedo hablar?”. Sin pensar o sin cuestionar tus decisiones, recorta palabras, frases, o imágenes. No trates de dilucidar por qué has seleccionado ciertas cosas. No te preocupes por saber qué significa. No cuestiones si tus decisiones tienen sentido. Suspende tu juicio. Deja a tu inconsciente hacer las elecciones. Mantente cuestionándote a ti misma(o) “¿Qué no puedo recordar? ¿De qué no puedo hablar?” Sigue recortando cosas hasta que sientas que has terminado. Luego acomoda las cosas que recortaste sobre un pliego de papel grande. Pégalas cómo creas que van bien. Luego responde las preguntas siguientes:
• ¿Cómo me sentí al hacer este collage?
• ¿Fui capaz de dejarme llevar mientras recortaba las revistas? ¿Hubo cosas que hubiera querido recortar pero no lo hice? ¿Qué eran?
• ¿Qué sentimientos quedaron expresados en mi collage? ¿Cómo me siento cuando lo veo?
• ¿Mi obra tiene sentido? ¿Qué relaciones logro ver? ¿Qué no entiendo?
• ¿Está terminado? ¿Qué le falta?
• ¿Qué cambiaría, dejaría o agregaría? 
• ¿Qué puedo aprender de mi collage?

¿QUÉ TE SUCEDIÓ?
Este ejercicio poderoso fue desarrollado por Ellen Bass en los talleres Yo Nunca le Dije a Nadie. Lo incluimos en El Coraje de Sanar y ha tenido una retroalimentación tan positiva que decidí [Laura Davis] incluirlo aquí. Si tú ya has hecho este ejercicio, considera hacerlo otra vez. A menudo nuevos sentimientos y recuerdos surgen cada vez que lo haces.
Muchos sobrevivientes han encontrado que es muy difícil decir a las personas que fueron abusados sexualmente. Cuando ellos lo dicen, es a menudo en términos muy generalizados: “Yo fui abusado por mi hermano”. “Fui violada a los diez años”. Rara vez tú compartes los detalles, parcialmente porque quieres mantener la audiencia. No te quieres imponer. 
Pero la declaración concisa “Mi padrastro abusó de mí” no es la forma cómo tú vives con el abuso, ni la forma cómo tú lidias con los recuerdos. Eso no es un indicativo de los sentimientos espeluznantes que tienes cuando algo detona tus recuerdos. Lo que recuerdas es la forma cómo la luz caía sobre la escalera, la pijama que estabas usando, el olor del licor en su aliento, la sensación de la grava entre tus omóplatos cuando fuiste derribada, la risita aterradora, el sonido de la televisión en el piso de abajo. Cuando escribas, incluye todos los detalles sensoriales como puedas. 
Si tu abuso abarca mucho tiempo y muchos agresores para escribir todo en media hora, sólo escribe lo que puedas. No te preocupes acerca de con cuál experiencia empezar. Comienza lo que se siente más accesible o con lo que sientes que más necesitas lidiar. Este es un ejercicio que puedes hacer una y otra vez.
Si no recuerdas lo que te pasó, escribe acerca de lo que sí recuerdas. O escribe acerca de ll que puedas recordar que se acerca más al abuso sexual –la primera vez que sentiste vergüenza o te sentiste humillada(o), por ejemplo. Recrea el contexto en el cual el abuso ocurrió, incluso si no recuerdas los detalles específicos del abuso en sí. Describe donde vivías cuando eras niño(a). ¿Qué pasaba en tu familia, en tu vecindario, en tu vida? Empieza con lo que tengas. Cuando utilizas lo que tienes plenamente, generalmente obtienes más.
Si llegas a cosas que sientes muy difíciles de decir, muy dolorosas o humillantes, trata de escribirlas de todas formas. No tienes que compartirlas con nadie si no quieres, pero a fin de sanar debes ser honesta(o) contigo misma(o). Si hay algo que sientas absolutamente que no puedes escribir, entonces al menos escribe que hay algo que no puedes o no escribirás. De esa forma dejas la marca para ti, reconoces que hay un lugar difícil. 
Si te vas por la tangente, no te fuerces a volver abruptamente. A veces lo que puede parecer irrelevante nos lleva a algo más esencial. A pesar de que quieras seguir con el tema, hazlo con las riendas sueltas.
No hay una forma correcta de hacer este ejercicio. Tu escritura puede ser lineal, contar tu historia en orden cronológico. Puede ser un lavado de sentimientos y sensaciones. O pueden ser piezas o pedazos vagos, dispersos. Como todos los ejercicios escritos, trata de no juzgarte o censurarte. No sientas que te debes ajustar a ningún estándar y no compares tu escritura con otros. Ésta es una oportunidad de descubrir y sanar, no de desarrollar o llenar las expectativas de nadie –ni siquiera las tuyas.
Vuelve a leer las reglas para la escritura libre. Luego pon un cronómetro o reloj con alarma para un periodo de 20 minutos y escribe acerca de tu experiencia sobre ser abusada(o) sexualmente en la infancia. 
Cosas para reflexionar:
• ¿Cómo me sentí al escribir acerca de mi experiencia cuando era niña(o)? ¿Qué me ayudará a asimilar lo que acabo de escribir?
• ¿Hay alguien con quien yo podría compartir lo que escribí? (Si no estás lista(o) para leer tus palabras a otra persona, considera leerlas en voz alta para ti).
• ¿Hay algo sobre lo que yo quiera regresar y escribir más en otro momento? Si es así, ¿sobre qué es?
REFLEXIONES: RECORDANDO
Muchos niños bloquean las memorias de haber sido abusados sexualmente. Esas memorias pueden estar reprimidas por años. Para muchos sobrevivientes adultos, una de las más dolorosas, aterradoras partes del proceso de sanar es recordar los sentimientos, sensaciones y experiencias que ellos tuvieron cuando ellos estaban siendo abusados.
Recordar es como ensamblar un rompecabezas; imágenes, recuerdos y memorias sensoriales y corporales que se ensamblan para crear una película del pasado. No todos los sobrevivientes recordarán de la misma manera, pero todos los sobrevivientes se pueden recuperar de los efectos de largo plazo del abuso. Incluso si tus recuerdos son vagos o poco claros, tú todavía puedes sanar.
El proceso de recuperación de recuerdos puede ser abrumador. Es crucial que no revivas los recuerdos en soledad. Necesitas acercarte y hablar con alguien que te escuche, que escuche lo peor y que te crea. Necesitas cuidar de ti y que otros cuiden de ti. Estás comprometida(o) en un trabajo agonizante y esencial. Mereces apoyo.
Aquí hay algunas preguntas que te ayudarán a evaluar tus sentimientos presentes, metas y necesidades en torno al tema de recordar:
• ¿Qué sentimientos tuve mientras trabajaba en este capítulo?
• ¿Qué estoy sintiendo ahora? ¿Qué sensaciones estoy experimentando en mi cuerpo?
• ¿De qué edad me sentí mientras trabajaba en este capítulo? ¿De qué edad me siento ahora?
• ¿Qué resultó difícil para mí en este capítulo? ¿Qué fue confuso? ¿Qué no comprendí?
• ¿Qué aprendí? ¿Qué compromisos he hecho? ¿Qué pasos he dado?
• ¿Qué hice de lo que esté orgullosa(o)?
• ¿Qué queda todavía pendiente para mí? Si lo hubiera ¿qué quisiera volver a trabajar o darle seguimiento?
• ¿Qué necesito para cuidar de mí ahora mismo?
Espera los ejercicios acerca de CREER QUE PASÓ.



Tomado de El Coraje de Sanar, libro de ejercicios, de Laura Davis.

Uno de los mecanismos disponibles más efectivos.


Puedes utilizar la siguiente guía para ayudarte a armar tus memorias. Escribiendo las pistas que ya tienes, ganarás valiosa información y harás nuevas conexiones.

Lee los ejemplos que siguen y luego empieza a completar las piezas de recuerdos que ya tienes, a tu propio ritmo. Hazlo lo más completo que puedas, pero ve lentamente. No esperes completar estas listas en una sola sentada. Reflexionar en sólo una o dos pistas será suficiente. Mientras recuerdas otros incidentes o sentimientos, siempre podrás regresar y agregarlos a lo que ya has escrito.
Responde tantas categorías como te sea posible.
• Piezas de memoria:
Recuerdo saber más de sexo que otros niños. Cuando alguien quería saber algo acerca de “hacerlo”, ellos venían a preguntarme.
Recuerdo estar escondido en el sótano mientras mi tío golpeaba a mi primo con el cinturón.
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• Historia familiar conocida:
Todos en la familia se reían siempre y decían que Jim y yo éramos primos besucones.
Fui llevada al doctor por una infección vaginal cuando tenía 8 años.
Mi abuelo solía inspeccionar todos los bustos de las chicas cuando llegaban a la pubertad.
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• Pistas sensoriales:
Detesto el olor del Chanel No. 5
Cada vez que escucho que alguien abre mi puerta durante la noche, me paralizo.
Cuando veo una ambulancia o escucho una sirena, empiezo a temblar.
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• Recuerdos corporales:
A menudo siento que no estoy en mi cuerpo.
Cuando me despiertan, me siento inmediatamente disgustada.
Cuando tengo un orgasmo, siempre empiezo a llorar.
Cuando hago el amor, no soporto el peso de mi pareja sobre mí.
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• Sentimientos espeluznantes:
Cuando veo un padre con su hijo caminando por la calle, estoy seguro que él abusa del niño. 
Cada vez que leo acerca del incesto, surgen oleadas de náuseas en mí.
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• Lagunas en la memoria:
No recuerdo nada entre los 8 y los 15 años.
No recuerdo haber sido niño.
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Cada vez que agregues nuevos aspectos a esta lista, tómate unos minutos para responder las siguientes preguntas:
¿Hay algunas cosas que yo no consideré recuerdos pero que ahora puedo reconocer como recuerdos? ¿Cuáles fueron?
¿Qué patrones, si los hay, emergieron en las cosas que escribí? 
¿Algún recuerdo me guió a otros? Si fue así, ¿A dónde me llevaron las asociaciones?
Cuando junto las piezas de memoria ¿Éstas me dan una mejor idea acerca de qué fue lo que me pasó? __ Sí __ No __ No estoy segura(o).
Sí es así, ¿Qué es lo que aprendí?
¿Cómo me siento en relación con esta nueva información?
¿Hay alguien con quien pudiera compartir estos recuerdos? Si es así, ¿quién?
Cosas para reflexionar:
• ¿Mis ideas acerca de los recuerdos cambiaron? Si es así, ¿cómo?
• ¿Qué me sorprendió al hacer este ejercicio? ¿Sobre qué me gustaría regresar después?
• ¿Qué necesito hacer para absorber la nueva información que a penas descubrí?



Y SI NO RECUERDAS
Hay muchas razones por las que los sobrevivientes sufren amnesia. La severidad y la duración del abuso, la edad a la que sucedió, las condiciones circundantes al abuso y la forma cómo el abuso fue tratado pueden influenciar tu habilidad de recordar. Dependiendo de esos y otros factores, puedes o no puedes tener recuerdos claros de lo que te sucedió.
Si tú no recuerdas claramente y quieres hacerlo, esto puede ser extremadamente frustrante. Es natural querer hechos innegables. Los sobrevivientes que no recuerdan a menudo sienten celos de aquellos que sí lo hacen. Sin embargo, lo opuesto también puede ser cierto. En un taller, varios sobrevivientes se lamentaban por no tener recuerdos. Finalmente, luego que ellos habían hablado varias veces, otro sobreviviente estalló ira: “¡Deberían agradecer no recordar! Tengo recuerdos todo el tiempo. Mi vida se siente fuera de control. Lo odio. Yo creo que ustedes son los afortunados”.
El resultado final es que no puedes controlar que sí o que no recuerdas. Puedes hacer ejercicios como los que siguen, y ellos te proporcionarán pistas adicionales de información, pero no necesariamente te darán la clase de “prueba” que buscas. Hazlos de todas formas, y mantén en mente el hecho más importante –que tú puedes sanar ya sea que recuerdes o no.
¿A qué le temo?
Un factor que puede influenciar el recordar es la disposición. Su tú no tienes apoyo en tu vida, no estás listo(a) para manejar la información, o ya estás abrumado(a), no recordar puede ser una forma de protegerte a ti mismo(a).
Nuestras defensas realizan una importante función. En lugar de derribarlas, es de sabios respetarlas y aprender a trabajar con ellas. Echando un vistazo a las razones por las que temes recordar, puedes aprender de qué te estás protegiendo a ti mismo(a).
Completa las siguientes oraciones sin pensar acerca de lo que vas a escribir. Escribe la primera cosa que venga a tu mente, aun si no tiene sentido. No te juzgues.
Si yo recuerdo el abuso, yo moriría.
Si yo recuerdo el abuso, mi padre vendría y me atraparía.
Si yo recuerdo el abuso, terminaría en el hospital.
Si yo recuerdo el abuso, me suicidaría.
Si yo recuerdo el abuso, perdería a mi familia.
Si yo recuerdo el abuso, significaría que mi mamá estaba mal.
Si yo recuerdo el abuso, ...
Si yo recuerdo el abuso, …
Si yo recuerdo el abuso, …
Si yo recuerdo el abuso, …
Si yo recuerdo el abuso, …



Cosas para reflexionar:
• ¿De qué me estoy protegiendo a mí misma(o)? ¿A qué le temo?
• ¿Cuáles de mis miedos son realistas?
• ¿Puedo estar en paz con el hecho de que tal vez nunca llegue a recordar con claridad el abuso? ¿Por qué sí o por qué no?




Tomado de El Coraje de Sanar, libro de ejercicios, de Laura Davis.