viernes, 26 de junio de 2015

DOS MILLONES DE GRACIAS.



Erase una vez un par de individuos con un sueño lejano.
Nunca más gritos sin voz decían.
Pasaban los años y el eco de sus sueños poco a poco uno a uno fueron sumando.
Y en esa aventura de crear una nube de esperanza, llegaron más individuos que con sus sueños un gran movimiento crearon.
No fue fácil su camino, muchas piedras en las veredas han ido sorteando.
Muchos lobos vestidos de corderos se han mezclado.
Y es mucho el camino el cual falta seguir caminando.
Pero la desesperanza, el fracaso, no están en su diccionario.
Estos tantos individuos con sus blogs y canales de vídeo ya dos millones de visualizaciones han consumado.
Y alegres sonríen y siguen soñando.
Este es solo el principio de un mundo sin asi.
Muchas gracias a todos por seguirnos y leernos a diario. 

Nunca mas gritos sin voz.
Muchas gracias por esos dos millones de consultas.


Muchas felicidades a todos.

Asi nunca mas.org




jueves, 25 de junio de 2015

“La Protección de la a Protección de la Infancia en Línea”

Entre las actividades perniciosas cabe citar la intimidación y el acoso, la usurpación de identidad y el abuso en línea (por ejemplo, mostrar contenido perjudicial e Ilícito a niños o seducirlos con fines sexuales, o bien producir, distribuir y poseer de material pedófilo). Estas amenazas que acechan a niños y jóvenes son un problema que deben abordar todas las partes interesadas, empezando por los propios niños.

“Reglas INTELIGENTES”

 Utilizar Internet es divertido. Para divertirte al máximo tienes que protegerte.
 1. En Internet puedes hacer muchas cosas. Puedes jugar, charlar con tus amigos, hacer nuevos amigos y encontrar muchísima información útil.  ¡Tienes el derecho de disfrutar y explorar todo lo que te ofrece el mundo digital!
2. Ahora bien, tienes que ser consciente de que en Internet también hay cosas desagradables, tales como imágenes y anécdotas que pueden confundirte e incluso asustarte. Tus amigos y las personas adultas de tu confianza no son los únicos que están en el mundo digital. Lamentablemente, hay personas que utilizan Internet cuyas intenciones no son tan buenas, y que incluso quieren hacerte daño, acosarte o intimidarte, a ti y a otras personas. Cuando utilices Internet tienes que saber que existen ciertas reglas básicas para protegerte a ti y a los demás.
3. Tienes derecho a utilizar Internet con toda seguridad y fijar tus propios límites. ¡Compórtate de manera inteligente, responsable y segura como en la vida real!

PON TUS LÍMITES

1. Protege tu privacidad. Cuando estés en un sitio de redes sociales u otro tipo de servicio en línea protege tu privacidad y la de tu familia y amigos. Aunque creas que eres anónimo en línea, recabando información de diversas fuentes se puede obtener mucha información privada sobre ti  y la gente que te rodea, incluida tu familia.

2. Si te inscribes en un sitio de red social utiliza la configuración de privacidad para proteger tu perfil en línea de modo que solo tus amigos puedan verte. En la medida de lo posible, en lugar de tu nombre real utiliza un seudónimo con el que tus amigos puedan reconocerte. Los servicios interactivos, por ejemplo la mensajería instantánea, también disponen de herramientas de privacidad. ¡Utilízalas!

3. Piénsalo dos veces antes de colgar o compartir algo en línea. ¿Estás seguro que quieres compartirlo con todo el mundo en línea, es decir con tus amigos y con gente desconocida? Una vez has colgado información, fotografías u otro material en Internet, quizá no puedas borrarlo o impedir que otros lo utilicen después. Nunca sabes dónde puede acabar.

4. Ten cuidado con las apariencias porque no todo lo que se dice es verdad. Lamentablemente, si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. Compara la información con otras fuentes fiables. 

5. Tú tienes derechos, como las demás personas, a las que tienes que respetar. Nunca te dejes acosar o intimidar. Las leyes y expectativas de un comportamiento decente y aceptable son validas tanto en línea como en la vida real.

QUEDAR EN EL MUNDO REAL CON AMIGOS QUE TE HAS HECHO EN LÍNEA

1. A veces los contactos que uno hace en línea se convierten en amigos.
2. Piénsalo bien antes de quedar en el mundo real con un amigo que has hecho en línea. Si al final decides reunirte en el mundo real con un amigo en línea, acude a la cita con alguien de tu confianza. Pídeles a tus padres o a otro adulto de tu confianza que te acompañen para evitar problemas en caso de que la cita sea decepcionante.
3. Ten presente que el amigo que has hecho en línea puede ser una persona muy distinta de lo que crees.

ACEPTAR INVITACIONES O AMISTADES

1. Muchas de las personas que comunican contigo en línea ya son probablemente tus amigos en la vida real. Además puedes entrar en contacto con los amigos de tus amigos. A veces esta puede ser una experiencia positiva, pero si en realidad no los conoces ¿estás dispuesto a considerar los “amigos” y compartir exactamente la misma información que con tus viejos y mejores amigos?
2. La conexión en línea te permite comunicar con gente que no conoces. Puedes recibir una invitación de un extra no que desea incluirte en su lista de contacto y ver tu perfil. Rechazar invitaciones de desconocidos no es nada malo. No olvides que el objetivo de las redes sociales no consiste en acumular cada vez mas y mas contactos.

REACCIONA

1. Protégete contra el contenido que te disguste o angustie. No accedas o compartas enlaces a tales sitios. Si ves algo que te resulta molesto, habla de ello con tus padres o con alguien de tu confianza.

2. No hagas caso de las malas conductas y abandona toda conversación o sitio con contenido inadecuado. Al igual que en la vida real, hay personas que se comportan de manera agresiva, insultan y provocan a los demás, o quieren compartir contenido nocivo. Muchas veces lo mejor es  no hacerles caso y bloquearlos.

3. Bloquea a todo aquel que te envié mensajes de correo electrónico o comentarios que te resulten groseros, te importunen o te amenacen. Aunque el mensaje te resulte ofensivo y te haga sentir incomodo,  guárdalo para mostrárselo a un adulto que te aconseje si lo consideras necesario. No tienes por qué sentirte avergonzado del contenido de esos mensajes.

4. Estate siempre alerta cuando alguien, sobre todo un desconocido, quiere hablarte de sexo. Recuerda que nunca puedes estar seguro de la verdadera identidad o de las intenciones de esa persona. Hablar de temas sexuales con un niño o un adolescente es un acto grave, por lo que debes comunicárselo a un adulto de tu confianza, para que tu o la persona adulta informe al respecto. 5. Si alguien te ha engañado o has caído en una trampa para hacer actividades sexuales o transmitir imágenes sexuales tuyas, debes contárselo a una persona adulta de tu confianza que te dar a buenos consejos y te ayudar a. Ningún adulto tiene derecho a pedirle esas cosas a un ni no o adolescente: ¡la responsabilidad siempre es del adulto

CUÉNTALE A ALGUIEN TUS PROBLEMAS

1. Si cuando estás en línea hay algo que te preocupa o te resulta problemático, cuéntaselo a alguien de tu confianza. Tus padres’ u otra persona adulta puede ayudarte y darte buenos consejos sobre lo que debes hacer. ¡No hay problema que no tenga solución! También puedes llamar al teléfono de asistencia a menores de tu país.

2. Puedes informar sobre contenido o actividades perjudiciales o inadecuadas que encuentres en la web al proveedor del sitio desde el que recibiste el correo electrónico.

3. También puedes informar sobre contenido ilícito a la línea de asistencia de Internet o a la policía.
4. Puedes informar sobre actividades ilícitas o posiblemente ilegales a la policía local.
5. Además de protegerte a ti mismo, también debes proteger tu computador o teléfono móvil. Al igual que las reglas INTELIGENTES, conviene que recuerdes ciertos consejos que te servirán para  proteger tu computador y tu teléfono móvil.

Aprende a utilizar con seguridad tu computador

1. Asegúrate de tener instalado y saber utilizar unos cortafuegos y un programa antivirus. ¡No olvides actualizarlos!

2. Aprende el sistema operativo de tu computador (Windows, Linux, etc.), en particular cómo instalar parches y mantenerlo actualizado.

3. Si hay instalados controles parentales, habla con tus padres para poneros de acuerdo acerca del nivel de control que corresponde a tu edad y tus necesidades. No trates de desactivarlo.

4. Si recibes un fi chero de un desconocido, NO lo abras. Este es el mecanismo que utilizan los troyanos y los virus para infectar tu máquina.

5. Acostúmbrate a tu máquina y a la manera en que funciona, de modo que te permita reaccionar si observas algo inusual. 6. Aprende a verificar dónde estás conectado, por ejemplo aprende a utilizar herramientas similares a “Netstat”.

Por último, una forma de asegurarte de que tus padres están de acuerdo con tu vida en línea es llegar a un acuerdo por escrito con ellos. La finalidad es tranquilizarlos al saber que conoces los riesgos que entraña el mundo en línea, que sabes comportarte y eres consciente de lo que haces, y que tus padres sepan lo que realmente haces cuando estás en línea. Debe ser un acuerdo mutuo entre tú y tus padres.

Tus derechos en línea

• Tienes derecho a utilizar las tecnologías para desarrollar tu personalidad y aumentar tus capacidades;
• Tienes derecho a proteger tu identidad;
• Tienes derecho a participar, divertirte y acceder a información adecuada para tu edad y personalidad;
• Tienes derecho a expresarte libremente y ser tratado con respecto, y debes respetar al prójimo en todo momento.
• Tienes derecho a criticar y discutir toda información que leas o te llegue en línea;
• Tienes derecho a decir NO si alguien te pide que hagas algo que te hace sentir incómodo cuando estés en línea.

Intimidación En el “mundo en línea” son válidas las mismas reglas que en el “mundo real” sobre cómo tratar al prójimo.

Lamentablemente, no todas las personas tratan bien a los demás en línea y tú, o un amigo tuyo, puedes ser objeto de amenazas o intimidación. Es posible que alguien se burle de ti o haga correr rumores sobre ti en línea, te envíe mensajes repugnantes e incluso te amenace. Esto te puede suceder en el colegio o en la calle, a cualquier hora del día, y de gente que tú conoces o de desconocidos. Como consecuencia de ello, quizá te sientas sólo o inseguro. Nadie tiene derecho a intimidar a otra persona. Como esto es algo muy serio, la intimidación es ilegal y puede ser investigada por la policía.

Consejos

Si estás siendo víctima de intimidación en línea:

1. No hagas caso de lo que te dice la persona que trata de intimidarte y no le respondas. Si no les respondes es muy probable que se harte y te deje en paz.

2. Bloquea a la persona. De este modo dejarás de recibir mensajes o texto de dicha persona.
3. Cuéntaselo a alguien: a tu padre, a tu madre o a otra persona adulta de tu confianza. No borres las pruebas, ya que pueden resultar útiles para encontrar a la persona que te intimida. Guarda como pruebas los textos, los mensajes de correo electrónico, las conversaciones en línea o el correo vocal.

4. Informa al respecto:

• A tu escuela: donde saben lo que hacer en caso de intimidación; a tu PSI y/u operador de teléfono, o al administrador del sitio web: ellos saben qué medidas tomar;

• La policía: si hay amenazas contra tu seguridad, la policía te ayudará.

martes, 16 de junio de 2015

Guiar, pero en serio.

“La sexualidad humana es sagrada, y el mal uso del poder que la vulnera, viola la dignidad humana y lesiona emocional y espiritualmente a personas y comunidades” – Nils Friberg, profesor de cuidado pastoral (Co-autor, “Before the Fall: preventing pastoral sexual abuse”).
“No hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores y no hay pretexto alguno que pueda justificar este delito”—Punto 23 del  Documento “CUIDADO Y ESPERANZA: Líneas Guías de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) para tratar los casos de abusos sexuales a menores de edad”, Mayo 2015.
El año 2014, por primera vez, el Vaticano publicó estadísticas de violación y abuso sexual de niños, niñas y adolescentes, a manos de sacerdotes (ver aquí).
El reporte vaticano, que cubre apenas una década, señala que 848 sacerdotes han sido suspendidos de sus funciones permanentemente y otros 2572 sancionados con una vida de penitencia y plegaria (en retiro) o alguna sanción incluso menor en razón de su edad avanzada o su precario estado de salud. El mismo informe estadístico señala al menos 3400 casos de abuso y denuncias calificadas como “verosímiles”;  401 sólo en el año 2013.
Las víctimas vienen sumando voces hace mucho y diversos países han creado comisiones especiales para recibir sus denuncias e intentar justicia, entre escollos y escaramuzas (prescripciones de la ley, ocultamiento de información de parte de la Iglesia, etc.) que han hecho sumamente difícil la tarea.
En EEUU solamente, Bishop Accountability (con una valiosa fuente de datos para consulta; también, SNAP Network y PEW Research Center), señala un número cercano a las 200 mil víctimas de ASI eclesiástico, y otras miles suman en Canadá, Australia, Irlanda y otros países Europeos.
En Chile, al 2013 (no cuento con datos del 2014 que deberían incluir a J. O’Reilly de la Legión de Cristo, sentenciado por la justicia civil, pero no por la canónica), los sacerdotes condenados por abusos sexuales son 23 (más un diácono) según nómina emitida por la CECh. No existe información en dicha nómina sobre religiosas que asimismo han sido responsables de ASI.
Salta a la vista la brecha entre las denuncias por abusos sexuales y los procesos y condenas a l@s perpetradores/as, muchos de los cuales continúan viviendo, y caminando libremente, en las mismas ciudades donde habitan sus víctimas.
Pasa el tiempo, y es casi imposible comprender las razones que podrían justificar ineficacias y desididas (esa “mala espera” como escribí hace un año atrás) a las cuales se agrega más encima, como en un gran número de casos, la impunidad total de los delitos de encubrimiento. Una constante por décadas, en el mundo y en Chile.
Sin embargo, hace apenas una semana, y luego de tres décadas de esfuerzos de las víctimas por visibilizar y denunciar el encubrimiento y negligencia eclesiales, el Papa anunció la creación de un Tribunal para juzgar y sancionar dichos delitos.
Este tribunal era un determinado anhelo de la comisión creada por Francisco I en 2014, liderada por el Cardenal O’Malley (Arzobispo de Boston) y que incluye entre sus miembros a Marie Collins y Peter Saunders, dos sobrevivientes de ASI eclesiástico. Ell@s han declarado con cautela que “habrá que ver cómo se despliega el trabajo de dicho tribunal”, una vez que entre en funcionamiento (ver enlace).
Los criterios de trabajo, decisión y ejecución de condenas del tribunal a crearse no son claros aún y el hecho de que oficiales de la Iglesia sean juzgados por sus pares se toma con reservas o con comprensible desconfianza –así lo ha señalado Barbara Blaine, de SNAP Network.
Otras organizaciones han respondido con optimismo (abundante o moderado) y valorando el paso así como la instrucción papal de que dicho tribunal asimismo se haga parte por un tiempo –junto a las denuncias por encubrimiento y a fin de agilizar procesos por mucho demorados- en causas por abuso sexual.
Ojalá anuncios e intenciones al fin vayan sincronizadas con acciones consistentes y efectivas de parte de toda la jerarquía de la Iglesia. No son tiempos ya, no para mí al menos, de confianzas acríticas. Menos cuando a pesar de todas las iniciativas vaticanas, por otro lado se continúa desoyendo la voz de las víctimas.
Prueba de ello ha sido el nombramiento hace unos meses, del Obispo de Osorno, en medio de cuestionamientos de sacerdotes y feligreses chilenos, y los testimonios de víctimas como Juan Carlos Cruz (Ellis Island Medal of Honor por su contribución a  la lucha mundial contra el ASI). Las omisiones se amplifican en la reciente guía/protocolo emitido por la CECh.
Durante mayo, la Iglesia Chilena dio a conocer el documento llamado “CUIDADO Y ESPERANZA: Líneas Guías de la Conferencia Episcopal de Chile para tratar los casos de abusos sexuales a menores de edad” (ver documento, 74 pags). No es la primera.
En dos instancias previas, se realizaron gestos en este mismo sentido con una primera guía, el 2002, y luego, en 2011, con el “Protocolo ante denuncias contra clérigos por abusos a menores de edad” y la creación del “Consejo Nacional de la CECh para la prevención de abusos y acompañamiento de víctimas”.
Es innegable que los procesos toman tiempo, las herramientas son susceptibles de mejora, y tiene siempre un valor aquel esfuerzo –por modesto que sea- en favor del cuidado y la erradicación de daños a los más indefensos.
En el caso de la Iglesia, ya resulta una señal positiva el mero reconocimiento de la existencia de abusos que hasta no hace muchos años eran negados o encubiertos de forma flagrante. Asimismo, se declara la adhesión -en varios puntos del protocolo- al marco de derechos de los niños, el deber de la denuncia y colaboración con la justicia civil, y la respuesta en comunidad para abordar la prevención y reparación del ASI.
Sin embargo, el reconocimiento no basta y necesita acompañarse de acciones efectivas y definiciones muy precisas sobre lo que constituye abuso de poder de parte del clérigo, y del respeto, mínimo, de evitar inconsistencias tan insoslayables como el hecho de que entre los obispos que suscriben el protocolo ASI, se encuentren al menos cuatro (uno de ellos, Juan Barros) vinculados a casos de abuso sexual (ver).
Sinceramente, esas firmas dan para pensar en qué sentiríamos si se publicara una guía para educación cívica y prevención de violaciones a los DDHH, suscrita, entre otros, por responsables y/o encubridores de tortura que jamás rindieron cuentas de sus actos ante la justicia (y no, no es una comparación excesiva cuando la propia ONU ha definido el ASI como una forma más de tortura).
La contradicción evidente se suma a otras omisiones observadas. En realidad, ni siquiera estoy segura de poder considerarlas como tales, menos cuando es sabido que en materia de comunicaciones corporativas –y más encima, en temas tan delicados como el abuso sexual- nada es dejado al azar.
Las omisiones generalmente hablan fuerte y claro, no dejan de “decir”.
La gran ausencia, en el protocolo, de posiciones y formas de enfrentar delitos de encubrimiento, es una mala señal a secas y su rectificación no puede tomar años, hasta una próxima actualización del documento. Necesita ser realizada lo antes posible y en coherencia con los recientes anuncios del propio Fco I sobre el Tribunal para sancionar complicidades y negligencias. Es una mínima coherencia exigible.
Realicé una lectura, admito, veloz y preliminar de la guía CECh (y todavía, por una pausa obligada, no he podido dedicar el tiempo que requiere un análisis acabado). Pero marqué, en esa primera ocasión, varios preceptos, definiciones y artículos que inclusive en una revisión imperfecta, ya encendieron luces de atención y/o alarma.
Lo primero, es la definición de “abuso sexual de menores” para la legislación eclesial (página 14): “todo comportamiento pecaminoso, verbal o corporal, de naturaleza sexual cometido por un clérigo contra un menor de 18 años, al que se equipara a un adulto con uso imperfecto de razón. Igualmente es un delito de competencia reservada (¿?) para la Doctrina de la Fe, la adquisición, posesión y distribución de pornografía de menores de 14 (¿?) años de edad”.
La definición de la guía no explicita -y peor aún, lo relativiza, sin justificar ese marcador de los 14 años para casos de pronografía- el imperativo del cuidado incondicional a prodigar a niños y niñas entre los 0 a 18 años de edad, reitero: 0 a 18, según derechos reconocidos por constituciones y convenciones internacionales de derechos humanos.
Un menor de 18 años no es “equiparable a un adulto” y el “uso imperfecto de razón” ¿a qué se refiere exactamente?, no queda claro. La palabra clave -y no aparece por ningún lado- es consentimiento, o no-consentimiento, mejor dicho, y éste se encuentra en proceso de desarrollo durante toda la niñez y juventud (y es más, la madurez cerebral, y con ella, la capacidad decisora, se alcanza recién hacia los 25 años de edad).
Niños pequeños, y jóvenes, no tienen cómo consentir o elegir nada básicamente cuando participan de una relación completamente asimétrica, donde el poder y autoridad descansan en el adulto/a -todos los adultos: familias, educadores, clérigos, etc.
En la guía CECh, la definición de abuso sexual señala un “comportamiento pecaminoso” completamente escindido del concepto de abuso de poder. Aunque en la página 22 se menciona el abuso de poder como una de “las situaciones más repudiables en la vida y ministerio de un sacerdote”, aparece separado del abuso sexual y/o de consciencia, psicológico, y tampoco se señala el maltrato y violencia física contra niñ@s y adolescentes.
José Andrés Murillo, filósofo y Pdte. de la Fundación para la Confianza, lo expresó con absoluta precisión (ver CNN Chile): El abuso sexual infantil es un ABUSO de poder que se manifiesta sexualmente, no una RELACIÓN sexual abusiva”
Una definición incompleta como la de la guía, de modo esperable, arriesga otros vacíos que asimismo se observan en el documento y no sólo en la forma y estándares de relación física entre adultos y niños, sino asimismo en la posibilidad de trasgresiones de límites en la relación emocional, social, de orientación pastoral.
El abuso de poder puede tomar una forma o todas y es indispensable hacer explícitos y bien detallados TODOS los términos en que debe desenvolverse la relación e interacciones de sacerdotes y religiosas (diáconos, monitores pastorales, educadores, etc) con niñxs y adolescentes: en el aula, la iglesia, en un paseo a la playa en la casa de retiro, en las comunicaciones orales y escritas (en persona, via celular, emails, etc.), en momentos de consuelo o celebración. No da lo mismo.
De sobra estamos conscientes de que ya no basta dar por entendidas o supuestas las coordenadas que promueven relaciones de cuidado y respeto y que constituyen un factor protector y de prevención de abusos infantiles.
En una columna anterior (ver Cuestión de fe, cuestión de vida) relataba la historia de un sacerdote que se paseaba en ropa interior o toalla al salir de la ducha, en la cabaña de retiro y delante de los niños, sin que nadie, durante años, viera problema en ésta y otras conductas excedidas en la cercanía. El sacerdote no era un papá, ni un amigo, y menos un par: era la autoridad adulta y se conducía de formas confusas e impropias. Abusivas.
La guía de la CECh no sólo carece de estándares precisos de cuidado ético para relaciones clérigos-niñ@s, sino que además señala, en su pág. 69: “no se trata de  imponer a los sacerdotes una serie de conductas que restrinjan su acercamiento a los demás. Una normal y fraternal relación de su parte con las personas ayuda a crear ambientes sanos y seguros”. Esta cita me parece de la mayor preocupación.
La fraternidad, los ambientes sanos y seguros, y la convivencia son valores que nos resuenan. Pero de inmediato surgen las siguientes preguntas: ¿cuáles “conductas” son las que NO se debe “imponer” a los sacerdotes? (y vienen algunas a la mente que sí deberían tener carácter obligatorio), ¿todo queda a criterio del sacerdote entonces?, ¿son igualmente concebidas esas conductas para el “acercamiento” con adultos que pueden consentir, y para niños y adolescentes que no han terminado de desarrollar su consentimiento?, ¿a qué se refiere “normal y fraternal”?, ¿olvidamos acaso que palabras como ésas –junto a afecto, jovialidad, compasión, entre otras- fueron utilizadas por sacerdotes como F. Karadima, C. Precht y J. O’Reilly, entre otros, para describir sus motivos e interacciones con niños y/o adolescentes?
Sanciones que no consideran a firme la dimisión del ejercicio pastoral (no se habla de excomunión); y la revisión de antecedentes –muy bien- junto a la recomendación de “evaluar, en la medida de lo posible [¿qué significa o en qué consiste esta medida?] la idoneidad humana para llevar una vida casta” (pg. 65) pero sin comprometerse con evaluaciones psicológicas obligatorias, son ejemplos, a mi parecer, de flancos abiertos, poco categóricos, fuente de error, y de nuevas omisiones desgraciadas. Y lo más grave: nuevos abusos.
Cada uno de los 135 puntos del protocolo amerita una lectura detenida así como reflexión y análisis minuciosos. Esto, a fin de poder articular preguntas y objeciones constructivas que presentar a la CECh, pastorales, comunidades educativas. Es parte de la responsabilidad compartida por tod@s, nuestro hacer y nuestra voz en el cuidado y prevención de abusos infantiles.Necesitamos el mejor protocolo posible; y a lo menos, la rectificación/actualización del que hemos conocido. Ahora. No en cinco o diez años más.
Un análisis imbatible de la guía y acciones de la CECh lo realiza James Hamilton (una vez más, y con valor universal) médico y sobreviviente de ASI eclesiástico, en una entrevista realizada por el periodista Christian Pino de TVN (ver video). Es indispensable verla, pensarla.
Los reparos al protocolo “Cuidado y Esperanza”, lamentablemente, no son únicos para nuestra realidad y se repiten en otras latitudes. Expertos cercanos a la propia Iglesia, frente a diversas “guías” y/o programas formativos para prevenir ASI, nos han advertido, como sociedad, de omisiones y falencias inexcusables si el cometido es, seriamente, la eficacia en erradicar los abusos sexuales en la Iglesia y en todo entorno.
Una función profundamente engranada en el cuidado de las nuevas generaciones es la de prodigar guía y dirección. Esto involucra no sólo a los más pequeños y jóvenes que están creciendo, sino asimismo a quienes les cuidan –sacerdotes y religiosas también-, de forma de poder hacer la mejor entrega posible.
Guiar tiene un cuerpo, una dignidad, un profundo sentido, solemne. Entraña, necesariamente, perseverancias y coherencias que los más pequeños y jóvenes puedan reconocer a fin de poder confiar en sus cuidadores, y de estar en condiciones de recibir sus orientaciones. Desde la inconsistencia, las omisiones, y la inexactitud, poco se logra y se arriesgan nuevos daños. Bien lo sabemos ya.
Me ha tomado varios días escribir este posteo. Me acompañó, en distintas pausas, una canción hermosa (Felices, de Pablo Coloma, una oda a la buena voluntad). No para condescender ni auto-engañarse, pero sí para preservar, en medio de todo lo que duele e indigna, el cable a tierra –por debilitado que se encuentre-, o el cable a ese universo donde aún otra historia podría escribirse para “los de puro corazón”: nuestros niños y toda persona que conserve esa bondad y vocación amorosa de justicia de las cuales, en otro diálogo (en torno al libro infantil “Tod@s Junt@s”), nos hablaba James Hamilton. El cuidado donde un@s y otr@s podemos encontrarnos; necesitamos encontrarnos.
En EEUU, mientras escribo estas últimas líneas, acaba de presentar su renuncia el arzobispo de St. Paul-Minneapolis por haber encubierto, años, abusos sexuales y a un pederasta (un clérigo, hoy reo, cuya identidad no ha sido revelada).
Fue una renuncia tardía que no respondió a un proceso de discernimiento o contrición sino a presiones de la justicia civil, y a múltiples acusaciones y activismos sostenidos desde la comunidad –y pienso en Osorno, inevitablemente-. Lograron algo que parecía imposible, pero no lo es. Y es portentoso recordarlo. Atestiguarlo algún día, mucho más.

http://vinkajackson.com/blog/guiar-pero-en-serio/

jueves, 11 de junio de 2015

Red Hispanoamericana contra el ASI: Entrevista a Julio César Dovalina Soriano


Entrevista Coordinadora ASI Nunca Más Colombia 1 parte Fundación Vida & Libertad


Red Hispanoamericana contra el ASI: Entrevista a Norma Torres Ponce


ASI, Nunca Más, Reportaje Proyecto 40

as

Sensibilización, Testimonio de Ana C. Vior, Foro Nal. para la Atención del Abuso Sexual Infantil


Ponencia Lic. Agustín Castilla Marroquín, Foro Nal. para la atención del Abuso Sexual Infantil


Ponencia Lic. Miguel Adame Vázquez, Foro Nal. para la Atención del Abuso Sexual Infantil


FORO NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL




martes, 9 de junio de 2015

UN MILLÓN NOVECIENTAS SESENTA MIL VISITAS A TODOS NUESTROS CONTENIDOS.

Estamos convencidos que el cambio en la visualización del abuso sexual infantil debe venir desde la sociedad civil.

Los gobiernos y las instituciones públicas crearán políticas públicas para la visualización, prevención y atención terapéutica de las niñas y niños violentados sexualmente si son forzados por la ciudadanía civil organizada.






Estamos muy conscientes de la enorme responsabilidad que esto representa. Y muy agradecidos porque pronto llegaremos a los 2,000,000 de visitas a nuestros contenidos.


¿tarea fácil.? NO.
Porque no es nada fácil organizarse como ciudadanos. Lo más lógico y adecuado es crear asociaciones civiles y desde ahí realizar dicha tarea. Pero siempre un grupo de ciudadanos con iniciativa, esmero y dedicación y mucho amor se ven amenazados por el mismísimo sistema al cual quieren ayudar a hacer su trabajo.

Es por eso que es importantísimo crear redes de ciudadanos organizados. Muchos y de diferentes lugares, juntos y no en lo individual, pueden lograr fijar agenda a los temas de interés colectivo.



Es el momento de unirnos, de colaborar juntos e incidir.  No podemos permanecer pasmados e inertes sabiendo que uno de cada tres niños serán abusados sexualmente. Tenemos que lograr que esta pandemia pare. Los niños siguen siendo el grupo más vulnerable de nuestra sociedad.   Es urgente en los tiempos en los cuales vivimos y en donde las redes sociales y el Internet se convierten en los medios preferidos de los pederastas.


Nunca mas gritos sin voz.
Por un mundo sin abuso sexual infantil. 

ASI NUNCA MAS.ORG










jueves, 4 de junio de 2015

Las escalofriantes cifras de la violencia infantil en el mundo.



En sus diversos informes el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF) da cuenta de esta horrible realidad. Uno de los más recientes revelaba por ejemplo que al menos en 58 países más de la mitad de los niños son disciplinados usando la violencia, o que en naciones como Kenia o Zimbabue 1 de cada 3 niñas sufrió alguna forma de abuso sexual.

Expertos aseguran que estas situaciones mencionadas son tan sólo la punta del iceberg de una problemática que para ser revertida primero necesita ser conocida por el mundo entero. Por ello, en el marco de un nuevo Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, que desde 1982 se celebra cada 4 de junio, te revelamos otras cifras igualmente aterradoras.
El propósito del Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión es reconocer el dolor que padecen los niños que son víctimas de maltratos físicos, mentales y emocionales

>> 3.6 millones de personas han perdido su vida desde 1990 por causa de los conflictos bélicos, la mitad de ellos eran menores de edad.

>> Cerca de 20 millones de pequeños fueron empujados a huir de sus hogares por causa de la guerra.

>> Los niños de Sierra Leona son quienes peor realidad viven. Acabada la guerra civil 284 niños de cada 1.000 sólo sobrevivían hasta los cinco años de edad.

>> Alrededor de 500 mil niños en todo el mundo han sido obligados a participar de conflictos armados, cumpliendo funciones como esclavos sexuales, cocineros, espías, etc.

>> En la última década, por causa de los conflictos armados, cerca de 10 millones de niños afganos han sido víctimas de guerra o han padecido hambre severa.

>> En la última década son cerca de 4 millones los pequeños que han quedado discapacitados, ciegos o han sufrido lesiones cerebrales por causa de la guerra.

>> Actualmente en el continente africano existen más de 120.000 soldados que son menores de edad.

>> Cerca de 5.300 niños colombianos han perdido la vida en los últimos 15 años por causa de las minas antipersonales, incluso 6.000 niños se encuentran involucrados con grupos armados.

>> Debido al clima de violencia que se vive a diario en el país, los niños mexicanos están más expuestos a sufrir maltratos físicos, mentales o emocionales.