sábado, 24 de mayo de 2014

Yo alzo mi voz. Alza tu también tu voz.



El Abuso Sexual de Niñas y Niños es el delito más atroz contra la niñez en nuestros días.
Muy por encima del Bullying.

Podemos hacer dos cosas:
Lamentarnos y darle vuelta a la página por ser un tema de terror.

O ser positivos y actuar al saber que El menor que habla y se le atiende  tiene una esperanza.
La opción es: Prevenir el abuso sexual contra niñas y niños o callar.

Ya hemos callado como humanidad muchísimos años.
No podemos esperar sentados a que los gobiernos hagan algo al respecto.
Tampoco podemos esperar a que alguien más lo haga por nosotros.

Es hoy y es ahora cuando lo debemos hacer nosotros.

Yo alzo mi voz.
Alza tu también tu voz.

Miguel Adame Vazquez.
Padre de Familia.
Activista por los Derechos de las Niñas y los Niños.
Creador del Movimiento Nunca Más Gritos Sin Voz.
Presidente de Asi Nunca Más a.c
Creador de la Red Hispanoamericana contra el abuso sexual infantil.
Creador del grupo de apoyo mutuo para sobrevivientes del abuso sexual infantil.
Miembro de Enemigos del Maltrato Infantil.
Presidente del Centro de Investigación Difusión y Estudios sobre Trata de Personas y Explotación Comercial, A.C.



Unicef, preocupada por el abuso sexual infantil en RD


SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- La representante del Secretario General de Naciones Unidas en temas de violencia infantil, Marta Santos Pais, manifestó preocupación por la magnitud del problema de la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes en República Dominicana.
La diplomática destacó que en 2013 la Procuraduría General de República Dominicana recibió 10,721 denuncias de violencia sexual infantil, un número que considera “dramático”.
“Es una cifra extremadamente alta y muchos casos no se denuncian… La magnitud del problema es preocupante y sentimos una urgencia muy fuerte”, afirmó luego de detallar que los delitos de violencia sexual incluyen casos de violaciones, acoso, incesto y otros tipos de agresiones.
Santos Pais, que vino a República Dominicana para participar en la reunión de la Comisión de Seguridad del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), también hizo referencia a los elevados niveles de impunidad en los delitos de violencia infantil en general.
Lamentó que, en general, los delitos infantiles constituyan un escenario caracterizado por sus altos niveles de impunidad.
En este sentido, recordó que menos del 12% de las denuncias terminan en una condena en Latinoamérica.
Vincula esta situación a la percepción errada de que “la disciplina se hace con violencia”. Aunque aclara que no hay una fórmula mágica para contrarrestar esta idea, considera que uno de los pasos que ayudarían, en el caso dominicano, es la creación de una ley que prohíba todas las formas de violencia física contra la niñez.

Entiende que con una pieza de esta naturaleza es necesaria porque concretizaría, al menos en el marco legal, que golpear a los niños, niñas y adolescentes es un acto que constituye un delito y no una herramienta disciplinaria.
Citó que cuatro países de la región (Costa Rica, Uruguay, Honduras y Venezuela) ya cuentan con una legislación de esta índole.

Hoja de ruta
La representante especial de la ONU también recomendó que en el país se apruebe la llamada hoja de ruta nacional 2014-2017, una agenda que define prioridades y líneas de acción en asuntos de niñez y adolescencia, y que está enlazada con proyectos similares de otros países de la región.
En la actualidad, esta iniciativa está pendiente de aprobación en el Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia (CONANI).
Santos Pais resaltó también la importancia de que el país invierta de forma “visible, clara y prioritaria” en políticas de infancia.
La dignataria ofreció las declaraciones este viernes en una rueda de prensa en la que también estuvo presente María de Jesús Conde, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en República Dominicana.

Abuso sexual infantil: Uno de cada cinco niños lo sufre en Occidente


Existen pocas cosas tan desagradables a la imaginación como un adulto en una actitud abiertamente sexual con un menor. Quizá por eso esto tipo de abusos suceden rodeados de silencio. Nos repugnan. No queremos pensarlo. Pero las cifras son abrumadoras: uno de cada cinco niños podría sufrir algún tipo de abuso según el estudio de ACE.
En España  existe un estudio de referencia en el año 1994 realizado por el doctor Félix López a instancias del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales que indica precisamente ese nivel de incidencia: un 20 por ciento. Estudios posteriores indicarían la prevalencia de estos niveles de abuso. "En nuestra fundación recibimos 700 demandas anuales relacionadas con un caso de abuso sexual", explica Vicki Bernadet, presidenta de la Fundación Vicki Bernadet, especializada en esta materia.
"Aún es una problemática escondida, llena de tabú y que necesita de la valentía de la sociedad para ser reconocida y enfrentada. Muchos testimonios dan la cara para que muchos otros tengan la oportunidad de pedir ayuda y para sensibilizar a la sociedad, pero ellos solos no pueden, el deber de proteger a nuestra infancia es de todos".
UN LIBRO PARA ROMPER ESTE SILENCIO
Precisamente con el objetivo de romper este silencio la fotoperiodista Lorena Ros se embarcó hace ocho años en el proyecto de Unspoken, un libro que recoge los retratos y testimonios de hombres y mujeres de España, Estados Unidos y México que han sufrido abusos sexuales durante su infancia por parte de familiares, personas de confianza, sacerdotes y miembros respetados de la comunidad.
"En 2005 estaba trabajando sobre situaciones de abuso depoder en países en vías de desarrollo cuando me di cuenta de que existía esta realidad, mucho más cercana". Dese entonces ha entrevistado y fotografiado 40 casos de abuso y, tras una larga labor de edición, ha seleccionado 19 para este libro. La mayoría es la primera vez que hablan públicamente de estos sucesos. "Ya no son víctimas, una vez que hablan de ello son supervivientes", precisa Ros.
Respecto a las situaciones en las que se producen estos abusos Bernadet explica que "en la mayoría de los casos se trata de un abuso que sucede dentro del entorno familiar o conocido,  por lo que el menor confía en esa persona y accede a los juegos que esta le propone. Pasado un tiempo, puede empezar a plantearse que aquellos juegos no están del todo bien, puesto que son un secreto, o llega alguna amenaza, o el menor va creciendo, etc. pero para entonces ya le han hecho sentir cómplice", explica Bernadet.
Ros, cuyo trabajo logró ya reconocimiento internacional con un World Press Photo en 2001, trata aquí de romper ese escudo de vergüenza y culpabilidad que esconde a las víctimas. El libro se estructura en una serie retratos junto con escenarios que tratan de interpretar la memoria de los testimonios. "A veces son los lugares reales... Otras es un olor". En todos los casos la fotógrafa ha consensudado el resultado con los protagonistas. Parques infantiles, baños, cuartos... El resultado es escalofriante.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
La Fundación Vicki Bernadet cree que el principal avance es precisamente romper el tabú existente en torno al problema. "Hablar de ello, que nuestro silencio no se convierta en el mejor aliado de los agresores. Con formación e información podemos estar prevenidos de cualquier situación de riesgo en la que nos podamos encontrar", dice.
Desde fuera en realidad es muy difícil identificar si un menor está siendo víctima de abusos. "Puede haber signos físicos, pero en la mayoría de los casos, la detección se realiza a través de la observación de cambios significativos en la conducta del niño/a sin motivación aparente. En los más pequeños pueden volver a orinarse en la cama, tener conductas o vocabulario no adecuado para su edad... también pueden retraerse, el miedo y la vergüenza puede hacer que se quieran hacer invisibles, pero también pueden adoptar conductas de riesgo para llamar la atención y reclamar ayuda".
En todo caso, Bernadet aconseja que en caso de sospecha se pida ayuda a algún profesional "y no presionar al niño, ya que puede darnos mensajes contradictorios porque no entiende lo que está ocurriendo".
Lorena Ros señala otra aspecto importante a revisar, que es la revisión de los castigos: "En España, dependiendo del tipo de abuso, el palzo puede ser de 15 años, con lo que un niño que sufre abuso a los diez años y a lo mejor se decide a denunciar a los 35, ya no puede".
ES POSIBLE SUPERARLO
A pesar de que las secuelas de una experiencia de abuso son muy importantes, Bernadet asegura que es posible superarlo. Eso sí, todo dependerá del apoyo familiar y social, el acceso a tratamientos psicológicos o el buen funcionamiento del proceso judicial: "Hay variables que dificultan y agravan las secuelas; el tipo de abuso, la duración, el vínculo con la figura abusadora, la edad de inicio del abuso, y el apoyo en el momento de la revelación".
Son muchos los adultos de que acuden a su organización porque los 'viejos' traumas resucitan cuando deben enfrentarse a situaciones como la maternidad, una nueva pareja o tener que cuidar de parientes mayores... A veces incluso cuidar del propio agresor. "Son comunes el trastorno de estrés post-traumático crónico, el trastorno límite, sintomatología ansioso-depresiva, ideas suicidas, consumo de tóxicos, etc.".
Por eso la prevención es clave.