martes, 27 de noviembre de 2012

Ejercicios para mejorar la auto estima


En primer lugar debemos de dejar de pensar en cualidades y defectos, en lugar de ellos englobemos todos en un solo concepto: características. Para términos de este ejercicio es importante no juzgarse. Tómense su tiempo, no tienen que hacer todo el ejercicio de una sola vez. Puede ser que quieran hacer un paso cada día, que quieran esperar en el primer paso hasta haber anotado todo. Puede ser que no quieran ir a la cama hasta terminarlo. Como sea, no se presionen, no se fuercen. Ya nos forzaron mucho en el pasado como para que ahora nosotros solos lo hagamos.

Primero: 
Haz una lista con tus características, pueden ser emocionales, físicas, intelectuales… todas las que recuerdes y conforme recuerdes más agrégalas a tu lista.
Ejemplo:

Soy inteligente
Soy dormilona
Soy gorda
Tengo ojos cafés
Soy bajita
Soy aburrida
Soy desidiosa
Soy pésima cocinera
Soy mala para las matemáticas
Soy muy parlanchina
Soy torpe

Segundo:
 Una vez que tengas tu lista, anota frente a cada afirmación quién fue la primera persona de quien escuchaste eso, quién te lo dijo la primera vez, o lo dijo.
Ejemplo:
Soy inteligente mi maestra de 1er grado
Soy dormilona mi mamá
Soy gorda mi papá
Tengo ojos cafés mi mamá
Soy bajita mi papá
Soy aburrida mi papá
Soy desidiosa mi mamá
Soy pésima cocinera mi mamá
Soy mala para las matemáticas mi papá
Soy muy parlanchina mi abuelo
Soy torpe mi mamá lo decía de sí misma

Tercero:

 Ahora analicen cada afirmación y pongan una V por verdadero o F por falso. Las que resulten falsas táchenlas y remplácenlas con la verdad. Si alguien te dijo algo que te hizo sentir mal y que internalizaste, imagina a esa persona y patéale el trasero. Rechaza esa mentira con fuerza. Dile a esa persona, en tu mente al menos, “Eso no es cierto, no soy cómo tú dices. Yo soy [aquí di la verdad que sustituye a esa mentira]”. Si deseas confrontar a esa persona acerca de la forma cómo te trato y cómo te hizo sentir, haz un plan antes de la confrontación. Necesitas protegerte para no salir lastimada(o).
Soy inteligente mi maestra de 1er grado V
Soy dormilona mi mamá F Todos los días me levanto a las 5 am para ir a trabajar
Soy gorda mi papá F Mi peso es adecuado para mi estatura
Tengo ojos cafés mi mamá V
Soy bajita mi papá V
Soy aburrida mi papá F Soy culta
Soy desidiosa mi mamá V
Soy pésima cocinera mi mamá F Preparo comida sabrosa los domingos cuando estamos todos en casa
Soy mala para las matemáticas mi papá F Llevo bien las cuentas del negocio
Soy muy parlanchina mi abuelo F Me gusta conversar y soy amena
Soy torpe mi mamá lo decía de sí misma F Ella era muy hábil con las manualidades y le gustaba mucho tejer ropa para toda la familia. Yo soy muy buena bailarina

Cuarto: 
hagan una lista con todas las verdades. Si internalizaron algunas de estas afirmaciones porque las escuchaban a menudo aun cuando no se refirieran a ustedes. Como la última del ejemplo, en esta nueva lista, sólo anoten la verdad acerca de ustedes, no sobre la persona a quién se la escucharon.
Soy inteligente
Todos los días me levanto a las 5 am para ir a trabajar
Mi peso es adecuado para mi estatura
Tengo ojos cafés
Soy bajita
Soy culta
Soy desidiosa
Preparo comida sabrosa los domingos cuando estamos todos en casa
Llevo bien las cuentas del negocio
Me gusta conversar y soy amena
Soy muy buena bailarina
Quinto: Ahora has develado tus verdaderas características. Puede ser que algunas de ellas no te gusten o que te estén causando problemas. Pon un * frente a todas aquellas que no te gustan.
Soy inteligente
Todos los días me levanto a las 5 am para ir a trabajar
Mi peso es adecuado para mi estatura
Tengo ojos cafés
Soy bajita *
Soy culta
Soy desidiosa *
Preparo comida sabrosa los domingos cuando estamos todos en casa
Llevo bien las cuentas del negocio
Me gusta conversar y soy amena
Soy muy buena bailarina
Sexto: escribe delante de * si es algo que puedes cambiar o no.
Soy bajita * No lo puedo cambiar.
Soy desidiosa * Sí lo puedo cambiar.
Séptimo: Haz compromisos que te ayuden a sentirte mejor. No te presiones, sé comprensiva(o) contigo misma(o). Acepta esas cosas que no puedes cambiar y escribe algo positivo frente a esas características. Con aquellas otras que sí puedes cambiar da un paso a la vez. Elige una forma en particular cómo vas a tratar de cambiar, sé específica y sé realista. Si quieres hacer cambios radicales de una vez puede sentirte agobiada y claudicar al tercer día o posponer el inicio del cambio, además que podría ser otra nueva forma de auto castigarte.

Si decides que tú verdad es que eres floja, no digas: me voy a levantar a las 5 todos los días, voy a correr 10 km todos los días, voy limpiar la casa todos los días. Elige sólo una. Algo que realmente quieras hacer, tengas que hacer y estés dispuesta a hacer.
Soy bajita * No lo puedo cambiar. Me acepto como soy y me amo.

Soy desidiosa * Sí lo puedo cambiar. Hay muchas cosas que he dejado de hacer por desidia. Hoy me comprometo a atender una de esas cosas. Mi compromiso es ordenar el ático para ello voy a tirar las cosas que no uso y no ya necesito, limpiaré, y pondré en cajas las cosas que quiero seguir conservando.

Nota: Una de las características que en más trampas nos mete a muchos, sobrevivientes y no sobrevivientes, es “estoy gorda(o)”. Si ese es tu caso, primero calcula tu índice de masa corporal o pregunta a un médico si tienes sobrepeso, no te confíes a lo que ves en el espejo porque te puedes engañar, ni confíes en la forma cómo te queda la ropa pues puede ser que sólo estés usando la talla incorrecta. Sí ya es oficial que tienes sobrepeso inicia un plan para perder peso gradualmente, nunca de prisa. ¿Cuánto tiempo te tomó ganar ese sobrepeso? Seguro que no fue una semana así que no intentes hacer una dieta o seguir un consejo milagroso que te ofrece bajar más de 500 gramos en una semana. Podría tratarse de un método que te deshidrate o te descompense causándote serios problemas de salud. Si las matemáticas dicen que no tienes que bajar de peso pero aun así crees que debes bajar de peso, quizá se trate sólo de hacer tono muscular y sustituir poco a poco, grasa por músculo. Para eso puedes hacer ejercicio moderado y con la asistencia de un preparador físico. Si no puedes costear un preparador físico, camina 30 minutos diarios y notarás la diferencia.