lunes, 22 de julio de 2019

El trauma por el abuso no prescribe

El trauma del abuso sexual infantil no prescribe. Por lo tanto, el cese de la causa no impedirá que sus efectos perduren más allá del tiempo cronológico, ya que las huellas traumáticas del pasado impregnan el presente y lo asalta de un modo intermitente pero constante.

La reaparición involuntaria de la escena traumática, como un síntoma concomitante enlazado a la perturbación, genera otro trastorno, el de la temporalidad, donde se desdibuja la noción entre el pasado y el presente.
Este excesivo desborde de energía, inunda las defensas naturales del Yo y el aparato psíquico, debilitado por el esfuerzo para tramitar el estrago, queda sometido a las alteraciones permanentes de la presencia del trauma, alojado en la psiquis como un elemento extraño y nocivo.
Con un ejemplo muy claro, Freud ilustraba la huella del trauma como equivalente a una inundación y a la marca que el agua dejará para siempre en las paredes de una casa.
El padre del psicoanálisis definió lo traumático como "aquellos sucesos que, aportando a la vida psíquica en brevísimos instantes un enorme incremento de energía, hacen imposible la supresión o asimilación de la misma por medios normales y provocan de este modo, duraderas perturbaciones."
Los accidentes, las catástrofes naturales y las guerras, por su intensidad e impacto sorpresivo se ubican, junto al abuso sexual infantil, en el plano de las circunstancias más devastadoras para la vida humana.
En la boca del lobo
El trauma por el abuso no prescribe

Si quienes deben proteger y amparar dañan; si quienes son demandados en una clave de ternura responden con el lenguaje de la pasión sexual -afirmaba Ferenczi en 1932- se produce una pérdida casi total de confianza en el semejante. Sus consecuencias son más graves cuanto mayor es el vínculo, la implicancia afectiva y la autoridad simbólica que representa el abusador (familiares, amigos, cuidadores y educadores).
Si esas relaciones fallan, ya sea por ausencia, intrusión o abuso, provocarán una interrupción del desarrollo, y si el trauma acontece en las primeras etapas de la formación psíquica del sujeto, las marcas quedarán a nivel de la estructura de la personalidad, y se pondrán de manifiesto en fenómenos tales como la despersonalización y el extrañamiento.
El abuso sexual no es una experiencia, en el sentido que sea posible obtener de allí un aprendizaje.
El abuso sexual es una vivencia cruda y tan completamente cruel que sólo remite a la certeza de que lo siniestro es posible. Bajo esta premisa que se inscribe brutalmente en la psiquis, no habrá mecanismos de defensa del Yo capaces de neutralizar lo inconcebible.
La experiencia clínica nos indica que quienes han logrado ponerle palabras al trauma, recuerdan el constante esfuerzo de voluntad por expulsar la escena espeluznante del campo de la conciencia.
Lo siniestro
El temor a lo desconocido, el miedo a lo que está más allá de lo comprensible y aquello que las personas ignoran por falta de conocimientos o de experiencia producen diversos malestares que se manifiestan con mayor o menor intensidad, según el grado de cercanía a dichos objetos por un lado, y si es considerada suficiente la capacidad de control para afrontarlas por el otro. Las fobias e inhibiciones expresan de modos diferentes la aversión y la sensación de alerta frente a los miedos -ya sean reales o imaginarios- y es bien sabido que los tratamientos psicológicos, abordan estas patologías con un alto índice de éxito.
Sin embargo, cuando hablamos de abuso sexual infantil, hacemos referencia a lo siniestro como algo que excede al miedo, ya que no se puede afirmar que todo lo desconocido o novedoso sea por ello siniestro.
Algo más se agrega para crear el sentimiento de lo siniestro, el desconcierto ante la irrupción de un erotismo desmesurado provoca un congelamiento de la capacidad del niño para reaccionar ante la brutal seducción de un mayor. Muchos pacientes coinciden en mencionar que tras el abuso, quedaron inmersos en un estado de perplejidad durante años a raíz de la ruptura violenta con un vínculo primordial. "El horror relataba una mujer fue ver ese mismo rostro pero desenmascarado, miserable para implorar satisfacción pero cruel para castigarme"
Un caso por excelencia de lo siniestro es la duda de que un ser aparentemente animado, sea en efecto un viviente, o a la inversa, que un objeto inanimado pudiese cobrar vida. "El hombre de arena" es uno de los tantos cuentos en el que Hoffman utiliza con éxito ésta maniobra psicológica.
Lo siniestro rompe. Está fuera del marco de lo que suma y sirve como experiencia para el desarrollo humano. Lo siniestro se instala como una fijeza, se congela en el psiquismo y genera una obstrucción que desvía el curso normal de la existencia.
Eso, que debiera permanecer en un lugar, en el lugar del cuidado, de la protección, al producirse el abuso, exhibe lo que debiera mantenerse oculto, y toma entonces, dentro del psiquismo de la víctima, la forma espectral de lo siniestro.
El acontecimiento traumático está fuera de los parámetros de la cotidianeidad y su intensidad e impacto sorpresivo, producen una escisión subjetiva, algo se desprende del mundo simbólico quedando la víctima en un estado de desconcierto y de incertidumbre.
La huella más profunda del trauma, es que lo siniestro deja de ser una probabilidad y, tras el primer acto de abuso se convierte en una certeza. Se instalan en la subjetividad de la víctima, el desamparo y la soledad, como efectos duraderos de la acción traumática. Las condiciones necesarias para el desarrollo personal quedan abolidas por la acción del traumatismo, que no es una perturbación momentánea, sino que amenaza radicalmente la integridad del sujeto.
El abuso incestuoso
Se ha tratado de clasificar el daño que produce el abuso sexual en los niños, según el grado de parentesco del abusador, y sin duda, es en el abuso incestuoso donde el horror mostrará la peor de sus caras. El lento desarrollo de la especie humana requiere años de dependencia hasta lograr la autonomía necesaria, siendo la infancia el período de mayor necesidad de cuidados, atención y educación, incluso la adolescencia.
En ese período de dependencia absoluta, son los padres quienes toman las decisiones, sobre todo las que están vinculadas a las relaciones con las personas e instituciones. Serán ellos quienes elijan donde vivir, con que personas relacionarse, la escuela, deportes, actividades y donde profesar una religión o no profesarla. Ese liderazgo natural confiere a los padres el lugar de un saber en quienes el niño va aprendiendo a confiar y a creer.
Así es como se transfieren la confianza, el afecto y los valores entre los miembros de una familia hacia otros familiares, amigos y vecinos, tanto como a las instituciones educativas o religiosas. Cuando el abuso sexual ocurre en cualquiera de estos ámbitos (por amigos de los padres, educadores o religiosos) que fueron los depositarios de su confianza, es verdaderamente un mundo el que cae con todo su peso.
Dificultad y demora
 La dificultad para hablar de ello, la demora y el silencio de tantos años tiene que ver con el desmoronamiento de estos padres como garantes del mundo exterior.
Basta que esa certeza irrumpa violentamente en la infancia, para que la soledad, el desamparo, la perturbación, las pesadillas, la desconfianza, el miedo, la ansiedad, la depresión, el pánico, la inseguridad, las fobias, los dolores inexplicables, el fracaso intelectual y/o afectivo, incluso el odio se instalen con fuerza en la vida de un inocente. 
¿Cómo se vive en la soledad y el silencio el día después del abuso? ¿Del único, o del primero de una serie interminable de abusos? ¿Cómo se vuelve del borde, de ese límite en el abismo sin capacidad para pedir ayuda porque la confianza está exterminada? ¿Cuánto tiempo se convive con ese “cuerpo extraño” llamado trauma? ¿Cuándo dejar de ser un objeto pasivo y silenciado por el victimario, para volver a ser un sujeto en condiciones de hablar y transitar simbólicamente el drama inconcebible?
El tiempo cronológico y sus vencimientos y caducidades sólo benefician a los victimarios, porque el trauma psicológico en el mejor de los casos se atenúa.
Pero no prescribe.

Catorce claves sobre el abuso sexual en la infancia y la adolescencia



Toporosi alerta sobre la falta de recursos del sector y la falta de capacitación en la Justicia para romper con la impunidad en este delito.
Por Mariana Carbajal y Eleonor Faur

Imagen: Sandra Cartasso
Las denuncias en la provincia de Buenos Aires por abuso sexual con acceso carnal aumentaron un 15,6 por ciento el último año. Otros delitos contra la integridad sexual, casi un 30 por ciento, según estadísticas oficiales del Ministerio Público bonaerense. La última Encuesta nacional de Victimización reveló que el 87,4 por ciento de las personas que dijeron haber sido víctimas de violencia sexual en 2017 no radicaron la denuncia (ver aparte). Después de los pedidos de soborno, éste es el segundo delito menos denunciado. ¿Se está resquebrajando ese cerco de silencio que mantuvo callada e impune la violencia sexual que mayoritariamente afecta a mujeres y es cometida por varones del entorno familiar o cercano? Movimientos como el #YaNoNoCallamosMas impulsado por denunciantes de abusos sexuales por parte de músicos de rock y, más recientemente, la acusación de la actriz Thelma Fardín --acompañada por el colectivo de Actrices Argentinas-- contra Juan Darthés, empujaron a muchas mujeres a animarse a hablar. En una extensa entrevista, la psicoanalista infanto juvenil Susana Toporosi, integrante del área de Salud Mental de Adolescencia del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, de la ciudad de Buenos Aires, alertó sobre el déficit de recursos en el sector de salud para dar respuestas ante la avalancha de consultas que están recibiendo, y la falta de capacitación en la Justicia para romper con la impunidad en este delito y comprender la particularidad de los casos que involucran a niños, niñas y adolescentes, su posibilidad de expresar los abusos padecidos y dejar de considerar que “mienten”. Toporosi destaca 14 claves sobre el abuso sexual en la infancia y la adolescencia, las madres que no pueden proteger a sus hijas, los casos en que el perpetrador es un profesor o un ídolo de la víctima, los adolescentes que tienen conductas abusivas con chicos o chicas, la posibilidad de recuperación, y las herramientas para prevenirlo, entre otros ejes.

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“Lo que vemos después de la denuncia de Thelma es que empezaron a salir a la luz cantidad de relatos, e incluso la pregunta de si eso que habían sufrido de chicas había sido o no abuso”, destacó Toporosi. Al mismo tiempo, contó que recibe cada vez más adolescentes varones de escuelas secundarias porteñas, públicas y privadas, “que están pidiendo atención porque --escrachados o no-- empiezan a notar de que sus amigas les señalan un montón de cosas, que en cualquier momento van a quedar afuera de algo y están angustiados:”. También, señaló que en el hospital aumentaron las consultas de adolescentes que tuvieron conductas abusivas con chicos o chicas menores que ellos. Toporosi es autora del libro En carne viva. Abuso sexual infanto juvenil (Editorial Topia, 2018).

--¿Qué impacto social observan que tuvo la denuncia de Thelma Fardin?

--La denuncia de Thelma Fardin y el colectivo de Actrices Argentinas fue un acontecimiento que marcó un antes y un después en relación a trasmitir que uno no está solo, en este caso, solas, y que se puede romper con esta muestra fundamental del patriarcado que es la dominación de un adulto sobre niñas, niños, adolescentes a través de una apropiación de su sexualidad, de empujarlos a ingresar a una situación en la no están listos y que no es de esa manera. Cuando entrevistamos a adolescentes o a niñas en el hospital nos encontramos también con historias de sus madres y de sus abuelas, que nunca antes habían sido contadas, y que lo cuentan en la consulta a partir del abuso de una niña. Sabemos es que esto hace muchos años sucede, y nadie se animaba a relatarlo porque pensaban que nadie les iba a creer. En provincias con modelos muy conservadores, todavía sucede que una chica que trabaje en una casa pueda ser abusada por el dueño de casa y si llegara a quedar embarazada huiría creyendo que es quien provocó la situación, que es la culpable y de ninguna manera puede considerarlo como un abuso. En esa asimetría de poder, no hay como escapar de esa situación. Lo que vemos es que después de la denuncia de Thelma empezaron a salir a la luz cantidad de relatos, incluso la pregunta de si eso que habían sufrido de chicas había sido o no abuso.

--¿Qué efecto tiene el abuso sexual en niñas, niños y adolescentes?

--Algo muy importante para entender esta temática es comprender qué implica lo traumático, qué efecto tiene el abuso sexual sobre subjetividad del niño, niña o adolescente. Cuando decimos traumático nos referimos a que aporta un exceso de excitación que desborda al Yo de esa nena, y está todo el tiempo presente. Como cuando alguien vive alguna situación muy violenta y no se la puede sacar de la cabeza. Al principio es así. Luego ese chico o chica empieza a tratar de hacer algo para poder seguir viviendo con eso y aparecen ciertos mecanismos que muchas veces llevan a que esa vivencia quede encapsulada, y no la recuerden. Pero para encapsular eso, el Yo de esa persona tiene que usar muchísima energía y entonces se queda bastante empobrecido, incluso para identificar situaciones que pudieran estar ligadas a eso traumático.

--¿Por esa razón puede ocurrir que una madre que sufrió en su infancia situaciones similares no pueda proteger a una hija de un padre o abuelo abusador?

--Exacto, y no es que sean malas madres --aunque, claro, hay madres perversas que pueden ser cómplices-- pero en muchos casos vemos que son madres que también estuvieron atravesadas por una vivencia traumática de ese estilo, lo han encapsulado para que eso no retorne, y es como si no pudieran pensar que a su hija o su hijo les puede pasar algo similar y no pueden detectar las señales. Si ellas pudieran contar eso, se desarmaría ese encapsulamiento. Con la denuncia de Thelma empiezan a aparecer personas que tenían esto como apartado; su relato por algún lugar se conecta con algo propio y surgen muchísimos síntomas en mujeres que piensan que podrían haber sido abusadas. Es el cuerpo el que registra lo traumático, siente los impactos y empieza a traer recuerdos y escenas. En los días posteriores la cantidad de consultas fue muy importante. Es valioso que esto esté sucediendo después de años de silenciamiento. Algo silenciado desde un poder que trabaja para que eso no salga a la superficie, no se conozca, para que las personas no hablen, no se junten. Por eso fue tan importante la denuncia de Thelma.

--La antropóloga Rita Segato advierte que la violación es un crimen del poder, en el que no hay deseo sexual. ¿Qué mueve al abuelo a abusar de sus nietas, o al padre o padrastro de la hija, a Cristian Aldana de sus fans…?

--Coincido con Rita Segato. No se trata de disfrutar con la sexualidad. Tiene que ver con un goce con el poder de someter y dominar a otro y el arma es la sexualidad. No cualquiera puede hacer esto. Podríamos decir en general que son sujetos perversos, que tienen en su aparato psíquico mecanismos que les permiten gozar sometiendo a otro desubjetivándolo, sin conectarse con el sufrimiento del otro. Esa es la conexión. Pero la persona perversa utiliza justamente la posibilidad de esa asimetría entre un adulto y un niño, y la cercanía y familiaridad que tienen con él para poder estar a solas, y poder ejercer ese dominio sobre el otro. Es una persona que no se angustia y cuya sexualidad necesita repetir el abuso cada vez con mayor frecuencia.

--¿Cómo juega la impunidad en su accionar?

--Para que un sujeto perverso despliegue su condición tienen que haber ciertas condiciones de impunidad en el entorno. Puede ser que alguien pueda empezar con esto, pero si se va a encontrar con una serie de consecuencias, probablemente va a ser diferente el modo en que se va a desplegar.

--Usted trabaja hace varios años con adolescentes que han tenido algunas conductas sexuales abusivas con chicos o chicas más pequeños. ¿Qué tienen en común?

--En primer lugar quiero decir que no hay que nombrarlos como abusadores, porque tenemos que diferenciar su sexualidad de la de un adulto. Nombrar a alguien como abusador tiene efectos muy fuertes para que alguien termine siéndolo. No es lo mismo decir que alguien tiene conductas que decir que es un abusador porque la adolescencia es un período de construcción de identidad. ¿Qué tienen en común? Encontramos el antecedente de que algunos vivieron situaciones de abuso sexual en su infancia y otros, no, pero vivieron otro tipo de abusos emocionales y situaciones muy dolorosas como por ejemplo, muchas ligadas a figuras paternas: un papá que se fue y no lo vieron más, y de repente lo ven en Facebook con otra familia y otros hijos, o un papá que después de muchos años vuelve de visita y habla con su hermano mayor y a él no le dirige ni una palabra. Trabajo con un sector social que ha vivido muchos desamparos y maltratos. Encontramos el efecto de lo social sobre la ruptura de lazos familiares, progenitores con conductas que han provocado mucho dolor. Son adolescentes que se sienten muy desvalorizados y tener un gesto de domino y poder sobre alguien considerado más débil en la sociedad de pertenencia, que sería un niño o niña, sería de alguna manera intentar reconstruir una sensación de mucha desvalorización propia, y a la vez hacer algo para ser reconocido en la comunidad de varones. Aunque a veces no se lo cuentan a otros chicos, dentro de su propia cabeza funciona. En relación a Aldana, hay que entender que nuestro Código Penal actual establece que hasta los 13 años aunque una chica diga “yo estoy enamorada”, no hay posibilidad de considerar ningún tipo de consentimiento. Y entre los 13 y los 16, cuando se trata de una persona mayor de edad no se puede tampoco dar el consentimiento.

--¿Hay diferencias entre un abuso cometido por un compañero y cuando se trata de un adulto?

--Haría primero una distinción: en las relaciones entre pares pondría una palabra clave que es el consentimiento y cuando hay un adulto, la palabra clave es responsabilidad. La cría humana necesita mucho tiempo, requiere de muchos años de dependencia con el adulto hasta el final de la adolescencia. La relación entre un adulto y una adolescente es siempre en asimetría. Un adolescente puede parecer muy independiente pero necesita todavía del mundo de los adultos. El que está en el polo adulto de esa asimetría tiene responsabilidad siempre de quien está en el otro polo. Eso sirve para pensar situaciones como la de un profesor y una alumna que se llevan pocos años, incluso en una universidad, donde podríamos no encontrar muchos años de diferencia. Pero la relación docente-alumna genera una serie de fenómenos de transferencia, de idealización. Hay que pensar esas relaciones desde esas asimetrías de poder, donde quien está en ese polo tiene responsabilidad sobre el otro. No están en igualdad de condiciones. Después del manifiesto de las alumnas del Colegio Nacional de Buenos Aires e incluso antes, empezaron a aparecer un montón de situaciones con distinta gradación en el mundo adolescente. Entre ellos, la palabra “abuso” circula como agua. Me parece que es complicado por lo mismo que no nombraría abusador a un adolescente que tuvo una conducta abusiva, no porque no lo considere una situación seria, y que ese chico necesita un tratamiento, y organismos de derechos se involucren, porque ahí hubo una transmisión de legalidad que no se produjo, y hay algo que debe instalarse. Ese adolescente necesita un trabajo de construir responsabilidad. La responsabilidad se construye. La adolescencia es un momento clave para construir responsabilidad.

--¿Qué resultados están observando con el abordaje terapéutico de adolescentes que han tenido conductas abusivas?

--Esos chicos nunca fueron escuchados ni considerados como sujetos. El espacio terapéutico donde son alojados, a través del vínculo que se arma, les muestra que hay alguien que está disponible para intervenir y escuchar en un vínculo de confianza: eso es lo que repara. Por eso mismo está clarísimo en los casos de adultos que son perversos las condiciones de la cárcel --como están pensadas en nuestro país-- son absolutamente contrarias a las que necesitaría una persona de esas características para poder recuperarse, que es conocer lo que es un vínculo de confianza. Muchas veces, la terapia resulta la primera vez donde alguien los espera, los escucha, cree lo que dicen, porque no tuvieron adultos con quien armar ese vínculo de confianza. Cuando esa experiencia se da, esos chicos realmente salen en otras condiciones. Por supuesto también es muy importante lo social, que pasa en su casa, porque si sigue en condiciones adversas es muy difícil. Y hay otras cosas importantes: los sistemas de salud, los recursos, las políticas, porque estamos viviendo en un momento en que se considera la salud como un gasto inútil que hay que recortar. Son pibes que necesitan por lo menos uno o dos años de trabajo familiar, y para eso hace falta terapeutas y capacitación y estamos con un sistema de salud que está explotado y cada vez da respuestas más acotadas, más breves porque todo el mundo está más desbordado.

--Más allá de las situaciones de abuso, ¿está recibiendo consultas vinculadas a situaciones que tienen que ver con cómo rearmar las pautas culturales, los códigos de levante, la manera de pensar las masculinidades, entre adolescentes?

-- Lo que veo en las consultas de los adolescentes de colegios secundarios públicos y privados de la Ciudad, es que están pidiendo atención porque se encuentran con que fueron escrachados, o no, pero empiezan a darse cuenta de que sus amigas les empiezan a señalar un montón de cosas, y que en cualquier momento van a quedar afuera de algo, si ya no lo hicieron, y están angustiados. Muchos varones tienen muy naturalizada una conducta avasallante, más narcisista de no tener tan en cuenta al otro y todo esto que está sucediendo los está dejando mal parados en grupos. Esto es lo que los mueve a la consulta.

--¿Hay diferencias en cómo se puede procesar un abuso sexual ocurrido en la infancia cuando se trata de una chica o de un varón?

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--En ambas situaciones son traumatismos de alto impacto. Pero el procesar una situación traumática no depende solamente del hecho ocurrido entre ese chico o chica y el adulto que los abusó, sino de muchísimos otros factores relacionados con el entorno. Que una situación no se silencie y se denuncie tiene un efecto muy importante en el procesamiento psíquico individual de cada uno de los que vivieron ese traumatismo. No es lo mismo que en la sociedad quede dicho públicamente quién fue el que provocó el daño y quién el dañado, que si nadie lo dice: ya en el decir colocás en el lugar a cada uno y con eso comienza la posibilidad de procesamiento para el psiquismo individual. Fíjense lo que pasó con la Guerra de Malvinas: Cuando volvían los ex combatientes nadie les preguntaba qué les había pasado y no tenían posibilidad de contarlo. Como no quedó dicho en la sociedad lo grave de lo que esos chicos habían atravesado, terminaron suicidándose más que los que murieron en el campo de batalla. Lo que pasa a nivel colectivo tiene un impacto muy importante a nivel individual. Muchos varones no han denunciado los abusos porque es vivido como algo mucho más vergonzante, la idea de que probablemente va a ser homosexual hace que seguramente ellos hayan vivido más en soledad la situación de abuso que las chicas.

--¿En chicas que han sido abusadas queda como secuela una dificultad de acercarse amorosamente a un varón?

--Formo parte de un equipo de investigación sobre este tema en la UBA. La primera exploración fue cualitativa, sobre sobre los efectos en la apropiación de la genitalidad de chicas que fueron abusadas sexualmente en su infancia. No podría responder estadísticamente pero vimos que en la gran mayoría de las chicas, además de una gran dificultad para conectarse con su propio placer en el cuerpo, tenían dificultad para acercarse a los varones. Es una situación que deja una marca en relación a mucha desconfianza hacia el otro en general.

--Pareciera que un abuso va gestando otro… ¿Cómo se puede cortar esa rueda?

--Es fundamental la imprescriptibilidad del delito de abuso porque las personas que lo sufrieron hablan años después. El tema de que lo que cada uno trae en la cadena es muy complejo: si un chico fue sobrecargado con sexualidad adulta en un abuso, tiene esa sobrecarga: es como si lo picó un mosquito --voy a usar una metáfora--, el mosquito ya no está pero tiene la roncha que le pica en el propio cuerpo. Esa sobrecarga excitatoria es algo que está en el propio cuerpo, que es un exceso, que necesita una descarga, entonces va a buscar muchas veces a otro chico, que puede ser un par, para hacerle lo que le hicieron, pero no solo por una descarga física sino por una posibilidad de repetir algo para ver si puede entender, tramitarlo de alguna manera para que no le siga dando vueltas a la cabeza. Como en la metáfora de la roncha y el mosquito, ya no necesita más que esté el abusador, ya está dentro del propio sujeto, y eso lo impulsa a repetir y se van formando esas cadenas. Es fundamental la Educación Sexual Integral. En esos casos hace falta que un adulto intervenga.

--¿Se sigue apelando al falso Síndrome de Alienación Parental en causas judiciales para garantizar impunidad a abusadores?

--El llamado SAP es un invento que se le intentó dar un cariz científico pero que ya fue descalificado por la OMS y otros organismos. En nuestro país tuvo un auge en los años 2000 y generó un fenómeno en los juzgados donde fueron tomadas esas ideas y hoy día siguen siendo muy pregnantes. De cien denuncias penales a abusadores, cuando el vínculo es el padre, hay uno o dos que quedan condenados. Todos lo demás quedan absueltos y con esa sentencia empiezan a reclamar en lo civil la re vinculación con los hijos, que en la mayoría de los casos no los quieren ver. Y muchas veces las madres son consideradas, por jueces, juezas, fiscales --hay muchas mujeres que son más defensoras del patriarcado que los varones--, como mentirosas.

--¿Cómo actúa la justicia?

--Parte de la idea de que mienten. Los chicos tienen que hablar y contar lo que les hicieron en Cámara Gesell: alguien que fue traumatizado por su padre le tiene que contar a un entrevistador al que ve por primera vez, que no conoce, con palabras, lo que le hicieron, y es algo que no lo puede pensar en su cabeza, aquello no se lo puede decir a nadie, ni siquiera a la mamá, pero lo tiene que decir con palabras porque si no, no se lo considera prueba. Se lo trata como un adulto. No se entiende que un niño se expresa de otras maneras. Cuando alguien vivió un traumatismo lo que más afectado queda es el cuerpo. El chico tiembla, se larga a llorar de golpe, empieza con palpitaciones, está en alerta ante cualquier ruidito, en la entrevista está mirando para atrás, en actitud vigilante. Son todos modos de expresiones corporales. Siempre habla el cuerpo más que las palabras en lo traumático. Y se le está pidiendo a un chico que hable con palabras para que eso valga como prueba para poder condenar al adulto abusador. Además, a los chicos les hacen la prueba de credibilidad del relato, cosa que no existe con los adultos y es el que más podría mentir. El niño no puede mentir sobre una situación de sexualidad adulta si no la hubiera vivido porque la sexualidad infantil no tiene nada que ver con lo genital.

--¿Cómo se puede trabajar en la prevención?

--Uno de los elementos es el de la obediencia de los niños a los adultos. Obedecer tiene esta contracara. Es importante incluir la idea de que si hay algún adulto obligándole a hacer algo que no les gusta pueda desobedecer. Primero saber de antemano qué es un abuso y saber que se puede apoyar en un colectivo que le puede decir que no a un abuso.

* La entrevista fue realizada en el marco del curso de Comunicación, Género y Sociedad, del Área de Comunicación y Cultura de Flacso Argentina, coordinado por las autoras.

Puebla, tercer lugar en abuso sexual infantil



Pedofilia: los grupos ilegales buscan material sexual con niños, anonimato y dinero


Cuando se habla del delito de abuso sexual infantil online se remite a un complejo ecosistema que, desde la clandestinidad, genera ganancias muy importantes. Roberto Martínez, analista senior de seguridad de Kaspersky Lab, una de las firmas de seguridad informática más reputadas del mundo, afirma que una sola red de pornografía infantil es c apaz de atraer alrededor de 100.000 visitantes por día, generando para los involucrados ingresos mensuales por cerca de cinco millones de dólares.
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Según informes publicados por Spam Nation, de Brian Krebs, una suscripción de acceso mensual a sitios conocidos como "strawberry" o "lolitas" puede costar alrededor de 40 dólares. Sin embargo no solo se trata de obtener beneficios económicos: también se crean grupos de intercambio que solo buscan tener acceso a material de este tipo.
Hay acciones en diferentes plataformas, desde comunicación vía correo electrónico convencional -pero usando lenguaje en clave para no ser identificados- hasta distribución de material por medio de archivos cifrados por correo, en algún servicio de la nube o mediante un USB. "Este ecosistema está compuesto por infraestructuras conocidas como BulletProf, que están conformadas por redes o proveedores de servicios de hosting que por su ubicación geográfica o condiciones políticas hacen muy difícil el rastreo o la realización de alguna acción legal. Es allí donde se almacenan y desde donde se distribuyen las imágenes", explica Martínez.
Según este especialista, un componente importante del sistema son los sistemas de procesamiento de pagos de forma anónima, exclusivamente diseñados para operaciones relacionadas con este tipo de mercado para evitar cualquier persecución de una persona en particular.
Como ejemplo, señala el Alfa Pay, que procesa pagos relacionados con pornografía infantil, y la aparición de criptomonedas, otro factor que ha facilitado la realización de transacciones financieras de estos grupos.
Martínez recomienda trabajar en la comunicación entre padres e hijos sobre los peligros online y sobre cómo proteger a los chicos evitando prácticas que los expongan. "Lo ideal es hacerlo desde el momento en que tienen su primer acceso a la tecnología. La pedofilia no es una amenaza asociada necesariamente a internet. Más bien está relacionada con el comportamiento de las personas que abusan de los medios digitales o de la tecnología", insiste.
Además, recomienda a los gobiernos e instituciones policiales realizar campañas en las escuelas, centros comunitarios o incluso masivas y digitales, e invita a las familias o a las víctimas a que denuncien estos delitos.
Desde fines de 2017 la Argentina adhirió al Convenio de Budapest, que permite la cooperación entre países y establece medidas procesales para cualquier delito que posea evidencia digital. "Este ha sido un paso importante, ya que los grupos de pedófilos se encuentran en diferentes países. Por eso, la colaboración internacional es un factor esencial para combatirlos", concluye Martínez

Denuncias y síntomas

  • Según el Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Ciudad, el 50% de las denuncias de pedofilia corresponden a la provincia de Buenos Aires y el 30%, a la Capital
  • Algunos síntomas que, desde la psicología, se atribuyen a indicios manifiestos de abuso sexual infantil son: aumento de pesadillas y problemas para dormir; retracción, angustia, ansiedad y depresión; lenguaje hipersexualizado para la edad, lesiones genitales y cambios negativos en el rendimiento escolar

Imprescriptibilidad: el peor abuso


“No podrán prescribir los delitos sexuales contra menores de edad”. Así de clara y tajante es la nueva normativa aprobada por el Congreso. Esto significa que, desde ahora, no se limitarán los plazos para perseguir penalmente a quien corresponda y se propicia que las víctimas puedan hacer su respectiva denuncia sin la presión de plazos establecidos.

De esta manera la legislación marca un antes y un después, que se suma a otros avances en materia de infancia como ha sido la campaña #ElPeorAbuso, que es un llamado a la acción para que todos se comprometan a detectar, denunciar y detener un daño que afecta a las personas más vulnerables de la sociedad, como lo son nuestros niños.

El abuso sexual infantil se define como el sometimiento o la exposición de un niño a contacto, actividad o conductas sexuales. En este escenario, el Presidente Piñera fue enfático: “El sentido profundo de esta ley es muy simple: si las huellas, las cicatrices y el dolor de los delitos cometidos contra niños abusados sexualmente no prescriben, no se borran, tampoco se debe borrar ni mucho menos prescribir la responsabilidad penal de los abusadores”. Así lo señaló el jefe de Estado en la Promulgación de la normativa.

De esta forma, estamos llevando a la práctica aquellos acuerdos de la Mesa Nacional por la Infancia, porque concretamos avances importantes en las materias que se relacionan con nuestros niños. 
La ley -que apunta a la imprescriptibilidad penal y civil de los delitos sexuales contra los niños-, brinda además la posibilidad que las víctimas denuncien sin la presión del tiempo y posibilita interponer acciones reparatorias contra quienes resulten responsables, también incluye a terceros que no hayan impedido el delito. De esta forma las víctimas tendrán ahora un derecho permanente a perseguir responsabilidades cuando se sientan preparadas y garantizándoles así el acceso a la justicia.
#ElTiempoNoEsExcusa ha sido uno de los mensajes fuerza que ha emitido el Gobierno para comunicar este avance, de manera de interiorizar a la comunidad que el tiempo no seguirá siendo sinónimo de impunidad.

De acuerdo a las estadísticas, cada 33 minutos un niño o niña es abusado en Chile, una situación gravísima que es una alerta que no nos puede dejar indiferentes como ciudadanos, servidores públicos y padres.
Las medidas, que hoy ya son ley, se enmarcan en el compromiso adquirido por la Administración Pïñera con la protección de la Infancia, la búsqueda de mayor seguridad y la defensa de las víctimas.

Fin a la impunidad de los abusadores. Esa es la consigna que ha sido transversal para el Poder Ejecutivo y Legislativo, que ha permitido sacar adelante una normativa que cita precedente, colocando siempre a #LosNiñosPrimero. 

Sin embargo, el Gobierno sigue trabajando y dará suma urgencia al proyecto que perfecciona el Registro de Ofensores Sexuales, que fue aprobado por la unanimidad en la Cámara de Diputados y que busca prohibir que las personas condenadas por delitos sexuales puedan trabajar con nuestros niños.

CAPACITAN A FUNCIONARIOS MUNICIPALES SOBRE DETECCIÓN Y ATENCIÓN DE ABUSO INFANTIL


El Gobierno Municipal a través del Instituto Municipal de las Mujeres (IMM), ofreció el taller “Diagnóstico, prevención e Intervención primaria en casos de abuso”, dirigido a servidores públicos, sociedad civil y colaboradores de la industria manufacturera, con la finalidad de brindar información pertinente para la conceptualización del abuso infantil, así como herramientas básicas para su diagnóstico y estrategias de intervención y prevención.
Dentro de las temáticas que se abordaron se encuentran el diagnóstico bajo modelo proyectivo y del desarrollo, conceptualización básica del abuso sexual, herramientas básicas de intervención y herramientas básicas de prevención del fenómeno del abuso sexual.
El taller fue impartido por María Cristina Lima Ojeda, presidenta de Seguimiento y Detección de Intento Suicida y Abuso Sexual A.C. (SYDISAS A.C.), y la terapeuta Karla Cristina Romero Lima, especialistas en temas de violencia sexual.
Con este curso se busca fortalecer a las instituciones involucradas en la prevención, detección y atención del abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes, proporcionando elementos que permitan brindar un servicio integral a las víctimas.
Desde el Instituto Municipal de las Mujeres, se trabaja por combatir la violencia contra niñas, niños, adolescentes y mujeres en cualquiera de sus formas desde el ámbito público y privado, mediante la prevención a través de campañas en medios de comunicación y redes sociales, cursos, talleres e información en escuelas, empresas, centros comunitarios, instancias gubernamentales y asociaciones civiles.
Para más información sobre la labor del Instituto Municipal de las Mujeres, comunicarse al número 072 extensión 2604 o acudir a sus instalaciones en la Calle 4ta #2411 Col. Centro.

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Los especialistas consideran que la Argentina está hoy entre los países con mayor circulación de pornografía infantil en el mundo; sin embargo, eso no se traduce en causas penales ni en condenas
Ricardo Russo, el médico pediatra detenido por distribuir pornografía infantilRicardo Russo, el médico pediatra detenido por distribuir pornografía infantil
Los especialistas consideran que la Argentina está hoy entre los países con mayor circulación de pornografía infantil en el mundo; sin embargo, eso no se traduce en causas penales ni en condenas

Los investigadores de ciberdelitos saben que cuanto mayor sea la demanda de pornografía infantil, mayor será el número de víctimas. Con tantos niños abusados sexualmente para registrar el aberrante momento en una imagen o en un video, y revictimizados una y otra vez en tanto el material se viraliza en grupos transnacionales de pedófilos, hay urgencia por apresurar los tiempos de las investigaciones, generar conocimiento y prevención en la sociedad, y cerrar los vacíos legales que dan la ventaja a los criminales. Pero, por ahora, la respuesta de la ley ante tamaño problema es muy baja.


En 2018 hubo detenciones solo en el 5% de los allanamientos realizados por la Dirección de Prevención e Investigación de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad. En lo que va de 2019 ya hubo sospechosos apresados en el 39% de los procedimientos. El año pasado, en 59 allanamientos solo resultaron detenidas tres personas, algo que los especialistas consultados por LA NACION relacionan con las penas bajas que existen por producción, distribución y tenencia de pornografía infantil. Este año, al cabo de 23 procedimientos hubo nueve aprehendidos, entre ellos, el pediatra del Garrahan Ricardo Russo, apresado a fines de mayo pasado en el hospital de niños porteño.

De un año a otro se produjo el triple de detenciones en menos de la mitad de operativos. Un buen avance que, sin embargo, confirma que resta un largo camino por recorrer. Sobre todo si se toma en cuenta un dato estremecedor: durante 2018, el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad recibió a diario del National Center of Missing and Exploited Children (Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, Ncmec, según sus siglas en inglés), un promedio de 128 reportes de delitos sexuales con menores que estarían ocurriendo en la Argentina; se calcula que el tráfico de pornografía infantil alcanzó en el país los 66.000 videos el año pasado. En 2013 se habían reportado 21 casos.



El comisionado general Carlos Gabriel Rojas, que conduce la Dirección de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad, dijo a LA NACION: "En su mayoría, las personas a las que allanamos por pornografía infantil no tienen antecedentes, así que se benefician con penas excarcelables, probation o incluso con simples notificaciones, lo que significa que vuelven a sus casas de inmediato".

En 2018, la policía porteña abrió 176 sumarios por pornografía infantil, de los cuales 106 no llegaron siquiera a la etapa de allanamiento, algo que según Rojas ocurre porque, en varios casos, es difícil determinar la edad de personas que se ven en imágenes sexualizadas descubiertas a partir de ciberpatrullajes, en especial cuando se presume que tienen entre 16 y 19 años.

 Un mes después de la caida de Russo, un especialista en rehabilitación física fue detenido por producir e intercambiar material sexual explícito con menores Un mes después de la caida de Russo, un especialista en rehabilitación física fue detenido por producir e intercambiar material sexual explícito con menores Crédito: CIJ
La detención del pediatra Russo visibilizó una problemática que a nivel mundial se extendió tanto a redes sociales como a la deep y la dark web. Para Robert Muggah, cofundador y director de investigaciones del Instituto Igarapé, las compañías tecnológicas aún tienen problemas para regular este tipo de contenido en sus plataformas. "La pedofilia online se generalizó y hace imposible conocer el alcance y la escala real de esta problemática. Pero sabemos que existen millones de páginas de contenido. Además, se estima que un 80% de todas las visitas a la dark web están conectadas a la pornografía infantil, y aunque no existe un perfil ?típico' para los pedófilos online, la gran mayoría son hombres", dijo a LA NACION.

De perversiones y de leyes

Muchos de los allanamientos del año pasado se hicieron antes de la modificación del artículo 128 del Código Penal, que ahora castiga la tenencia de material pornográfico con una pena de cuatro meses a un año de prisión. "Existen varios ?grises' en muchos de los casos que tenemos. Algunos se truncaron técnicamente porque no se pudo determinar un domicilio físico, dado que la IP estaba enmascarada por el uso de la red TOR. O descubrimos una conexión a un sitio de pornografía infantil y eso solo no alcanza para detener a nadie, ya que el usuario pudo haber bajado material por error al intentar entrar en una página sospechosa o al bajar una película ilegalmente (algo que ocurre a diario)", agregó el jefe policial.

Aunque una imagen puede ser una pista, los investigadores necesitan seguir otros rastros para asegurarse de que van tras un pedófilo. Rojas y su equipo tampoco descartan que haya casos de menores que conviven con un presunto pornógrafo. "En los allanamientos siempre buscamos a niños en peligro y es habitual encontrarlos. En esos casos nos interesa proteger al menor para asegurarnos de que no haya existido un abuso filmado y divulgado online. Pero no siempre se los puede aislar ya que no siempre contamos con suficiente evidencia para acusar a una persona de pedofilia", continuó Rojas.

Fernando Tomeo, abogado especializado en delitos informáticos, considera que "las penas por pornografía infantil deberían modificarse", y que debe haber "un debate serio en el Congreso para generar una reforma integral de las figuras de cibercrimen".

Afirma Tomeo: "En delitos que involucran a menores, las penas deben ser ejemplarizadoras. La tecnología nos invadió y existen nuevas modalidades delictuales que tienen que ser sancionadas porque el daño que se causa con la inmediatez de la tecnología es muy grande. Es importante actualizar las normas de procedimiento y de prueba vinculadas al ciberdelito y establecer una normativa aplicable a la prueba digital".

En el mundo, los organismos de seguridad, los grupos de ciberpatrullaje, las organizaciones de protección infantil y las compañías de medios sociales trabajan para disuadir, interrumpir e investigar estas prácticas. Pero es un proceso difícil ya que las redes de pedofilia alcanzan a millones de usuarios que ocultan sus actividades mediante el uso de tecnologías cifradas.

"Hay un fuerte debate global sobre cómo lidiar con la pedofilia online. Algunos grupos que trabajan en abuso sexual infantil, como la Fundación Lucy Faithful (Reino Unido) o el Proyecto Dunkelfeld (Alemania), creen que es fundamental trabajar con pedófilos para cambiar su comportamiento; los social media bregan para lidiar con pedófilos "no ofensivos" o "anticontacto", quienes dicen sentirse atraídos por los niños, pero estar en contra del sexo y la pornografía infantil entre adultos y menores. Twitter, Tumblr y Reddit recibieron críticas por permitir que estos individuos tengan una cuenta social y una voz, ?normalizando' sus prácticas", contó Muggah.

Este especialista considera que el filtro de contenidos por parte de las empresas de tecnología podría ayudar, aunque no siempre se ha tenido éxito al respecto. En el caso de YouTube, donde una gran parte del problema es la forma en la que los algoritmos de recomendación dirigen a los usuarios a contenidos específicos, incluidas las imágenes sexualizadas de niños, o la sección de comentarios, que permite a usuarios compartir enlaces pornográficos explícitos e identificar niños y usuarios directos. "Solo se necesitan entre cuatro y seis clics para pasar de imágenes inofensivas a otras explícitas", reveló.

Tanto para Tomeo como para Muggah involucrar a los "gigantes", como Google y Facebook, ayudaría a reducir el avance de la problemática. Desde la mirada legal, Tomeo considera que en la Argentina debería estar vigente la normativa de Proveedores de Servicios (tendría que existir hace dos años), que obliga a las empresas enfocadas en las tecnologías a colaborar con la Justicia de forma inmediata y no solo en el fuero criminal, sino en cualquier tipo de investigación.

Sostiene Muggah que "hay indicios de una creciente colaboración entre las empresas de tecnología y los grupos dedicados a la protección infantil". YouTube se asoció con grupos como Internet Watch Foundation (IWF) para proporcionar archivos de referencia de huellas digitales de material conocido sobre abuso sexual infantil, donde identifican y eliminan el contenido ilegal mediante el seguimiento de los hash criptográficos y la detección automática cuando alguien intenta cargar una imagen indecente conocida en su plataforma.

Cuando se habla del delito de abuso sexual infantil online se remite a un complejo ecosistema que, desde la clandestinidad, genera ganancias muy importantes. Roberto Martínez, analista senior de seguridad de Kaspersky Lab, una de las firmas de seguridad informática más reputadas del mundo, afirma que una sola red de pornografía infantil es capaz de atraer alrededor de 100.000 visitantes por día, generando para los involucrados ingresos mensuales por cerca de cinco millones de dólares.

José Andrés Murillo y abuso infantil: "Si los tratamos de manera abusiva, no nos sorprendamos tanto"


José Andrés Murillo y abuso infantil: 'Si los tratamos de manera abusiva, no nos sorprendamos tanto'



Este nuevo inmueble, "un espacio gigantesco" según Murillo, cuenta con las condiciones para atender la gran cantidad de denuncias por abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes. "Nos llegan tantas solicitudes de personas que nos piden acompañamiento. Esta es la casa para las víctimas, que merecen encontrar un espacio para salir adelante", sostuvo.

El activista asegura que muchas veces la misma víctima es "silenciada por años" hasta que logra hablar, buscar reparación y acompañamiento. "Nosotros no decimos que guardan silencio, sino que son silenciadas por el agresor o por el contexto. Por eso, queremos crear las condiciones para que eso se rompa. Cuando uno comienza a hablar encuentra las facilidades de superación", aseguró.

Clave en ese proceso es la reciente promulgación de la ley que declara imprescriptibles los delitos sexuales contra menores de edad. Al respecto, Murillo subraya el "tema simbólico, en el que el país dice 'esto es inaceptable'. El tiempo jamás puede ser garantía para que una persona pueda seguir cometiendo abusos", agregando que "la reparación del trauma pasa por la justicia, porque parte de ese mismo trauma pasa por su falta, y por la traición” que implica el que el 95% de casos de abusos sean cometidos por personas cercanas, y que la clásica idea del "abusador que salta detrás de un matorral, sucede, pero es un porcentaje muy bajo".

Ante el aumento de denuncias en los casos de abusos sexuales infantiles, Murillo siente que "de repente abrimos una olla y nos dimos cuenta que había una realidad infinita" de personas que "no hacían la conexión entre el dolor psicológico y un evento traumático, y comenzaron todo un camino de autodestrucción". Por eso, enfatiza, "queremos poner las herramientas necesarias para que puedan entrar en este camino de reconstrucción interior".

El abuso sexual infantil, según Murillo, es algo que puede prevenirse creando "contextos de buen trato", en la familia o la comunidad escolar. "El buen trato previene el abuso porque lo hace evidente cuando ocurre. En comunidades abusivas o maltratadas el abuso no se ve", aseguró, al tiempo que dio una alerta respecto a que "la paranoia no protege, sino la confianza lúcida y comprometida. Es mucho más preventivo que el niño sepa que tiene un adulto de confianza que, como hacen muchos colegios, enseñarles herramientas de defensa personal".

También, insiste, es necesario que la sociedad siga hablando del tema. "Hay medios que hasta 2010 tenían prohibición de hablar de abusos para no incomodar a la Iglesia Católica. Eso se rompió". Es en esa institución donde Murillo dice que "ojalá los cambios no sean cosméticos, de trasladar o sacar obispos, porque se necesita una reforma estructural en la manera de tratar el poder, la jerarquía, el abuso de conciencia. El abuso sexual es una consecuencia más del abuso de poder".

Lo cual también ocurre dentro de familias o colegios. "Si a los niños, niñas y adolescentes los tratamos de manera abusiva, no nos sorprendamos tanto, no creamos que con programas de afectividad vamos a solucionar el problema", enfatizó.

Ante la pérdida de confianza en ciertas instituciones, como la misma Iglesia Católica, Murillo se cuestiona: "La pregunta no es por qué la gente ha perdido la confianza sino por qué las instituciones han perdido su confiabilidad. Si son poco confiables lo justo es perderla". En su fundación, asegura, "sabemos que lo que más destruye la confianza es la traición y su paradigma es el abuso, desde ahí queremos reconstruir la fibra".

Es por todo esto que la fundación que preside está en búsqueda activa de más socios. Murillo hace un llamado a volverse parte de ella, lo cual puede hacerse desde su sitio web.

No es “pornografía infantil” sino escenas de “abuso infantil”



Se ratificó el pedido de prisión preventiva para el médico Ricardo Russo, pediatra del hospital Garrahan, acusado por tenencia y distribución de material denominado en distintos medios periodísticos “pornografía infantil”. Esta calificación convoca a equivocaciones porque quienes trabajamos en estas temáticas debemos aclarar algunas cuestiones, más aún si generan controversia.



La causa, llevada con eficacia por la fiscal Daniela Dupuy y su equipo de investigación, llega al punto en el cual los peritos y otros expertos intentarán demostrar los hechos imputados en las distintas etapas de la tarea. Se debe dejar establecido con claridad que los hechos imputados no pueden ser denominados como pornografía infantil porque la pornografía presupone un hecho consensuado entre adultos y, normalmente, actuado o con fines “artísticos”.


Este tipo de material corresponde a “imágenes de abuso sexual infantil” y de esta forma debería ser mencionado en los medios, capacitaciones y causas judiciales, ya que de ninguna manera se trata de una práctica consensuada, y es obvio que carece de fines artísticos y bajo ningún concepto se puede permitir el “atenuante” que intenta imponer el relato de hechos aberrantes, como si se tratara de pornografía.


En nuestro país, muchas veces sorprenden las estadísticas de este tipo de delito. Solo en la Ciudad de Buenos Aires, a través del Centro de Investigaciones Judiciales (CIJ), se recibe un promedio de trescientas alertas semanales sobre personas que trafican en todo el país este tipo de imágenes y videos de abuso sexual infantil a través de internet y por distintos sitios y plataformas.


El National Center for Missing and Exploited Children (Ncmec) de Estados Unidos tiene acuerdos de intercambio de contenidos con diversas plataformas digitales, entre ellas Facebook, Twitter, Google y otras. Recibimos estas alertas por aplicación del convenio específico que suscribió la Ciudad de Buenos Aires.


Detectamos el intercambio de este tipo de material por los propios algoritmos implementados por Ncmec y, también, por denuncias de la comunidad de usuarios de las redes sociales. El CIJ recibe el alerta para el comienzo de una investigación. 
Existen, además, otras herramientas que generan avisos a los organismos nacionales de seguridad: el Proyecto Icaccops emite alertas sobre las redes p2p (“peer to peer”, como es el caso de Emule o Ares, antiguos programas utilizados para la descarga de música o de películas que siguen en uso para este tipo de delitos y otros) y los sistemas de alerta de Interpol.


En Argentina, está penada la tenencia y la distribución de imágenes de abuso sexual infantil. La tenencia fue incorporada al Código Procesal Penal en marzo de 2018, luego de una extensa discusión legislativa. Implica un salto institucional muy importante que permite trabajar en el desmantelamiento de repositorios y redes. Sin embargo, ninguno de los dos delitos, ni la tenencia ni la distribución, son delitos federales sino delitos locales o de justicia ordinaria. Resulta lógico este temperamento ya que normalmente los delitos de abuso deben ser llevados por las policías y justicia de proximidad, salvo que, por ejemplo, se prueben redes de trata de personas.


En el caso particular de estos delitos, combinados con internet, plantean una problemática adicional cuando se distribuye este tipo de alertas a los distintos distritos y se pierde la noción de una posible relación entre ellas. En esos casos podemos estar ante hechos de tipo federal, tal la asociación ilícita con fines de comercialización de imágenes de abuso, y no saberlo. 
Para delitos de este estilo en países como Estados Unidos, España e Inglaterra, entre otros, existen los “centros de fusión de información” en los que previo a la asignación de un caso a una fuerza de seguridad se realiza un análisis y cruce de información.


La creación en Argentina de un centro de estas características podría ser un aporte crucial que contribuya con la Justicia para dotar de mayor eficacia al combate contra la tenencia y distribución de imágenes de abuso sexual infantil, un delito aberrante que afecta la dignidad de las personas y deja heridas psicológicas profundas entre sus víctimas.

*Director de Investigaciones del Ciberdelito, Secretaría de Seguridad del Ministerio de Seguridad de la Nación

Pijamada y abuso: “Es positivo que la nena pudo hablar”

Foto: Archivo LN.
   “Hay que acompañar y hacer la denuncia, porque si no se realiza, el nene o la nena no va a volver hablar, porque piensa que ya lo dijo y nadie le prestó atención”.
   Así describió la psicóloga Eliana Sigot, integrante de la Asociación Civil Involucrate, que desde hace cuatro años trabaja en Punta Alta en la prevención del abuso sexual infantil, la importancia de asistir y contener a los menores que sufren este delito.
   La profesional destacó el hecho de que una de las nenas que días atrás fueron manoseadas durante una pijamada realizada en una vivienda de esa ciudad pudo contar lo sucedido y permitir que la justicia investigue.
   El caso es llevado adelante por la fiscal Marina Lara, de la UFIJ Nº 14, a partir de la presentación realizada la semana pasada en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Coronel Rosales. 
   Los hechos habrían sucedido en perjuicio de nenas de entre 7 y 9 años, y el sospechoso es un hombre de avanzada edad que se encontraba en la casa donde las pequeñas se reunieron.
   “Por un lado es muy feo todo lo que sucedió, pero por otro lado es positivo que una nena pudo hablar, comentar lo sucedido y visibilizar la situación”, señaló Sigot.
   La profesional agregó que “mucha gente comentaba la noticia y decía que no iban a dejar ir a sus hijos o hijas a este tipo de reuniones, o que estos padres no habían cuidado a las nenas, pero quizás desconocen que la mayor parte de los abusos ocurren en el ámbito intrafamiliar”.

Para contactarse hay que escribir a la cuenta de Facebook denominada Involucrate. Prevención de Abuso Sexual Infantil.

   Por otra parte, comentó que la cantidad de denuncias por este tipo de delitos en Punta Alta ha crecido en los últimos tiempos.
   “La semana pasada brindamos una charla abierta a la comunidad en conjunto con el Servicio Local, y el director de Niñez y Familia comentaba que en lo que va del año hay muchísimas denuncias realizadas y que el año pasado el número también fue significativo”.
   “Vemos que esto crece día a día, y solamente hablamos de los casos que se denuncian. Siempre decimos que hay muchos otros que no salen a la luz porque las personas no se animan, y esa cifra negra seguramente también es importante”, continuó.
Más concientización
   Sigot manifestó que ahora, a diferencia de lo que pasaba años atrás, la gente encuentra un espacio para dialogar sobre este tipo de situaciones.
   “El tema de la concientización creció y se habla más del tema, aunque sigue costando, porque no es fácil. Cuando empezamos a hablar de abuso sexual infantil en Punta Alta nos miraban raro, pero gracias a las charlas y las redes sociales, donde informamos y brindamos consejos para prevenir, la gente nos sigue y pide orientación”.
   Los establecimientos educativos son lugares en los cuales las víctimas suelen comentar sus padecimientos y buscar ayuda, por lo que es importante la capacitación de los docentes en estas cuestiones.
   “Puede ser un maestro, un preceptor o cualquier persona de la institución en la que el chico sienta que puede confiar. Siempre decimos que es importante estar atentos, porque si te eligió a vos como persona de confianza para contar algo tan doloroso, como es una situación de abuso, que encima generalmente proviene de algún familiar, debés acompañar ese proceso que atraviesa la víctima”.
   Por otra parte, respecto de situaciones a las que se les debe prestar atención para detectar un posible caso de abuso sexual, Sigot dijo que “nosotros siempre hablamos de indicadores o banderas rojas, que son físicos, psicológicos y psicopedagógicos”.
   “Pueden ser como falta de control de esfínteres, dificultad para caminar, arrancarse pelos, conductas agresivas, retraimiento, intentos de suicidio, dibujos no acordes a la edad del pequeño, problemas para escribir o leer, entre otras situaciones. No hay un solo indicador, sino una sumatorias de hechos”, cerró.