miércoles, 13 de abril de 2011

CUENTO:LA PEQUEÑA NEREA.

La pequeña Nerea una mañana despertó angustiada y asustada, sumida en su rincón favorito viendo la vida pasar a través de su cristal, se sentía diminuta, asustada y quiso preguntar a su corazón si mas a su pesar algo podía cambiarlos años habían pasado haciendo estragos por ella, sus ojos desquebrajados miraban el vacío colgados del suspiro de la eterna soledad. En sus divagaciones ,tenebrosa, proseguía la lucha consigo misma por despertar del letargo que la mantenía ausente. Se sentía culpable por sentir sentimientos que le borraban su dulzura, sentía rencor y culpa que la inundaban de melancolía, su infancia rota quedo enterrada en la indiferencia, le habían robado la inocencia...


Su corazón la escucho y quiso hablarle desde la razón mas inocente, le preguntó a Nerea si sabía que era el perdón y ella contestó:

La palabra perdón significa pasar, cruzar...una palabra tan sencilla pero tan difícil de lograr. pero tengo mis dudas...¿es el perdón una actitud para enfrentar?

¿es la paz adquirida al renunciar el sentirnos enojados?, es el camino a nuestra cura para controlar lo que sentimos y mejor así la salud física y mental?, ¿significa olvidarnos de algo doloroso que sucedió? ,¿es justificar u olvidar un comportamiento?, ¿es elegir,ignorar,borrar...?,me cubro de dudas se decía Nerea, es una pregunta extensa, pero te diré lo que siento...

No poder perdonar es no saber amar, poseer un alma esclava del pasado que se condena en la tormenta de sus días durmiendo en el rencor, absorbida por el dolor y culpabilidad ,cubierta por la sed de venganza que sólo envilece y consume.

Y su corazón le debatía, querida Nerea, piensa que el perdón es una expresión de amor que rompe las ataduras de la tortura que amargan el alma y pudren el cuerpo. Perdonar no es olvidar, no es injusto, no es aceptar lo ocurrido ni resignarnos...perdonar no significa que apruebes los hechos ni quitarte tu razón de sentirte mal, de estar hundida y enojada, no es reconciliarte con el causante de tu padecer, es perdón únicamente para ti..

Partiendo de un simple perdón personal par ti sólo para ti ,para liberarte el alma pero perdonar usándome a mi, tu corazón.

Nerea, reflexionaba y rebatía sus intentos, es cierto querido, lo ocurrido no se borrara ni espero su disculpa porque eso no me quitará mi pena, además no cambiaría nada ni a lo ocurrido ni a mí. Me siento atada al suceso desde el resentimiento, me siento presa de mi tormento...

Ante su afligida dueña, el corazón prosiguió, Nerea, perdonar se ejecuta sin esperar nada, sin expectativas ,no esperes que el culpable enmiende su error porque eso nada lo cambiará, esperarías en vano...

sigues anclada al problema, considero que el EGO domina tu vida, quiere tal vez castigar lo ocurrido. Y mi querida Nerea, el pasado no puede ser cambiado, no se puede resarcir. No esperes disculpa, comprendo tu tristeza y desolación pero el perdón es una declaración que debemos renovar a diario...

Nerea permanecía atónita a lo que escuchaba y débilmente pregunto, crees que espero disculpa que arregle el error, como si cambiara los hechos y me diera alivio...pues no. Solo siento sed de justicia mal enfocada...

Debo perdonar, debo perdonarme...por no ser las cosas de la manera que esperaba, de la forma que deseaba, un perdón para mí.

El corazón se estremeció, dentro de la amargura de su alma, Nerea reaccionaba, sólo no sabía cómo seguir... y continuó su razonamiento, Nerea, mi querida niña, perdonando conmigo primero, has de empezar luego continuaremos el viaje de dejar ir el pasado,

recuerda que en esta vida, somos aprendices y esta es una gran lección, la experiencia del perdón...no mires lo negativo de lo que te tocó vivir, busca mas allá...

Nerea contemplaba la vida desde su cristal, pensando en todo lo que había acontecido, y le decía una y otra vez, he llorado tanto, no puedo proseguir, deseo huir. Quiero refugiarme en ti y que arropes mi silencio, me pesan los parpados, me siento derrotada...prosigo como aquel peregrino que recorre el camino sin más mapa que su instinto.

No hay consuelo ni sustento que alivie mi tormento.

Su compungido corazón no se rendía y le decía, en tu silencio habita el miope dolor llora su momento, nada despierta tu ilusión, muriendo caes en el descontento. Y que puedo hacer, decía Nerea, me falta el aire, anhelo el calor, rompe mis cadenas, saca mi mortaja, libérame de mi tormento, aléjalo de mi, llévate mi culpabilidad siembra serenidad, no tortures mi existir y déjame seguir, arrebátame el miedo y conviértelo en algo bueno, dame aliento para afrontarlo y fuerzas para sobrellevarlo, Libérame, arranca esa culpa que me castiga libérame de mi tormento, aléjalo de mi, que me consume, devora y mitiga, libérame de mi condena, desata mis cadenas, enséñame la luz de la libertad, la luz del nuevo día, la luz de la vida...

Piénsalo Nerea, sólo soy tu corazón, perdónate a ti misma , examina la experiencia del perdón es la primera solución...

Recurre a la esperanza para soportar estos duros momentos y no ahogarte en tus lamentos...

solicita su auxilio como donante para vivir, como bálsamo para sanar tus heridas y aliento para sobrellevar y no desistir el duro día...

Esperanza, para que inspire tus días, que llene tu vida de tu pureza y constancia para no perder el equilibrio, como si de un puente

se tratase entre tu y la felicidad para no tambalear..

Acaba con este invierno permanente y saca el sol ardiente que permanecía inerte, cuan ilusionada te espera, te dará fervor y valor ante tu miedo. Aprende a perdonar Nerea y comenzarás a vivir...

Nerea ensimismada, gritaba:

Quisiera no sentirte, quisiera no oírte, quisiera no saber...el frio recorre mi cuerpo y me da de beber, los minutos se hacen eternos y no puedo salir..apenas se puede respirar contienes mi latir, nadie oye, nadie sabe, quiero desistir, quisiera salir, quisiera respirar, quisiera ver la claridad, siento el aliento del miedo, el crespo del vacío, tiemblo a mi pesar, aumenta el tormento, pon fin a este castigo, pon fin al lamento, oscuridad que secas mis lagrimas del descontento, enséñame la salida, enséñame las razones, arranca el silencio de los corazones, devuelve la luz y el calor de las emociones...

En el silencio de la noche oigo un sollozo caer, el álgido sopor de mi cuerpo se apoderó sin querer, inerte, mi suspiro retumbó en la dura tiniebla al callar, me siento como una humilde mariposa de la noche que desea volar, que ve la luz del día, la pálida tarde y la fría noche divagar, quiero retener el tiempo para que no anochezca sin piedad, y solo me queda abandonar mi alma y dejarla abrazar a su voluntad, en los sueños podrá revolotear cubierta de sosiego, si mis pavores decido olvidar en el desafío ciego, quiero espolear los designios del camino y recobrar aliento, que se esfuma mi condena, dejar soñar al sentimiento... no puedo perdonar..Soy una víctima y deseo gritar, que acabe ya quiero perdonarme y prosperar en el calor de un nuevo día, quiero una oportunidad...

Nerea quedo dormida en la sombría oscuridad esperando el sol naciente que la despierte y abrasé en ese día que ansia desde lo mas profundo de su corazón...

Escrito por Nery.