viernes, 6 de marzo de 2015

Desde el otro lado de la oscuridad.



Creo que nunca he escrito desde el otro lado de la oscuridad, de una u otra he expresado mi sentimiento de solidaridad a aquellos que les robaron la oportunidad de tener una infancia plena y feliz.Pero nunca he escrito desde mi perspectiva como alguien que ama a una hermosa sobreviviente. Sé que tal vez los psicólogos no les guste en termino sobreviviente, porque de una u otra forma es encasillar a un ser que fue violentado sexualmente en su infancia. Creo que sobreviven diariamente a lo que fueron expuestos a su voluntad. Muchas víctimas cuando son adolescentes o adultas han podido superar el sufrimiento de la culpabilidad, el odio la baja auto estima y el dolor. Muchas no lo logran del todo, la mayoría no lo lograran completamente y eso es triste y perturbador, porque me queda claro que son muchos los factores que lo condicionan, el principal es la nula posibilidad de recibir terapia oportuna. Son escasos y limitados los lugares donde terapeutas calificados brindan la oportunidad de un trabajo ético y profesional.

Esta también la familia, muchas veces es ese entorno el que violenta, la falta de información y el morbo.Siempre tenemos la oportunidad de decidir, de mirar para otro lado. Mi decisión fue no quedarme inerte, siempre he puesto en la balanza los costos de mis decisiones, en ese proceso siempre ha pesado más la idea de tratar de ayudar y aportar para generar el cambio reconociendo y admitiendo mis propias limitaciones, buscando siempre nuevos aliados mejor preparados y capacitados para poder colaborar con ellos y aportar a la par con su guía y esfuerzo. Aunque tengo que reconocer que en ese proceso me he llevado muchas desilusiones y tropiezos.

Pero soy optimista.

Lo más maravilloso de esta decisión es sin duda el descubrir a personas que realmente están haciendo algo sobresaliente para erradicar la violencia sexual contra las niñas y los niños.Personas que se desgastan literalmente de manera diaria poniendo todo su esfuerzo y empeño por aquellos que no  tuvieron voz y que ahora la tienen con ellos.Quiero rendir un homenaje a cada uno de ellos que en lo individual y en lo colectivo desde su trinchera se esfuerzan sinceramente por incidir con hechos y no solo con palabras.

Admiro su valentía, anegación y dedicación, porque tienen que ganar batallas continuas contra la indiferencia, el desánimo de otros, el poco apoyo social y gubernamental a la temática y también con aquellos que bajo otros intereses muy personales e individuales desvirtúan la problemática. Siempre habrá aquellos que prefieren su propio brillo que el trabajo colectivo y honesto.

Sigo creyendo que ganará la luz, el amor y la solidaridad, a pesar de la infinidad de relatos que leo a diario que me muestran lo más oscuro del ser humano.Nunca he perdido mi propia humanidad, porque la recupero con cada uno de ustedes, amigos y no amigos, héroes anónimos en una lucha desigual.No hay de otra más que seguir para adelante, un amigo que es digno de apreciar por sus conceptos profundos y bien arraigados, me ha enseñado que tenemos que ser mejores cada día, amar a los seres que nos aman, escuchar a los demás, ser firmes en nuestras creencias e ideales, defender sin vacilar si es preciso, siempre hacer lo que es correcto, aunque eso signifique el rechazo y repudio de otros.

Yo también afronto mi propia lucha personal y diaria contra ese pasado que marco a mi familia. Pero vivo rodeado de personas que se interesan en mis intereses y eso es un tesoro invaluable.

Siempre admiraré y respetaré a aquellos que les robaron su luz en la infancia, y sé que muchos de ellos no pueden actuar como quisieran en el proceso de erradicar este delito atroz y de lesa humanidad contra las niñas y los niños.

Es por eso que es muy importante replicar los esfuerzos individuales y colectivos de aquellos que trabajan animosamente por disminuir la violencia sexual contra las niñas y los niños. El mayor obstáculo para lograrlo es que no son muy visuales, porque sus objetivos no están en la intención mediática. Mi mayor deseo es ser replicador de estos ejemplos de vida.Es por eso que, desde el otro lado de la oscuridad debemos actuar.Muchas gracias.

 Miguel Adame Vázquez.


Relato de un sobreviviente.



¿Cómo reconstruyes una vida cuando esta hecha trozos, tan pequeños que no puedes sostenerlos en las manos?

Muchas veces, en un laberinto oscuro del que no alcanzo a mirar la ruta de escape, con recovecos y rincones que creía olvidados, sepultados en el pasado pero que siguen ahí recordándome lo que mientras viva voy a arrastrar el ser sobreviviente de incesto y abuso sexual infantil.

La mente que es sabia, sabe que para sobrevivir hay que bloquear el dolor, por lo que ha sido un largo camino el ir recuperando poco a poco los trozos del rompecabezas que fue mi vida. 

Mis primeros recuerdos de abusos son un tanto vagos, de cuatro años, tal vez menos, pero aun tan pequeño, en mi interior había una certeza de que algo no estaba bien, por muy niño que seas, sabes diferenciar cuando te tocan de manera diferente, ya siendo mayor hice conciencia de cuanto me habían herido y que esas cicatrices quedaron sin sanar muy profundamente.

Yo vivía en casa con mi abuelo, el hacia rituales conmigo, no solo el, habían mas personas según recuerdo, me quitaban la ropa, me abusaban, yo miraba el piso, me quería perder en el, en el color rojo oscuro del piso, recuerdo bien el color del piso, no se porque, también tenía frío, no quería que me quitaran la ropa, no quería ser tocado, tenía miedo, mucho miedomuchos adultos creen que los niños no recuerdan, que no saben, yo tenia apenas cuatro años y aun así si que sentía y sabía que algo no estaba bien, que me dolía, me asustaba, tenía miedo del fuego, me ponían en un circulo de fuego en ocasiones, en otras me daban cosas a beber, también me decían cosas, eran como ciertas ceremonias, era muy chico y aun así recuerdo bien esos detalles, algunas cosas no las quisiera recordar nunca pero creo que nunca voy a olvidar muchas cosas, vienen y van como relámpagos fugaces…

 ¿seré libre algún día? No lo sé, ya no aspiro a olvidar sino a poder recordar sin dolor, y aún no lo consigo,  cuando parece que ya voy dejando atrás esto y que puedo seguir adelante con mi vida, estos traumas vuelven a salir por una película, un recuerdo, una fotografía, una canción, un sueño, una pesadilla… es mentira que no le afecte a un niño o a un bebé que le abusen, eso no se olvida, cada vez que te abusan una parte de ti se va muriendo, yo, viví o sobreviví bloqueando todo esto, no lo recordaba y aun así siendo ya mayor y siendo independiente, pasaba noches enteras llorando sin saber por que, muriendo en vida, deprimido, triste, intente el suicidio desde que fui adolescente, en mi caso no funcionó el alcohol o drogas para olvidar, si bien las probé, pero no me funciono, no me gustaban, me hice adicto a algo mas enfermo; el auto lesionarme, hacerme daño de distintas maneras, es como castigarme y cada vez que lo hago siento un gran placer que después se va diluyendo para dejar un gran vacío y sentimiento de culpa… se que no esta bien y voy buscando diversas ayudas para superar esto pero no siempre logro vencer esa adicción, muy en el fondo deseo ser maltratado, tengo mucha culpa y mucha vergüenza en mi, aun a pesar que me digan que no es mi culpa odio mi vida, odio lo que me hicieron y odio estar tan dañado, sigo preguntándome porque a mi… y lo mejor es sobrepasar estos días negros pues llegan otros días mas luminosos en que la vida vuelve a tener cosas bonitas, detalles que alegran y donde los recuerdos se vuelven mas llevaderos.

LA PRINCIPAL ÁREA DE BATALLA ES LA MENTE, no solo en mi caso, sino en el de muchos –si no todos- los que vivimos A.S.I. pues ahí es donde todo sucede, ahí se levantan esas “fortalezas negativas” que debemos destruir, sean estos traumas, adicciones, voces, deseos o actos destructivos o recuerdos que no nos dejen vivir.

Mi mente regresa a esos episodios en casa de mi abuelo, esto no fue una vez, fueron muchas, fueron varios rituales, también otras personas lo hicieron conmigo, me llevaban a distintas casas, me daban cosas a tomar, me tocaban o abusaban y recuerdo que cuando  terminaban me llevaban de regreso en auto y yo me pasaba recargado en la ventanilla del automóvil llorando sintiendo un profundo asco, asco de mi de lo que me hacían, de no poderme defender o escapar de esto… a veces me lastimaron con cosas mientras me abusaban, creo que mezclan las supersticiones con abusos sexuales y también torturas o sexo sádico en grados… recuerdo que pedí ayuda alguna vez pero no me creyeron, eso me confundió mucho pues no es que no me creyeran, es que no me ayudaban, eso me estaba acabando, del miedo, del pavor, sorprendente mente a la par que esto sucedía yo también llevaba una vida normal, o lo más normal posibleestos episodios eran esporádicos, también vivía el abuso en mi propia casa, esto me empezó a pasar después que regrese de casa de mis abuelos, donde viví unos años a vivir a casa de mis padres, después entendí que seguramente mis papas tenían problemas como pareja, pero siendo chico no hay mucho que uno pueda hacer, la vida es como es y ya está...

Muy chico entendí que mi rol era hacer feliz a mis padres y a mi familia, no dar problemas que todo estuviera en calma, mis padres se gritaban mucho, peleaban a diario, y esto me alteraba mucho después dejaron de compartir el cuarto, mucho tiempo después, siendo adulto entendí que no tenían intimidad como pareja, pero siendo chico no sabia nada de esto, tampoco sabia porque mi papa se acostaba conmigo, solo sabia que le quería mucho y el a mi y que debía ser muy cariñoso con elque le gustaba estar conmigo y que estaba muy enojado con mama así que debía contentarlo, y acostarme con el… mi cuerpo sentía muchas cosas, si, pero no sabia que esto estaba mal, me gustaba eso, mi papa nunca me lastimo como antes me hicieronno relacionaba una cosa con otra, pues unos eran los abusos con rituales que viví mas chico y otra muy diferente para mi era lo que pasaba con mi padre, yo mas bien sentía que era muy cariñoso conmigo, y nunca me obligaba ni me forzaba a nada, para mi era natural dormir con el, esto era mi realidad, no algo raro o traumatizosi alguna vez me dolía lo que pasaba el paraba, es duro decir esto, pues también me gustaba y después que me fui dando cuenta me hacia sentir una inmensa culpa, mas cuando fui creciendo y entendía que mis amigos no vivían eso con su papa, cuando entre en la adolescencia fue que entonces me hice muchas preguntas y que nació en mi mucha culpa y deseo de morir, y lo intente varias veces, cometí intento de suicidio varias veces desde los quince años, muchas veces me reanimaron y estuve internado en varios hospitales por eso y anorexia y depresión, pero lo que la medicina no puede curar son las heridas que van quedando en el alma, en el interior, el saber que soy un objeto de los demás, que pueden hacer lo que quieran conmigo, el que no me dejen experimentar mi propia sexualidad, que te trastornan tu sexualidad e identidad al grado de aborrecer el contacto físico, el que te abusen, te violen, que a veces te maltraten o te torturen en rituales, como se sana de eso?????.

Si alguien lo sabe me gustaría que me lo dijera porque no consigo sobrepasar esto… lo mejor que puedo hacer es seguir viviendo, aprovecho los días buenos y sobrevivo a los malos.

Cada vez que me abusaban, sentía una gran culpa, además de una gran suciedad recorriendo mi cuerpo, desde que recuerdo esas son mis grandes compañeras de toda la vida; las pesadillas, sobre todo en las que estaba desnudo y todos me veían, o mi cuerpo lleno de llagas asquerosas, mas allá de las pesadillas también tengo recuerdos que me afectan mucho, en cualquier momento regresan, como cuando me obligaban a hacer sexo y yo lloraba y me golpeaban para que no me resistiera, al fin cedía y una voz en mi mente decía “tu naciste para esto, naciste para sufrir” recuerdo que muchas veces me dolía lo que me hacían, me violaban pero también usaban cosas para lastimarme, otras veces no, era mas “suave” pero de todas las cosas físicas, la peor secuela esta en el alma, en los recuerdos, en la inocencia que te quitan, el no tener un noviazgo como los demás chicos, o tener miedo de dormir, miedo de estar despierto, miedo de recordar, sentirse sucio todo el tiempo, que no vales nada que no mereces ser querido, que debes sentirte culpable constantemente… sentir la necesidad de lastimarme y de no seguir viviendo, actualmente he tratado de hacer las paces conmigo mismo, perdonar a mi abuelo, a mi papa, a los hombres y aun mujeres que me abusaron y violaron siendo niño y aun adolescente y adulto, porque al ser abusado de niño uno crece sin esa capacidad que todos tienen de auto-protegerse… hasta que cumplí 30 empece a defenderme de los abusos, no solo sexuales o físicos, de cualquier tipo, también he aprendido o voy aprendiendo a disfrutar las cosas bonitas que la vida nos ofrece, como abrazar a los demás, comprarse una camisa o verme al espejo, disfrutar la comida… cada una de esas cosas es para mi un reto.

No es posible borrar ese pasado, pero si se puede intentar vivir el resto de nuestros días y ese presente de una manera diferente, yo creo que hay una llave que puede traspasar esa puerta infranqueable del odio a mi mismo, del temor, el terror a dormir y tener pesadillas, las ansias de lesionarme, el deseo del suicidio, la depresión…. Esa llave es el perdón, perdonar, a los que nos maltrataron, martirizaron, violaron abusaron etc… a los que nos quitaron las ganas de vivir, perdono a los que me violaron, abusaron, drogaban, a los que me usaron para rituales, perdono a mi abuelo, perdono a mi papa y creo que fui victima de victimas, porque esas personas que me hicieron eso y mas, que los llevo a ser así???? ¿¿¿Qué tuvo que pasar en sus vidas para que se divirtieran martirizando a un niño??? Seguramente muchas cosas malas y se fue formando un circulo vicioso pero ese circulo se rompe aquí conmigo porque decido perdonar… no es fácil, pero es una decisión, no es un acto de sentimiento nada mas sino de voluntad, es algo con lo que tengo que trabajar cada día, porque sigo sintiendo mucha depresión y caigo en rachas de volverme a cortar a lastimar, etc… pero también tengo días buenos, días nuevos en que respiro el aire puro mientras salgo a correr y me dan ganas de seguir vivo y aquí, y hacer el bien con lo poco que puedo hacer y con el tiempo que me resta con vida… no me engaño, se que estoy muy mal a niveles muy profundos, he tenido terapia con varias psicólogas y doctores y he llegado a la conclusión que mi caso es serio y que estoy muy dañado, que tal vez no resuelva todas las heridas pero puedo tratar con cada una, una a la vez y que no importa si no resuelvo todo… sino en no rendirme, lo demás no esta en mis manos, en mis  manos solo esta el tiempo que se me ha concedido, yo no puedo decidir que cosas vivir, miles de veces he maldecido mi vida y he deseado nunca nunca haber nacido pero, eso no lo puedo controlar, solo aceptar… aceptar el pasado es una manera, la mejor manera pienso yo, de dejarlo ir y vivir el presente, el aquí y el ahora como se me va presentando y es la mejor enseñanza que puedo compartirle a quien como yo sea victima o sobreviviente de incesto, si…. Igual la vida puede ser un infierno con nuestras secuelas… pero no tiene que ser solo eso, no permitamos que lo que nos arrebataron antes nos siga atormentando hoy… yo antes culpaba a Dios por esto, ahora creo que El me permitió vivir esta vida para transformar esas tinieblas en luz, ¿es fácil? No. Preferiría haber tenido otra vida u otra misión pero esto es, y hay que tener valor.

Anónimo.