sábado, 29 de septiembre de 2012

Valentina y la sombra del diablo.

Hacemos la más cordial invitación para asistir a la presentación de valentina y la sombra del diablo en la Ciudad de México.

Muchas gracias.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Cuando un niño convive con su agresor


Imagen de archivo de niñoz jugando en un parque. | Mitxi.
Imagen de archivo de niñoz jugando en un parque. | Mitxi.

Alicia tenía tres meses cuando su madre, que sufría abusos de su marido, decidió separarse. La sentencia de divorcio atribuyó la custodia a la madre de la pequeña y estableció un régimen de visitas ordinario entre padre e hija, cuando el proceso penal por violencia de género aún no había concluido. Con 17 meses de edad, en junio de 2007, la madre de Alicia intenta bañarla tras pasar el fin de semana con su padre. La niña se resiste a ser desnudada, pero al conseguirlo, la madre descubrió hematomas en ambas piernas y enrojecimiento en la vagina. Tras pasar por un médico forense y abrir las diligencias penales oportunas, el juez denegó la protección cautelar a la menor. El caso fue sobreseído por falta de indicios del delito. La niña fue obligada a cumplir el régimen de visitas, a pesar del creciente rechazo hacia su padre.
Esta es una de las historias que la organización Save the Childrenpresenta en un informe en el que pone al descubierto las deficiencias de la Justicia española para afrontar los abusos infantiles en el entorno familiar.
La entidad pública de protección de menores de la Comunidad Autónoma de Alicia intervino en el caso, pero lejos de intentar esclarecer los posibles abusos sexuales que sufría la niña, advierte a la madre que si continua denunciando al padre, podría perder la custodia. Cada vez, recibía reproches más explícitos del organismo de la Comunidad acerca de que los relatos de la niña podrían ser producto de una manipulación de la madre.

Desprotegidos ante su abusador

La ONG ha presentado historias tan escalofriantes como estas en su informe 'La Justicia española frente al abuso sexual infantil en el entorno familiar'. En él, alertan de las graves deficiencias del sistema a la hora de dar respuesta a las víctimas, especialmente en los casos de niños muy pequeños.
Durante tres años, Alicia siguió un programa de atención para niños abusados sexualmente en el Hospital. Con cuatro años, al regreso de sus visitas con su padre, presenta un fuerte dolor vaginal y dificultades para orinar. El Hospital le diagnostica 'eritema y erosión vaginal'. El médico forense decide denunciarlo.
En los casos expuestos, se aprecia las dificultades para acreditar los abusos debido a la corta edad de las víctimas. La Administración de Justicia, tiende a archivar las causas sin investigar en profundidad las acusaciones, dejando a los menores en situaciones de verdadero riesgo. Solo ante su presunto abusador.
Los jueces ponen en duda los testimonios de los niños por su corta edad
El informe analiza casos concretos como el de Alicia y recorre el camino judicial que la pequeña, así como otras víctimas de abuso sexual infantil, tiene que seguir en España para conseguir protección. "Los casos y los autos analizados confirman que en España no se están aplicando estándares internacionales para la protección de los niños y niñas en el ámbito de la Administración de Justicia y que resulta urgente revisar la normativa y la práctica judicial", explica Yolanda Román, Responsable de Incidencia Política en un comunicado.
La organización denuncia que en muchos casos, los testimonios de los pequeños se ponen en duda por su corta edad. O, tras un informe pericial, se archivan las causas porque el niño no da información que los jueces estimen suficiente. Es el caso de Almudena, otra niña de cinco años que, ante la petición de que cuente su caso en presencia de cuatro adultos que no conoce, se bloquea. Se cubre la cara con un abrigo y no sigue hablando. El juez y el fiscal consideraron que era "una forma demasiado madura para expresarse una niña de su edad". No pensaron que sintiera miedo, que tuviera vergüenza, que no entendiera nada. Simplemente no lo consideraron creíble y, por tanto, no había indicios suficientes para probar el abuso sexual. Se denegaron las peticiones para realizar pruebas "por innecesarias". La madre interpuso un recurso de apelación, que aún hoy reposa pendiente de resolución en alguna mesa de los organismos de Justicia.

'Exigen a un niño que se exprese como un adulto'

"La temprana edad debería ser un incentivo para esclarecer los hechos, no un impedimento añadido. No se puede exigir a un niño que se exprese como un adulto para poder probar los hechos que relata, lo que es exigible es que el Estado ponga en marcha todos los medios y las máximas cautelas para esclarecer los hechos y proteger al niño, pero lo que hemos visto es que ante la dificultad de probar hechos tan graves,los jueces prefieren archivar las causas", cuenta Román.
Además, los niños parten de una situación desfavorecida. No se les cree a ellos, pero tampoco se cree al progenitor que denuncia los abusos. Jueces, fiscales y abogados consideran que la 'madre denunciadora' ha manipulado a su hijo por el rechazo que siente hacia el padre.
Quizá que Raquel, con tres años, regrese a casa tras un fin de semana con su padre con las braguitas manchadas de sangre y dolor en la vagina no fuera suficiente indicio para un juez. Cuando en el hospital contó como su padre "le había metido algo como un cuchillo", ellos sí la creyeron y denunciaron un caso cuya investigación tardó seis meses en iniciarse. No se dictó ninguna medida cautelar y el examen forense de la niña se produjo un año después de la denuncia. Un año durante el que Raquel siguió visitando a su padre.

Deficiencias en el sistema

Es llamativa, también, la falta de especialización de los profesionalesque intervienen en los procesos judiciales de casos de abuso sexual infantil. Ni los jueces de instrucción, ni los fiscales, ni los abogados de oficio ni los equipos psicosociales o forenses de los juzgados tienen la obligación de especializarse. Esta falta de formación puede tener un gran impacto a la hora de impulsar la investigación, valorar adecuadamente las pruebas y, por tanto, decidir sobre el archivo de la causa.
En ocasiones existe un régimen de visitas sin vigilancia, pese a haber denuncia de abuso sexual
Además, en el ámbito civil se toman medidas sobre guarda y custodia y régimen de visitas, a veces cuando está abierto el proceso penal por los presuntos abusos sexuales, sin tener en cuenta los posibles riesgos para los niños. "En ocasiones vemos que existe un régimen de visitas sin vigilancia, cuando todavía están investigando los abusos sexuales o no se han descartado vía penal, que pueden significar un peligro para el niño, ya que se les está obligando a vivir con su agresor", añade Román.
En abril de 2010, cuando todavía se investigaba una segunda denuncia en el caso de Alicia, la entidad pública de protección de menores de la Comunidad, ofrece a la madre y al padre un 'plan de mejora temporal'. Tenían que declarar a la niña en situación de desamparo. En ese caso el organismo asumiría su tutela y otorgarían la guarda temporal a los abuelos maternos, teniendo tanto el padre como la madre un régimen de visitas. La madre de Alicia afirmó a Save the Children: "yo renuncio a ella porque me garantizan que, si yo no la veo, él tampoco, y considero que es la única forma de protegerla". Hoy continua luchando por recuperar la patria potestad de su hija y ha renunciado a denunciar de nuevo los abusos sexuales de los que, todavía, con seis años, se queja la pequeña Alicia.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Abuso sexual infantil, entre el silencio y la indiferencia



© 2010 Todos los derechos reservados. LA SILLA ROTA S.A. de C.V. De no existir previa autorización, queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos.
Agustín Castilla,
Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y Maestro en Administración Pública y Política por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Es panista y se ha desempeñado como diputado local, diputado federal y consejero del Poder Legislativo ante el IFE.  

Hace aproximadamente seis años abordé por primera vez de manera pública un asunto que me parece de primera importancia y que percibo ausente en las agendas de gobiernos, congresos y partidos, tanto en el orden local como federal: el abuso sexual infantil.

En aquel entonces, a partir de información y testimonios de los que tuve conocimiento, me di cuenta que más allá de los escándalos que surgen de vez en cuando a través de los medios de comunicación como los de Marcial Maciel, Jean Succar Kuri o el colegio San Felipe de Jesús en Oaxaca, los casos de abuso sexual infantil se dan con mucho mayor frecuencia de la que pudiéramos pensar y no se circunscriben a un determinado segmento social o condición particular.
De hecho, en su gran mayoría se presentan en el entorno familiar, pero al no ser denunciados ya sea porque la víctima no sabe expresar lo que le pasó, sus padres no le creen, o simplemente se abstienen de presentar la denuncia ante su desconfianza en el sistema de justicia o para evitar la "vergüenza social" así como las consecuencias adicionales que se generan cuando el agresor es una persona cercana o incluso es un miembro de la familia, el problema se minimiza y no es considerado de interés público. 
Lo cierto es que, a diferencia de la trata de personas, que ha adquirido visibilidad y atención en los últimos años, el abuso sexual infantil sigue siendo un tema marginal y aun cuando en este delito no se involucran redes delincuenciales (generalmente el pederasta actúa solo) y tampoco se persiguen fines económicos o comerciales como en la trata además de que no hay cifras concretas y los datos estimados varían mucho dependiendo de la fuente que los proporciona, afecta a decenas o quizá cientos de miles de víctimas y por tanto representa un problema social muy grave que no podemos seguir ignorando.
En primer término, tengamos claro que no es creando nuevos tipos penales o incrementando las penas como vamos a inhibir la comisión de un delito de estas características dadas las oscuras motivaciones que tiene un pederasta para actuar, a lo que hay que sumarle los altos niveles de impunidad que siguen prevaleciendo en nuestro país. Por supuesto no pretendo restarle valor a la presentación de denuncias y a la necesidad de castigar con la mayor severidad estas conductas criminales, máxime si tomamos en cuenta que un pederasta no abusa una sola vez y únicamente de la misma persona por lo que el peligro es constante, pero estoy convencido que las medidas punitivas por sí, no son una solución.
La apuesta debe ir enfocada a la prevención y para ello es indispensable generar conciencia entre las autoridades, padres de familia y en la sociedad en su conjunto sobre las implicaciones que tiene el no supervisar adecuadamente las actividades de niñas y niños en cualquier espacio público pero también en casa, en las redes sociales y lo que quizá sea todavía más importante, inculcarles que son sujetos de derechos y que nadie puede estar por encima de ellos.
Es de reconocer que ya se han realizado algunos esfuerzos en este sentido como la campaña televisiva "Mucho Ojo", pero aunque importantes no dejan de ser esfuerzos aislados a partir de iniciativas particulares. Lo que en realidad se requiere es de un programa general de prevención encabezado por el Estado, que detone la implementación de políticas públicas y de acciones coordinadas entre los sectores público, privado y social.
Otro aspecto fundamental es el de la atención a las víctimas. Cuando un menor de edad que ha sufrido abuso sexual no recibe una atención adecuada, muy probablemente padecerá las consecuencias por el resto de su vida en lo que se conoce como síndrome post-traumatico y que pueden ir desde insomnio, pesadillas, pérdida de control de esfínteres, vergüenza de su cuerpo, inseguridad, rencor o dificultad para relacionarse, hasta tendencias suicidas o riesgo de que se convierta en agresor sexual.
Peor aún, en muchas ocasiones es re-victimizado durante el proceso penal al tener que contar la historia una y otra vez, confrontarse con el presunto agresor o participar en la reconstrucción de los hechos o en la inspección ocular, con lo que revive lo que le sucedió.  Este es otro de los motivos por los que los familiares optan por no presentar la denuncia.
Como se puede apreciar, estamos ante un problema sumamente complejo que debe ser abordado de manera integral y que requiere de acciones decididas desde el ámbito legislativo y gubernamental, pero también de la participación de la sociedad. Debo decir que gracias a la labor incansable de organizaciones como la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM), Infancia Común, la Oficina por los Derechos de la Infancia (ODI) o de  Miguel Adame (ASÍ Nunca Más) ya se han registrado algunos avances por ejemplo en el Distrito Federal, pero desde luego distan mucho de ser suficientes.
Este es un tema prioritario que no puede esperar más y que nos convoca a todos. Porque el silencio y la indiferencia también nos convierten en cómplices, estamos obligados a comprometernos y a actuar ya. 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Abuso Sexual Infantil.


Los abusos sexuales infantiles representan un problema mucho más amplio de lo que se cree.  Se estima que una de cada 4 niñas y uno de cada 7 niños sufre, antes de cumplir los 17 años de edad, este tipo de maltrato, que sucede en todos los niveles sociales y en la mayoría de los casos lo cometen los familiares y allegados, de forma repetida. Este es, además, el principal motivo que ocasiona que se silencie en un alto porcentaje de los casos, alrededor del 86 por ciento.

Los abusadores suelen ser varones aparentemente normales, integrados socialmente, que desarrollan a menudo habilidades interpersonales importantes y mantienen una vida sexual normal.
Las consecuencias inmediatas del abuso sexual infantil pueden ser físicas (pesadillas, cambios de hábitos de comida) y emocionales (miedo, agresividad, aislamiento). A largo plazo, algunas de las secuelas más importantes que pueden acabar desarrollando la víctima van desde la anorexia, depresión, psicosis y prostitución, hasta la droga-dicción, autolesiones, e incluso el suicidio.


Se puede enseñar a niños y niñas a protegerse ellos mismos de estos abusos, dándoles herramientas para reconocerlos y saber decir que NO a tiempo. O bien, si el maltrato ya se ha producido, animar a contarlo cuanto antes a una persona de su confianza para que le dé solución al problema, reduciendo al mínimo las secuelas. 

La campaña de prevención de ASPASI se ocupa de sensibilizar, nunca alarmar, a todos los que están en contacto con los niños para que estén advertidos de la existencia de este maltrato y puedan, por consiguiente, aprender a defender al niño en este aspecto, enseñando a detectar si ha sido abusado, y a saber cómo actuar en caso necesario.

ASPASI

martes, 25 de septiembre de 2012

SOMBRAS.



Lo he visto en sus ojos. Nadie más se dió cuanta de ello. Nadie podría creerme jamás que aquello, estaba dentro de él.

Pero yo lo he visto una vez más. ¿Cuántas más aparecerá?
Es como una sombra tras el reflejo de la luz del techo en su mirada. Y cuando ésa sombra aparece, nada hay que pueda evitar que suceda lo que tiene que suceder.

Siento el corazón golpear mi pecho. Con tanta fuerza que temo que alguien se de cuenta de ello. Debo aprender a tranquilizarme. A no dejar que otros sepan de mi inquietud. Pero hoy no me es posible la serenidad. El miedo se apoderó de mí inesperadamente. Cuando menos parecía que la sombra viviría de nuevo en su mirada.

¿Qué he hecho? Algo tengo que hacer sin darme cuenta para que él sufra ése cambio.
Pero no sé qué es. No sé qué hay en mí para atraer a las sombras. Me gustaría saberlo para evitarlo siempre. Yo no quiero que suceda.

Quiero sentir su cariño como cuando la sombra no se apodera de él. Quiero seguir de su mano cuando me quiere de verdad. Pero no ahora. No en los momentos en que la sombra aparece. En éstos momentos todo es oscuridad...y terror.

Terror a que me haga daño, a que me obligue a hacer aquello tan sucio, a guardar silencio para que nadie nos oiga. Para que no se enteren.

Me voy a mi habitación intentando no mostrarme. Quiero dejar de existir por esta noche. Quiero irme sin hacer ruido, sin que se percaten. Convertirme yo también en una sombra, pero de las de verdad, de ésas que no hacen daño y a la que tampoco se le puede dañar.

Oigo que todos se acuestan, dejo pasar el tiempo. Escucho los sonidos de la noche y el crugir de otras camas.

Parece que todos duermen en la silenciosa noche. Pero el reloj me dice que ya han pasado dos horas desde que todos se acostaron y sé que pronto, la sombra llegará.

Ya la oigo por el corredor de la casa, siento sus sigilosos pasos acercarse y veo el manillar de mi puerta bajar para abrirse.

Es él. Con un dedo en la boca me ordena silencio. Mi cuerpo pequeño se echa a temblar. Pero no quiero ponerme nerviosa. La última noche que apareció la sombra, me puse tan nerviosa que me tapó la boca, para que nadie me escuchara gritar cuando quemó mis nalgas con su cigarrillo, para que dejara de llorar.

Él no quiere que nadie nos oiga.
No quiere que nadie sepa lo que me hace cuando la sombra aparece.
Es por mi culpa. Algo debo hacer sin darme cuenta. Él necesita castigarme para corregir mi maldad.
Y no se lo puedo decir a nadie, porque entonces, todos sabrán que soy mala de verdad...


Dice que si alguien se enterara me echarían de mi casa. Me internarían en un colegio para niñas malas y nunca, nunca más, volvería a mi hogar.
Sus manos ya están sobre mis hombros, me acerca a la cara esa cosa que guarda en los pantalones y cuando mis lágrimas mojan sus manos, sin que yo lo haya podido evitar, enciende un cigarrillo una vez más...
Sé que si me porto mal y no hago lo que él me dice, de nuevo me quemará...




UN BLOG CONTRA EL MALTRATO Y EL ABUSO SEXUAL INFANTIL

Buscando imagenes denuncia sobre el abuso a los menores para incluir en mi relato, encontré el blog cuyo enlace os dejo en cada una de las imagenes que del mismo me he traído.
Si estás en contra de la violencia física y sexual sobre menores, tu ayuda es necesaria para evitarlo. No mires hacia otro lado y denuncia. 
A.S.I. ¡nunca más! es un blog solidario contra el maltrato y el abuso infantil, donde su administrador nos da pautas a seguir y herramientas a utilizar contra los maltratadores y pederastas. Me ha parecido muy interesante todo lo que en él he visto y por éso os lo doy a conocer.

http://larebeldequenofui.blogspot.mx/


miércoles, 12 de septiembre de 2012

19 Días de Activismo por la Prevención del Abuso contra Niños




Tenemos un sueño: La creación de un mundo sin violencia contra los niños y jóvenes”



El abuso y la violencia contra los niños y los jóvenes sigue siendo, para millones de niños, una realidad
cotidiana, ya sea en la casa, en la escuela, en las instituciones o en el seno de su comunidad.
Participando en la Campaña de 19 Días, todos podemos contribuir a que emerja una cultura global de
prevención, que tenga por última meta eliminar todas las formas de abuso o de violencia contra los
niños y los jóvenes.


Algunos hechos y estadísticas (traducción libre - Fuentes de la ONU)

• Cada año aproximadamente 150 millones de niñas y 73 millones de niños en el mundo son víctimas de violación y/o de violencia sexual. Usualmente esta violencia es perpetrada en el círculo familiar.
• Se estima que entre 133 y 275 millones de niños son testigos de violencia doméstica.
• Entre 20% y 65% de los niños en edad escolar dicen haber sido víctimas de intimidación verbal o física.
• Entre 80 a 100 millones de niñas han “desaparecido” de la población mundial. Son
víctimas de infanticidio femenino, de malnutrición y de abandono.
• Cada año 1,2 millones de niños son víctimas de tráfico.
• Solamente 29 Estados han prohibido el uso de la violencia contra los niños, lo que
deja a una gran mayoría de la población mundial de menores sin protección jurídica
adecuada.
• La mayoría de los actos de violencia contra los niños son perpetrados por personas
que forman parte de su vida: padres, profesores, compañeros de clase, empleadores y
cuidadores.
• Más de la mitad (53%) de los 215 millones de niños trabajadores en el mundo, lo
hacen en condiciones de alto riesgo.
• A la fecha, un estimado de 300.000 niños son reclutados y utilizados por diversos
grupos armados en más de 30 países.


¿Por qué 19 Días de activismo?

Porque el abuso y la violencia contra los niños y los jóvenes sigue siendo un fenómeno mundial que viola los derechos del niño, dificulta su buen desarrollo y existe en todos los medios, desde la casa hasta el sistema judicial. El “Kit de Prevención” de WWSF pretende aumentar la capacidad de acción de las organizaciones, de los grupos de base, de grupos confesionales, de las escuelas, de los centros comunitarios, de los medios de comunicación, de las familias y de los ciudadanos.

¿Qué es la campaña 19 Días?
Es una coalición de diferentes organizaciones y copartícipes, incluyendo a jóvenes, que trata uno o varios de los 19 abusos mencionados más adelante, y que trabaja por la transformación social, la movilización de agentes de cambio y el empoderamiento de agentes clave para la prevención, dándole un tratamiento prioritario a ésta.

Objetivos de la campaña 19 Días

Enfocándose en la prevención de los diferentes tipos de abuso y de violencia contra los niños y los jóvenes durante 19 días, esta campaña tiene el objetivo de seguir revelando estos problemas y sus múltiples facetas, a fin de crear suficiente interés de parte de los gobiernos, de los agentes de campo y lograr el apoyo de la opinión pública a fin de mejorar las medidas de prevención y de protección.

¿Cuáles son los son los 19 temas de la campaña?

Aunque existen otras formas de abuso y de violencia, WWSF ha seleccionado los 19 temas siguientes,concentrándose en “los niños involucrados en conflicto armado” como el tema principal para el 2012

1. Niños involucrados en Conflicto Armado
2. Abusos sexuales
3. Intimidación y acoso
4. Negligencia
5. Trabajo infantil
6. Castigos físicos
7. Venta de niños
8. Prostitución infantil
9. Pornografía infantil
10. Trata de niños y niñas
11. Turismo sexual infantil
12. Prácticas tradicionales nefastas
13. Niños de la Calle
14. Discriminación basada en condiciones de salud
15. Adicciones y Abuso de Sustancias
16. Malnutrición
17. Peligros de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)
18. Secuestro
19. Pena de Muerte Juvenil



Esta campaña también busca servir de recordatorio a los gobiernos que ratificaron la Convención

Relativa a los Derechos del Niño, (ver artículos 19, 34, 35, 36, y 38 abajo) así como privilegiar la prevención, una de las 12 recomendaciones del Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños (ver P. 11 )

Artículo 19

1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas
apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.
2. Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda, procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes
cuidan de él, así como para otras formas de prevención y para la identificación, notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y observación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y, según corresponda, la intervención judicial.

Artículo 34

Los Estados Partes se comprometen a proteger al niño contra todas las formas de explotación y abuso sexuales. Con este fin, los Estados Partes tomarán, en particular, todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir:
a) La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual ilegal;
b) La explotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales;
c) La explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos.

Artículo 35

Los Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata de niños para cualquier fin o en cualquier forma.

Artículo 36

Los Estados Partes protegerán al niño contra todas las demás formas de explotación que sean perjudiciales para cualquier aspecto de su bienestar.

Artículo 38

Los Estados Partes tomarán todas las medidas necesarias para asegurar la protección y el cuidado de los
niños afectados por un conflicto armado.


Definición de abuso infantil

El abuso es cualquier forma de sufrimiento infligido a un niño, incluyendo el abandono, violencia física, sexual o psicológica, cometido por una persona que lo tiene bajo custodia, que tiene autoridad sobre él y en quien el niño debería poder confiar. (OMS, 1999) El abuso se produce en todos los entornos: el hogar y la familia, la escuela, los sistemas de protección y de justicia, el lugar de trabajo y la comunidad. El abuso no solamente tiene graves consecuencias para la sobrevivencia y el desarrollo del niño, sino que también disminuye nuestra capacidad de alcanzar nuestro potencial como familia, como comunidad y como nación. (Informe mundial sobre la violencia contra los niños y niñas, 2006)


¡La prevención es la clave! Es el medio más eficaz de proteger a un niño contra el abuso.

 La prevención contribuye a crear una cultura de no-violencia. Consiste en establecer directivas y comportamientos que permitan poner barreras a los agresores. La prevención se debería poder aplicar gracias a políticas sociales y políticas generales que impliquen a las familias, las escuelas y a los profesionales.

“Aunque no cabe ninguna duda sobre la necesidad de asistir a las víctimas (de abuso y de violencia) y de garantizar su seguridad, debería darse siempre la prioridad a las medidas preventivas”. (OMS e ISPCAN, “Previniendo el Maltrato Infantil: una guía para tomar acción y generar evidencias”, 2006)

La prevención es una amplia disciplina. Su primer objetivo es crear un ambiente que:

• Desafíe las normas sociales que toleran el abuso y la violencia.
• Mejore la capacidad de cada uno para construir hogares, lugares de trabajo y comunidades
más seguros para nuestros niños y niñas.
Se distinguen generalmente tres niveles de prevención: primaria, secundaria y terciaria.
La prevención primaria se dirige al conjunto de la población. Se trata de acciones de sensibilización sobre el abuso, tales como campañas mediáticas destinadas a los niños y a los adultos. Por ejemplo: publicidad que fomente aspectos positivos de la educación y/o programas de educación centrados en el desarrollo del niño. (Child Welfare Information Gateway)

La prevención secundaria se dirige a los “grupos de riesgo” de la población. Se trata de acciones centradas en “grupos precisos de la población infantil considerados más susceptibles de ser abusadas y grupos precisos de la población adulta considerados más susceptibles de abusar”. Ejemplo de este tipo de prevención: los servicios de ayuda a los padres jóvenes. (Australian Institute of Criminology Journal, Octubre 2000 - en inglés)

La prevención terciaria se dirige a las familias en el seno de las cuales el abuso ya se ha producido. Se trata de acciones que intentan reducir las consecuencias negativas del abuso y prevenir su reincidencia. Estos deben incluir servicios de apoyo psicológico para los niños y las familias marcadas por el abuso y/o programas para padres/tutores con familias en las que no ha habido abuso.

(Child Welfare Information Gateway)
Todos tenemos un papel importante para actuar en favor de la prevención, como responsables políticos, legisladores, miembros activos de la sociedad civil, como trabajadores o, incluso, como miembros de familias y comunidades.

 Para los responsables políticos y los legisladores, actuar debería significar desarrollar un
marco legal y político que prohíba toda forma de abuso y de violencia contra los niños.
 Para la sociedad civil, esto debería implicar presionar a los gobiernos para que aborden las
causas profundas del abuso en sus políticas y programas y atribuyan recursos adaptados a la
prevención.
 Para los ciudadanos, esto debería implicar la mejora de los conocimientos y competencias en la materia con el fin de que seamos capaces de prevenir el abuso en nuestras vidas cotidianas.

Intimidación y acoso

La intimidación y el acoso pueden ser definidos como un comportamiento hostil repetido de uno o varios niños con el fin de hacerle daño a otro. Se puede tratar de violencia física. Frecuentemente, las intimidaciones implican burlas, amenazas, etc. (www.bullying.org y www.kidshealth.org - en inglés)

Hechos

• Los acosos resultan de un comportamiento adquirido, que no es definitivo. Según varios
estudios, la mitad de los niños son acosados en algún momento de su escolaridad. Al menos el 10% de entre ellos lo son regularmente. (www.k12academics.com/sherryl_kraizer.htm - en
inglés)
• La tecnología ofrece nuevas posibilidades de acoso por medio de Internet y los teléfonos
móviles. Los niños que acosan utilizan cada vez más estos medios tales como los SMS e
Internet. Han aparecido nuevos términos como “ciber-acoso”. (Informe mundial sobre la
violencia contra los niños y niñas)
• En los Estados Unidos, el 6% de los estudiantes entre los grados 6 y 12 han experimentado el ciber-acoso. (National Center for Education Statistics and Bureau of Justice Statistics,
School Crime Supplement to the National Crime Victimization Survey, 2008-2009)
• Los adultos son notificados solamente en 1 de cada 3 situaciones de intimidación o acoso.
(http://www.stopbullying.gov)

Internet

• Se observa un notable aumento de las captaciones de niños en Internet con fines sexuales.
Según la fundación privada Centre Pew, el 60% de los adolescentes ya han recibido mensajes de desconocidos, no siempre de carácter sexual, y uno de cada cuatro niños lo considera normal. Pornografía Infantil en Internet. Relator especial sobre la Venta de Niños, la
prostitución infantil y pornografía infantil. Presentado por Najat Maalla M'jid, Naciones
Unidas, Julio 2009. P. 10)
• Las “salas de chat” se han convertido en el medio principal de atracción de menores para que participen en películas pornográficas, actividades sexuales y hasta el secuestro (idem p. 11)
• De igual manera, de acuerdo al FBI, el número de las ofensas hacia niños en línea, se
incrementa en 10% cada año (idem p 11-12)



19 Días de Activismo por la Prevención del Abuso contra Niños 1-19 noviembre.

c/o Fundacion Cumbre Mundial de la Mujer WWSF  Sección Niños-Jóvenes 11 avenue de la Paix  CH-1202 Ginebra  Suiza
Tel: +41 22 738 66 19  Fax: +41 22 738 82 48
Email: wdpca@wwsf.ch  www.woman.ch  www.YouthEngage.com


Así Nunca Más participara activamente en esta campaña, los invitamos a acercarse para organizar en México y en todo Hispanoamerica un evento digno al respecto, no dejemos pasar esta gran oportunidad de hacer algo por nuestros niños.
adame.miguel@yahoo.com.mx

miércoles, 5 de septiembre de 2012

El rol de la familia frente a un abuso sexual infantil



El abuso sexual convive con las personas diariamente y se mueve sigilosamente entre los núcleos familiares, laborales y escolares. La sensación de incremento de casos de pederastias y abusos sexuales a menores ha abierto el umbral de la desconfianza y ha sembrado el temor de los padres a limitar el desarrollo social de sus hijos a fin de protegerlos.
La Fundación para la Confianza es una organización sin fines de lucro, que cuenta con personalidad jurídica, y que principalmente pretende incentivar a las personas a desarrollar el buen trato, sobre todo en la etapa infantil, poniendo especial énfasis en la prevención de abusos sexuales a menores.

El pasado jueves, a través de las redes sociales, se inició la campaña “Me toca a mí: si tocan a un niño, me tocan a mí”, en la cual diversos rostros televisivos y del mundo del espectáculo hacen un llamado a los adultos a analizar el entorno de los niños para identificar si éste está siendo hostigado, perseguido, incentivado o derechamente abusado por un adulto.
El abuso sexual infantil está tipificado por la Ley y es cualquier acción sexual contra un menor de 14 años, a través de tocaciones, penetraciones, solicitud al menor de una acción sexual hacia el adulto, presentación de pornografía e incluso la exposición de los genitales del adulto hacia el menor.

Problema cercano

La identificación de un abuso parte de la observación de los padres y muchas veces del análisis de las educadoras de párvulos o profesores, quienes pasan la mayor parte del tiempo con los niños.

Si bien es bastante dramático cuando el hecho ocurre en dependencias externas al hogar, más dramático resulta cuando el abusar es parte de la familia.  Según la psicóloga infantil Soledad San Martín, es importante en el primer momento preocuparse por el significado de las sensaciones que el niño abusado experimenta luego del hecho, debido que éstas pueden marcar un antes y un después en el desarrollo del menor.

“Situaciones, que además de provocar incomodidad y extrañeza, traen consigo la sensación de temor, miedo, vergüenza y culpabilidad, agregarle un valor a cada una de estas experiencias es algo complicado de evaluar, puesto que cada niño  trata de asimilar lo que le ocurre de la manera que puede, siendo esta bastante subjetiva, pero claro está, que las consecuencias a nivel emocional, conductual y cognitiva, se pueden encontrar presentes desde el primer momento”, asegura la especialista.  Según su experiencia lo preocupante de aquellas sensaciones es que independiente de como se presenten en el menor, conllevan a un sentimiento de tristeza y desamparo al no saber cómo revelar aquella situación de abuso, situación que claramente el abusador trata de manejar a su conveniencia, más aún si sus víctimas presentan ciertas inseguridades, rasgos de timidez e introversión. Más sensaciones extrañas experimentará el menor si el abusador es parte de su familia y si el niño está en una edad consciente para estimar que sus padres no creerán su versión.

La psicóloga admite que existen diversas razones para que los padres no crean en la versión de los niños y se deben principalmente al miedo de los padres para enfrentar la situación de abuso dentro de su núcleo.  Inclusive  hay algunos que consideran el qué dirán los otros, por lo que consideran mejor hacer oídos sordos y atribuirlo a una confusión del menor.

Otras hipótesis apuntan a considerar los relatos del los pequeños como fantasiosos para no tener que alterar el orden familiar o porque hacer algo al respecto significa tomar medidas que implican tiempo y paciencia.

Las acciones legales en estos casos significan para los padres la tranquilidad de haber hecho algo al respecto para los niños. “La sensación de ser resguardados y protegidos, el menor se genera la respuesta ‘mi padre o madre me cree, me quiere, y me cuida’”, indica la especialista.

Se trata de un tema con bastantes matices, pero que pone en alerta a la población frente a los indicios de un abuso sexual infantil. Las leyes ya vienen y pretenden disminuir a menos de un año la fase probatoria del abuso.


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