lunes, 6 de abril de 2015

Las señales no siempre son iguales



Muchas veces me he topado con notas que dicen cómo identificar un caso de abuso, la verdad es que no es tan fácil de ver, algunos podemos pasar desapercibidos…

Sabemos perfecto que el agresor no tiene “cara de monstruo” al contrario, puede parecer un ángel por completo y no sólo son hombres, también mujeres y no sólo adultos, también niños… Yo tuve una agresora que tan solo me llevaba 11 años, ella era una niña cuando empezó a abusar de mi… así que no lo duden hay “angelitos” que se convierten en los peores demonios capaces de hacer atrocidades…

Otra cosa que se, es que es mentira que hay señales que los padres pueden identificar, yo no mostré ninguna señal negativa fuera de infecciones urinarias y ser algo retraída, aunque eso coincidió con que mi primo y mejor amigo enfermará y luego falleciera, así que no vieron que era señal de algo más…

Cuando los abusos inician siendo muy pequeña, no presentas señales porque no hay diferencia en lo que te pasa… al contrario, las señales aparecen cuando el abuso se detiene, porque estas tan “acostumbrado” a que te “quieran” de esa extraña manera, que cuando deja de pasar te enfrentas al “hice algo malo”, “me dejo de querer”… Yo sabía que debía portarme bien en casa para que me dejaran ir a “jugar”, así que era muy buena en la escuela, niña prodigo, hija excelente, nadie sospechaba ni en ese instante ni ahora… viví creyendo que esos abusos eran normales, no dudo que haya muchos niños en la misma situación que yo viví, pensando que son cosas normales… ¿cómo puede estar mal lo que hacen unos niños?

Cuando me entere que lo que hacíamos estaba mal, llegaron las secuelas… culpa, vergüenza, llanto, enojo, pesadillas… ¿y los adultos? Lo llamaron adolescencia, aunque había quienes dudaban… El terror de que descubrieran mi secreto, eso me hizo volver a ser “normal”, me encerré en los estudios y me cerré al mundo, aún no soy capaz del todo de identificar mis emociones… Si hoy le dijera lo que pase a alguien que solo me conoce de la escuela o trabajo, me enfrentaría a un “no te creo”, “si te ves tan normal” o cosas similares…

Un abuso puede pasar desapercibido por completo ante los demás, pueden nunca enterarse si es que así lo decidimos, no por eso no sucedió… aunque las secuelas no sean percibidas por los demás no significa que no las tengamos, yo las tengo, tengo TEPT y debo estar en tratamiento y asistir a terapia…

Un niño “normal” o un adulto “normal” puede haber enfrentado el peor de los infiernos, por ello es necesario creerles, porque solo uno mismo puede saber cuál es su historia y todo lo que hizo para sobrevivir a ella.

Anónimo 
Miembro de ASI Nunca MáMéxico

Superando el silencio del abuso



Cuando Miguel me propuso escribir para el blog me asuste realmente, es un tema complicado para quien no lo ha vivido, pero algo muy doloroso para quienes lo hemos sufrido…. Cada que intentaba escribir algo “útil” me invadían todos los sentimientos negativos que podrían imaginarse… Miedo, tristeza, angustia, culpa, vergüenza, enojo… Era un escribir-romper, escribir-borrar, escribir-quemar… Como se habrá notado soy una sobreviviente de A.S.I. o más bien fui una víctima… El nombre de “sobreviviente” no puede ser mío, yo no sobreviví…

¿Existe vida después del abuso? No dudo que si la haya, he conocido sobrevivientes maravillosas que me han ayudado en mi proceso, yotengo la esperanza de volver a vivir y no solo fingir estar viva. Hace 8 años al fin acepte lo que “me había tocado vivir”, algo que no deseo que nadie sufra pero que sé que ocurre y es más terrible que lo que las palabras pueden describir. Me encontré sola guardando un secreto insoportable que hasta la fecha sigo cargando a cuestas como si fuese yo la culpable, sé que no puede haber culpa en una niña que es abusada desde prácticamente un bebé, NADIE tiene la culpa de sufrir cualquier tipo de abuso, NADIE la tiene más que el monstruo, quien nos agrede, esa persona es la culpable, pero nos insertaron un “chip” en nuestras mentes haciéndonos creer que nosotros hicimos mal, que debe ser un secreto que nos avergüenza y complica nuestra recuperación a la vida que merecemos.

¿Tengo una buena vida? Pues sí, podría decir que la tengo. Me encerré en los libros para dar una apariencia de “todo está bien”, y hasta cierto punto resulto un escondite agradable, pronto terminaré mi posgrado a pesar de vivir enferma física y mentalmente por mis secuelas del abuso, tengo pocos amigos pero está bien, vivo aun con mis padres y ahora yo me encargo de cuidarles, todo está bien… Pero de algo estoy segura… No es realmente una vida… Porque nunca sabes cuándo llegará otra recaída, cuando volverán las pesadillas, cuando te dejaras de avergonzar si alguien sabe “tu secreto”, porque no es algo que la sociedad considere normal… No es algo que todos comprendan…

Nos queda una cosa por hacer… LUCHAR… por nosotros y por los que lamentablemente vienen tras nuestro, sé que no soy la primera que ha pasado por esto y por terrible que parezca no seré la última, POR ESO HAY QUE LUCHAR… Dejar de ignorar lo que sucede y aunque nos duela dejar de callar…

Yo sé una cosa que mi monstruo no sabe… No sobreviví, pero cuando esté lista para sanar no solo seré una sobreviviente que vive su vida normal y feliz, además haré lo que intento hacer con las fuerzas que ahora tengo, LUCHAR, hacerlo para detener a todos aquellos que se atrevan a lastimar a un ser inocente, ya no fingiré, ya no será un secreto que guarde avergonzada, NO DEBE SER MI SECRETO, NO DEBE SER UN TEMA NO HABLADO, existe, es real, es doloroso, pero para que las personas luchen por detenerlo deben saber que existe… 

ANÓNIMO.
Miembro de ASI Nunca MáMéxico