lunes, 27 de mayo de 2019

Abuso sexual infantil: “No hay que subestimar lo que dicen los menores”


SOCIEDAD EL VIERNES
Así lo aseguró el abogado Matías Adet, quien indicó que los delitos contra la integridad sexual mayormente se cometen a nivel intrafamiliar. “Los padres sin entrar en situaciones de paranoia deben estar muy atentos”, expresó.
Tras la detención e imputación de Lautaro Teruel, hijo del Nochero Mario Teruel, acusado de abusar sexualmente de una menor cuando ésta tenía entre 6 y 7 años, Matías Adet, reconocido abogado penalista, en diálogo con InformateSalta, señaló que “los padres sin entrar en situaciones de paranoia deben estar muy atentos”.
En la oportunidad, manifestó que es fundamental no subestimar a los menores. “Lo más importante, sin ser paranoicos, es buscar señales en ellos, cuando los chicos no hablan se expresan por otras vías, desde los dibujos, la expresión corporal, irritabilidad, sus necesidades fisiológicas, su ánimo”, remarcó.
En ese marco, advirtió que los delitos contra la integridad sexual mayormente se cometen a nivel intrafamiliar. “Una característica es la intimidad, el autor se aprovecha de la víctima porque tiene un contexto de privacidad”, expresó.
Según su experiencia, el letrado indicó que mientras más extremo o grave sea el abuso es más fácil de probar y de descubrir el delito. “Cuando vos tenés un chico que está siendo víctima de un abuso, si vale el término de base o piso, tenés una situación que es un desafío”.
Además agregó que es tan difícil recabar la prueba en el marco del delito contra la integridad sexual que a veces “un par de indicios puede hacer que un Tribunal se convenza de aplicar una condena”.
El letrado sostuvo también que el abordaje de este tipo de delitos es interdisciplinario. “Necesitás siempre un acompañamiento sociológico, psicológico, psiquiátrico, antropológico, ya que mientras más grave sea la situación de abuso más difícil va a ser revertir y tratar esa huella psicológica que se puede haber dejado con semejante evento”.
Por último, manifestó que es fundamental el tratamiento en el niño afectado. “No alcanza con decir hicimos cesar la situación de abuso, hay que diagnosticarlo y hay que hacerle un tratamiento psicológico, si no termina trayendo un efecto en su vida adulta o adolescente”, finalizó.

Campaña se vale del juego para prevenir el abuso sexual de niños y adolescentes

misión prevención

Las señales del abuso
Dos amigos del abuso sexual a los niños son la ignorancia y la negación. “Que la mayoría de los abusadores son homosexuales. Que un niño no puede abusar a otro. Que los varones no son abusados. Que el abusador es desconocido. Que solo los hombres abusan”, enumeran mitos Paola Andrade y Ricardo Vélez, directores de la organización Ecuador Dice No Más.

Así que su nueva campaña Misión Prevención está orientada a cambiar el tono sombrío del tema por uno de empoderamiento. Las reglas se convierten en herramientas en la Misión Prevención, que se inicia el próximo 1 de junio.

Con un tono diferente
“Este es un asunto que duele. Al que no ha vivido esto y al que lo ha vivido. Nadie quiere hablar de abuso sexual”, comenta Andrade, recordando que no hubo auspicio para las primeras campañas porque es difícil que alguien quiera asociar su marca a un tema triste.

Con el apoyo de la Municipalidad de Guayaquil, el aval de No More Global y de Unicef Ecuador, Andrade y Vélez presentan un proyecto que capacitará a 1.400 adultos, empezando por el personal de las redes municipales, como los CAMI y el Centro Polifuncional Zumar.

Se trata de una serie de juegos a los que los niños acceden a través de un pasaporte. Cada vez que cumplen una misión (acompañados de sus familias), reciben una pegatina. “Queremos crear el concepto de que prevenir no es una sola vez; es como el carné de vacunas o el chequeo médico, hay seguimiento”.


Aprendiendo a reaccionar

El proyecto sigue los principios de prevención de la organización Darkness to Light:

Conoce sobre el tema
Minimiza los riesgos
Habla efectivamente
Observa cuidadosamente
Reacciona apropiadamente.
Se enfoca en prevenir la ciberpedofilia, el incesto (la forma más frecuente y menos atendida, dice Andrade), el abuso a niños con discapacidad (la ONU considera que ellos tienen más probabilidades de sufrir algún tipo de violencia, la mayoría sexual) y el abuso en centros educativos, deportivos y religiosos.

¿Quién abusa a los niños en estos lugares? Comúnmente, se desconfía del personal de servicio. La activista enfatiza que de los casos registrados en el sistema escolar en Ecuador (más de 4.000), el 65% de los abusadores son maestros, entre el 20-40% son otros menores de edad (niños o adolescentes), y el resto, personal de servicio.





Criar una generación libre

La metodología se llama desarrollo de capacidades de prevención (Violence Prevention Capacity Building), certificada por No More Global (de la que No Más es aliada). Son 15 videos en los que, a través de cuatro personajes creados por la organización ecuatoriana, se escucha la voz del niño, pero también se evidencian la manera en que los abusadores tratan de ganarse la confianza, los errores más frecuentes de los padres y la manera correcta de actuar.

“Es muy difícil ponerse en estos escenarios”, reconoce Andrade, “por eso la importancia de que en los videos cambiemos el final de la historia”. La meta es criar niños y niñas que no tengan que recuperarse del abuso sexual.

Para niños de 3-6 años, por ejemplo, se enseñará sobre la privacidad del cuerpo, los límites, los secretos y la higiene. Otros grupos van de los 7 a 12 años, menores con discapacidad (3 a 17 años) y adolescentes (13 a 17), para quienes está la Campaña Respeto. “Los riesgos a través de la telefonía móvil e internet en adolescentes grupo son diversos, preocupantes y puede estar interrelacionados”: ciberacoso, grooming, sextorsión, sexting y pornografía infantil. Además, son muy vulnerables a la trata y tráfico sexual. Para ellos la orientación se centrará en el tema del consentimiento. (D. V.)

Abuso sexual contra la infancia: testimonios de quienes rompieron el silencio y la vergüenza

Sebastián Cuattromo, cofundador de la asociación civil Adultxs por los derechos de la infancia, visitará Salta. Cuenta cómo se sobrevive a un abuso infantil, cuál es el rol del estado y por qué la educación sexual en las escuelas podría ayudar tanto a las víctimas.

26 May 2019 Más visto 66
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Los comentarios en las redes sociales sobre el caso del hijo de un famoso folclorista local, acusado de abusar de una niña de 10 años muestran cómo la sociedad naturaliza un hecho y en cierta forma cómo esa sociedad es cómplice: muchos parecen enojarse porque la chica recién pudo hacer la denuncia 6 años después. Ese prolongado silencio, y que la chica sólo se animara a contarle a la madre cuando pudo gravar a su agresor, también muestran otras condiciones de quienes han sido víctimas.
Las estadísticas muestran lo difícil y cotidiano de este crimen.
1 de cada 5 niños/as sufre abuso.
De cada mil casos, sólo 100 llega a la justicia.
De esos 100 sólo 1 termina en condena.
Sebastián Cuattromo, cofundador de la Asociación civil Adultxs por los derechos de la infancia, visitará Salta. El grupo se formó en 2012, en la Ciudad de Buenos Aires, como fruto del encuentro de dos historias de lucha muy largas contra el delito de abuso sexual, que son las de Silvia Piceda y la de él.
“En mi caso, en ese 2012, logré llevar a juicio y a condena a quien había sido mi abusador en mi infancia, que fue un religioso católico y docente, de Caballito. A los 13 años me tocó ser víctima de este agresor, docente del colegio. Más de 20 años después, pude llegar a una instancia de juicio que terminó en una condena a 12 años de cárcel
Fue a finales de los 80. Abusó también de otros chicos de ese colegio”, cuenta a LA GACETA y añade: “en ese contexto hice pública mi historia por primera vez con el sentido, con el sueño de que mi largo camino de dolor y lucha no quedara sólo para mí, que tuviera una trascendencia colectiva y social”.
La gente empezó a comunicarse con él para compartir sus propias historias de victimización social  en la infancia y en la adolescencia o sus historias en el presente como adultos tratando de luchar y defender a niños víctimas.  En ese contexto conoció a Silvia Piceda, que venía luchando como mamá, tratando de defender a su hija, frente a un progenitor abusador y frente a la injusticia que predomina en el poder judicial respecto a niños y niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual.
“Ella también venía dándole a su historia un claro sentido social y colectivo. Ella también había hecho pública su historia, había armado grupos con mamás de víctimas de abuso en el ambiente intrafamiliar. Y así fue cómo nos conocimos en ese 2012. Tuvimos la suerte de enamorarnos, ser pareja y vivimos en familia desde hace varios años”, dijo.
Formaron esta asociación civil con el objetivo de crear un marco donde quienes padecen esta situación puedan sentarse a hablar con sus pares. Es un ámbito empático, solidario, entre pares, totalmente horizontal. El concepto clave es el de paridad, todos ahí fueron atravesados por esta injusticia.
“Brindamos nuestros testimonios a la comunidad, con el sentido de que todo esto contribuya a generar visibilidad pública sobre este delito y esta injusticia  y también para que contribuya a generar una reflexión crítica colectiva, que para nosotros es necesario que como sociedad, como una comunidad adulta, por eso vamos con nuestros testimonios”, señala.
Sebastián explica que el silencio se lleva con mucho dolor y vergüenza, cuando se es niño. En parte porque el 50% de los abusos son incestuosos, es decir que ocurren dentro de la casa. “Esto ocurre en todos los sectores sociales, culturales y económicos”, resalta.
El silencio también tiene que ver con la poca eficacia del poder judicial. “Es altísimo el nivel de impunidad de quienes hacen esto. A nivel nacional, en líneas generales, nos encontramos siempre con el mismo estado de impunidad, de profunda revictimización, hacia las víctimas, de múltiples violencias y malos tratos institucionales”, dice. Y subraya que ante el abuso intrafamiliar, cuando una causa queda impune, eso implica en ocasiones que las justicias de familia terminen ordenando revinculaciones de los niños y niñas víctimas con los adultos agresores.
Y ese silencio también tiene que ver con la vergüenza. “Una de las complejidades básicas, hablando desde nuestras experiencias, es que ante la injusticia del delito de abuso sexual ocurre algo que a nuestro juicio no sucede con las víctimas de ningún otro delito: el nivel de vergüenza y de autorecriminación con el que carga la víctima no sucede con las víctimas de cualquier otro delito”, dijo. Y esto es algo que por supuesto los abusadores y las abusadoras manipulan muy bien a su favor a la hora de someter a un niño, niña o adolescente.
El niño además tiene el problema de no confiar en el mundo adulto. Sebastián fue víctima de abuso a los 13 años por un docente y sacerdote del colegio en el que asistía. Y él no sintió que en su casa pudiera hablar. Esos adultos tampoco eran confiables. “En ese momento de mi vida sentía que no había adultos a quienes poder recurrir, a quienese poder pedirles ayuda. Y la sensación de que no tenía contextos ni ámbitos que me resultaran protectores, contextos donde pudiera expresarme”, dijo. La asociación en cierta forma busca eso: crear un contexto en el que se pueda tomar la palabra.
Algo fundamental para revertir esta situación, según Sebastián, y que en Salta todavía no se aplica,  es la ley de educación sexual sería fundamental. “Esta ley, si realmente se aplicara, eso llevaría a que niños y niñas tuvieran en las escuelas ámbitos donde podrían expresarse y compartir sus sentimientos, qué les pasa, donde sentir que tienen adultos confiables a los cuales recurrir. Entre otras cosas nosotros creemos que si esto se hiciera realidad, el abuso intrafamiliar tendría que aflorar más”, dijo.
La visita a Salta
La Asociación estará en la ciudad de Salta  y en Rosario de la Frontera. Todos los encuentros estarán abiertos a la participación de la comunidad en general, más allá de las convocatorias puntuales a determinados actores sociales en cada uno de ellos.
En cada encuentro, la  propuesta es la de compartir sus testimonios como sobrevivientes adultxs del delito de abuso sexual y adultxs protectores de niñxs víctimas en el presente
Quien los invita y organiza nuestras actividades en Salta es la Fundación Red Papis,  que está llevando adelante una campaña de visibilización pública acerca del delito de abuso sexual.
El Jueves 13 de Junio, de 9 a 12, la reunión para jóvenes y adolescentes será en ATE (Esteco 704). Ese día, de 18 a 21, habrá otra charla para Instituciones,  ONG, Organismos sociales, justicia,  municipios, provinciales, comunidad en Gral. Esta será en el Teatro Municipal  (Av. Paraguay 1450).
El viernes 14 de Junio, de 9 a 12, habrá una charla destinada a instituciones educativas, nuevamente en ATE (Esteco 704).
Rosario de la Frontera. La cita es el sábado 15 de Junio a las 10. Será un encuentro abierto con la comunidad, en el Salón Municipal Juana Manuela Gorriti.