sábado, 3 de enero de 2015

Tor, una puerta al inframundo digital de abusos a menores y otros delitos


Internet ha facilitado enormemente la vida de las personas, ofreciendo toneladas de información que nos permiten tomar decisiones con mayor facilidad. Pero entre los millones de recursos digitales, se esconde un siniestro inframundo de servicios ilegales y abusos contra los derechos humanos más básicos.
Miles de personas buscan refugiarse en el anonimato al acceder a estos lugares, y para ello recurren a Tor, un servicio que permite navegar por la 'red oscura' sin que se sepa quién está detrás del teclado ni desde el lugar geográfico desde el que se conecta.
Un estudio de la Universidad de Portsmoutharroja luz sobre estos infiernos digitales. La conclusión de mayor calado es que la mayoría del tráfico de Tor apunta a sitios relacionados con imágenes de abuso sexual infantil, según explica BBC mundo, que se ha hecho eco del estudio.
Además de sitios de pornografía infantil, los investigadores hallaron numerosos sitios web de venta de drogas. De hecho, los científicos averiguaron que, en números brutos, estos servicios de sustancias ilegales copan la mayoría de enlaces.
También entre los cinco sitios web más habituales se encuentran "mercados clandestinos, sitios de fraude, servicios de correo electrónico y sitios de negocios con la moneda virtual Bitcoin", continúa el diario británico.
Sin embargo, a pesar de contener más enlaces, no generan tanto tráfico como aquellos que contienen los abusos sexuales a menores, que ocupa el 75% del total del tráfico analizado por los investigadores.
"Cuando averiguamos esto nos quedamos estupefactos", afirmó Gareth Owen, líder del equipo investigador. "No lo esperábamos en absoluto".
A pesar de la magnitud de esa cifra, el líder de los investigadores se mostró cauto a la hora de sacar conclusiones, explica la BBC, ya que Owen afirmó no conocer cuáles de esas visitas tienen detrás de la pantalla a una persona física o se trata de robots.
"No es tan claro como parece", aseveró. "Puede parecer que hay mucha gente visitando estos sitios pero es difícil concluir eso a partir de esta información". "¿Qué proporción son visitantes y qué proporción son otra cosa? Simplemente no lo sabemos", recoge el medio británico.
El propio periódico inglés explica cómo parte del tráfico podría quizá deberse a 'crawlers', "programas informáticos que inspeccionan contenidos de manera automática y que pueden copiar contenidos de los sitios visitados para su procesado posterior".
Al parecer, las agencias de seguridad utilizan dichos programas para "monitorear la actividad de los sitios de pornografía infantil, y su uso podría justificar parte del tráfico constante observado".

Una investigación complicada

La investigación se puso en marcha con el objetivo de "catalogar los servicios escondidos en la red oscura y determinar cuáles son más populares", explica el rotativo británico. Para ello, pusieron en marcha unos servidores para que formaran parte de la mencionada red.
En total, el trabajo de los investigadores duró seis meses y vio cerca de 80.000 sitios ocultos en Tor.De las palabras de Owen se deduce que el trabajo investigador no fue nada fácil, ya que, entre otras dificultades, estos sitios mutan mucho, apareciendo y desapareciendo continuamente.
"La mayoría de los sitios ocultos de servicios sólo fueron vistos una vez. Tienden a no existir durante mucho tiempo", afirmó en el discurso que pronunció en el 31º congreso Chaos Communications en Hanover, Alemania. Un encuentro internacional que tuvo lugar entre el 27 y el 30 de diciembre, y donde los investigadores presentaron los resultados de su trabajo.

Tor se defiende

Tor, un acrónimo de The Onion Router, se describe a sí mismo como "software libre y una red abierta que te ayuda a defenderte de análisis de tráfico, una forma de vigilancia que amenaza la libertad y privacidad personal, así como relaciones y actividades de negocios confidenciales y la seguridad estatal".
En la práctica, como se ha explicado se convierte en la puerta para aquellos que no quieren que se sepa qué hacen en Internet, incluyendo a aquellos que acuden a servicios ilegales. De hecho, "ese anonimato que ofrece la red ha atraído a mucha gente a establecer sitios .onion escondidos que ofrecen contenido, servicios y productos ilegales", explica la BBC.
Por su parte, Roger Dingledine, uno de los desarrolladores de Tor, restó validez al estudio al cuestionar la metodología. En su opinión, al haber analizado únicamente sitios de larga duración para ver el contenido ofrecido, no se pueden extraer conclusiones sobre lo que los usuarios de Tor hacen en esta red.
"Sin saber cuántos sitios desaparecieron antes de que los investigadores llegaran a estudiarlos, es imposible saber qué porcentaje de búsquedas fueron a sitios de abuso", dijo.
Y habló de otros usos más positivos que se le pueden dar a Tor, como el que realizan de esta red activistas de derechos humanos, que recurren a ella para conectarse a Facebook o incluso para escribir blogs de forma anónima y evitar la censura oficial.
"Estos usos de servicios escondidos son nuevos y tienen un enorme potencial", añadió.