martes, 12 de junio de 2012

Juego sexual infantil vs. abuso sexual infantil


Nos hemos acostumbrado a pensar que los abusos sexuales en la infancia están protagonizados por adultos, cuando la realidad y el día a día nos muestra que no siempre ocurre de esta manera.
Hay menores de edad que se convierten en agresores sexuales, unas veces sin saberlo otras con conciencia de lo que están haciendo. Lo que muchos padres no pueden llegar a preguntarse por todo el dolor que les ocasiona saber que su hijo es abusado es ¿Qué le ha ocurrido al otro menor para convertirse en agresor? ¿En dónde ha aprendido a realizar esas conductas?
Para explicarlo de una forma sencilla, los niños tienen juegos imitativos o de roles en los que repiten lo que ven según con quien se identifiquen: normalmente los niños hacen que se afeitan y las niñas que preparan la comida.
De alguna manera y sin quitarle la importancia al abuso, los niñosrepitenaquello que han vivido con otros niños. Muchos de los menores que han abusado de otros niños es porque primero han sufrido o están sufriendo abusos y repiten de forma sistemática lo que están viviendo, a veces no tienen conciencia de que eso esté mal porque nadie les ha dicho que estaba mal, porque si se lo hace una persona que les quiere no puede estar mal.
Cuando se produce el abuso los límites se están rompiendo, el niño puede perder la noción de lo que está bien o lo que está mal porque no comprende lo que ocurre y tiene que crear una serie de explicaciones a lo que está viviendo para encontrarle un sentido y continuar viviendo.
Pero debemos de diferenciar lo que son los juegos sexuales infantiles y el abuso sexual infantil entre menores:
  • Un juego sexual infantil es una exploración sexual entre dos niños de la misma edad o muy aproximada, en la que todos los participantes quieren jugar y quieren aprender de su cuerpo o del cuerpo del otro niño. Los juegos sexuales se dan en todos los niños y es algo completamente sano, natural y sin ninguna maldad, por lo que hay que permitir que exploren y no castrarles, pero lo que sí podemos hacer es enseñarles a respetar y si en algún momento uno de los participantes dice que “no” a algo, se debe de parar en ese mismo momento. La gran diferencia es que no están movidos por la búsqueda del placer genital sino por la curiosidad.
  • El abuso sexual infantil se da en una relación de desigualdad de poder que puede estar señalada por la diferencia de edad, estatus, etc. En los adultos el contacto está motivado por la búsqueda de placer para sí mismo, en el caso de los menores a veces sólo es repetir las conductas que han vivido o les han obligado a hacer por lo que repiten las amenazas, obligan o enseñan a hacer cosas para las que aún no es el momento. Pero conforme a lo que estábamos comentando hace un momento, el no respetar cuando alguien dice “no” también es un abuso.
Estas son las diferencias a muy grandes rasgos porque todo lo referido al abuso sexual infantil es muy complejo, pero entre menores es un tema que se agrava aún más por ser simplemente eso, menores.
Y no queremos minimizar el dolor de ningún padre o de ningún superviviente, aunque los agresores fueran menores las secuelas no dejan de ser menos importantes ni menos dolorosas y cada abuso, de la misma forma que cada persona, es diferente.