martes, 22 de septiembre de 2009

CENTRO CONTRA EL ABUSO INFANTIL


El Centro Contra el Abuso Infantil de Laredo y Webb se ha convertido en el mejor aliado de los niños que sufren violaciones y maltratos, al reducir de manera notable el trauma de una denuncia y una investigación, además de otorgar servicios de rehabilitación.

Creado en 1995 bajo el liderazgo del ex Fiscal de Distrito José Rubio Jr., en este sitio hay especialistas que se encargan de dar terapias físicas, sicológicas y tratamientos adecuados para niños que fueron víctimas de abusos horribles.

Sylvia Bruni, directora del centro, dijo que cuando llega un caso a este lugar, de inmediato se reporta al Departamento de Policía, al Departamento del Sheriff o bien a los Servicios de Protección Infantil.

"Si los casos llegan primero a dichas agencias de la ley se refieren con nosotros y comienza el proceso de la investigación con una entrevista forense realizada por personal entrenado especialmente para este trabajo", indicó.

Además, el policía encargado del caso puede observar la entrevista en un cuarto especial y todo el proceso se graba para usarlo como evidencia cuando se requiera acudir ante una corte.

A los niños se les ofrece consejería inmediata y todos los servicios que el estado tiene disponibles, incluido refugio, terapias familias e individuales.

Bruni dijo que en el centro se conforma todo un equipo encargado de investigar cada caso y prepararlo bien para hacer la determinación si habrá cargos criminales contra un abusador.

En este equipo se incluyen investigadores y abogados asistentes del Fiscal de Distrito Isidro Alaniz, quienes asesoran para preparar casos fuertes, con evidencias contundentes que ayuden a procurar justicia.

El centro proporciona además servicios educativos a través de un programa especial donde se visitan escuelas para enseñar a los infantes a cuidar su cuerpo y a estar alertas contra posibles abusadores.

El año escolar pasado los especialistas de este centro dieron capacitación y educación a seis mil niños de 10 escuelas de la localidad y de acuerdo con Bruni, la meta es visitarlas todas las que operan en Laredo y Webb.

Mientras en el 2007 se reportaron 661 casos de abuso contra niños, en el 2008 fueron 511 y ahora van casi 600 pero Bruni indicó que por cada caso denunciado hay otros 10 que no se reportan, que permanecen en secreto.

"Todos tenemos la obligación moral de cuidar a los niños y denunciar posibles abusos, necesitamos romper este círculo vicioso que está dañando a nuestros niños", afirmó Bruni.

mismo hogarLAREDO, TEXAS.- Ante la preocupación de las autoridades, los casos de abuso contra niños en Laredo y Webb van en aumento y lo más lamentable, es que en un 99.9% el enemigo de ellos está muy cerca, en su propio hogar.

Sylvia Bruni, directora del Centro Contra el Abuso Infantil en Webb, dijo que hay dos puntos de vista sobre este fenómeno; primero es preocupante porque hay más casos y segundo es importante que los abusos se denuncien, que no queden escondidos.

"Las familias deben saber que hay servicios para ayudar, que tenemos programas de apoyo para los menores que sufren todo tipo de abuso, en especial el sexual", indicó Bruni.

Sólo en este año, de enero a agosto ya se reportaron casi 600 casos de abuso infantil mientras en todo el 2008 fueron 511 y en el 2007 la cifra llegó a 661, una de las más altas desde que se abrió el Centro Contra el Abuso Infantil de Webb en 1995.

Un 64% de las víctimas son mujeres y en un 79.2% recibieron abuso sexual.

"El abuso contra niños es horrible y es algo que está pasando en los hogares, un 99.9% de los perpetradores son familiares o conocidos de las víctimas", aseguró Bruni.

Refirió que los abusadores hacen que este delito sea un secreto, amenazan a los niños para no decir nada, los presionan y los asustan para que callen, por esta razón muchas denuncias tardan años en presentarse ante las autoridades.

"Es un delito que no nos gusta escuchar a nadie porque se trata de niños lastimados, pero es bueno que estén denunciando los abusos para poder darles servicios de apoyo", señaló.

Bruni dijo que particularmente este año ha sido de aumentos notables en los casos y en junio se registró la cifra más alta de abusos reportados en un mes con 84, lo más alto desde 1995.

"Es lamentable que los abusadores son los padres, los hermanos, los primos, los tíos, los abuelos, los padrinos, los padrastros o los vecinos y amigos, el enemigo prácticamente está en las mismas casas", advirtió.

Bruni mencionó que por ley federal cualquier persona que sepa de abusos contra un infante debe reportarlo de inmediato ante las autoridades, en este caso llamando primero a la policía en el (956) 795-2800.

"La meta es detener poco a poco los abusos contra los menores, es una labor donde todos podemos colaborar porque tenemos la obligación de cuidar el tesoro más precioso de una sociedad que son los niños", dijo.

TABLA:

Enemigo en casa

- En un 99.9% de los casos de abuso sexual contra niños, el perpetrador está en el hogar y puede ser un pariente o un amigo cercano de la familia.

- La primera señal de abuso en un infante es un cambio de actitud, portándose mal e inclusive siendo agresivos.

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- Los niños abusados se tornan serios, son aislados, lloran, pelean, bajan calificaciones, se orinan y no comen bien.

- En este año ya se registraron 600 casos de abuso contra infantes.

- En un 79.2% de los casos el abuso es sexual.

- Un 64% de las víctimas son niñas.

- El número principal para denunciar abusos contra infantes es el (956) 795-2800

EL PSICÓLOGO JURÍDICO.


Para los estudiosos del comportamiento humano, las primeras edades de todo individuo (incluyendo con éste término a mujeres y hombres), son determinantes en el desarrollo de los estilos de interacción o personalidad que éste pudiera desarrollar en edades más avanzadas, específicamente en la adultez. De esta concepción parte la importancia de preservar la estabilidad psicológica de niños y adolescentes.
Esta estabilidad pudiera estar comprometida por muchas variables, la presencia de factores protectores en la niñez y adolescencia son fundamentales para el cuidado del desarrollo psicológico de estos próximos adultos. Entre las variables o hechos que atentan contra esta integridad psicológica tenemos: el abuso sexual infantil.

El abuso sexual infantil es un acontecimiento que sin duda alguna trae repercusiones a la victima, no solo a corto plazo sino que las secuelas del mismo pudieran estar presentes luego de muchos años de acontecido el hecho, afectando de esta manera distintas esferas en el individuo: la psicológica, la conductual, la fisiológica y la social, tomando en consideración que el ser humano es un ente bio-psico-social.

El psicólogo jurídico es el especialista, que posee conocimientos tanto de las ciencias de la conducta como de las ciencias jurídicas, lo que posibilita un abordaje más integral del fenómeno del abuso sexual infantil, esto se fundamenta en la premisa de que un psicólogo clínico puede abordar los problemas psicológicos -conductuales y sociales generados por éste hecho, tomándose en consideración tanto a la victima como al victimario.
De esta forma, el psicólogo clínico no tendría el bagaje jurídico necesario para canalizar las implicaciones legales que conlleva el abuso sexual infantil, limitándose la actuación del mismo a sólo la evaluación e intervención de la esfera psicológica y conductual de victimas y/o victimarios.
Por otra parte un jurista o abogado, con su conocimiento en leyes y normas (las cuales son particulares de cada país o compartidas de acuerdo a tratados internacionales), pueden abordar la problemática del abuso sexual infantil sólo desde el ámbito legal, sin considerar las particularidades psicológicas-conductuales y sociales que éste hecho conlleva tanto para la victima como para el victimario.
Dada estas circunstancias, el papel del psicólogo jurídico es determinante en el abordaje del llamado abuso sexual infantil, ya que el mismo esta capacitado para abordar este hecho desde las perspectivas psicológica y jurídica, haciendo su presencia muy importante en el ámbito legal, ya sea como asesor de abogados, jueces, fiscales, etc o cómo terapeuta tanto de las victimas como de los victimarios. Esta ponencia va estar dirigida a las posibilidades de acción que tendría el psicólogo jurídico en el abordaje del abuso sexual infantil; se tendrá en consideración tanto a la victima como al victimario.
El abuso sexual infantil es un hecho que esta presente en todas nuestras sociedades latinoamericanas a pesar de su altísimo rechazo social, sin embargo en el caso venezolano, las estadísticas no llegan a reflejar a cabalidad la incidencia de esta problemática. Pero para hablar de Abuso Sexual Infantil, lo primero que se debe hacer es definirlo.
El Abuso Sexual Infantil (ASI) ha sido definido a través del tiempo de diferentes formas, una de ellas es la reciente definición aportada por La Academia Americana de Pediatría (AAP) de los Estados Unidos de América (EE.UU.) la cual define al ASI de la siguiente forma: "Ocurre una abuso sexual cuando un niño es comprometido en actividades sexuales que éste no puede entender y para el cual no esta preparado, ni puede dar consentimiento consciente y que viola las leyes y/o las prohibiciones sociales. Las actividades sexuales incluyen todas las formas de contacto genital-bucal o anal con o hacia el niño, así como los abusos sin contacto, tales como exhibicionismo, voyeurismo, o el utilizar al niño en la producción de material pornográfico" (AAP, 1999).
En referencia a quien comete el ASI, no sólo se puede considerar la figura de un adulto sino que inclusive éste hecho pudiera ser llevado a cabo por otro menor de edad, así que cuando concebimos al victimario debemos tomar en cuenta que el mismo esta caracterizado por estar en una situación de ventaja física o de desarrollo psicológico, el cual le permita manipular a su victima para que de forma voluntaria o bajo la amenaza realice algún comportamiento de contenido sexual, ya sea de manera activa o pasiva.

Como es bien sabido, quien frecuentemente lleva a cabo el ASI son familiares muy cercanos a la victima, tales como padre, padrastro, primo, entre otros, o son personas que tienen acceso relativamente fácil a ésta, cómo por ejemplo un amigo de la familia. Algo que se debe acotar es que a pesar de que generalmente el victimario el del sexo masculino, no es de sorprender que existan casos de ASI en donde el victimario sea una mujer, éstos, aunque son escasos pudieran presentarse. Otro aspecto a tener en consideración, es que las victimas de ASI pueden ser tanto del sexo femenino como del sexo masculino.
Para no dispersarme en consideraciones conceptuales del ASI, haré referencia a aspectos asociados con la intervención que pudiera llevar a cabo el psicólogo jurídico en este hecho. En primer lugar, se deben reforzar los factores o medidas de protección de la niñez y adolescencia en contra del ASI, ya que considero que la acción del psicólogo jurídico puede ir más allá de la intervención psicológica de la victima.
En cuanto a Prevención Primaria del ASI, el psicólogo jurídico, esta capacitado para trabajar de la mano con instituciones como Ministerios de Educación, Secretarias de Educación, Misterios de Familia, Institutos de Menores, (el nombre dependerá de cada país), para el desarrollo de políticas preventivas, donde el refuerzo de los factores de protección se encuentre presente, cómo por ejemplo: la familia; ésta es el primer factor protector contra el ASI, una familia sólida, con bases morales y simbiótica, que permita el desarrollo personal de sus integrantes, especialmente de niños y adolescentes.
Una familia con estas características, establece medidas de control y protección ante cualquier hecho que atente con la integridad física y psicológica de niños y adolescentes, estas políticas informativas que pudiera desarrollar el psicólogo jurídico, con todo su conocimiento en ciencias de la conducta, permite establecer predicciones sobre que variables aumentan las probabilidades de que un hecho de Abuso Sexual Infantil se produzca, por ejemplo: la presencia de un padre alcohólico, el desarrollo físico prematuro de la niña (un acontecimiento que por ejemplo en Venezuela acontece con mayor frecuencia), menores que pasan mucho tiempo sólo en sus casas, padre y/o madre fármacodependientes, menores con pocas habilidades sociales o con poca autovaloración o autoeficacia; estas y otras variables, las encontramos de una u otra forma en los casos de abuso sexual infantil.
Así que al tener el conocimiento de estas variables, el psicólogo jurídico debe proveerlas a todos aquellos actores que se interrelacionen con los menores de edad además de estos últimos. Familiares incluyendo madre, padre, abuelos, hermanos, etc, así como maestros, vecinos e integrantes de las comunidades deben tener conocimientos sobre el abuso sexual y las variables que predisponen a dicho acto, de esta manera se pueden ir creando redes de protección para los niños y adolescentes en contra de hechos como el ASI.

Aportar información pertinente al ASI, permite que los sujetos (adultos y niños), desarrollen formas algo más efectivas de afrontar y prevenir este hecho social; por ejemplo: si en una familia hay la presencia de un sujeto alcohólico, con manifestaciones de conductas violentas (lo que nos permitiría considerar la presencia de problemas en el autocontrol conductual), y a su vez, es primo de una niña de 11 años de edad quien ha comenzado a desarrollarse, asimismo, aquel no mantiene una relación de pareja estable, lo que hace que sus contactos sexuales sean escasos; con estas variables pudiéramos considerar la presencia de una situación de riesgo.

A partir de este cuadro se debe dar información sobre diferentes hechos de violencia domestica incluyendo el ASI, tanto a los integrantes de esa familia, como a las personas que habitan en esa comunidad. La misma estaría dirigida a: familiares tales como, la madre (en caso de que la figura paterna no esté presente, como acontece en la mayoría de los casos en Venezuela), la abuela, la tía, etc, u otros actores como los vecinos, e inclusive los actores principales: la misma niña, (potencial victima) así como también al primo alcohólico (potencial victimario).

Esta información sería de contenido preventiva-legal referida a hechos de violencia doméstica (resaltando sutilmente el ASI), de esta forma, estos actores pudieran obtener herramientas para afrontar mejor dicha situación, cómo por ejemplo: buscando ayuda para el primo alcohólico, o disminuyendo las probabilidades de acceso por parte de éste (cuando se encuentre tomado) a la menor de edad, así como otra actividad desarrollada por los familiares, comunidades o autoridades competentes.
No es que ya se éste culpabilizando a alguien por una acción no cometida aún, pero al hacer una campaña informativa sobre hechos de violencia doméstica, incluyendo el ASI, se están realizando medidas preventivas, las cuales se basan en informar a las personas, disminuyen así las probabilidades de que acontezcan estos hechos de violencia desagradables.

Lo anteriormente descrito, no involucra la erradicación del ASI, pero si una disminución en las probabilidades de que se presenten casos de ASI. La información es una herramienta muy útil que los Psicólogos, ya seamos Jurídicos, Clínicos, de la Salud, Sociales, etc, manejamos para realizar intervenciones en los ámbitos donde estemos trabajando.

Una de las variables psicológicas que consideró, facilitan la manifestación de hechos de ASI, es el tabú que existe en nuestras sociedades latinoamericanas acerca del sexo; a nuestros niños y jóvenes no se les habla del sexo, como una actividad integral del ser humano, como una actividad que es inherentes al ser humano, y esto lamentablemente es así, por que a su vez a los padres no se les hablo del sexo como tal, haciendo del sexo un tema vedado través de las generaciones; sin duda alguna esta situación ha traído como consecuencia una vulnerabilidad por parte de los niños y adolescentes frente a hechos como el abuso sexual infantil o inclusive el embarazo precoz.

Nuestros niños y adolescentes latinoamericanos, deben cada día recibir información pertinentes al sexo, así les estaríamos aportando herramientas para afrontar situaciones en donde las probabilidades de ocurrencia de hechos que atentan contra el desarrollo psicológico de los sujetos, tal y como acontece con el ASI.

Son frecuente los casos de ASI donde las victimas en consulta psicológica han reportado que tenían la impresión de que lo que estaba haciendo o pidiendo el victimario era malo, pero no tenían la seguridad, o no sabían que hacer, o que accedían a las peticiones bajo amenazas de éste y no sentían que nadie los pudiera ayudar, entre otras explicaciones.
Por otra parte cuando el ASI ya ha acontecido, el abordaje por parte del Psicólogo Jurídico con la victima va a depender de la particularidad de la misma y del hecho en sí; en primer lugar se debe obtener información del evento de ASI, esto nos da una perspectiva de la terapéutica a desarrollar además del pronóstico de rehabilitación psicológica de la victima, factores como la edad, frecuencia de abusos, forma del mismo (con penetración, sin penetración, etc, con agresión, sin agresión), hasta la identidad y relación del victimario con la victima, son importantes para el conocimiento del psicólogo jurídico que atienda el caso; esta información puede ser aportada tanto por el médico forense que haya atendido previamente el caso, los familiares de la victima así como la misma victima, siempre y cuando esto no implique para ésta revivir nuevamente la experiencia traumática, convirtiéndose la consulta psicológica y más aún, la figura del psicólogo aversiva para la victima.
Ya al evaluar esta situación, y luego de establecido el rapport necesario en toda interacción psicológica profesional, se procede al desarrollo de la intervención, la misma estaría fundamentada en la problemática presentada por la victima, generalmente los síntomas exhibidos son similares (claro con ciertas particularidades por el caso) a los manifestados por personas con el llamado estrés postraumático, pero también se pueden presentar síntomas tales como: déficit en habilidades sociales especialmente con el establecimiento y mantenimiento de relaciones con el sexo opuesto, falta de asertividad, trastornos psicofisiológicos, problemas emocionales, déficit en la autovaloración y/o autoeficacia, conductas evitativas, hasta llegar a conductas depresivas y suicidas entre otras.
El abordaje psicológico pudiera estar fundamentado en la instigación (con el sumo cuidado profesional) de reportes verbales referidos a la situación de abuso sufrido como por ejemplo la expresión de emociones, también el reforzamiento positivo de la autoimagen de la victima, entrenamiento en habilidades sociales, modelaje de conductas sociales y asertivas, técnica dirigidas al control de la activación fisiológica, tales como algún tipo de técnica de relajación, llegando hasta técnicas compuestas como la desensibilización sistemática entre otras.

Algo que debo señalar nuevamente, es que estas técnicas no se deben utilizar como una receta de cocina, su uso dependerá de la problemática presentada por la victima, y de hecho se pudiera dar el caso que la victima no presentará ninguna problemática al momento, por lo que la intervención más adecuada sería aquella que no se da, en estos casos de debe respetar el tiempo del sujeto, de la victima, sólo se le hace entender, que si en cualquier momento necesitará la ayuda, la misma se le proporcionaría oportunamente.
Otro actor presente en un hecho de abuso sexual infantil es el victimario. Recordemos que existe una división en cuanto a los sujetos que comenten abuso sexual infantil: los pedofílicos o primarios y los secundarios o situacionales, los primeros son aquellos que buscan mantener contactos sexuales exclusivamente con menores de edad, especialmente niños, (estos presentan regularmente un patrón conductual más patológico). Los segundos son aquellos que no persiguen mantener encuentros sexuales con menores de edad, pero por alguna circunstancia en particular (por ejemplo: estrés, efectos de algún tipo de sustancia como el alcohol o la drogas, falta de encuentros sexuales con personas adultas), cometen el abuso sexual infantil, auque su patrón regular de contactos sexuales haya sido con personas de edad adulta.

En cuanto al abordaje de personas que hayan cometido ASI, se puede decir que han existido a lo largo de la historia dos enfoques para su abordaje psicológico, estos son: el experimental y el clínico. En cuanto al enfoque experimental sólo haré referencia a los experimentos psicológicos basados en los principios del condicionamiento clásico y operante, por ejemplo, en uno de ellos: al victimario se le coloca un aparato que mide la erección peniana, luego se le colocan o imágenes o videos de niños y/o adolescentes ya sea desnudos o realizado actos sexuales, los mismos pudieran darse con agresión o sin agresión, si el sujeto tiene una erección (respuesta) ésta es castigada a través de un shock eléctrico, el cuál pudiera darse en el mismo pene o en otra parte. Con este experimento se busca extinguir o disminuir al máximo la respuesta de excitación sexual de parte del abusador hacía los menores de edad.

El otro enfoque es el clínico, en este punto podemos decir, que los abusadores primarios o pedofílicos a nivel general, tienen un peor pronóstico en comparación con los secundarios o situacionales, ya que aquellos como mencione anteriormente presentan una distorsión en la percepción de la realidad, y de las interacciones que socialmente un adulto pudiera mantener con un niño u adolescente.

Aquí llegamos al punto en donde la acción del psicólogo jurídico en el campo legal es muy importante, ya que las actividades que éste pudiera desempeñar serían por ejemplo: la asesoría a jueces o fiscales pasando por abogados en cuanto al comportamiento y pronóstico de rehabilitación del sujeto que haya cometido ASI.

En el caso específico de jueces, el psicólogo jurídico puede fungir como experto al sugerir el tiempo de reclusión (si en la legislatura del país lo contempla) que debería tener el acusado de abuso sexual, partiendo de un análisis psicológico exhaustivo, así como también, acerca del lugar donde el imputado debería cumplir la pena, el cual pudiera ser o un penal o un centro de rehabilitación psiquiátrica, y por último el tipo de rehabilitación qué el abusador debería obtener, entre otras materias.

En el caso específico de la rehabilitación psicológica del abusador, las primeras acciones están referidas al establecimiento de un control de estímulos, instaurando en éste sujeto las habilidades sociales que por un lado, les permita el acceso a interacciones sociales reforzantes con personas adultas y del sexo opuesto (la mayoría de estos sujetos se les dificulta el acercamiento social con estas personas adultas incluyendo las del sexo opuesto), así como también una interacción adecuada con los menores de edad, asimismo de debe trabajar en el control de los impulsos sexuales socialmente inadecuados, esto se puede trabajar a través de cualquier técnica de disminución de la activación fisiológica, la resolución de problemas, la extinción de pensamientos distorsionados acerca de las interacciones con menores por medio de la reestructuración cognoscitiva y finalmente, entre otras, la resolución de problemas y la mejora de la autovaloración y autopercepción.

El uso de estas técnicas va a depender de la particularidad de cada caso, no se deben usar como recetas de cocinas, ya que ante todo se esta trabajando con seres humanos.

El Abuso Sexual es complejo, debido al elevado rechazo social que éste conlleva, mi pretensión fue mostrarles de manera muy general la acción del psicólogo jurídico en el ámbito del abuso sexual infantil, fueron muchos las consideraciones y aspectos que quedaron por fuera, pero a grandes rasgos considero que tenemos muchas cosas que hacer en cuanto éste tema.
Psic. Gilberto Aldana Sierralta.

domingo, 20 de septiembre de 2009

REACCIONES DE LA FAMILIA, ANTE EL DESCUBRIMIENTO DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL.



Cuando el abuso sexual sale a la luz, los miembros de las familias suelen negar o no creen lo que está sucediendo, sobre todo cuando el agresor es un miembro de la familia.
Cuando el agresor no es de la familia, la reacción es muy diferente; la familia actúa inmediatamente y expresan su repulsión ante el hecho.

Lamentablemente la mayoría de los casos de abuso son producidos por los miembros de la familia, por lo tanto la familia trata de negarlo para protegerse o no asumir las consecuencias.

Varios autores identifican 4 tipos de negación, las cuales pueden presentarse en forma independiente o simultánea en las familias:Negación de los hechosSe niega la ocurrencia del abuso, ya sea por el agresor, la familia o la misma víctima.

La víctima puede negar el abuso por temor a las consecuencias.Este tipo de negación es más difícil de enfrentar en especial cuando todos los miembros de la familia niegan colectivamente los hechos y corroboran una historia alternativa.

Negación de la concienciaEl agresor y la familia aceptan la ocurrencia del abuso pero niegan la conciencia del hecho. Por ejemplo, puede afirmar que “estaba borracho”.


En el caso de la víctima puede negarlo diciendo que “no está seguro si pasó en verdad porque estaba dormida y no sabe si estaba soñando”.Negación de la responsabilidad.

El agresor y la familia aceptan el abuso, aceptan que fue consciente pero se le quita la responsabilidad al agresor. Por ejemplo, el agresor puede decir que es culpa de la esposa “por no tener relaciones sexuales con él”, o que es culpa de la víctima porque “lo seducía o le hacía preguntas sexuales”.

Negación del impacto:

El agresor y la familia aceptan el abuso, aceptan que fue consciente, aceptan que el agresor es el responsable, pero minimizan el impacto o efecto del abuso. Por ejemplo, el agresor puede decir que “no fue grave”, “fue solo una vez”, “el niño/niña es muy joven y no se acordará en el futuro”, etc.


Escrito por Luis Aveiga Cinthia Escandón basado en "Todo lo que todos y todas debemos saber sobre el abuso sexual infantil

viernes, 18 de septiembre de 2009

ESPIRAL



El proceso tortuoso que se pone en macha desde que se detecta un caso de abuso sexual infantil hasta que el presunto agresor comparece ante la Justicia es el argumento de Espiral.
Este es el título del cortometraje que presentó ayer en Huelva la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía para hacer reflexionar a los profesionales implicados en el desarrollo de esta espiral.
La desafortunada protagonista de la película es la historia que se repite hasta 7 veces en un periodo que se estima entre dos y cuatro años. La madre, la pediatra, la trabajadora social, la Policía, el forense, el Servicio de Asistencia a las Víctimas, el juez y el abogado de la Defensa forman parte de la lista de implicados a los que la víctima, menor de edad, una niña, tiene que relatar los hechos. La directora general de la Infancia y Familias de la Consejería de Igualdad, Carmen Belinchón, explicó ayer que se trata de una idea de la Fundación Márgenes y Vínculos con el objetivo de hacer reflexionar sobre "lo que estamos haciendo y los pasos que tenemos que dar para proteger a la víctima".El corto es una llamada de atención contra la llamada victimización secundaria o doble victimización, que se produce cuando el menor debe recordar y relatar una y otra vez los abusos a los que fue sometido; es decir, el efecto nocivo de una inadecuada actuación por parte de los profesionales y del sistema. Ante esto, Belinchón pidió a los agentes públicos un esfuerzo para que la intervención con estas víctimas, "menores de edad, sea mínima para evitar que se convierta en un espiral desde que se detecta la agresión hasta que se prueba que lo ha sido". El sistema debe mejorar y el camino está en "acortar los tiempos; algo que es necesario y para lo que tenemos medios", afirmó ayer la directora general.La otra cara de la moneda está en los resultados que, a juicio de Carmen Belinchón, está logrando el sistema que ha demostrado que "con una detección a tiempo y su inmediata intervención con estos menores podemos reparar los daños".
El avance se ha logrado, en los últimos años, gracias a herramientas como el teléfono de atención a la infancia, la formación y coordinación de profesionales. Estas medidas han hecho que en Andalucía se hayan detectado 538 casos de abusos sexuales a menores. Desde el pasado mes de noviembre en la provincia de Huelva la Junta de Andalucía ha intervenido en 53 casos con menores víctimas de abusos sexuales, de los que 18 (el 34%) están en fase de tratamiento. Este tipo de maltrato infantil, que no es el único, es "difícil de detectar porque los niños lo manifiestan en silencio mediante actitudes y comportamientos; el riesgo es mayor cuando se trata de menores con familias en las que este tipo de comportamiento se ha podido normalizar, afortunadamente este estas actitudes que podíamos calificar de anónimas cada vez se hacen más visibles", explicó Belinchón. Los estudios, que existen sobre estas agresiones, estiman que alrededor del 23% de las niñas y el 15% de los niños sufren en su infancia algún tipo de violencia sexual. Maltrato que no es el único pues también existen casos de agresión física, privación de alimento o maltrato emocional.Junto a este corto y al protocolo de actuación establecido en el año 2000, la Consejería de Igualdad y Bienestar Social tiene decidido implicar a cuantos departamentos sean necesarios para mejorar el proceso. Ya se han suscrito procedimientos de coordinación con las consejerías de Educación y Salud y las distintas fuerzas de seguridad del estado con cuerpos especializados en estas agresiones. Además, se prepara un protocolo con la de Justicia.Cerca de 200 profesionales de distintos ámbitos (salud, seguridad, justicia, educación y social) visionaron ayer en el salón de actos del centro de mayores Mora Claros el cortometraje Espiral para reflexionar y actuar dentro de sus posibilidades.

jueves, 17 de septiembre de 2009

CONSECUENCIAS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL.


Las consecuencias del abuso sexual no concluyen cuando se descubre el hecho, sino que generalmente tienen repercusiones de por vida. Entre las consecuencias más comunes tenemos las siguientes:
Baja autoestima, ya que al haber sido tratados como objetos, ellos sienten que no tienen ningún valor ni para ellos mismos ni para los demás.
Depresión, sienten que no vale la pena vivir.
Inseguridad, dudan de su capacidad de evaluar la realidad y de su capacidad de moverse en el mundo de forma segura.
Ansiedad generalizada de forma permanente.
Culpabilidad hacia sí mismos, ya que cuando sufrieron el abuso se culpaban a ellos mismos por lo que ocurría, posteriormente se siguen culpando por todo cuanto les sucede.
Sensación de impotencia, se sienten incapaces de cambiar su realidad.
Tendencia a mantener secretos, no sólo en aspectos negativos sino en todo lo que les ocurre.
Dificultad para establecer relaciones, debido a la dificultad para confiar en los demás.
Dificultades sexuales, que pueden manifestarse ya sea por la extrema sexualización en sus relaciones hasta la anorgasmia (dificultad para tener orgasmos), dolor en las relaciones, impotencia, entre otros.
Tendencia a sacrificarse y a proteger a otros, por ejemplo dejando sus necesidades y prioridades en segundo plano por satisfacer las necesidades de otros.
Adicciones, como al alcohol, drogas, cigarrillo, sexo, juegos, etc.
Disociación, es decir dificultades para conectarse con sus emociones de tristeza, dolor, alegría, etc.
Negación del abuso, con la finalidad de “olvidar” que el abuso ocurrió.
Uso inadecuado del humor, como por ejemplo usar el sarcasmo o burla como estrategia de comunicación con la finalidad de defenderse y protegerse de los sentimientos de tristeza, rabia o dolor que experimentaron.Estos mecanismos de autodefensa no siempre son eficientes para que ellos olviden la tristeza, rabia o dolor que llevan dentro. Es muy frecuente que las víctimas de abuso sexual caigan en depresiones permanentes o periódicas, las cuales pueden incluso desencadenar en suicidio. La mejor forma de ayudar a una persona que muestra consecuencias de abuso sexual, es buscar ayuda profesional.


COMO PREVENIR EL A.S.I


La Academia Americana de Pediatría recomienda los siguientes consejos para prevenir el abuso sexual en sus hijos/hijas:

Hable con su niño/niña sobre el abuso sexual. Si la escuela de su niño/niña tiene un programa sobre el abuso sexual, hable sobre lo que ha aprendido.
Enséñele a su niño/niña cuáles son las partes privadas del cuerpo (las partes cubiertas por un traje de baño), y los nombres de esas partes. Dígale que su cuerpo es de él. Enséñele a gritar “no” o “déjeme” a cualquier persona que le amenaza sexualmente.

Escuche cuando su niño/niña le trate de decir algo, especialmente cuando se le haga difícil decir algo. Esté seguro que su niño/niña sepa que está bien decirle si alguien intenta tocarlo de una manera que le haga sentir incómodo, independientemente de quien sea el abusador. Dígale que puede tener confianza en usted y que no se enojará si le dice algo.

Dele a su niño/niña bastante tiempo y atención. Puede usar las reuniones familiares semanales para discutir sobre las experiencias buenas y malas.


Conozca los adultos y los niños que pasan tiempo con su hijo/hija. Tome precauciones cuando deje a su niño/niña pasar tiempo solo en lugares extraños con otros adultos o niños mayores. Visite el proveedor de cuidado de su niño/niña sin aviso.


Nunca deje que su niño/niña entre a la casa de un desconocido sin un padre o un adulto de confianza. Las ventas de puerta en puerta para levantar fondos son un riesgo, en particular para los niños solos.


Pregunte si la escuela de su niño/niña tiene un programa para prevenir el abuso para los maestros y niños. Si no existe uno, empiece un programa.


Dígale a las autoridades si sospecha que alguien esté abusando su hijo/hija o a un niño/niña de otra persona. El maestro de su niño o el asesor de la escuela pueden guiarlo para que le enseñe a su niño a evitar o reportar el abuso sexual. Ellos saben cómo hacerlo sin causar temor o incomodar al niño.Su pediatra también entiende la importancia de la comunicación entre los padres y niños. Éste está capacitado para notar las señales de abuso sexual infantil y está familiarizado con los recursos de la comunidad. Pregúntele a su pediatra por recomendaciones sobre cómo proteger a sus niños.Si desea ser usted mismo quien le enseñe a su hijo/hija sobre cómo protegerse del abuso sexual, hemos puesto a su disposición un excelente material en la sección de “Recursos”. Allí se le indicará qué hacer y cómo utilizar cada uno de estos manuales.

Escrito por Luis Aveiga Cinthia Escandón basado en "American Academy of Pediatrics"

COMO DETECTAR


Los niños tienden a ignorar las cosas que los hace sentir incómodos, en vez de reconocerlas como advertencias. Si su niño habla sobre el abuso, escuche atentamente y tome el asunto en serio.Cuando se le ignora, no le creen o castiga la petición de ayuda del niño, es posible que no se arriesgue a decirle otra vez. Como resultado, el niño puede ser una víctima de abuso durante meses o años. Explíquele a su niño que es aceptable hablar sobre los sentimientos incómodos.Si su niño le indica que ha sido abusado, tome los siguientes pasos:

Créale al niño/niña y permanezca calmado, de lo contrario la víctima creerá que está enojado con él.
Haga frente al problema.

Escuche las razones por las cuales su niño le dijo del abuso. Dígale a su niño que no es su culpa. Dele mucho amor, hágale sentir cómodo y tranquilo. Si usted está enojado, esté seguro que su niño sepa que no está enojado con él y que le va a ayudar. Dígale a su niño qué valiente es por haberle dicho y que entiende el temor que él o ella siente. Esto es especialmente importante si un amigo de la familia o un familiar lo abusó.
Hágase cargo de la situación.

Proteja a su niño contra más abuso. Haga todo lo que esté a su alcance para animarlo y darle seguridad son expresiones de lástima. Nunca le haga al niño/niña preguntas que lo hagan sentir culpable como “¿por qué no me lo habías contado antes?” o “¿por qué te dejaste?”.
Busque la ayuda de un pediatra para tratar los problemas físicos del abuso, y un consejero quienes pueden proporcionar apoyo.
No presione a la víctima para que le cuente lo que ocurrió, ni le pida que lo cuente varias veces, ni le pida que le cuente detalles del abuso sexual. Un niño/niña, ya sea por vergüenza, confusión, etc., no está preparado para responder este tipo de preguntas. Insistir en estos temas puede provocarles sentimientos similares a los sufridos durante el abuso sexual, tales como culpa o impotencia.
Evite las actitudes extremas, ya sea sobre-enfatizar en el abuso o restarse importancia al hecho.
Trabaje con una red de apoyo que le permita abordar el tema de forma adecuada. Busque ayuda.
Reporte el abuso a la policía o a la agencia local para la protección de menores. Pida ayuda sobre cómo recibir apoyo durante una crisis.


VOCES DE CRISTAL



Definitivamente cuando se trata de un adulto/adulta teniendo comportamientos sexuales con un niño o niña, se está frente a un caso de abuso sexual infantil. Sin embargo existen casos en que hay abusos por parte de niños/niñas de edades similares. Cabe aclarar que se llaman niños y niñas a todas aquellas personas menores de 18 años. En estos escenarios, para saber si estamos o no frente a un caso de abuso, se deben tomar en cuenta los siguientes criterios:AsimetríaSe refiere a la existencia de diferencias marcadas, ya sean de poder, estatus, experiencia, desarrollo o conocimiento entre los niños/niñas.
Por ejemplo:
Cuando un niño/niña posee mayor experiencia en el terreno sexual e índice a otro/otra a realizar acciones que desconoce.
Cuando un niño/niña abusa de otro niño/niña por tener más poder o estatus, como por ejemplo el caso de un niño hijo de la dueña de casa que abuse de la hija de la empleada del servicio doméstico, a pesar de tener la misma edad.Utilizar fuerza físicaSiempre que un niño/niña utilice algún tipo de fuerza o violencia física para acceder sexualmente a otro niño/niña.Chantaje emocionalCuando un niño/niña utiliza manipulación, engaño o amenazas para lograr los acercamientos sexuales con otros niños/niñas.Aprovechar condiciones de desventajaCuando quien abusa toma ventaja de alguna discapacidad física o mental de la víctima, o cuando se aprovecha que la persona está bajo los efectos de alcohol o drogas.Diferencia de edadSobre esto no existe un criterio definido, pero se puede hablar de un rango de 2 a 5 años de diferencia para considerarlo abuso entre menores. Ahora, no necesariamente el niño de mayor edad es quien abusa del de menor edad. Es recomendable que se estudien los otros criterios aquí expuestos antes de llegar a conclusiones.

Escrito por Luis Aveiga Cinthia Escandón basado en "Todo lo que todos y todas debemos saber sobre el abuso sexual infantil

ALTO AL ABUSO SEXUAL INFANTIL


La familia tiene un papel fundamental en la prevención del abuso sexual. La única manera de evitarlo es cambiar los valores culturales. Quien pretenda cambiar algo en el mundo debe empezar por su propia casa. Ése es el cam, las consecuencias y los costos del abuso sexual, podríamos educar a las niñas/os, y adolescentino a seguir, hasta lograr que niños y niñas dejen de ser abusados sexualmente.
Si madres, padres, maestras/os y todas/os aquellas/os que estamos en contacto con ellas y ellos entendiéramos el origenes para que ellas/os mismas/os se conviertan en artífices de su protección. Sin dejar esa enorme responsabilidad solo a ellas/os; ya que somos las y los adultos responsables del cuido y protección a la niñez.Ayudar a estas/os adultas/os a entender la complejidad del abuso, a prevenirlo, a actuar cuando se presenta y a sanarlo es la intención de la Jornada “Alto al abuso Sexual”, que inició el Movimiento contra el Abuso Sexual el 28 de agosto y culminará el 19 de noviembre, día Internacional por la prevención del abuso infantil.


Para sanar a un niño o niña del abuso sexual no sólo se necesita llevar inmediatamente a terapia; se trata de algo más amplio, que tiene que ver con la salud emocional de la persona que fue víctima y de la propia familia que va a vivir con esta historia.


El primer paso para la sanación tiene que ver con el respeto a la verdad. Cuando un niño o una niña nos dice que fue abusado/a, tenemos que creerles. Así comienzan a entender que la culpa fue del otro, del abusador, y no suya. Esto es parte fundamental para la sanación.En familias donde el abuso se reproduce por generaciones, uno de los factores que alimenta la perpetuidad es la normalización de la violencia en todas sus formas. Cuando creemos que esto que está haciendo mi padre o madre, mi tío o mi abuelo conmigo es normal, no hay nada que yo pueda hacer, ni siquiera aprender a cuestionarlo porque no tenemos herramientas para hacerlo.Lo que no queremos entender, en términos de la violencia sexual contra niños y niñas, es que se ha normalizado y se ha convertido en un valor cultural tanto en las familias como en las instituciones del Estado.


Las personas, generalmente, creemos que la víctima de alguna manera tuvo una corresponsabilidad para ser abusada y que la familia, la madre, el padre, el tío, la abuela, la persona que no fue la abusadora, pero que estaba cerca, es cómplice, pero no siempre es así.El machismo es otro valor cultural que se convierte en una tapadera de todas las formas de violencia, y mucho más del abuso sexual. El padre se considera con derechos sobre las hijas o, en muchos casos, las madres piensan que sus hijas preadolescentes sedujeron al padre o al padrastro y que el abuso es culpa de ellas.Recordemos que nos han impuesto que los valores de lo masculino se anteponen a todos los demás, a lo femenino y a la infancia.Si no detenemos el abuso sexual infantil, vamos a seguir perpetuando los valores de la violencia, del desamor, porque, en la medida en que se siga abusando sistemáticamente de niñas, niños y adolescentes, estás fomentando una sociedad en la que estas criaturas no creen en nadie, ni siquiera en sí mismas . Creo que la única manera de detener este crimen es cambiando los valores culturales a través de la educación y la prevención.Hay que hacer trabajo de hormiga. Empezar en nuestra propia casa, continuar con las y los vecinos, luego en la comunidad, en la escuela, en el municipio, departamento y país, juntos y juntas.En esta primera fase de la Jornada, se realizarán actividades de educación en las calles, escuelas y gremios en Managua, Jinotega, Granada, Matagalpa, San Rafael del Sur y Chinandega, entregaremos información a más de 10 mil personas de esos lugares, pero en realidad esto es solo el comienzo de una lucha que no se detendrá mientras haya personas que se sumen a ella.Si querés recibir el boletín electrónico con información sobre qué hacer y adónde ir en caso de abuso sexual, cómo prevenir, cómo trabajar las secuelas del abuso sexual en vos misma/o, información sobre el tema, te invitamos a escribirnos al Movimiento contra el Abuso Sexual y cada mes te daremos éstas y otras informaciones de interés.Y si no, te invitamos a obtener más información en los diferentes Centros Alternativos de Atención, leyendo esta columna semanal, escuchando los programas de radio y viendo el reportaje que cada quince días transmite el MCAS y el Canal 2, en el programa Primera Hora.¡Todas las voces y las voluntades contra el abuso sexual.


!hablemosde.abusosexual@gmail.comTel. 22227955

SIN COMENTARIOS.



Sentada frente a la socióloga de Renacer, *Sofía ya no es esa chica altiva de gestos coquetos que una noche antes, en el más sórdido de los ambientes, exhibía la voluptuosidad de su cuerpo casi al desnudo. Su risa picara y su desenvoltura para encantar a los hombres que se le acercaban se había esfumado. Ya no estaba la jovencita de “vida alegre” que parecía disfrutar que los clientes del burdel disfrazado de discoteca y nada más, en el que trabajaba hacía dos meses en el Centro amurallado, la desearan con un morbo descarado. En ese momento ya a nadie se le hubiera ocurrido pensar que era una bandida a la que le gusta jugar al sexo con diferentes parejas, sin ninguna estabilidad.
Ahora, frente a la terapeuta era ella verdaderamente. A la luz del día su rostro con mucho menos maquillaje del que utiliza en las noches, delataba sus 17 años y dejaba ver en su mirada la historia de dolor que la ha acompañado desde muy niña. Toda ella derrumbaba el mito que se ha creado en torno a que a las “prepago” (señaladas como prostitutas de nivel) les gusta lo que hacen, son lujuriosas, materialistas y “buenos polvos” (desinhibidas en la cama).
Aunque apenas tenía cinco años cuando empezó su pesadilla, todavía hoy mantiene fresco el recuerdo de los golpes y las duras palabras que su papá y su madrastra le dieron y le dijeron cuando se enteraron que el abuelo paterno había abusado sexualmente de ella. “Es que tu te metes en el cuarto de él, ¿para qué lo buscas?”. El escándalo estalló porque una mañana cuando se bañaba le mostró a su madrastra unas berruguitas que tenía en la vulva, el resto fue trabajo de los médicos, quienes inmediatamente dictaminaron el abuso. “Nada pasó.
Mi abuelo nunca fue preso, a la única que castigaron fue a mi”.
Luego de eso, se mudaron a una casa distinta a la del abuelo, pero aún así ella nunca se sintió en un verdadero hogar. Su madrastra se ocupaba más de su propio hijo que de ella y a su padre parecía bastarle el hecho de que la dejaba al cuidado de una mujer, que él creía podía cumplir el papel de madre. “No era un hombre malo, pero tampoco era del todo bueno. El tiempo se le iba entre su trabajo de conductor y los amigos con quienes se reunía a tomar trago y quien sabe qué más”.A los once años, el trauma del abuso empezó a hacer estragos con su sueño. Pasaba noches en vela y cuando lograba concebir el sueño tenía pesadillas. Fue puesta en tratamiento en una clínica neurológica en Barranquilla, donde vivía en ese tiempo. Los resultados fueron pocos. Volvió a conciliar el sueño, pero su autoestima estaba dañada, se sentía el patito feo de la familia y más que eso, la oveja negra. Cuando cumplió los 14 años empezó a ser cortejada por un hombre de 52, en el que pareció encontrar la atención y el amor que no había sentido hasta entonces. No se sentía enamorada, pero accedió a escaparse con él por los ofrecimientos que le hizo: una casa en la que ella fuera la señora y un marido para protegerla. Al cabo de un año estaba pariendo un hijo del que hoy, lo único que sabe es que está en un hogar sustituto del Bienestar Familiar.
El “buen hombre” cincuentón empezó a mostrarle su faceta de borracho y maltratador; y ella empezó a sentir en otras pieles más jóvenes el placer sexual. La pobreza que la rodeaba le estorbaba cada día más y los ofrecimientos en dinero que le hacían sus pretendientes empezaron a abrirle una ambición que no conocía. “Lo que recuerdo es que al principio empecé a sentirme importante porque los hombres me buscaban mucho y eso me hacía sentir bonita, cosa que nunca me había pasado, pero después cuando le veía la cara al niño me sentía sucia, me daba miedo la clase de vida que yo le podía dar, entonces me separé del señor y busqué ayuda en Renacer (Barran-quilla). Allá me dieron atención por un mes, entregué al niño al Bienestar Familiar; pero igual me sentía sola y ansiosa”. En esa búsqueda del amor se hizo novia de un hombre de 27 años que la inició en el ambiente de las prepago. La trajo a vivir a Cartagena y le dio a probar droga, por primera vez.“A muchos clientes les gusta que uno se ‘periqueé’ con ellos y eso termina volviéndolo adicto a uno”. El novio ya no existe en su vida, lleva un año viviendo o mejor sobreviviendo en Cartagena, alquilándole su cuerpo a distintos hombres para que gocen con sus encantos, pero en el fondo lo que busca es que alguno de sus clientes se enamore de ella.
La socióloga Mayerlín Vergara, oficial de proyectos de Renacer en Cartagena, es concisa en su afirmación: “Lo que ella busca de manera inconsciente es una reparación al daño que le ocasionó el abusador (su abuelo) porque a pesar de los años no ha hecho un proceso de resignificación de esa experiencia negativa. Cuando un menor es abusado, lo más importante es el apoyo de la fa-milia. El amor es lo más sanador que hay. Tan sólo un familiar que lo acoja y lo haga sentir ama-do bastaría para que el proceso de reparación floreciera; Sofía nunca contó con ese apoyo, por eso su vida está en el punto que está hoy, con algunos elementos que complican una restauración: la adicción a las drogas y la cocificación de su cuerpo. Por eso los menores abusados deben ser trata-dos aparte de los explotados sexualmente para evitar que aprendan conductas de los que ya cono-cen el negocio del cuerpo. Aparte, la denuncia penal contra el abusador es importante porque es la materialización de la reparación de ese derecho que tiene la víctima. Cuando esto no sucede, en la mayoría de casos los niños crecen con un sentimiento de frustración”.Vergara enfatiza que hay una importante diferencia entre un menor abusado y uno explotado porque este último ya percibe su cuerpo como objeto disociado. “Hay que desmitificar el imaginario colectivo de que a los niños les gusta cuando los ultrajan y luego le dan 10 mil o 15 mil pesos. Incluso en el caso de los y las jóvenes de 17, 18, 19, 20 años y más. Por experiencia puedo decir que incluso, las universitarias tienen su historia de dolor. Incluso muchas terminan la carrera y al final no la ejercen porque han conocido un camino aparentemente más fácil de ganar dinero y deben lidiar a diario por ocultar un sentimiento de sucieza en su interior. Ríen y no ven la explotación como un problema porque viven en un proceso de negación de su realidad, pero cuando la vida las pone frente a un espejo se descubren frágiles. El menor abusado es vulnerable a la explotación sexual porque puede empezar a tener conductas muy sexualizadas debido a las sen-saciones que le han despertado”.
Una cadena que sí puede pararCuando un menor es abusado el primer sentimiento equivocado que sale a flote es la culpa: ¿por qué me dejé?, ¿por qué no dije o no digo nada?. El otro sentimiento es el miedo: ‘si digo me van regañar, van a decir que yo me lo busqué’. El otro sentimiento es asco hacia su propio cuerpo que sienten manoseado y violentado; y asco hacia el abusador, un cuerpo con el que nunca de-searon tener intimidad . En la mayoría de los casos, el abusador es un familiar o una persona cer-cana al niño con el que este tiene una relación de confianza, eso le genera al menor sentimientos ambivalentes. Lastima y odio a la vez; no quiere denunciarlo porque no quiere que termine en la cárcel, pero también lo odia por lo que le está haciendo.Jorge Redondo, director del Bienestar Familiar en Cartagena, expresa que cuando un niño es vulnerado en su intimidad es necesario empezar cuanto antes un proceso activo de restableci-miento de derechos y hay dos vías para concretarlo: en el ambiente familiar o separado de éste. En cualquiera de los casos se conforma un grupo interdisciplinario compuesto por un sicólogo, una trabajadora social y un abogado que haga las veces de defensor de familia.Lo primero que debe hacer la comisión es determinar que otros derechos del niño no estén siendo vulnerados; por ejemplo que esté registrado, que esté estudiando, que tenga un techo segu-ro, que este afiliado al régimen de salud, que tenga una alimentación adecuada, etc. Se entrevista a cada uno de los miembros de la familia para decidir si el niño puede seguir ahí o si debe ser reti-rado del ambiente y se procede a diseñar un plan de atención específico para el menor y la fami-lia. Si se decide dejar al niño en el ambiente familiar, sea con la madre, con el padre o con la fa-milia extensa que son los abuelos, los tíos o primos, por ejemplo, se hace un compromiso para que todos acudan semanalmente a terapia con la sicóloga y la trabajadora social, ya sea en nues-tros zonales o una institución contratada por el Bienestar . “De nada sirve sólo tratar al niño, si la familia no colabora, por eso es indispensable involucrarlos a todos. Cuando la familia no viene, nuestras trabajadoras sociales y sicólogas van hasta las casas a buscarlo. Además el Bienestar hace una o dos visitas reglamentarias a la casa para verificar las condiciones en que está el niño. A veces puede ocurrir que el Bienestar no haga lo que la gente espera, pero en cada decisión que tomamos lo que buscamos en que se haga el menor daño posible al niño. Si verificamos que no hay peligro lo dejamos. A veces los menores se preguntan ¿la víctima fui yo y a mi es que me castigan aleján-dome de mi familia?”, dice Isis Castilla, defensora de familia.En caso que el menor sea retirado del núcleo familiar porque la comisión advirtió factores de riesgo, como por ejemplo complicidad de la madre o que el abusador esté libre y en contacto con la familia, es llevado a un hogar sustituto o a una institución con la que el Bienestar Familiar ten-ga contrato de servicio, dependiendo de la edad. Los menores de 10 años preferencialmente van a un hogar sustituto.Renacer y Restaurar son las dos fundaciones en Cartagena con la que el Bienestar tiene con-trato de esta índole. En la primera se atienden más los casos de explotación sexual. Allí los niños son internados y atendidos por sicólogas, nutricionistas y trabajadoras sociales; reciben educación académica acorde a su edad y se les capacita para la vida laboral; además se les brinda apoyo para el proceso legal que amerita un delito como este. En Restaurar se les ofrece igual atención, pero esta institución sólo atiende los niños abusados, desde un año de edad hasta los 18 años. El me-nor que recibe atención actualmente tiene tres años. Aquí los niños no quedan internos, sino queacuden diariamente, de mañana o de tarde, en la jornada distinta a la que asisten a clases. Estos menores pueden estar viviendo en su núcleo familiar u hogar sustituto.El programa de restablecimiento contempla seis meses iniciales. Cumplido este tiempo el gru-po interdisciplinario hace una evaluación y decide si el menor debe seguir en el programa. Hay niños que necesitan permanecer en el programa por un año o más. El tiempo que amerita una restauración es distinto en cada víctima.Estas instituciones, Restaurar y Renacer, mantienen contacto directo con las comunidades y visitan establecimientos públicos sospechosos para identificar posibles casos y entrar en contacto con la víctima. En el caso de explotación sexual intentan persuadir al mismo menor para que se vincule al programa y luego instaurar la denuncia a través del Bienestar y en el caso de abuso, primero se le da aviso al Bienestar para entrar a hacer la verificación del hecho.
Efectos del proceso de reparación
“Cuando se trata a un niño abusado ya no se va a tener en el futuro a un probable abusador, ni tampoco a una posible prostituta”, precisa Adela Matub, directora de la fundación Restaurar, que actualmente atiende a 30 niños con esta problemática.Desde su experiencia, Matub asegura que las campañas públicas de concientización sobre el flagelo del abuso sexual infantil no están siendo eficaces “Aún hay mucho tabú. Los adultos no denuncian por miedo a la estigmatización, a la fractura que eso causa en la familia, ponen de primero los prejuicios ante de la reparación del niño.“En este mismo momento que la gente está leyendo este artículo, ¿cuántos menores están ocultos en sus hogares viviendo en silencio este dolor?. Es necesario hablar para no cultivar una generación envenenada en su frustración”.Matub explica que una experiencia traumática como el abuso sexual genera conductas apren-didas y equivocas en los menores que podrían terminar consintiendo como algo normal porque un niño nunca espera que un ser que él ama (madre, padre, abuelo, tío, cualquier familiar) le ha-ga daño. Ahí existe el peligro que de manera inconsciente ellos quieran replicar su dolor en otros pares. Claro que la consciencia también la aporta la edad. En las terapias un punto importante es evitar que el niño se sienta revictimizado.“Tenemos que aprender a remitir la carga. Primero hay que sanar el dolor. ¿Cómo se hace es-to?, enseñándole al menor y a la familia a perdonarse ellos mismos y al abusador, sin que esto im-plique dejar en la impunidad el caso, a creer que hay un Dios que lo repara todo y orientando a los adultos sobre el trato que el niño debe recibir. Hay que guiar a la familia para recuperar valo-res, autoestima y pautas de enseñanza”.

DETONADORES
Varias de las conductas que hacen vulnerable a los niños son:-Padres pasivos que no ven con ojos de alerta que sus hijos sean expuestos a temprana edad a imá-genes de contenido sexual en la televisión. E incluso pasar por un puesto de venta de CD piratas, en los que alegremente se exhiben cintas pornográficas, constituye un abuso.-Padres que de manera inconsciente exponen sus hijos a la vulnerabilidad: por ejemplo, invitan a unos amigos a tomar licor en su casa, mientras los niños están durmiendo. En un descuido uno de los ami-gos pide el baño prestado y es una mera excusa para entrar en el cuarto de los menores. La misma situación puede pasar cuando los padres se van a tomar con los niños a la casa de un amigo y por no dejar la rumba acuestan a sus hijos en el cuarto de esa casa sin calcular quién puede entrar ahí y vio-lentarlos; o peor mandan a los niños para la casa con un supuesto amigo que a mitad de camino abu-sa de ellos.-Padres permisivos que no ven con ojos de alerta que sus hijos tengan amistades inapropiadas, que permiten, principalmente a sus hijas vestir con modas que le exhiben el cuerpo.-La carencia de roles en el hogar. Mujeres que salen a trabajar, mientras maridos con conductas du-dosas se quedan mucho tiempo solos con los niños.-La carencia de afecto.-La carencia de figuras de respeto.
ESTADÍSTICA
En lo que va del 2009, han sido atendidos en Medicina Legal 55 menores de edad abusados sexual-mente. Diez de las víctimas tienen entre 1 y 5 años; 17, tienen entre 6 y 10 años; otros 17, oscilan en-tre los 11 y 14 años; y 11 más, están entre los 15 y los 18 años.En el 2008, 91 víctimas fueron menores de 1 a 5 años; 117 fueron niños y niñas entre los 6 y 10 años; y 217, fueron adolescentes entre los 11 y 18 años; para un total de 425 casos.Cada caso es más que un número frío. Es una historia dolorosa que afecta una vida; por eso es nece-sario despertar consciencia en los adultos para que se conviertan en cuidadores permanentes de los menores, independientemente que sean sus hijos o no.

domingo, 13 de septiembre de 2009

COMO RECUPERARSE



El recuperarse de los daños causados por el abuso sexual es POSIBLE pero no es tan fácil ni sencillo como el bienintencionado consejo de "perdona y olvida" pareciera sugerir.Es un proceso complejo y de largo aliento.Requiere que aceptes dónde estas y empieces desde alli a construirlo lentamente,un día a la vez... Aquí algunas sugerencias para consolidar nuestra recuperación:


1.LEE:Libros sobre el tema del abuso sexual infantil y experiencias de recuperación.Esto te ayudará a evitar los sentimientos de aislamiento y a fomentar actitudes favorables hacia la superación de nuestras dificultades.

2.TERAPIA INDIVIDUAL:Nos ayudara a identificar las áreas de nuestra vida donde tengamos los mayores problemas y a desarrollar habilidades para resolverlos.

3.GRUPO DE APOYO:Nos ayuda a saber que no estamos solos,que hay apoyo y aceptación en otras(os)mujeres y hombres que han pasado por lo mismo.Si deseas participar en uno escribe a vichucer@gmail.com

4.HABLA CON ALGUIEN EN QUIEN CONFIES:romper el silencio y ser escuchado por alguien es muy importante para validar nuestra experiencia.

5.HAZ ALGO QUE SIEMPRE HAZ QUERIDO HACER:aun cuando esto signifique aprender algo nuevo.Esto ayudara a reforzar la confianza en ti mismo y en lo que eres capaz de hacer.

6.HAZ ALGO DIVERTIDO:disfruta de un lujo de vez en cuando..Date TIEMPO ...Lo mereces!

7.TOMA UN CURSO DE ASERTIVIDAD:Muchas mujeres y hombres que han pasado por esta experiencia de abuso no saben como expresar sus necesidades o poner límites adecuados en su vida.
8.ESCRIBE UN DIARIO:Escribir sobre lo que te pasó,las emociones y los sentimientos que te generó, ayudaran a quitarte un peso de encima y si lo mantienes durante un período significativo de tiempo,también te ayudara a identificar patrones de conducta y a monitorear tu superacion personal.
9.UTILIZA AFIRMACIONES:Corta la critica interna(esa vocecita interior que ve todo lo malo en ti,predice solo calamidades en tu vida)con afirmaciones positivas sobre ti,tus habilidades y la vida que deseas.Deben ser hechas en tiempo presente, cortas y en sentido afirmativo..Empieza con esta por ejemplo:Yo (Nombre)me amo y me acepto exactamente tal y como soy...Repítetela frente a un espejo mirandote a los ojos,varias veces al dia y observa qué sucede..
10.CULTIVA TU VIDA ESPIRITUAL:Sea cual sea tu orientación religiosa,averigua que es lo que te a paz y serenidad(el rezar,la meditación,caminar en la playa,etc)y dedícale un poco de tiempo(aunque sea media hora diaria) a esa práctica.Por más difíciles que sean tus actuales circunstancias,esta práctica puede darte mucho alivio,fortaleza e incluso consuelo.

REVELACIONES.



La revelación que fuí abusado sexualmente cuando tenía 4 años me cayó como un baldazo de agua fría.
Fue en una sesion de terapia grupal,una regresión,donde se me presento la imagen de un niño lleno de miedo y confusion echado en el piso,de espalda mientras alguien se frotaba sobre él...No podia verle la cara......se me presentaba toda borrosa....cuando la terapeuta me animo a describirlo mi sorpresa fue mayuscula....era mi abuelo!!Habian pasado 18 años desde entonces y de alli empecé mi busqueda por confirmar recuerdos e identificar las áreas de mi vida que habían sido afectadas por esa situación.
Mi abuelo había muerto un año antes asi que no tuve la oportunidad de encararlo directamente...sin embargo leí sobre los síntomas que se producen en las víctimas e identifique a una persona cercana que presentaba los mismos:mi tía.Armado de valor me acerque a ella y le conte mi experiencia....sus ojos llorosos solo me confirmaron que no estaba solo...a ella,su hija,el tambien la había atacado....Fue una tarde de muchas lágrimas y desborde de emociones que sirvió para destapar secretos y empezar el viaje hacia la sanación de ambos,tia y sobrino. Posteriormente empezaron a aparecer otros recuerdos mas..fragmentos desperdigados de sexo oral y caricias impropias.Pero ya no dudaba de ellos.Sabía que eran ciertos y que no estaba loco ni enfermo...Ahora a los 37 años,mucha agua ha corrido bajo el puente,he avanzado mucho en aprender a amar y proteger a ese asustado pequeñin que aun habita en mi y he desarrollado el coraje suficiente para abrir mi corazon y amar a otras personas.No ha sido fácil pero gracias a Dios encontré en mi camino a gente maravillosa que me dió mucho amor y me enseñó el valor de mirar hacia dentro para poder sanar...(Diego,periodista)

viernes, 11 de septiembre de 2009

COMO EDUCAR


Las niñas y los niños están preparados para distinguir perfectamente entre una relación en la que hay violencia de otra en la que no hay.
De hecho, cualquier criatura ha vivido y/o ha visto situaciones de violencia y también situaciones de bienestar junto a otra persona. Interrogarse por lo que han sentido y han vivido en cada una de esas experiencias es un buen punto de partida.
Es importante decirles una y otra vez que si alguien quiere usar su cuerpo de una manera que no les gusta o les incomoda, salgan de esa relación lo antes que puedan, pidan ayuda y, si es posible, no lo permitan. Asimismo, tienen que tener claro que, si les ocurre algo así, no son culpables de nada.

Es la persona que invade o usa sus cuerpos quien tiene la responsabilidad de lo ocurrido. Un intercambio placentero a través del cuerpo, también a través de sus genitales, donde exista afecto y consideración mutua, está bien.
Excepto cuando la otra persona es adulta o exista entre ambas una diferencia de edad significativa. Ya que la diferencia de edad implica una asimetría, propia de la diferente maduración y expectativas, lo que impide la libertad de decisión por parte de la criatura más pequeña.
Para prevenir la violencia, es importantísimo que niños y niñas aprendan a decir NO, a no tener que agradar a cualquiera a cualquier precio, a no permitir que invadan sus cuerpos, a expresar lo que sienten sin miedo. Asimismo, es necesario que descubran quiénes son, qué quieren, qué desean y necesitan, o sea, que aprendan a ir más allá del estereotipo de hombre o de mujer que se les da.
Tener bien aprendido todo esto, les permite profundizar en la empatía y, a la vez, actuar de una manera adecuada y firme cuando sienten que una relación o la actitud de otra persona les hace daño.

Asimismo, no permitir ni dejar pasar las actitudes violentas, y crear con las niñas y los niños
una relación de confianza, hará más fácil que recurran a sus mayores cuando realmente necesitan apoyo.

LA DORADA INFANCIA, ¿REPERCUTE EN NUESTRAS VIDAS ADULTAS?


"Es sabido que lo que vivimos en la infancia, tarde o temprano, repercute en nuestra vida.

Y, precisamente porque lo sé, está dedicado a todos aquellos niños y mayores que en algún momento de sus vidas, no han sabido o no han podido decir "no" a alguna situación de abuso, seguramente por falta de información y de apoyo".

"Hoy sé que nada de lo que sucede es en vano y que la comprensión, pero sobre todo la aceptación y la transformación son parte de un mismo proceso, que nos puede llevar al amor.

Sí, al amor incluso hacia esas personas que nos han herido.

Esas personas, seguramente, también sufrieron, pero al contrario de los que hemos podido transformar el dolor, la rabia y el odio, ellos no supieron cómo sanar sus heridas

Cifras

Según la Asociación para la Sanación y Prevención de los Abusos Sexuales en la Infancia (Aspasi), este tipo de maltrato se da en todos los niveles sociales y, en la mayoría de las ocasiones, lo cometen de forma repetida familiares y allegados. Este es el principal motivo que ocasiona que se silencie en un alto porcentaje de los casos, alrededor del 86 por ciento.
"Se estima que una de cada cuatro niñas y uno de cada siete niños sufre abuso sexual antes de cumplir los 17 años de edad, y la mayoría no se atreven a expresarlo", .

Las abusadores suelen ser personas aparentemente normales, perfectamente integrados socialmente y que suelen mantener una vida sexual normal. Las consecuencias inmediatas del abuso sexual infantil pueden ser físicas (pesadillas, cambios de hábitos de comida) y emocionales (miedo, agresividad, aislamiento). A largo plazo, algunas de las secuelas más importantes que pueden acabar desarrollando la víctima van desde la anorexia, depresión, psicosis y prostitución, hasta la drogadicción, autolesiones, e incluso el suicidio

martes, 8 de septiembre de 2009

INICIATIVA DE LEY


El senador de PAN, Felipe González, presentó este martes una iniciativa para obligar a la SEP a capacitar a los trabajadores de la educación para prevenir el abuso sexual de niñas, niños y adolescentes.
La iniciativa con proyecto de decreto que adiciona el artículo 69 bis a la Ley General de Educación pone énfasis en los encargados de la educación y de las personas que estén bajo su guarda en los planteles escolares.
Asimismo, se señalan las características para entrevistar a un infante probable víctima de abuso sexual y cómo tratarlo en el proceso educativo una vez confirmada la agresión.
La iniciativa del ex gobernador de Aguascalientes plantea que las autoridades educativas procederán a elaborar un protocolo para identificar los espacios de los planteles en que las niñas, niños y adolescentes estén más expuestos a un ataque o abuso sexual y adoptar medidas tendientes a inhibir dichos ilícitos.
De esa forma, las autoridades podrán solicitar a algún trabajador de la educación que presente características propias del abusador, que se le apliquen pruebas psicológicas para descartar dicho perfil.
Los directivos y supervisores del servicio educativo tienen el deber de presentar denuncia ante el Ministerio Público de inmediato y formular un aviso circunstanciado a la superioridad de cualquier evento con características de abuso sexual que se registre en las escuelas a su cargo y dar las mayores facilidades para su investigación, además de que separará de inmediato del plantel al probable agresor y dará inicio al procedimiento de responsabilidad administrativa de los servidores públicos. Señala además que las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a recibir por parte del sistema educativo instrucción sobre cómo prevenir el ser víctima de abuso sexual. Los directores de los planteles entregarán a los padres de familia una evaluación general sobre el resultado de la educación sexual.

EL A.S.I ES LA FORMA MÁS GRAVE DE MALTRATO DE LA QUE PUEDE SER OBJETO UNA PERSONA.


La palabra abuso siempre alude a un exceso, a un uso indebido, o hacer objeto de un maltrato a una persona débil y/o inexperta.
El abuso sexual es la forma más grave de maltrato de la que puede ser objeto una persona.
Nos faltan palabras para calificarlo cuando se trata de un niño o una niña o de un adolescente.

Cuando decimos abuso sexual infantil nos referimos a cualquier conducta con claro sentido sexual en la que haya contacto físico o sin él (tocar o ser tocado, por medio de palabras, exhibición de los órganos genitales y/o fotos o películas pornográficas) hacia un menor de alguien que detenta poder y/o autoridad ante ese menor, que lo hace su víctima y a partir de la cual el ofensor obtiene gratificación sexual.
Resulta muy importante comprender que no siempre se encuentra presente la violencia física para perpetrarlo, generalmente sólo es suficiente una relación de autoridad y/o de confianza entre el adulto y la víctima para que el abuso sexual ocurra.

Nuestra primera reacción frente al abuso sexual infantiles es la incredulidad, la duda.

No sólo nos resulta inadmisible, sino también impensable que alguien se excite, abuse, someta y amenace a un ser indefenso.

Para defendernos del dolor que nos ocasiona pensar en el abuso sexual infantil, individualmente y como sociedad, el mecanismo siguiente que se pone en juego es la negación: No, "esto" no puede ser verdad.

Lo primero que tenemos que hacer, es vencer nuestros prejuicios, esta resistencia individualmente y como sociedad para aceptar y reconocer que el abuso sexual infantil existe y es mucho más frecuente de lo que nos gustaría creer. Aceptar que ocurre en todos los niveles socio-económicos y culturales incluso en las "mejores" familias.
http://contra-el-abuso-infantil.blogspot.com

lunes, 7 de septiembre de 2009

NUNCA ESTÁ DE MÁS.


El abuso sexual, nos resulta siempre una temática terrible, que no sólo afecta a una persona y a un núcleo familiar, sino que también hiere a la sociedad entera.
El abuso sexual infantil, el cual es también, un tema sumamente pesado a nivel emocional, monstruoso, que siempre produce un gran malestar cuando nos enteramos de algún caso.

No obstante, por muy difícil que sea es necesario encararlo de frente, para ser capaces de prestar amparo y asistencia a las víctimas y mejor aún, de prevenirlo. Si bien puede suceder en el propio hogar, el objetivo de este artículo, es brindar pautas para la prevención del abuso que pueda ser cometido por extraños al núcleo familiar más cercano, ya sean completos desconocidos, amigos o parientes. A pesar de estar principalmente dirigidas a padres, estas líneas pueden ser igualmente útiles para familiares o educadores interesados en la temática.

Abuso sexual infantil

El abuso sexual infantil, consiste en una conducta llevada a cabo por un adulto o un adolescente hacia un infante, utilizándolo como objeto sexual, sin su consentimiento o manipulándolo mediante engaños.

Empezar por hablar sobre el tema. La prevención empieza por hablar con los hijos, si bien el concepto de abuso sexual los niños no lo entienden, sí se puede señalarles que hay ciertos comportamientos que son inadecuados en adultos o adolescentes. Como por ejemplo, que los demás tienen que respetar su espacio corporal, no estando bien que adultos o chicos más grandes vengan a abrazarlos, acariciarlos o a sentarlos sobre sus piernas. Además, decirles con todas las letras, que hay partes del cuerpo que son privadas, donde nadie puede venir a tocarlos o mirarlos.

Es pertinente indicarles que lamentablemente en el mundo también hay gente mala y que cuando presencien situaciones así o esos adultos les demuestren algún comportamiento que les parezca extraño y no les guste, que no tengan ningún reparo en decir “¡no!”, en mostrarse serios, gritar si es necesario, alejarse de ahí y acudir a los padres o cualquier otro adulto que en ese momento esté cerca.

Dejemos de lado por el momento el hecho de que los conceptos “bueno” o “malo” nunca se pueden aplicar por entero a las personas, debido a la complejidad del psiquismo humano y a lo que se suma, una constante interacción con el ambiente e influencia de las circunstancias. Los niños necesitan que se les precise claramente, qué cosas son aceptables en la sociedad en la que viven y qué cosas no.

Ante este tipo de circunstancias, los niños suelen no poder definir exactamente de qué se trató lo que vieron, ya que su desarrollo sexual difiere en gran medida de la sexualidad adulta, pero sí se dan cuenta de que no fue normal y que les hizo sentir sumamente mal.

Dejarles bien en claro que en nosotros siempre pueden confiar. Teniendo en cuenta que los abusadores buscan crear en los niños una situación de chantaje, donde es este adulto quien tiene el total control, pretenden hacerles creer a los pequeños que ellos son los únicos culpables de lo que pasa, o que provocaron la situación, es muy usual que estos adultos les digan entonces, que no le cuenten nada a nadie sobre lo que han pasado o visto porque de lo contrario no les van a creer o los van a rezongar. Incluso, si lograron manipularlos, pueden llegar a amenazarlos con hacerles algún perjuicio grave si llegasen a decir algo, un ejemplo de ello muy comentado en los medios, es el caso de quienes logran tomarles a los niños fotos desnudos y luego los amenazan con mostrárselas a sus padres.

Antes de poner de manifiesto estas conductas, no es nada extraño que estos adultos, demuestren un comportamiento super amistoso con los niños dándoles regalos, para ir paulatinamente manipulando sus mentes y logrando hasta cierto punto su colaboración (por ej., no contando nada a sus padres o convencerlos de que hagan ciertas cosas).

Por tanto, es de vital importancia decirles explícitamente a los hijos, que además de que queremos saber sobre cómo les va en el colegio o en actividades extracurriculares, cómo la pasaron en casa de familiares o amigos, también, siempre nos va a interesar y vamos a tener tiempo para escucharlos (sea lo que sea que estemos haciendo en ese momento) si vieron o pasaron por alguna situación que les resultara muy extraña, que los asustara o los hiciera sentir mal. Que no les quepan dudas, de que si tienen algo serio que decirnos pueden comunicárnoslo en el momento que sea con toda confianza, ya que en nosotros van a hallar siempre comprensión y amparo.

Creamos en los niños cuando acudan a nosotros. Si el niño viene a contarnos sobre una circunstancia que presenció o que le sucedió, la cual le causó un gran malestar y que involucra a un adulto o chico mayor, siempre creamos en el pequeño y actuemos en consecuencia dirigiéndonos a las autoridades correspondientes. Si bien es cierto que pueden existir algunos casos en los que el infante invente que un adulto tuvo ese tipo de conductas con él, esos casos son sumamente infrecuentes, y de todas formas hay que buscar ayuda urgente, ya que denotan algún tipo de alteración grave, puesto que no es lo mismo que invente algo como “mi papá subió una montaña altísima” a que alguien mayor se ha propasado.

Siempre hay que responsabilizar al adulto o adolescente que abuse o pretenda abusar diciéndole al pequeño que no es culpable, sino que lo son aquellos, quienes son mayores y saben que lo que intentan hacer o hicieron está mal.

Hacerles saber cómo suelen acercarse estos individuos. Estos sujetos acostumbran, por ejemplo, inventar que van a buscarlos al colegio o al club porque los han enviado sus padres, ya que algo les ha sucedido a éstos o en la casa. Nadie, ya sea un médico, enfermera, policía u otro, le puede pedir a un niño que lo acompañe sin el consentimiento de un adulto responsable del mismo. Pueden haber averiguado el nombre del niño y al dirigirse hacia él con el mismo, enseguida captan su atención para luego decirle alguna mentira como la anterior u otra. Otra táctica que pueden intentar emplear, es llamar a la posible víctima desde un auto, simulando querer preguntar por alguna calle o lugar, por tanto, es preciso que el niño sepa que ninguna persona con buenas intenciones va a pedirle que se acerque a su auto. Ha habido casos, en los que el abusador incluso se presenta en la casa del chico cuando está solo, fingiendo ser alguien que tiene que realizar alguna tarea en el hogar, la cual había acordado previamente con los padres.

Decirles que no siempre se trata de un desconocido. La mayoría de los casos de abuso son cometidos por gente del entorno familiar, por lo general parientes o al menos conocidos a los que se les tenía cierto nivel de confianza. Aquí deben ser los padres los primeros en prestar atención a aquellas personas que forman parte del ambiente familiar y amistoso, teniendo la valentía de interpelar incluso a parientes, alejando al pequeño de los mismos si se les observa conductas “cariñosas” en demasía. Desafortunadamente no son inusuales, los casos en los que cuando hay un abusador en una familia, ésta tiende a protegerlo, negando sus acciones o sus intentos y culpabilizando y tratando de silenciar al abusado, acosado o a quien intente denunciar ante el grupo la conducta del abusador. Es preciso, que los padres en estas situaciones no cedan ante las presiones del grupo, tomando medidas para proteger a su hijo si notan conductas inadecuadas por parte de un familiar o amigo. Si se convive con esa persona y no es posible hacerla salir del hogar, no hay que dejar de buscar apoyo inmediato de profesionales e instituciones que con su intervención ayuden entre otras cosas, a la reubicación del menor y sus padres, así como al posible inicio de medidas legales.

¡Qué griten! Es también oportuno preparar al niño para defenderse, por si en un caso extremo, llega a enfrentarse a una situación de ataque directo. Por ejemplo, si intentan secuestrarlo que no dude en gritar algo como “¡auxilio, éste no es mi padre!” o “¡ésta no es mi madre!” Más que pegarle al adulto, es mejor que emplee sus energías en gritar. Conversar y preguntarse sobre cuál sería la mejor estrategia a adoptar en situaciones de esa índole, no sólo refuerza el aprendizaje del niño, sino también la idea de que sus padres y por qué no también, los educadores y familiares que les hablen del tema, son personas a las que pueden dirigirse con toda seguridad ante cualquier situación extraña que pueda suceder.

No dejarlos navegar solos en Internet. Si bien Internet puede ser una gran herramienta de estudio, que posibilita el acceso a información de calidad en sitios serios, sitios de museos, sitios para practicar idiomas, entre otros, o una vía de comunicación con seres queridos que se encuentren muy lejos, también puede ser nociva para el niño si lo dejamos sólo en esta gran autopista de circulación de personas e información. El inconveniente no sólo radica en que ingrese a un sitio desconocido donde pueda por ejemplo, abrírsele de repente una ventana de otro sitio con pornografía, sino también, en chatear con desconocidos, ya sea que se hagan pasar por otro niño o no. Es usual que los pedófilos cuando chatean con menores, les digan que quieren verlos por cámara e incluso les pidan que se saquen alguna ropa como la remera, para “ver cómo son”. Siendo éste, uno de los principales motivos para estar bien atentos a lo que hacen y con quiénes se contactan los hijos en la red, siendo aquí pertinente enseñarles que chatear con desconocidos es igual a estar en la calle y ponerse a conversar con extraños, que si bien hay gente con buenas intenciones también hay otra con malas que pueden intentar engañarlos para hacerles daño.

Debido a que, como se mencionara anteriormente, los niños no pueden comprender del todo la idea de abuso sexual, es necesario que en la educación para su prevención, los padres, parientes o educadores, les hablen varias veces del mismo, valiéndose de distintos ejemplos para explicar los consejos e ideas que se quieren transmitir de varias maneras.

Por: Pilar Naveira

http://psicologiapositivauruguay.wordpress.com/

¿NO INTERESA A NADIE?.


El sevillano Hospital de Valme, en 2008, atendió 171 casos de maltrato infantil -46 de abusos sexuales y 125 de otro tipo de maltrato-, según dijo a Efe el coordinador del Programa de Pediatría Social de este centro, Juan Gil Arrones, quien lamentó que este asunto "no interesa a nadie".

"El maltrato infantil no interesa políticamente, no da votos ni da brillo", afirmó el pediatra, quien señaló que en 2007, sólo en Valme, contabilizó 164 casos de maltrato infantil -31 de ellos de abusos sexuales y 133 de otro tipo de maltrato-, mientras que en 2006 fueron 85 casos -28 de abuso sexual y 57 de otro tipo-.

Para contrastar estas cifras con las de otros tipos de violencia, el mismo hospital en 2008 atendió a 14 mujeres víctimas de violencia (frente a 171 casos de maltrato infantil) y en 2006 a 11 mujeres víctimas de violencia (carece de datos de 2007).

El Hospital de Valme atiende a 400.000 habitantes, el 20 por ciento de los cuales es menor de edad, señaló Gil para dar una muestra de la magnitud del problema, ya que en Andalucía y en España no se disponen de estadísticas sobre maltrato infantil.

"No se realiza un registro efectivo, porque está mal planificado, ya que se hizo mediante decreto una hoja de notificación de 'sospecha de maltrato y abusos sexuales' que no se cumplimenta porque no es operativa, porque como está diseñada no se puede", señaló el pediatra.

Sólo en Valme, en los diez últimos años, se han detectado algo más de 350 casos "altamente sospechosos" de abusos sexuales, entre el 20 y el 24 por ciento de ellos a niños y el resto a niñas.

El 18 por ciento de los casos de maltrato infantil que se detectan ahora es "entre iguales", o sea de menores que han sido agredidos por menores, algunos con acoso y resultado de muerte por suicidio.

La mayor parte de los casos se producen en el ámbito familiar, en todas las clases sociales y, mientras en el abuso sexual la mayoría lo cometen los padres y, en segundo término, otros varones de la familia, en los casos de palizas y desatención, los responsables son por igual los padres y las madres, según explicó Gil.

Sobre la carencia de una estadística que haga un seguimiento, al igual que con la violencia de género, Gil dijo que los profesionales más concienciados actúan "por libre", que en las provincias de Córdoba y Huelva se están haciendo intentos por coordinar la respuesta al problema, pero que en Sevilla aun falta este interés, situación similar a la del resto de España, salvo experiencias como en Madrid y Barcelona.

En Valme existe un protocolo de "uso interno, donde un grupo integrado por pediatras, asistentes sociales, dermatólogos y ginecólogos, entre otros, supervisa los casos sospechosos y valora si el menor agredido "debe quedarse en el hospital hasta que se garantice su protección".

Gil insistió en matizar que todos estos datos obedecen a los casos que los pediatras y este grupo de profesionales aciertan a dilucidar como altamente sospechosos, ya que el principal síntoma, que es la tristeza de los niños, -lamentó- "no es un síntoma específico del maltrato".

La Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social -salvo las llamadas del Teléfono del Menor-, el Defensor del Menor y el Observatorio de la Infancia de Andalucía han dicho a Efe carecer de estadísticas sobre maltrato infantil.