lunes, 20 de julio de 2009

ABUSO SEXUAL INFANTIL, ESTADISTICAS EN CENTROAMERICA

Según un estudio realizado sobre tolerancia a la explotación sexual de personas menores de edad en Centroamérica, Panamá y República Dominicana reflejó que el 95% de las 8 mil 767 personas encuestadas reconocen a la explotación sexual como un delito, pero el 24.8% dijo que no haría nada frente a un caso de abuso. El estudio fue realizado por el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según la investigación se confirmó que el nivel de tolerancia de la población de la región y del país se mantiene, y que las denuncias hechas por la sociedad son cada vez menos comunes.

“No es suficiente con la Ley, debe haber preocupación por la elaboración de campañas de información que conciencien y sensibilicen a la población general sobre el grado de vulnerabilidad de estos niños, niñas y adolescentes”, establecieron los representantes de la OIT y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Agrega que no hacer nada es la opción de una de cada cuatro personas frente a actos de explotación sexual, mientras el 18% afirmó que denunciaría a la persona menor de edad y el 45% al cliente explotador.

“El que más de una de cuatro personas de la región conozca lugares donde se pague por sexo a personas menores de edad es una situación preocupante”, considero Elías Dinzey, coordinador nacional de la OIT-IPEC.

En el caso dominicano, el 33.4% denunciaría al explotador, el 27.6% a la víctima, el 23.9% no haría nada y el 15.1% hablaría con los padres. Los datos anteriores denotan que una tercera parte de las personas entrevistadas denunciaría al explotador y que más de la mitad elegiría por denunciar a la víctima, no hacer nada o hablar con sus padres.

Ese porcentaje de personas que denunciaría al explotador (33.4%) constituye el más bajo de la región.

“Debemos trabajar unidos para terminar con la tolerancia social a este delito, que se hace tan común que empieza a verse como normal. Debemos dejar de acusar a los menores de edad como los responsables de la seducción, ellos son las víctimas, no hay por qué confundir”, aseguró la representante de Unicef en República Dominicana, Francoise Gruloos Ackermans.

Los lugares donde se practica este tipo de delito recurren a la clandestinidad para poder sostener el negocio. Esto explica que de 2005 a 2008, se experimentara un descenso de 31% a 22% en el número de personas que tienen conocimiento sobre los locales donde los niños, niñas y adolescentes son objeto de explotación sexual.

LA POBREZA PUEDE FAVORECER EL ABUSO SEXUAL INFANTIL.


La violencia sexual se acentúa cuando se da en condiciones de pobreza contra niños porque los pequeños tienen menos elementos para hacerle frente, señaló la académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Araceli Suárez Herrera.

La especialista indicó que en países como México, no existen instituciones que realicen registros o estudios de alcance nacional que permitan calcular la dimensión y características del maltrato infantil, ni siquiera se sabe cuántos casos se dan en total.

Además, señaló que no se cuenta con leyes que establezcan la obligación de reportar los hechos en los que se presuma la presencia de agravio contra un menor.

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), uno de los pocos organismos que realiza este tipo de estudios, calculó que en 2004 se atendieron mil 397 casos de abuso sexual en todo el país, señaló Suárez Herrera.

Los estados con mayor índice fueron Chiapas, 222; Yucatán, 192; Sinaloa, 116; Quintana Roo, 99; Estado de México registró 94, e Hidalgo 69, entre otros.

En ese mismo lapso, dijo, el 50.7 % de las violaciones denunciadas en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) correspondieron a menores de entre 12 y 17 años de edad.

En el 60 por ciento de los expedientes, abundó, los agresores eran conocidos o familiares de la víctima, y de ellos, el 85 por ciento eran del sexo masculino.

Suárez Herrera refirió que según datos de la Facultad de Psicología , el 55 por ciento de los casos atendidos en consulta clínica sufrieron agresiones sexuales en promedio a los seis años de edad, y el 86 por ciento de las víctimas fueron niñas.

En cuanto a los agresores, el 51 por ciento era familiar de la víctima. De ese total, 39 por ciento eran hermanos mayores; 26 por ciento tíos; 13 padres biológicos; siete por ciento padrastros; nueve por ciento primos, y seis por ciento, abuelos.

En entrevista para la UNAM, la especialista dijo que el abuso sexual de menores ocurre porque los agresores se percatan que los pequeños carecen de atención y afecto, ven la oportunidad de atacarlos.

"En el aspecto psicoemocional, el acoso se manifiesta en los menores como inseguridad y baja autoestima; sienten temor a denunciar. Experimentan miedo al contacto físico y desconfianza; suelen presentar una actitud sumisa, llanto sin motivo aparente, problemas para relacionarse y dificultad para aceptar elogios", detalló.

En ocasiones, se reflejan hasta la adolescencia o edad adulta, cuando se presentan dificultades para relacionarse con los demás, aguda depresión y, en casos más graves, intentos de suicidio.

No existen síntomas vinculados exclusivamente a las violaciones. Para detectar que un niño ha sido abusado sexualmente, existe una serie de señales de alerta, como la expresión explícita del ultraje, reiteró.

La experta recomendó hablar a los menores de sexo en forma clara y sencilla, así como enseñarlos a respetar su cuerpo y a exigir que los demás también lo hagan. También exhortó a denunciar los casos de abuso.

AUMENTA EL ABUSO SEXUAL INFANTIL EN CENTROAMERICA


SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El 37.4% de los dominicanos no denunciaría el abuso sexual infantil por desconfianza en el sistema, según revela el estudio “El comercio sexual con personas menores de edad en Centroamérica, Panamá y República Dominicana. Segundo estudio de tolerancia social 2008”, presentado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

De acuerdo con el estudio, el 70% de las personas que abusan o explotan sexual y comercialmente a los niños, niñas y adolescentes son dominicanos.

“El sistema judicial y policial debe garantizar la confidencialidad de la denuncia y la protección de las víctimas, denunciantes y testigos, para lograr que la población general denuncie los delitos de explotación sexual comercial que identifica y no tenga temor a represalias ni desconfianza en que las autoridades actuarán”, explicó Elías Dinzey, coordinador del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC).

El estudio, realizado con una muestra de 8 mil 608 personas en Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y República Dominicana, asegura, además, que el 95% de los entrevistados conoce el delito de explotación sexual infantil, pero sólo lo denunciaría el 28.8 por ciento.

Otras de las problemáticas que impiden a los dominicanos denunciar la explotación sexual son el temor a las represalias y el desinterés frente al problema.

La investigación asegura, también, que uno de los factores que lleva a los padres a exponer a sus hijos a la explotación sexual infantil es la pobreza.

Al presentar el estudio, los realizadores revelaron que no existen estadísticas recientes en relación con el problema del abuso sexual y comercial infantil.

Las cifras más recientes corresponden al año 1993, cuando el número de menores de edad explotados alcanzaba unos 25 mil niños, número que ha crecido considerablemente, según Francoise Gruloos Ackermans, representante de UNICEF.

“Estamos aquí para decirles que el maltrato, el abuso y la explotación sexual comercial contra niños, niñas y adolescentes es un problema real y ante el cual existen altos niveles de tolerancia en República Dominicana”, afirmó Gruloos Ackermans.

Asimismo, afirmó que actualmente se realizan esfuerzos en las zonas turísticas, así como en algunas rurales con mayor vulnerabilidad ante el problema.