martes, 9 de julio de 2013

Recuerdos inciertos.

¿Porque recuerdos inciertos?, pues es sencillo.

Tras haber vivido una experiencia desagradable lo único que quiera era olvidar la pesadilla, no se bien cuando empezó, tampoco se como se mantuvo el mismo problema por tanto tiempo, lo que si se es que por mas que he querido pensar que solo fue una pesadilla se que sucedió, paso y fue horrible, el acto en si no es de mayor relevancia, los moretones, las heridas sanaron, el cuerpo se repone fácil, es mas al parecer físicamente no se me notaba nada, lo difícil es todo lo que conlleva, la confusión entre los sentimientos de afecto, de asco, de repulsión hacia un ser intachable, el mejor de su clase, ¡mi hermano!, el que me cuidaba, el que me quería y que estaba a mi lado siempre que me enfermaba aunque finalmente me enfermo mas.

Los recuerdos empiezan cuando mi papá me abrazaba y me tapaba en las mañanas cuando se iba a trabajar, los minutos mas ricos del día, el cariño mas grande del mundo, solo que crecí y lo hacia cada vez menos, yo anhelaba que el regresara y me abrazara pero ya no pasaba.

Una noche sentí que alguien me abrazo, ¡estaba feliz!, creí que era el cálido abrazo de mi papá pero no, este era un abrazo diferente, en lugar de cobijarme me destapaba, y ante eso no supe que hacer. Quede helada, pasmada y no entendía nada, ese día morí, solo recuerdo que era pequeña calculo haber tenido alrededor de los 7 años de edad cuando él, mi hermano mayor se coloco sobre mi empezando lo que fue una cadena de amargura, de llanto en silencio por las noches, noches completas sin dormir, bajo rendimiento escolar y regaños en casa siempre por ser una irresponsable que no iba bien en la escuela, que no cumplía con las tareas y que tenia que aprender a él que cuando estuvo en la primaria y en la secundaria siempre fue cuadro de honor, que nadie tenia que corretear-lo para que hiciera sus deberes, él, tan serio, tan recto, tan impecable, el mejor hijo que cualquiera quisiera y el hermano que todos envidiaban, el me compraba dulces en la tienda, pasaba tiempo cuidándome de mi otro hermano, el que supuesta-mente me maltrataba y me golpeaba solo él hacia caso para defenderme siempre que podía jugaba conmigo poco a poco esos juegos se convirtieron en acosos pero como quejarme si yo debía de ser como el porque era el mayor, el perfecto que me defendía de las injusticias que me hacia mi otro hermano, mi mamá nunca me defendió, a la que regañaba era a mi por estar cerca de ellos en una casa con serios problemas de hacinamiento en el que no existió jamás un espacio para mi, siempre me toco compartir mi espacio con alguien mas.

Así pasaron varios años, alguna vez mi mamá me pregunto si alguien me hacia algo pero yo por miedo porque era la oveja negra de la familia, siempre tan rebelde y mal portada con tan bajas calificaciones mejor no decía nada. Todo lo malo lo hacia yo, era de lo peor según decían en mi casa, mala influencia para otros niños de mi edad, siempre distraída y con ganas de jugar no de otra cosa solo jugar, algunos notando que era inteligente, algunos profesores de la primaria mandaron cita-torios a mi mamá, sabían que algo estaba mal en mi me mandaron al psicólogo pero ella nunca hizo caso, nunca me llevo porque no tenia tiempo.


Si mi hermano me tocaba las pompas o las piernas y yo le decía a mi mamá lo que ella decía era que yo tenia la culpa, que yo me había acercado aunque en la casa era muy complicado que no estuviera cerca de ellos, nunca tuve una recamara, todos los espacios de mi casa fueron violentados incluso el baño, mi hermano cuando me dejaban con el y yo entraba el se asomaba y se burlaba de mi, por años me sentí culpable, oprimida y con el tiempo el dolor incrementaba y los abusos de mi hermano ya no eran solo sexuales, me hizo sentir una persona sin valor, me decía golfa mientras me tiraba al piso y se aventaba sobre mi, su peso era mucho mayor al mío lo que me impedía moverme, nunca hubo nadie cerca y en las noches tenia miedo de gritar y despertar a mi mamá temía que me regañara me daba miedo, ya no solo era que me usara a su antojo sino que me insultaba y golpeaba como se le daba la gana, pero no, nadie me iba a creer si el me cuidaba cuando me enfermaba y me compraba dulces, era el hermano ejemplar era inteligente sabia cuando molestarme y sabia que le tenia fobia a los regaños de mi mamá.

Pasaron varios años cada vez con mas dolor tristeza y soledad, en automático de haber sido una niña alegre y sociable (aun mi mamá me reprocha por haber perdido ese encanto de la noche a la mañana), me convertí en una niña huraña y gruñona, pocas personas me soportaban, esas personas aun siguen con migo, dándome amor y viendo siempre la persona que soy en realidad, me quieren mucho, lo siento y me lo demuestran.

Hoy cuento mi historia que aun me provoca dolor y tristeza pero hoy se que es el pasado, han pasado muchos años, inicie terapia psicológica en el 2006 era otro secreto, en mi casa nadie sabia nada, es más, solo una a miga a la que le tenia confianza, mi terapeuta y un oso de peluche que fue testigo de todo supieron las cosas hasta hace poco, estuve 4 años en terapia y un día decidí decirle a mi mamá el tipo de hijo que tiene, le conté las cosas como fueron y lo único que hizo fue decirme que no le dijera a nadie esa reacción me la esperaba, pero ese tiempo de terapia me sirvió para decirle eso a mi mamá y que esa reacción de ese ser que debiera ser el que saca las uñas por sus hijos en ese caso no existiera y aunque si me dolió ver la preferencia una vez mas no me tiro, lo que si me dijo es que no le contara  a nadie ( cosa que ultimada-mente es mi decisión)  y mucho menos a mi papá porque quien sabe de que seria capaz, poco tiempo después deje la terapia, aunque no tarde mucho en regresar.

En el 2012 por medio de un ángel que llevaba ya varios años ayudándome mediante el blog haciéndome saber que había personas que salían adelante a pesar de haber estado muertas como yo, me contacto con otro ángel con quien entendí que soy valiosa y que luche arduamente lo que me hace sentir orgullosa de mi. Llegar hasta este punto no fue fácil, ya pasaron varias letras que resumen mucho dolor, varios eventos indescriptibles e imágenes en mi mente que pudieron aturdirme, hoy no puedo decir que el recuerdo se borro, ese sigue ahí y creo que no se ira nunca, la diferencia esta en que hoy ya no me limitan ni me aturden como antes, me duele esa niña herida, sola, triste y abandonada pero al estar bien yo, al haber enfrentado ese dolor hoy puedo decirme a mi misma que no estoy desamparada, que afortunadamente soy una persona inteligente, fuerte y capaz de enfrentarse a la vida.



Y si lo escribo hoy es porque a mi me sirvió saber que otras personas salieron de la pesadilla de algún modo y me gustaría que estas historias fueran cada vez menos.

El abuso sexual es un sometimiento injusto mas cuando se trata de un niño que no encuentra elementos para defenderse, crecí sin elementos pero busque ayuda y hoy me siento orgullosa porque fui yo la que busco salir del hoyo y lo conseguí, los recuerdos no se borran, se enfrentan y se superan.  

Anónimo.