jueves, 24 de diciembre de 2009

PEDOFILIA EN ARGENTINA


Lo invitaba a comer en el shopping Alto Palermo y le hacía regalos. Un empresario holandés que vive en Buenos Aires contactó a un chico de 15 años por chat y Facebook para tener relaciones sexuales.Su madre comenzó a sospechar cuando la citaron las autoridades del colegio porque el adolescente había bajado el rendimiento en las clases. Entonces revisó el correo electrónico de su hijo, encontró emails con tono “amoroso” escritos por ese hombre y fotos sospechosas, e hizo la denuncia.La Policía Federal descubrió en internet que el sospechoso de 40 años iba a tocar la guitarra en un auditorio de Palermo. No hubo show: lo detuvieron en la puerta.Está acusado de violación y pedofilia. Ahora se investiga si el detenido integra una red de pedófilos y si hay casos similares.“La madre de la víctima nos contactó porque había encontrado en la computadora de su hijo emails, charlas y fotos con el detenido.Cuando acreditamos los dichos, hicimos la denuncia en la División de Delitos Informáticos.El chico le contó a su madre que tuvo relaciones sexuales con el hombre”, dijo a Crítica de la Argentina el abogado de la familia, Jorge Fiscalini.El chico es alumno de un colegio secundario de la ciudad de Buenos Aires. En junio de este año, los profesores empezaron a notar que el menor no prestaba atención en las clases y que había bajado mucho la capacidad en las materias.Las autoridades decidieron citar a los padres para alertarlos de la situación. La madre del adolescente empezó a tener un seguimiento mayor en los comportamientos de su hijo, uno de los castigos fue prohibirle jugar a los jueguitos de la computadora.Pero la conducta empeoró: en las reuniones familiares el chico comenzó a aislarse y ya no compartía las fiestas de cumpleaños.Como seguían las sospechas, en diciembre de este año la madre del menor le preguntó la contraseña del email a su hermana.Cuando la consiguió, se metió en la casilla de entrada y encontró una gran cantidad de emails “amorosos” y fotos de su hijo semidesnudo con el hombre de 40 años. Enseguida fue a consultar con un estudio de abogados con todo el material como prueba.“La policía actúo de manera brillante: esa misma noche el hombre fue detenido”, explicó Fiscalini.La causa quedó en manos del Juzgado de Instrucción Nº 5, a cargo del juez Manuel Campos.“La cadena tiene 123 contactos.Muchas de estas personas pueden formar parte de una red de pedófilos.

La táctica usada es seducirlos vía internet. Fueron muchos los encuentros con el menor. El chico borró algunos emails de Facebook, seguramente por miedo a ser descubierto por sus padres”, dijo Fiscalini.

LAS REDES RIOPLATENSES (PEDÓFILOS)
El lugar de las citas era en un local de McDonald’s en el shopping Alto Palermo. En algunas oportunidades, el chico fue al departamento donde mantuvo relaciones sexuales. Ahora el chico está con tratamiento psicológico.En 2006, un grupo de pedófilos holandeses propuso formar un partido político, se llamó Caridad, Libertad y Diversidad (NVD, por sus siglas holandesas).Tenían como fin presionar en la reducción de la edad legal para mantener relaciones sexuales de 16 a 12 años y para legalizar la pornografía infantil y el sexo con animales.
La pedofilia creció en todo el mundo desde 2003 un 149 por ciento. Esto se desprende de un informe de la asociación italiana Telefono Arcobaleno que se dedica a la lucha contra la pedofilia en internet. Alemania es el país con el índice más alto de denuncias.Sólo en 2008, la agrupación denunció 42.396 por material pedófilo en diferentes páginas de internet, el material fue presentado ante las autoridades de 45 países.Según explica el informe, los países donde se han hecho más denuncias son Alemania con 26.191, Holanda 5.256 y Estados Unidos 3.611.Europa es la que más casos de pedofilia registra, con 86,6 por ciento de las denuncias y con un aumento del 406 por ciento en la cantidad de material pedófilo desde 2003, por delante de América del Norte, con 10,8 por ciento.En América del Sur, uno de los máximos países con nivel de preocupación es Chile, que obtuvo tres puntos en una escala de cinco.

viernes, 18 de diciembre de 2009

¿Cómo los colegios pueden identificar el abuso sexual?


De acuerdo con Robert Shoop (1999), muchas veces la acciones sexuales inmorales se realizan en privado, y pueden ser negadas incluso por las propias víctimas. Sin embargo, los perpetradores, adultos generalmente, dan signos que pueden llamar la atención. Shoop aconseja a los profesores y administradores a ‘confiar en su intuición’ y fortalecer su escrutinio. Si el comportamiento de alguien los pone incómodos o es poco común, hagan preguntas, aconseja este investigador.
Una clave puede ser un exagerado comportamiento afectivo con prolongados abrazos y contacto con las manos. Los perpetradores también realizan comportamientos poco profesionales como decir chistes sexuales y hacer bromas de tipo sexual. Shoop informa que ese abuso verbal puede ser un método de ‘amanzar’ a las víctimas. Adultos que dicen chistes sexuales sin ser objetados pueden continuar su escalada tocando el pelo, los pechos o el trasero. Si el comportamiento no es reportado, ese adulto puede envalentonarse para hacer avances sexuales que no serán denunciados.
Los abusadores pueden buscar la extensión de su contacto con ciertos estudiantes más allá de la jornada escolar, estos sujetos son conocidos por invitar a alumnos a fiestas, llevarlos a viajes y comprarles regalos con frecuencia. Alan L. Barbee, investigador para los colegios en el condado de Fairfax (Virginia), ha informado que los abusadores son expertos en ganar la confianza de los niños y a menudo son elogiados por su dedicación en hacer trabajo extra con los estudiantes y su participación en actividades extracurriculares.
Shoop aconseja a profesores y administradores a poner atención y tomar seriamente los rumores, secretos y reclamos indirectos, particularmente de los estudiantes. A menudo otros alumnos han estado conscientes de la relación existente entre profesor y alumno, pero tienen temor de hacerlo público debido a una erronea lealtad con el alumno.
Debido a que la socialización con los alumnos puede ser un medio apropiado para relacionarse con ellos, es importante tener políticas distritales que aseguren una investigación rápida y profesional de las denuncias e incidentes para determinar su mérito.
En el documento, Brad Goorian habla tambien de como se puede luchar contra el abuso sexual, y menciona que en muchos distritos de Estados Unidos se tienen políticas definidas sobre la inmoralidad sexual, y en caso de no contar en el colegio con ella, se puede pedir prestada a otro colegio para tomarla como referente, existen guias para los docentes en donde se dan claves para evitar contratar personal que tenga antecedentes por abuso o "inmoralidad sexual" como lo llaman en el texto, también mencionan la importancia del procedimiento para que los padres, alumnos y los mismos profesores puedan hacer denuncias formales e informales.
en lo particular, creo que hacen un buen trabajo con este tipo de guias, pero también me parece que están cargadas de doble moral con los adjetivos que usan.....


Goorian, Brad. (1999). Abuso sexual por parte de los empledos del colegio. Recuperado diciembre 14, 2009.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Mi Testimonio Cecibel Contreras soy sobreviviente.


Mi vida fue cruelmente atroplellada y destrozada por mi padre cuando apenas tenia nueve años.
La persona quien mas yo adoraba y confiaba aniquilo todos mis suenos de niña. Este es mi testimonio:
Mi madre era una mujer muy trabajadora, sus horarios de trabajo comenzaban de cinco de la mañana hasta la siete donde regeresaba a su casa a realizar todos sus labores del hogar. Yo quedaba a cargo de mi padre, el trabajaba como taxista y tenia horarios flexibles. Eramos muy felices para mi ellos significaban mi mundo. Un mundo que de repente se derrumbo cuando la maldad se apodero de mi padre. Una mañana gris donde los pajaros dejaron de cantar, donde mis sueños fueron interrumpidos por manos frias y maliciosas. Asi cambio la historia de mi vivir. Esa mañana abri mi ojos, no me asuste porque vi a mi papa junto a mi y jamaz pense que el me haria daño. No obstante su cara no era la misma, sus ojos tenian un odio incomprensibe. Le pregunte "Papa que pasa" El me dijo callate.... abofeteo mi pequeña carita. Se me fue encima como una vibora luceferiana hubieron gritos, golpes y una pistola en mano. Un forcejeo inutil para mi. Este montruo se robo mi inocencia pero mas que nada mato mi espiritu. Su palabras atterorizaban mi corazon y su amenaza fue aun mas espantosa. "Si hablas mato a tu madre" fue como un eco que retumbaba en mi mente diariamente. No Dios mio no puedo hablar no me quiero quedar sola. "No quiero que mate a mi mamita" Diosito que hago? Despues de su vil hazaña me dijo de ti depende la vida de tu madre. Corri hacia el baño y ahi llore con un grito ausente que el corazon casi explotaba de tanto dolor. Dolor que jamaz abandonaria mi vida. Pasaban los años y vivi lo inimaginable en silencio, abuso sexual, abuso psicologico y abuso infantil.
Hasta que por fin Dios me permitio llenarme de fuerza y escapar esta pesadilla donde muchos niños por miedo, verguenza se encuentran atrapados aun. Esta pagina es dedicada a ellos donde el valor juega un gran papel para su libertad. El encontrar la manera no es facil por que estos perpetradores son muy habiles y tienen un control mental grande sobre un niño. Esta pagina ayudara a motivar. A encontrar recursos donde podran liberarse de las garras de este infierno. Esta pagina tambien es dedicada a todos los sobervivientes de la violacion, abuso domesticos y el abuso infantil.
Cecibel Contreras soy sobreviviente http://salitre.ning.com/profile/CECIBELCONTRERAS

sábado, 12 de diciembre de 2009

La desinformación en el abuso sexual infantil


Existen ideas completamente erróneas en relación con el abuso sexual en la infancia. El tabú, la desinformación y el no querer ver una realidad que nos afecta tanto y tan de cerca nos han llevado a tener unas ideas muy distorsionadas sobre esta lacra social.
Todavía sigue pesando la idea de que el abuso sexual infantil (ASI) se produce en ambientes desestructurados, de pobreza o en ciertas clases sociales que poco tienen que ver con nosotros. Seguimos pensando que, lejos de inmiscuirse en nuestros sólidos tejidos sociales, los ASI tienen más que ver con la pederastia o con el comercio sexual infantil que con nuestra realidad cotidiana. Hay una tendencia a ver esa realidad como algo lejano y que apenas debería inquietarnos, pero la realidad en la que verdaderamente vivimos no puede ser silenciada y escondida por más tiempo.

Si bien es cierto que la percepción de los ASI está modificándose a pasos agigantados aún queda un largo camino por recorrer. Seguimos viendo esa lacra social como algo que no tiene que ver con nosotros, quizá comparable a un grave accidente de tráfico; somos conscientes de que es algo que ocurre, pero jamás creemos que nos pueda afectar a nosotros. Es de aquellas cosas que inconscientemente pensamos que sólo afecta a los demás. No obstante debemos ser conscientes que las probabilidades de estar involucrados en un caso de ASI son mucho mayores que las de padecer un accidente de tráfico grave. Los números no dejan espacio para la duda: una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños, aproximadamente, ha padecido algún tipo de abuso sexual a lo largo de su vida antes de cumplir los 17 años.
Una vez con los pies en el suelo y reconocida la naturaleza y la realidad de los ASI, digamos que mayoritariamente estos abusos se perpetran dentro del entorno familiar del niño, siendo el padre o padrastro la figura que más habitualmente pasa a convertirse en el agresor. También son abusadores comunes, por este orden, hermanos, tíos, primos, abuelos y, en general, cualquier persona que tenga un acceso directo y continuado con el niño y que le permita ganarse su confianza, como podrían ser maestros, amigos de la familia, sacerdotes, monitores, etc.
Es cierto que también existe el ASI por parte de desconocidos, pero su incidencia es mucho menor. Digamos que los abusos intrafamiliares rondan el 60%. Si le sumamos los perpetrados por conocidos la cifra superaría el 90%. Hay que reconocer que la rápida implantación de internet en nuestra sociedad ha supuesto que avancemos mucho y en positivo, tanto en la información como en la prevención o en la facilitación para crear asociaciones. Su parte negativa, no obstante, es conocida por todos, y si antes los pederastas tenían más complicado su acercamiento a los menores, ahora poseen una herramienta efectiva para sus abyectos objetivos. Todo esto nos lleva a prever que la cifra de abusadores desconocidos pueda incrementarse notablemente en el futuro.
Uno tiende a imaginarse que el abuso sexual infantil es un hecho violento, sin embargo no es así; al menos no el tipo de violencia física que todos podemos tener en mente. En los casos intrafamiliares no es necesaria. Al agresor le basta la intimidación y el poder que le confiere su condición de adulto, lo que sumado a la autoridad añadida que le proporciona ser un familiar habitualmente directo, dejan al menor casi sin posibilidades de escapar de esta triste realidad.

Hay quien piensa que si a un niño le sucede algo así lo diría, pero desgraciadamente pocas veces sucede. El menor casi siempre guarda el secreto, bien sea por miedo, vergüenza, culpa o sentimientos de complicidad, sentimientos inducidos por el agresor y que le garantizan en buena medida la impunidad de que gozará, en muchos casos, toda su vida. Si un niño lo tiene complicado, un adulto no lo tiene mucho mejor. Cuando es capaz de hacerlo, suelen plantearse cuestiones como: -¿Para qué lo voy a contar ahora?- o bien -Sólo conseguiré que sufra mi familia- El peso específico de estos son condicionantes pueden ser abrumadores, tanto como para impedir dar el paso. También hay que decir que detrás de esos pensamientos subyacen causas de más hondo calado que llevan al superviviente a seguir siendo esclavo de su propio silencio. Entre ellas una baja autoestima, un sentimiento de culpabilidad hacia las consecuencias de la revelación, como una posible desintegración familiar, y una acusada sensación de falta de legitimidad para reclamar o exigir cualquier restauración sobre el daño sufrido hace ya tantos años.
Otro factor muy controvertido, desconcertante y tremendamente culpabilizador es el placer ocasional que puede haber experimentado el niño durante los abusos. Cuando eso ocurre se pierde cualquier atisbo de legitimidad a la hora de sopesar la posibilidad de revelar lo que está ocurriendo. Y lo más terrible es que se utilice esa circunstancia por parte de los pederastas para justificar sus acciones. La consecuencia es que el menor culpe a su ?cuerpo? por haber sentido placer y traicionarle, lo que de adulto puede traducirse en diversas patologías de mayor o menor gravedad.

Todo lo expuesto hace que se perpetúe la cadena del silencio. La consecuencia final que podemos extraer es que el delito de abuso sexual infantil es una de las transgresiones legales más comunes y menos penalizadas debido a la absoluta impunidad con la que, hasta hace bien poco, ha actuado el agresor. Y a decir verdad, no podemos decir que en la práctica hayan cambiado demasiado las cosas.

El enemigo no está lejos ni es ese ser depravado que vamos a reconocer nada más verlo. Por desgracia no es así; más comúnmente se trata de alguien bien considerado socialmente y que no suele levantar sospecha alguna. El enemigo está en nuestra propia casa, y mientras los que padecimos ASI no seamos capaces de alzar nuestro dedo acusador, el agresor seguirá siendo el enemigo invisible que acecha impunemente desde muchos de nuestros hogares.
Joan Montané Lozoya
http://www.jmontane.es/

INDIGNACIÓN


◦VITRAL POR JAVIER SOLÓRZANO ZINSER
◦(www.javiersolorzano.com)
Estaba evidentemente nerviosa cuando nos llamó. Pidió el anonimato para contar su historia. Hace dos años, su hijo único empezó a portarse reacio para ir la escuela; estaba en el “Westminster School”, en el Sur del Distrito Federal. Lo primero que pensó es que podía ser una reacción natural, porque “a todos nos ha dado en alguna ocasión por no ir al colegio”. Sin embargo, las actitudes del niño estaban siendo cada vez más rebeldes. “Una mañana, después de vestirlo para ir a la escuela, se empezó a jalar la ropa para quitársela”. Pensaron que era un berrinche, pero cuando se dieron cuenta que estaba llorando desconsoladamente, la preocupación los invadió.

No sabían qué pensar de las reacciones del pequeño de tres años. Ya hablaba, pero no como para comunicarse con claridad. “Uno piensa cualquier cosa, yo creía que a lo mejor era un problema de salud”. Una mañana, cuando iban a la escuela, de nuevo el pequeño empezó a llorar, “no quería que lo dejáramos en el colegio”. “El 17 de octubre de 2007 finalmente me dijo que ‘Lore le hacía hoyo’, él, (el niño) estaba postrado sobre la cama intentando comunicarme su dolor, entre lágrimas gritos y súplicas para que no lo llevara más al colegio; me detuve e inmediatamente le pedí que me indicara en dónde ‘Lore le hacía hoyo’. Mi hijo sólo movió su cuerpecito para señalarme con la manita derecha su parte anal”. ‘Lore’ es Lorena Alvarado Amador, auxiliar de la profesora responsable del grupo de Kinder Maternal del Westminster School.

La madre del pequeño fue al día siguiente a hablar con la directora de preescolar y con la directora general. La atendieron de manera déspota e insensible. La directora de preescolar la sacó materialmente de su oficina. En la confusión, el enojo y la sorpresa, el domingo 21 de octubre en la noche y después de mucho pensarlo, llamó a LOCATEL, donde “amablemente me orientaron”. “Nos propusieron acudir al Centro de Terapia para Víctimas de Abuso Sexual (CTA), lo que hicimos al día siguiente”. Después de largos análisis les confirmaron lo que llaman “la triste realidad”. Fue en el mismo centro en donde les sugirieron presentar una demanda, lo que hicieron al día siguiente, el 23 de octubre.

El 25 de febrero de 2008 se giró orden de aprehensión en contra de Lorena Alvarado Amador por su probable responsabilidad del delito de abuso sexual agravado. Pasaron 20 meses hasta que las autoridades dieron con ella el 28 octubre de 2009. A finales de noviembre de este año inició el juicio. La escuela se ha dedicado a esconder el asunto y negarlo a los padres de familia de otros niños que preguntan sobre el caso. Es un tema de primera importancia, ante el cual la escuela debería de dar la cara. Hay una presunción fundada y existen evidencias para que ‘Lore’ sea juzgada. Esto apenas empieza.

¿Cómo le hacen los abusadores para no ser descubiertos?


Usa la confianza que el niño tiene en el para asegurar su silencio.
Se ganan la amistad del niño y buscan convertirse en alguien “especial”.
Le hacen creer al niño que solo le hacen “esas cosas” por que los quieren.
Cuando los niños tratan de resistirse les dicen que nadie les va a creer, incluso les hacen creer que todo ha sido culpa del niño y lo van a castigar.
De esta manera el abusador puede seguir abusando sin preocuparse de ser descubierto, pues cuenta con que el niño NO PUEDE defenderse. La prevención incluye enseñar a nuestros niños a que les vamos a creer, que son importantes para nosotros y que no hay nada que ellos puedan hacer que hagan que dejemos de amarlos. La prevención tiene que darle PODER a los niños.
¿Por donde empezar? Pues por hacer conciencia de que una de cada tres niñas y uno de cada seis niños tienen algún tipo de contacto sexual con un adulto antes de cumplir los 18 años.
Los abusadores cuentan con el silencio de los niños o que en el peor de los casos que nosotros no les creamos a los niños que han sido abusados. Un niño seguro de si mismo, extrovertido y que cuenta con un amor adecuado y cariño de sus padres, será mas difícil que acceda a guardar un secreto. Como dice el dicho “mas vale prevenir…”, así que te presentamos las tres estrategias mas importantes para proporcionar a tu hijo lo que necesita para evitar una situación de abuso. En cada estrategia, te proponemos unas actividades… hay muchas mas, pero si haces estas, es un excelente comienzo. Si deseas mas herramientas o conocer que mas puedes hacer por tu niño o que te ayudemos a encontrar las palabras adecuadas para ti, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.
Entonces hay tras estrategias importantes para proteger a nuestros niños:
Hablar del Abuso Sexual Infantil.
Proporcionar una educación sexual de acuerdo a su edad.
Enseñarles el autocuidado del cuerpo a niños y niñas.
¿Como? De la misma manera en que enseñamos a los niños a cruzar la calle fijándose, pues de otro modo podrían atropellarlo, pero esto de ninguna manera implica que aterroricemos al niños con imagenes de sangre o de niños atropellados.
Todo el cuerpo tiene nombre. Pene, vagina, testículos, vulva, clítoris... igual que el brazo la cabeza los ojos y la nariz.
Es importante que también hables de la diferencia entre las partes públicas y las privadas. Por ejemplo. Los niños se dan cuenta que todas las personas vamos al baño, y que vamos solos y en la mayoría de las casas hay una puerta que nos da privacidad. Podríamos decirle: ¿Te has fijado que hacer del baño es un asunto privado?, ¿no hacemos a media calle, verdad?, es por que es privado. Tu cuerpo también tiene partes privadas, por ejemplo tu pene/vagina, es privada. ¿te fijas como la ropa cubre estas partes en todas las personas? y continuar una conversación de este tipo.
Ayudar también a hablar de las caricias que son cómodas y las que nos hacen sentir incomodos. La necesidad de cuidar nuestro cuerpo mediante el alimento, la higiene que nos hace sentir bien.
Jugar algunos juegos que permitan al niño reafirmar estas ideas son solo algunos de los puntos principales, pero hay que tener constancia. Hacerle saber a nuestros niños que son amados y que si alguien les hace daño o trata de tocar sus partes privadas o enseñarles las suyas, nos cuenten.
También ayuda el fomentar la comunicación y el trato respetuoso con el niño que le permita tener confianza en sus sentimientos.

lunes, 7 de diciembre de 2009

La recuperación emocional de las niñas y niños que viven abuso sexual


“No hay mayor desastre que el dolor interno, porque es prácticamente incomunicable. Una casa tarde o temprano se reconstruye o sobre un predio desbastado se siembra un jardín. Pero, qué jardín se levanta sobre la destrucción interna de la vida misma”. (Palabras de una sobreviviente de abuso sexual).

Valores, experiencias vitales, concepciones entre otros son aspectos importantes a considerar para plantearnos qué jardín queremos construir sobre la base de los innumerables daños o secuelas ocasionados por el abuso sexual, que implica perdidas múltiples, el cual sume a las personas en un profundo dolor, tristeza y desesperanza que se manifiestan en su cuerpo y espíritu.

Desde el Movimiento contra el Abuso Sexual estamos las organizaciones de la sociedad civil aunando esfuerzos para visibilizar, dignificar y defender los derechos de la niñez que están expuestos a situaciones de riesgo ante el abuso sexual. Estos esfuerzos van encaminados a la prevención, promoción de sus derechos y atención.

Al identificar estas situaciones, pretendemos definir el rol de los profesionales, maestros, padres, madres que tienen la función de protector, es decir las características, responsabilidades y competencias, de quien acompaña a la niñez que vive situaciones de riesgo, y construir a partir de ahí herramientas que les ayuden en la promoción del desarrollo integral, teniendo presente que “la condición fundamental para el desarrollo infantil en una relación estable y a largo plazo con, al menos, un adulto capaz de demostrar amor, comprensión y también de guiar y enriquecer la experiencia del mundo que tiene el niño y la niña”.

El niño/a que es víctima de abuso sexual prolongado, usualmente desarrolla una pérdida de autoestima, tiene la sensación de que no vale nada y adquiere una perspectiva anormal de la sexualidad. Puede hasta llegar a considerar el suicidio.

Los niños/as que están sufriendo abuso sexual envían señales o mensajes a los adultos pidiendo ayuda a través de su comportamiento:
Interés excesivo, o el evitar todo lo de naturaleza sexual
Problemas con el dormir o pesadillas
Depresión o aislamiento de sus amigos y familia
Dice que tienen el cuerpo sucio, que hay algo malo en sus genitales
Negarse a ir a la escuela
Secretividad
Molestias sexuales en sus dibujos, juegos o fantasías
Agresividad excesiva
Comportamiento suicida
Mucho miedo o tristeza.
Chupa la ropa o su pulgar.
no crece o se desarrolla bien.
Llora mucho.
Juega con muñecos u objetos que representan al agresor.
No habla. no come, o como mucho.
Se comporta como bebé o como una persona mayor.
Tiene frecuentes dolores de cabeza o estómago.
Se junta con personas problemáticas o peligrosas.
Se siente culpable por el abuso que vive.
Planea la venganza.
No se asea apropiadamente.
Miedo a la oscuridad y a irse a dormir.
El niño/a que vive abuso puede manifestar tres o más de estos comportamientos, ante estas señales el adulto tiene que buscar la ayuda necesaria, con el objetivo de protegerlo y llevarlo a un lugar o espacio seguro.

Para el acompañamiento a quien vive abuso sexual, es importante establecer una buena relación, iniciar la conversación con un tema neutral creando un clima de confianza y calidez, permitir que se comporte de manera espontánea. Reconociendo los sentimientos que exprese, aceptando en sus propios términos, clarificando lo que piensa y siente.

Escuchar las preocupaciones, sentimientos que él o ella le esta diciendo. Respetar si quiere o no compartir lo que le ha pasado, él tiene su propio ritmo, no forzarlo.

Identificar los sentimientos del niño/a es fundamental como adultos protectores. Expresar los sentimientos en sus propias palabras y preguntarle si es así como se lo estamos expresando.

Ofrecerle libros, folletos, cuentos, pintura, plastilina, dibujos para que tenga la oportunidad de auto-expresarse a través de etc.

Estas son algunas medidas preventivas a tomar en cuenta en el cuido a niños y niñas desde la cotidianeidad:

*Decirle a los niños/as que "si alguien trata de tocarte el cuerpo y de hacerte cosas que te hacen sentir raro o incomodo, decirle que NO a la persona y contármelo enseguida."

*Enseñarles que el respeto a los mayores no quiere decir que tienen que obedecerles ciegamente y a las figuras de autoridad, por ejemplo, no les digan "siempre tienes que hacer todo lo que la maestra o el que te cuida te mande a hacer."

*Estimular y apoyar las actividades para la prevención en la escuela, la iglesia, la comunidad y la familia.

*Informarse en relación al tema del Abuso Sexual y compartirlo en la comunidad, en la escuela, en la iglesia y todos los espacios donde estemos.

Los niños que han sufrido abusos sexuales y sus familias necesitan tratamiento profesional. Los profesionales de la salud pueden ayudar a recuperar su sentido de auto-estima, a sobrellevar sus sentimientos de culpabilidad sobre el abuso, y a comenzar el proceso de superación del trauma. Entran al camino de la Recuperación Emocional y de esta forma se reduce el riesgo de las secuelas provocadas por el abuso y evita que el niño/a o adolescente desarrolle serios problemas cuando llegue a adulto.

*Psicóloga
Instituto Centroamericano de Integración Social (ICIS)

lunes, 30 de noviembre de 2009

Me pongo en sus zapatos


Lorna Norori Gutiérrez

En mi experiencia con personas que han vivido abuso sexual he visto las diferencias con que son tratadas las niñas y las adolescentes, cuando el abuso se revela. Este tratamiento es muy similar en la casa, la comunidad, las instituciones y organizaciones, los medios de comunicación. Trataré de abordar mejor esto, expresando primero algunos aspectos comunes a partir la visión y el tratamiento que se les da a las niñas y adolescentes.
Ambas son vistas desde la estigmatización, que además está impregnada de mitos, de tal forma que, se trate de niña o adolescente será nombrada “la violada”, igualmente ambas ya son “mujeres”, a partir de la pérdida del himen. Ese hecho las hace diferentes a las niñas y adolescentes “porque ya conocieron hombre”.
De esta forma he visto cómo en un colegio religioso se retira a una niña de 12 años, luego que la madre ha buscado apoyo en la dirección de dicho colegio, para llevar adelante el proceso judicial por la violación vivida por la niña. El argumento de la directora fue que la niña “podía contaminar a las otras”.
Una madre me dice con tristeza que ahora su niña de siete años “está desgraciada”, porque ya no tiene un himen intacto, es decir “porque ya es mujer”. Otra adolescente de 14 años me dice llorando que su sueño de celebrar sus 15, algo que su familia ha promovido por varios años; ahora no será posible porque si lo hacen “yo voy a ser la burla de la gente, porque ya no soy señorita”.
Una mujer de 40 años me refiere que, siendo una niña de 13 la golpearon y corrieron de su casa, cuando se enteraron que estaba embarazada. Nadie le preguntó qué había ocurrido. Ella ahora ante el abuso que identificó en sus hijas, me dice por primera vez, que ella vivió abuso sexual por parte de un hombre de 40 años que era su vecino, que ocurrió durante tres años y que él era quien la cuidaba mientras su mamá y papá trabajaban.
Cada una de estas expresiones está determinada por mitos, que conllevan al castigo para las niñas y adolescentes, un trato revictimizante, a partir del desconocimiento que hay sobre el tema.
De forma contradictoria, a las niñas se les da un tratamiento basado en el sentimiento de pesar, de lástima. “Pobrecita”, es la expresión más común cuando se ha identificado el abuso sexual en una niña.
En las investigaciones policiales es muy frecuente escuchar estas expresiones, aunque también es posible observar que hay mayor dedicación de las investigadoras, considerando particularmente que son niñas.
Esto cambia cuando se trata de adolescentes, porque a partir de los mitos que se han establecido, se considera que la adolescente “ya sabe”, es decir ella pudo evitar el abuso, hablar sobre el abuso, denunciar al abusador, y si no lo hizo probablemente es porque “le gustó”, porque “estaba de acuerdo”. Entonces se plantea la duda, la desconfianza hacia la chavala.
En algunas ocasiones he observado en los medios de comunicación un titular que refiere “Hija huye con el padrastro” y se señala a la adolescente como alguien que le “robó el amor” a la madre. En ningún momento se aborda la situación desde la condición de abuso sexual que tuvo que vivir esa adolescente para verse sometida a la pareja de su mamá.
Cuando se trata del proceso judicial, algunas adolescentes me han referido que la médica forense le ha hecho expresiones como: “Vamos, decime la verdad; vos ya tenías algo con él”. Algo similar se produjo la semana pasada en Managua, en el juicio por violación hacia una adolescente y la jueza Ana Justina Molina objetó una pregunta realizada por la defensa, por resultar revictimizante.
Desde mi punto de vista, no se trata de culpabilizar a nadie por estas actitudes y expresiones; sobre todo se trata de llamar la atención sobre una situación que se está produciendo y que en última instancia a quien afecta es a las niñas y adolescentes que han vivido abuso sexual, revictimizándolas, estigmatizándolas, desvalorizándolas.
Nadie en la sociedad se puede sentir exenta/o de generar una situación, sobre todo por el desconocimiento que tenemos hacia el tema y porque prevalecen muchos mitos alrededor de este.
Una alternativa más adecuada será que tratemos de ponernos en los zapatos de niñas y adolescentes, antes de mostrar una actitud ó de tener una expresión que puede ser inadecuada y por supuesto, hacer mucho daño.
Debemos preguntarnos cómo lo viviría yo si fuera esta niña o adolescente, cómo sería si se tratara de mi hija. La prevención del abuso sexual, también considera esto, como parte de la sensibilidad humana que podemos desarrollar desde cualquier espacio, hacia las personas que han vivido abuso sexual.
Al escuchar por años, a tantas niñas y adolescentes que han vivido abuso sexual, pienso que es importante poder llevar un poco de la voz que ellas tienen y decir que cuando se atreven a hablar, están esperando que se produzca un cambio que les haga recuperar un poco la confianza que el abuso sexual les ha hecho perder.
Podemos hacerlo. Les invito a ponernos en sus zapatos

martes, 24 de noviembre de 2009

Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil.


Ma. Teresa Crespín.
Desde hace nueve años, cada 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil, que fue creado por la Fundación Cumbre Mundial de Mujeres (llamada WWSF por sus siglas en inglés).
Esta fecha es un punto de encuentro alrededor de los temas de prevención, protección y rehabilitación de los niños y niñas víctimas de abusos. El programa está específicamente dirigido a resaltar la importancia de la prevención y la eficiente protección contra la pedofilia. En países como México y Costa Rica esta fecha fue asumida como día nacional para la prevención del abuso.
En Nicaragua, muchas personas desconocemos que en esta fecha se realizan una serie de actividades a escala mundial, para visibilizar el problema del abuso sexual. Igualmente en nuestro país, las políticas públicas y las acciones estatales no muestran indicios de estar preparadas para combatir este flagelo.
Desde hace más de 20 años, organizaciones civiles han investigado, denunciado y acompañado a las víctimas, mientras los gobiernos de turno se hacen de oído sordos.
Siendo un problema social con repercusiones graves en la vida de la niñez y la adolescencia, pareciera que eso no basta, ni tampoco la alarma por el incremento de este delito en Nicaragua.
En 2008 se registraron 3 mil 214 denuncias en la Comisaría de la Mujer, en lo va del primer semestre de este año se han registrado mil 863 denuncias de delitos sexuales a personas menores de 18 años. La cifra aumentó un poco comparándola con el primer semestre de 2008 (un 15.93% más).
Ya hemos dicho que una consecuencia frecuente del abuso sexual es el embarazo infantil y adolescente. Confirmamos que toda niña embarazada fue violada, y para remate esto se agrava por la falta de acceso al aborto terapéutico. En Nicaragua el aborto terapéutico se condena, y se persigue a quienes en su desesperación ante la falta de alternativas acuden a un aborto clandestino en condiciones inseguras. Y aquí las niñas se quedaron sin opción, las obligan a ser mamás aunque peligre su vida porque su cuerpo no está preparado y por supuesto ni siquiera se piensa en los traumas y efectos sicológicos y emocionales ni en que se les trunca su vida.
Es por ello que las personas sobrevivientes de abuso sexual, sus familias y la sociedad civil organizada ya no queremos seguir viendo pasivamente la falta de sensibilidad de funcionarias/os públicos que limitan el acceso a la justicia. No queremos que el trato del personal en las instituciones públicas se dé como un favor y no como un derecho que tenemos como ciudadanas y ciudadanos de este país.
El Movimiento contra el Abuso Sexual, las más de 50 organizaciones civiles que lo constituyen, nos comprometemos a realizar acciones permanentes para generar una nueva cultura que permita el respeto a las niñas, niños y adolescentes, sin atropello a su condición y respetando sus derechos.
Por eso nos comprometemos con la niñez a:
1. Promover una cultura de prevención del abuso sexual infantil
2. Fomentar una educación no sexista que promueva la igualdad real entre mujeres y hombres desde que nacemos, no el abuso de unos sobre el cuerpo y la vida de quienes tienen menos poder
3. Impulsar una educación sexual científica que promueva los derechos de la niñez y el abordaje de este tema desde un punto de vista laico
4. Empoderar las comunidades para que asuman la responsabilidad por el futuro de sus hijos e hijas, enseñándoles a protegerse a sí mismos
5. Demandar del Estado de Nicaragua políticas y acciones claras de protección a las niñas, niños y adolescentes ante el incremento del abuso sexual
6. Desarrollar conocimiento local y alternativas para niños y niñas en condiciones de riesgo y proveer filtros de protección e instrucciones para un buen uso de Internet
7. Ser una plataforma para el intercambio de información y la toma de conciencia acerca de la prevención, protección y programas de rehabilitación efectivos
8. Incentivar que más personas y organizaciones se sumen a los espacios de prevención y protección contra el abuso sexual infantil
9. Fortalecer los conocimientos sobre la problemática dentro de las organizaciones y los medios de comunicación, para que incorporen los temas en su trabajo diario
10. Invitar a los medios de comunicación a ofrecer espacios como esta columna, para que grupos organizados, víctimas y sobrevivientes expresen sus sentimientos, demandas y necesidades.
11. Pedirles a los abogados y abogadas, jueces, magistrados y Policía que cumplan con el papel que les corresponde, aplicando la justicia a favor de las víctimas, no de los abusadores
12. A que las instituciones estatales se unan a una gran coalición nacional que permita tomar medidas urgentes para atender el problema del abuso sexual
Todas las voces y las voluntades contra el abuso sexual.
Movimiento contra el Abuso Sexual – Nicaragua
hablemosde.abusosexual@gmail.com

LAS PALABRAS PUEDEN CURAR.


ELVIRA LINDO 22/11/2009.

Las palabras pueden curar. Hace unos años una lectora se puso en contacto conmigo con la intención de contarme su historia. Desconfío de ese tipo de relación. Lo más común es acabar decepcionando. Sería largo de explicar porque esto no me sucedió con S. Al principio, intercambiamos varias cartas. Ella había leído una novela mía en la que aparece una criatura de la que su abuelo abusa mientras la madre está en el trabajo. Esa pequeña historia estaba inspirada en lo que me contó una persona cercana, así que a pesar del envoltorio literario había en ella detalles específicos que se repiten en los casos de abusos a niñas que mi lectora reconoció. Buscaba a la autora de esas palabras. Quedamos en un café. Fui con la sensación de que no debía haber ido. No es prudente entrar a saco en el corazón de un desconocido. Nunca se sabe. Allí estaba. Era, es, una mujer guapa, con una sensualidad voluntariamente borrada, una sonrisa dulce y una mirada dura. Como suelo hacer cuando una situación me desconcierta hablé compulsivamente de asuntos triviales. Pasó una hora sin que dijéramos nada importante, salimos del bar, y me propuso llevarme a casa. No me gusta montarme en el coche de alguien que no conozco, pero tampoco sé decir que no. Aparcó cerca de casa, me miró y me dijo que se sentía decepcionada. ¿Decepcionada? Ya estamos. "Venía dispuesta a contarte lo mío y me voy igual que vine". Quise largarme. No me moví. Allí, en el interior del coche, me contó esa historia que jamás había sido contada. La historia que su madre fingía desconocer y su familia prefería ignorar. Fue desde los cinco años hasta los quince. Diez años de terror resumidos en media hora. Yo me preguntaba por qué me había convertido en la depositaria de aquel secreto. No era la clásica historia de una familia lumpen y no se trataba de un maltratador de mujeres: nuestro hombre era un profesional y se dedicaba exclusivamente a violar a sus dos niñas. Las marcas aún están ahí, en el pecho. El individuo fue progresando en sus abusos siguiendo un sistema: antes de la llegada de la regla las sometía a todo menos a la penetración y las avisaba de que ésta llegaría después de que "fueran mujeres". La niña, para que el mal trago pasara pronto, hacía lo que su padre le pedía, las palabras sucias exigidas, los movimientos requeridos; esa sumisión, que naturalmente se da en todas las niñas, es lo que acaba por hacerles creer que son cómplices de un pecado. ¿Es posible que una madre no se entere de que su marido se levanta de la cama para violar a sus hijas? Éste es el lado más turbio del asunto. La madre. La madre de nula personalidad y escasa autoestima hace que no oye ni ve. Mi lectora tenía razón: qué fácil es apoyar causas en abstracto y qué costoso enredarse en las penas concretas. Ésa es la razón por la que las víctimas se tienen por bichos raros de los que la gente huye. Pero pasó el tiempo, a mí se me quitó el miedo y a ella se le suavizó la mirada. Hoy casi puedo decir que mantenemos una amistad distante pero sólida. Nos seguimos la pista. Quise escribir un libro sobre ella y sobre mí, sobre esa inusual relación. No citaría nombres ni ciudades, le dije, y reproduciría parte de las cartas que ella me había escrito: nunca he conocido a nadie que describiera mejor el dolor infantil. Pero ella estaba muerta de miedo. Su padre, el violador, vive. Aunque hace años que no lo ve, sabe dónde disfruta de su vida de jubilado meapilas, de cabrón refractario al arrepentimiento. Desde hace unos días me acuerdo intensamente de ella mientras leo una novela, Push, que causó un gran impactó en América en 1996 y que llegará pronto a España en forma de una película, Precious, que ha cosechado ya numerosos premios. Precious es una chica de Harlem, gorda, fea, negra, pobre, y su nombre, Preciosa, es como una broma de mal gusto. Está escrita por Sapphire, una escritora que durante años dio clases de alfabetización en el Bronx. El ambiente de Push no tiene nada que ver con el ambiente social de mi lectora; sin embargo nada iguala a los seres humanos tanto como la desgracia. El padre lumpen y el padre profesional esclavizan de la misma forma a sus niñas; de manera perversa, las hacen creer que ellas también disfrutan. Eso atormenta su mente infantil, la invade de vergüenza y culpa. La madre inválida de Harlem y la señora burguesa española hacen la vista gorda para retener a su hombre. Su silencio cómplice es el mismo. No sé si Push es buena literatura, creo que a veces eso no importa. Es una voz poderosa, la de esa pobre muchacha que se salva gracias a la escuela de los servicios sociales y al afecto de una maestra. Yo he visto a muchas Precious en el metro: obesas, de mal humor, adolescentes que no saben cómo tratarse a sí mismas ni a sus hijos, niñas violadas, jóvenes analfabetas. De vez en cuando se produce el milagro y alguien reconduce su vida. La vida de Precious no es la de mi lectora, pero cómo se parecen en el recuerdo de su tormento infantil. Las dos, como tantas niñas, aprendieron a desdoblarse mientras el padre las violaba. Mientras el monstruo perpetraba su delito, ellas se concentraban en una canción cursi, de esas que cantan las niñas con otras niñas, y volaban lejos, muy lejos de aquella cama.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Violencia sexual y derechos del niño


Javier Corral Jurado :
A la pobreza y la miseria en la que viven cientos de miles de niños en nuestro país, se suma transversal a todas las clases sociales y con la más variada complicidad social y gubernamental, uno de los rostros más siniestros de la crueldad en el abuso y la explotación infantil: el de la violencia sexual.
Y pocos delitos como éste desgracian para el resto de sus vidas a los menores. No obstante esta gravedad, por la forma en que se truncan aspiraciones y se derrotan esperanzas, de los dos protocolos opcionales que tiene la convención de los derechos del niño, el relativo a la pornografía y el tráfico sexual infantil y el otro relacionado con la participación de los niños en conflictos armados, más de treinta países no los han ratificado. Ann Veneman, presidenta de Unicef, en una estrujante declaración ha recordado que, ni más ni menos que Japón “tiene problemas para aprobar una ley contra la pornografía infantil, hay un gran debate en relación a ello”.
En nuestro país la violencia sexual contra menores se llama pederastia y tiene casos de impunidad escandalosa, dentro de la iglesia, la política, y la alta vida social. Cuando uno se asoma a casos concretos del abuso sexual a menores, se generan exponencialmente sentimientos de rabia y abatimiento a la vez al comprobar las redes de complicidad que en torno de la pederastia se tejen en nuestro país, y es ahí cuando también se confirma ese dramático fenómeno que ha descrito Miguel ángel Granados Chapa como “cinismo social”.
Un eje vertebrador de la complicidad-impunidad-cinismo social en materia de delitos sexuales a menores son precisamente los procedimientos judiciales. Y quien ha puesto el dedo en esa llaga es el Diputado panista Agustín Castilla Marroquín, quien el miércoles pasado tocó un campanazo en las puertas de San Lázaro para que los diputados pongan atención al asunto, precisamente cuando veremos izar por estos días la bandera en defensa de los derechos del niño. Qué mejor manera de retar al discurso político en tan sonora celebración.
Castilla, joven y talentoso abogado y representante del poder legislativo ante el IFE, elaboró más que una iniciativa un tratado sobre protección a menores en el proceso penal como víctimas de un delito. Sustentado en doctrina y diversos instrumentos internacionales va configurando el enorme corpus iuris desde el que propone reformas a diversas disposiciones del Código Federal de Procedimientos Penales y el Código Penal Federal, para que el sistema de procuración de justicia deje de ser el segundo victimario de menores ultrajados.
“El sistema de procuración de justicia en México está trazado de tal forma que revictimiza a los menores de edad víctimas de un delito, ya que está diseñado en función de las capacidades cognitivas de los adultos y sin considerar las necesidades especiales de la infancia. Esto es aumentado por el ambiente formalista, distante, muchas veces carente de atención y mucho menos de atención especializada para los menores de edad, aunado a que se exige el desempeño de habilidades que no pueden llevar a cabo de acuerdo a su nivel de desarrollo”.
“La toma inadecuada de declaraciones, valoración inapropiada de pruebas, práctica innecesaria y errónea de peritajes no especializados, interrogatorios repetidos, las demoras prolongadas e innecesarias, la posible declaración frente al acusado, entre muchas otras inconsistencias más, revictimizan al niño, provocándole un daño emocional y a la vez, entorpeciendo la procuración de justicia”.
Todo ello, sustenta el diputado Castilla, “genera temor, ansiedad, impotencia y sensación de vulnerabilidad en los niños que participan en el proceso, efectos que evidentemente afectan en la recuperación por el delito sufrido y que pueden llegar a provocar consecuencias graves a largo plazo”.
En el ámbito judicial, el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, establece un conjunto de garantías que constituyen un enorme desafío tanto para los legisladores ya que exigen simultáneamente modificaciones importantes al sistema de justicia penal y al de protección de los derechos de la infancia:
Artículo 8
1. Los Estados parte adoptarán medidas adecuadas para proteger en todas las fases del proceso penal los derechos e intereses de los niños victimas de las prácticas prohibidas por el presente protocolo y, en particular, deberán
a) Reconocer la vulnerabilidad de los niños víctimas y adaptar los procedimientos de forma que se reconozcan sus necesidades especiales, incluidas las necesidades especiales para declarar como testigos;
b) Informar a los niños víctimas de sus derechos, su papel, el alcance, las fechas y la marcha de las actuaciones y la resolución de la causa;
c) Autorizar la presentación y consideración de las opiniones, necesidades y preocupaciones de los niños víctimas en las actuaciones en que se vean afectados sus intereses personales, de una manera compatible con las normas procesales de la legislación nacional;
d) Prestar la debida asistencia durante todo el proceso a los niños victimas;
e) Proteger debidamente la intimidad e identidad de los niños víctimas y adoptar medidas de conformidad con la legislación nacional para evitar la divulgación de información que pueda conducir a la identificación de esas víctimas;
f) Velar por la seguridad de los niños víctimas, así como por la de sus familias y los testigos a su favor, frente a intimidaciones y represalias;
g) Evitar las demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución de las resoluciones o decretos por los que se conceda reparación a los niños víctimas.”
En la práctica del derecho penal, la infancia se enfrenta al proceso penal en su carácter de víctima casi en las mismas circunstancias que un adulto, ya que no existen marcos jurídicos nacionales o internacionales que permitan dar un trato diferenciado razonable.
La propuesta, en términos resumidos, pugna para que a las víctimas u ofendidos menores de edad se les garantice una adecuada y necesaria asistencia legal, médica y psicológica especializada. Propone que al momento de que el Ministerio Público tome la declaración del menor de edad, pueda solicitar el apoyo de personal especializado en la atención psicológica y emocional del niño.
Asimismo, al hecho de enfrentar el proceso de administración de justicia, se le suma la actuación específica que le será requerida al menor. El niño que ha sido víctima deberá recordar y relatar el hecho que ha violentado el bien jurídico que tenía tutelado por la ley, con lo cual, debido a su imposibilidad de separar el recuerdo de la realidad actual, revive y vuelve a experimentar lo sucedido. Es por ello que resulta necesario usar medios alternativos para registrar la declaración principal del niño y utilizarla para evitar toda repetición de información, ya que el número de veces en que el niño deberá prestar declaración puede variar, según las circunstancias de cada caso en particular, pero no es razonable que tenga que contar la situación en que fue víctima una y otra vez a diferentes investigadores y en distintas instancias. De ahí que la iniciativa de Castilla Marroquín proponga que la diligencia practicada a los testigos menores de edad sea videograbada, lo mismo en toda diligencia en donde participe, a efecto de evitar duplicidad innecesaria de diligencias que sólo revictimizarán al niño.
Por supuesto que se trata de un amplio compendio de ideas y propuestas lúcidas para ser tomadas en cuenta; sólo destaco algunos aspectos. Se trata en suma de generar una conciencia entre los interesados y las organizaciones sociales comprometidas con el tema, para que entre todos empujemos la acción legislativa que, no sólo confiera a los 20 años de la Convención de los derechos del niño una dimensión realmente celebratoria, sino pagar una deuda con la niñez mexicana en uno de los peores abusos que enfrenta.

viernes, 20 de noviembre de 2009

SOBREVIVIENTE.


"hoy he estado en terapia intentando reconstruirme pero aún no consigo encontrar lo que han dejado de mi, esto es un crimen cometido con un inocente que jamás debe ocurrir, esta es mi descripción aquí dejo mi dolor, la monstruosidad que se comete con un niño/a cuando ocurre esto, yo no puedo escribir hoy algo especial por que esto que hay aquí soy yo es lo que he sido siempre y soy todos los dias de mi vida, gracias por tu atención, sólo pido una cosa que luchemos y se pongan los medios necesarios para que esto no ocurra jamás, nadie merece pasar por esto y un niño es lo más inocente que existe en este mundo y merece cuidado,respeto y protección.
Esta es mi presentación, no existe otra para mi por que no hay un día concreto para escribir sobre el dolor que siento dentro del alma, por eso este escrito siempre permanecerá para recordar algo que jamás debe suceder a ningún niño/a por mi y por todas las personas víctimas de abuso infantil no importa el día, mes o año por que mi dolor no tiene fecha de prescripción, las primeras líneas que verán tus ojos cuando entres en este blog va a ser algo que me ha acompañado durante toda mi vida sin calendario ni hora determinada, cuando llegue esa fecha concreta (20 de Noviembre del 2009) decides unirte al dolor de muchas personas como yo y luchar por los niños con unas líneas en tu blog, desde aquí y desde lo más profundo de mi corazón te doy las gracias, no busques una entrada concreta ni un día concreto para mi por que yo he sido y soy esto durante todos los días de mi vida
Hoy día 20 del 2009 muchas personas dentro de la red vamos a escribir sobre un crimen el peor de todos la víctima es un niño/a alguien que no puede defenderse del verdugo por que aún no ha crecido lo suficiente ni física ni psicológicamente para poder hacerlo...El pederasta, yo prefiero llamarlo monstruo, destruye la vida de un ser inocente, le roba su infancia, su adolescencia, su juventud, le despoja de todo lo que tiene un ser humano y también del derecho a ser feliz, cuando ocurre la agresión sexual la vida de la víctima se congela queda bloqueada sin poder desarrollarse y crecer de forma normal, anulando todas sus facetas todas las etapas que la persona debe recorrer y vivir hasta llegar a ser un adulto/a y en su lugar sólo deja dolor, angustia, ansiedad, depresión y miedo...Hoy quiero escribir una poesía de silencios los silencios de las víctimas, esos silencios que se clavan en el alma y te hunden en un pozo sin fondo, los que te quitan el aire y la voz y apagan tu vida lentamente como la llama de una vela, la víctima calla durante mucho tiempo por diversos motivos como es el miedo a que nadie pueda entenderla, creerla o escucharla, también por vergüenza y otras veces en la mayoría de los casos por no hacer daño a la familia ya que por desgracia y lo más terrible de todo es que en su gran mayoría suele ser un familiar muy cercano el que comete el abuso con el niño/a con lo cual esta implicada toda la familia y piden el silencio de la víctima aunque no lo hagan de forma verbal la hacen sentir culpable para que siga callando y poder mantener la bonita fachada, la gran mentira ante la sociedad...Si hoy tropiezas con estas letras quiero que sepas que has encontrado a una superviviente de las muchas que lamentablemente hemos pasado por este horror, si alguna vez tienes cerca a una superviviente de abuso infantil te pido que lo escuches y la trates con respeto, si ha decidido quitar la mordaza de silencio de sus labios por favor dejala hablar escucha a ese niño/a que lleva en su interior aunque no llegues a entender totalmente su dolor, deja que llore que hable que rompa la mordaza de tantos años que la asfixia lentamente no le des la espalda no veas al adulto que esta delante de ti intenta ver al niño que está saliendo de su interior a ese niño que intenta escapar de una tumba callada y fría... "



ESTE ES MI TRIBUTO, MI HOMENAJE, A TODAS Y TODOS LOS SOBREVIVIENTES.
CON AMOR Y RESPETO ´POR ESO LO INCLUYO EN MI BLOG:MIGUEL ADAME V.

El abuso sexual es una realidad en muchos países y, sin embargo, continúa siendo un tabú. En las últimas dos décadas, el movimiento de mujeres ha contribuido enormemente a abrir la discusión del abuso sexual. Ese trabajo básico ha hecho posible que los hombres que, al igual que yo, han sufrido abuso sexual hablemos sobre nuestras experiencias y busquemos ayuda para superar el trauma del abuso.

Tanto las mujeres como los hombres son víctimas de abuso sexual. En Australia, las estimaciones conservadoras indican que uno de cada 11 niños y una de cada cuatro niñas han sufrido algún tipo de abuso sexual antes de cumplir 18 años. Los hombres son los perpetradores de casi todos los casos de violencia sexual (97 por ciento), pero los hombres también constituyen una significativa proporción de todas las víctimas: 26 por ciento de menores de 18 años.

Investigaciones recientes realizadas en los Estados Unidos sugieren que hasta un 20 por ciento de los hombres sufrió abuso sexual en la niñez. Adicionalmente, debemos reconocer la incidencia de ataques sexuales contra hombres adultos. El ataque sexual se presenta en muchas formas, que incluyen abuso sexual infantil, violación, acoso sexual, incesto y cualquier otra forma de violación sexual de la cual la víctima nunca es culpable. La responsabilidad recae en el ofensor y en nuestra sociedad, una sociedad que permite y promueve la violencia sexual.

El abuso sexual tiene consecuencias devastadoras en las víctimas, incluyendo aquellas que lo sobreviven. Las víctimas deben luchar por superar los efectos emocionales y sociales del trauma que han sufrido.

UNA CULTURA DE SILENCIO

Es particularmente difícil para los niños y los hombres revelar que fueron sexualmente atacados. Nuestra sociedad nos condiciona a creer que los hombres deben estar siempre "en control": de sus emociones, de otras personas y de su entorno. Se les enseña a definirse a sí mismos como hombres por el grado al que puedan alcanzar con éxito este control. Como consecuencia, la mayoría de hombres no cree que será una "víctima", y especialmente no en el terreno sexual. Cuando esto ocurre a menudo provoca un fuerte choque emocional, siendo algo tan alejado de la experiencia normal de los hombres.

No sólo es difícil para los hombres aceptar el ser sexualmente atacados, sino también común que vivan en silencio, ya que las reacciones de otras personas aumentan la sensación de ser victimizados. Al igual que al sobreviviente le resulta difícil creer lo que le ha ocurrido, también otras personas responden con incredulidad. Si un hombre revela que fue abusado sexualmente, a menudo se le castiga aún más cuando su "hombría" y orientación sexual son cuestionadas.

SEXUALIDAD Y VIOLENCIA SEXUAL
El motivo del ataque sexual no es primordialmente el placer o la satisfacción sexual, indiferentemente de si la víctima es masculina o femenina, sino que tiene que ver con poder, control, dominación y humillación. El ataque sexual es una forma de violencia en la cual el "sexo" es utilizado como arma contra la persona de quien se abusó. Como consecuencia, a la mayoría de hombres sobrevivientes nos preocupa en alguna medida nuestra sexualidad, ya sea en lo relacionado a nuestra identidad masculina, nuestra posición entre hombres, la masculinidad de nuestra conducta, nuestras preferencias sexuales, la frecuencia y satisfacción de nuestra actividad sexual o nuestra capacidad para la intimidad sexual. Estos problemas afectan nuestras vidas cotidianas, a menudo durante años después de que terminó el abuso.

Por lo general, la gente asume que cuando un hombre ataca o viola sexualmente a otro hombre, el ofensor es homosexual y la víctima también lo es. Estas nociones, populares pero equivocadas, tienen su raíz en el mito de que el asalto sexual busca principalmente la gratificación sexual, y la gente ignora los asuntos del poder y el control. Las investigaciones han mostrado que la mayoría de hombres que atacan a otros hombres tiene una orientación heterosexual y que la mayoría de sobrevivientes de violencia sexual también es heterosexual.

Asumir que los ofensores son homosexuales protege y exonera al ofensor heterosexual e injustamente hace surgir sospechas y culpabilización hacia la comunidad homosexual. Asumir que la víctima es homosexual tiene consecuencias negativas para el sobreviviente, quien, sin importar que sea heterosexual u homosexual, sufrirá el estigma social de ser considerado homosexual, además de la sensación de culpa por el ataque. Esta culpa está basada en la incapacidad de hacer una distinción clara entre el sexo con consentimiento y sin consentimiento.

Aunque el abuso sexual crea confusión y preocupación acerca de la sexualidad, no determina la preferencia sexual del sobreviviente. Es solamente el sobreviviente, y no el ofensor, quien determina sus preferencias sexuales y con quién está dispuesto a tener relaciones sexuales.

¿DE VÍCTIMA A VICTIMARIO?
Otro mito estigmatizante que hace que los hombres sobrevivientes callen es la noción errada de que las víctimas llegan a convertirse en ofensores. Aunque no se puede negar que muchos y probablemente la mayoría de ofensores sexuales fueron abusados en la niñez, el afirmar que el abuso sexual predestina a un niño a convertirse en ofensor sexual sería irrisorio si no fuera una suposición tan seria y ofensiva. El ataque sexual es siempre la elección del ofensor, sin importar si éste fue abusado en la niñez.

Los hombres que fueron sexualmente abusados en la niñez responden al abuso en una variedad de formas. A algunos les abruman tanto los devastadores efectos del abuso que sufrieron en su propia vida que deciden firmemente ayudar a que el mundo sea más seguro. Así, se aseguran de que, al ser padres, la relación con sus hijos e hijos sea responsable y libre de abuso; se dedican al servicio de la humanidad, aprendiendo habilidades de asertividad y comunicación o combatiendo la injusticia social a través del activismo. Otros sobrevivientes continúan viéndose a sí mismos como víctimas indefensas, y luchan continuamente por sobrevivir día tras día. Carecen de la capacidad y voluntad de abusar de otros, y a menudo están sujetos a sufrir nuevos abusos.


DOMINIO MASCULINO
El ataque sexual de hombres contra hombres apoya y refuerza la naturaleza patriarcal de nuestra sociedad; construye y fortalece jerarquías de poder masculino, y es una extensión de la dominación de los hombres sobre las mujeres. Tal como afirman Ann Game y Rosemary Pringle en su libro Género en acción (Gender at work), "El patriarcado es una estructura que da a algunos hombres poder sobre otros hombres, y a todos los hombres poder sobre las mujeres".

La forma en que esta jerarquía de poder masculino es reforzada a través de la violencia sexual contra los hombres varía de una situación a otra, pero parece ocurrir en por lo menos tres contextos amplios:

1. Dentro de las familias y las familias extendidas
El ofensor es usualmente un hombre mayor, quien a menudo tiene una posición de confianza y acceso directo regular a la víctima. Algunos ejemplos son: padre, tío, primo, hermano, padrastro, abuelo, vecino, dirigente juvenil, maestro, guía espiritual/religioso, entrenador. Una consecuencia del abuso sexual es que este ofensor ejerce un poder considerable sobre la víctima y consolida su poder sobre otras personas, incluyendo mujeres, en la familia o el contexto social general.

2. Donde el hombre busca ganar o mantener una posición de superioridad
En este contexto, el ofensor se concentra en otro hombre a quien percibe como significativamente más poderoso en la sociedad, particularmente entre otros hombres. Usualmente, este poder social ha sido obtenido a través de la agresión, la rudeza y el machismo. Al humillar a este hombre mediante la violación sexual y crear un clima general de temor y terror, el ofensor se coloca en la cima de la pirámide. Este clima de temor basado en la fuerza bruta ayuda a quitarles aún más poder a las mujeres. Este tipo de ataque ocurre más frecuentemente en ambientes dominados por los hombres, tales como los clubes de hombres, las prisiones y las fuerzas armadas.

3. Donde un hombre o grupo de hombres castiga a un hombre por ser diferente
Aquí, el ofensor u ofensores castigan a otro hombre por comportarse o verse diferente de la norma machista estereotípica. Al violar sexualmente a este hombre, le hacen ver que su conducta es inaceptable para los hombres, y pueden continuar su propia conducta conformista sin cuestionamiento alguno. Esta acción abusiva ayuda a mantener una brecha entre la conducta aceptada de los hombres y la conducta aceptada de las mujeres; efectivamente mantiene a los sexos diferentes y polarizados, y facilita el dominio general de los hombres sobre las mujeres. Dividir y conquistar. Algunos ejemplos son: castigar a un hombre o niño por disfrutar de la poesía, por hablar suavemente, usar una camisa de colores fuertes, ser artista, tener poca estatura, hacer tareas domésticas, parecer homosexual, ser educado o expresar sentimientos tiernos.

Muchos de los ofensores son hombres, pero el ataque sexual contra hombres o niños también puede ser y es perpetrado por mujeres. Es importante reconocer que algunos hombres y niños han sido sexualmente abusados por una o más mujeres, y siendo así merecen apoyo. Tal como lo expresara "Eduardo", miembro de un grupo para hombres sobrevivientes de la ciudad de Melbourne: "Nadie, ya sea heterosexual u homosexual, hombre o mujer, tiene el derecho a violar a otra persona, sea heterosexual u homosexual, hombre o mujer".

CONCLUSIÓN
El ataque sexual es una experiencia traumática y devastadora para las víctimas o los/as sobrevivientes, indiferentemente de su sexo. Se requiere de un gran coraje para hacer frente a lo que ocurrió e iniciar el camino hacia la sanación.

Para los hombres sobrevivientes existen muchas presiones sociales y patrones de acondicionamiento masculino que dificultan el reconocimiento de haber sido abusados, hablar de ello y buscar ayuda adecuada para superar el trauma.

Cuando un hombre sobreviviente nos revela que sufrió abuso sexual, es esencial que le creamos, le tomemos en serio y nos abstengamos de juzgarlo o culpabilizarlo. No es probable que esté mintiendo, ya que usualmente no se gana nada con inventar una historia de abuso.

Por encima de todo, los hombres sobrevivientes de abuso sexual necesitan ser escuchados y aceptados.

© 1995 Publicado originalmente en la revista australiana XY: men, sex, politics

jueves, 19 de noviembre de 2009

19 de Noviembre es el Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil



El día de hoy 19 de Noviembre es el Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil, tal vez para la mayoría es una fecha que pasa desapercibida a pesar de la cada vez mayor difusión sobre este delito.
En nuestro país el abuso sexual cometidos contra niños es un problema que va en aumento, una de cada cinco mujeres adultas y uno de cada diez hombres adultos recuerda abusos sexuales durante su infancia. ¿Que estamos haciendo al respecto?

Para quien ha sufrido de abuso sexual o una violación, así como para sus familiares, no es accesible la justicia, ya que aún se sigue produciendo en casi todas las instancias un hecho irracional: la inadmisible protección al abusador.

En la Pasada Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito federal quedo en comisiones una Iniciativa que con el fin de evitar la re-victimización se propuso reformar diversas disposiciones del Código de procedimientos Penales, Código Penal y la Ley de Atención y Apoyo a las Víctimas del delito.

Debido a la necesidad de que la ley recoja la defensa de los derechos más elementales de las niñas y los niños quienes deben ser protegidos en todo momento por el Sistema de Procuración de Justicia, en la Presente Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito federal y en la Cámara de Diputados a nivel Federal se presentará una Iniciativa que busca proteger la integridad y los derechos más elementales del menor abusado.

Los abusos sexuales no son sucesos aislados, el silencio y el secreto que rodean esas experiencias permite que sigan repitiéndose impunemente, esta realidad esta cambiando poco apoco pero se necesita de la voluntad política para aprobar y apoyar Iniciativas que tiendan a cambiar esta realidad.



MIGUEL ADAME VÁZQUEZ.

ABUSO SEXUAL INFANTIL, NUNCA MÁS.

http://migueladame.blogspot.com,

http://asi-nunca-mas.com.mx

miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL ABUSO SEXUAL INFANTIL


Patología de diagnóstico complicado, que suele deslizarse en las posibilidades diagnósticas del médico tratante.

Desarrollo
El abuso sexual infantil no es una patología nueva, sino una de las formas de maltrato infantil que acompañó al desarrollo del hombre durante toda su historia. Aparece en la literatura, en el cine y frecuentemente en noticias periodísticas. Es el más escondido de los maltratos y del que menos se conoce, tanto en el ambiente médico legal como en el social.

El abuso sexual infantil no ocurre solo en poblaciones marginales sino que abarca todas las culturas y todas las clases sociales. La estimación de mayor demanda que hay en la actualidad se debe a que recién ahora las personas involucradas se están animando a denunciarlo, lo que se refleja en una mayor cantidad de consultas, tanto en el nivel hospitalario como en el privado.

El diagnóstico no es nada fácil y como suele pasar desapercibido durante mucho tiempo deja marcas emocionales, que cuanto más antiguas, mas difícil son de tratar. La confirmación diagnóstica es difícil y se basa en el relato del niño, sus juegos, la historia clínica, el examen físico y los exámenes complementarios. Sin embargo, pocas son las veces que se encuentran signos físicos de certeza como los relacionados con enfermedades venéreas, desgarros en zona genital o embarazo.

La sospecha llega al consultorio por la demanda familiar (en general la madre) o por sospecha de un profesional (médicos, maestros) ante signos indirectos (masturbación compulsiva, lesiones genitales, vulvovaginitis reiteradas, trastornos de sueño, enuresis , etc). Pero, aquí cabe acotar que estamos aún poco preparados para un abordaje útil y efectivo, con recursos humanos suficientes para este problema tan complejo y extendido.

El ámbito más frecuente donde se produce el abuso es el ámbito familiar, lo que hace su abordaje muy problemático. Cuánto más cercano a la familia es el acto de abuso más difícil es trabajar, teniendo en cuenta, además, que en el caso de niños pequeños o personas con discapacidad, la información solo llega a través de terceros.

En América latina, 1 de cada 5 niños son abusados por un familiar cercano; en más del 50% hay evidencias de situaciones incestuosas; el 80% son amigos, vecinos o parientes. Pero el 70% ocurren en el ámbito familiar, y allí en el 75% de los casos el perpetrador es el padre o quien cumple con el rol de padre.

Parece no haber una definición universal acerca de qué constituye el abuso sexual infantil. La claridad de algunas de estas definiciones es obviamente útil, pero existen variaciones considerables entre las que se adoptan en los diferentes estudios. Estas variaciones resultan muy importantes porque pueden explicar algunas de las que se observan en las estadísticas de abuso sexual infantil dadas a conocer.

Las mejores definiciones usadas corrientemente combinan una especificación clara del significado del término “sexual” con alguna guía sobre la edad y el nivel de desarrollo de los participantes. Los abusos sexuales pueden consistir en coito, contacto anal-genital, manoseos o un encuentro con un exhibicionista. Otros han ampliado la definición para incluir cualquier actividad que produzca gratificación sexual en el abusador. Así podemos afirmar que abuso sexual es la participación en cualquier actividad sexual de menores inmaduros con un adulto que los somete. Pueden ser menores con una diferencia de edad mayor de 5 años.

Se entiende que la víctima no comprende totalmente ni se encuentra capacitada para dar su consentimiento. En general no es un acto violento. Abarca desde exhibicionismo, el manoseo, la manipulación de genitales, la participación en material pornográfico hasta coito (violación).

Un elemento central en el abuso sexual es que se trata de una acción que lleva a cabo un adulto para su propia finalidad sexual, tomando al niño como un objeto. Una segunda cuestión concierne a la edad y el nivel de desarrollo del niño y del abusador. Para definir los límites del abuso, la mayoría de las definiciones selecciona una edad cronológica sobre la base de características psicológicas, por ejemplo, 16 o 18, que es la edad del consentimiento.

En todos los casos, el abuso sexual incluye el uso de la coacción de un modo implícito o explícito, y esto es indudablemente un factor central para calificar el acto como abusivo (la víctima está impedida de prestar su consentimiento) .

Todas las formas de abuso incluyen la explotación de una diferencia de poder, el cual puede ser explícito y obvio, como cuando se usa la fuerza física, ya sea en forma directa o sutil, jugando con la situación de dependencia de la víctima. Este es el escenario más frecuente en el abuso sexual de niños.

Estructuralmente, los niños dependen de los adultos, es decir su dependencia es uno de los factores que los define como niños. La actividad sexual entre un adulto y un niño siempre señala una explotación de poder; a este respecto, difiere de otras formas de encuentro sexual y nunca puede ser otra cosa que abuso.

Es sabido que, 1 de cada 3 niñas y 1 de cada 7 niños han sufrido algún episodio de abuso sexual durante su infancia, esto quiere decir que es un hecho sumamente frecuente, de difícil diagnóstico clínico, dentro de los signos de alarma o de sospecha que deberían hacernos pensar en ello están:

Masturbación compuliva (interfiere con la vida normal del niñ0).

Síntomas urogenitales a repetición en niñas(disuria: dolor al orinar, dolor genital, sangrado) 60% en un reporte de casos 1.
Ante la sospecha de esta grave patología que puede dejar secuelas en la esfera psíquica y del desarrollo del niño, pida ayuda profesional, considerando que la mayoría de las veces, quien abusa de un niño, es alguien conocido por el ejerciendo coacción y generándole miedo.
Por otro lado, en la primera infancia, y cerca de los 3-5 años, el niño es capaz de comprender el concepto de PROPIEDAD privada de su cuerpo, hecho protector FUNDAMENTAL en la salud sexual infantil; se debe enseñar y reforzar este concepto de que, su cuerpo le pertenece y nadie tiene derechos a tocarlo.
Fuentes: Intramed Noticias, La Dra. Gloria Sacroisky es Médica pediatra. Jefa del Servicio de Pediatría Ambulatoria del Hospital de Agudos E. Tornú. Ciudad Autónoma de Bs. As. Integrante del Comité de Familia y Salud Mental de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Signos y síntomas urogenitales en niñas abusadas sexualmente
Las niñas abusadas sexualmente que experimentaron contacto genital directo reportaron síntomas urogenitales relacionados con los episodios abusivos.


Dres. Cynthia DeLago, Esther Deblinger, Christine Schroeder and Martin A. Finkel
Pediatrics 2008; 122; e281-e286

Maltratos y abusos sexuales contra menores.


Rocío Toledo

Actualmente, vivimos un período donde se comienza a estudiar el problema de los efectos de la violencia, sea ésta del tipo que sea, sobre las personas y, dentro de este problema, el abuso sexual sobre menores es tan sólo un problema más, particular, acotado y con sus propias connotaciones y características.

El primer motivo para la represión legal del abuso sexual sobre menores, es que existe una evidencia clínica creciente de que el abuso sexual durante la infancia afecta verdaderamente al desarrollo psicológico posterior del adulto.

La hipótesis del abuso sexual como “trauma” dentro del desarrollo evolutivo del niño ha adquirido peso específico durante los últimos años. En este sentido, Mullen et al., demuestran que existen secuelas en las víctimas infantiles que les afectará en su desarrollo adulto y que son:
* Declive del status socioeconómico
* Problemas sexuales crecientes
* Propensión a percibir a sus parejas como poco cariñosas e hipercontroladores
Mullen también asegura que existen otros factores de privación y desventaja asociados al abuso sexual y que, por lo tanto, sería inadecuado realizar intervenciones terapéuticas centradas exclusivamente en el trauma sexual.

Henry Kempe, en su libro “Síndrome del niño maltratado”, establece: Maltratos sexuales: implican la explotación de niños mediante actos tales como incesto, abusos y violación. Los abusos sexuales se definen como la implicación de niños y adolescentes dependientes e inmaduros en cuanto a su desarrollo, en actividades sexuales que no comprenden plenamente y para las cuales no son incapaces de dar su consentimiento voluntario o que violan los tabúes sociales o los papeles familiares. Incluyen:
Paidofilia: supone el contacto sexual, no violento, de un adulto con un niño, y puede consistir en manipulaciones, exhibiciones de genitales, o contactos buco-genitales. La edad del niño suele oscilar entre los dos años y el comienzo de la adolescencia.

Incesto: corresponde a individuos que consideran a sus hijos como objetos, siendo frecuentemente violentos. Se puede iniciar a la edad de uno o dos años y continuar hasta la adolescencia.

Proxenetismo: explotación de menores con fines lucrativos por parte de individuos con o sin parentesco con ellos
Violación: es un abuso sexual violento.

En el tema de los abusos sexuales infantiles, existen numerosas creencias erróneas, las cuales, de forma más o menos consciente, contribuyen a ocultar el problema, así como a tranquilizar a quienes no desean afrontarlo:
* Muchas personas piensan que los abusos sexuales no existen o son muy infrecuentes, sin embargo, la frecuencia es muy elevada.

* La mayor parte de las personas creen que los agresores son personas con graves patologías o con desviaciones sexuales, sin embargo, casi todos los abusos sexuales son cometidos por sujetos aparentemente normales.

* Es usual creer que si los abusos sexuales ocurrieran en nuestro entorno inmediato, nos enteraríamos. La realidad es que la mayor parte de los casos de abusos sexuales no son conocidos por las personas más cercanas a las víctimas y estas tienden con mucha frecuencia a ocultarlos.

* Se suele creer también que los abusos sexuales a menores sólo ocurren en ambientes muy especiales, asociándolos con la pobreza, baja cultura, etcétera. Aunque es posible que en determinados ambientes sean más frecuentes, los datos confirman que están presentes en todas las clases sociales, zonas geográficas, etcétera.

* Es también muy frecuente la tendencia a creer que los niños, cuando los cuentan, no dicen la verdad o que están fantaseando. Por el contrario, cuando un niño dice que ha sido objeto de estas conductas, prácticamente siempre dice la verdad y, por consiguiente, debemos creerle.

* También parecería razonable creer que si la madre de un niño se enterara de que su hijo ha sido objeto de un abuso sexual, no lo consentiría y lo comunicaría a alguien o lo denunciaría. Sin embargo, la realidad nos demuestra que si el agresor es un miembro de la propia familia, bastantes madres reaccionan ocultando los hechos.

* Otro error consiste en creer que en la actualidad hay más abusos a menores que antes, lo que pasa es que ahora son estudiados.

* Tampoco es correcto creer que los agresores son casi siempre desconocidos. Los agresores pueden tener relaciones de muy diversos tipos con la víctima y no conviene hacer simplificaciones erróneas.

Los abusos sexuales contra niños se cobran al año un número desconocido de víctimas. Y lo que podemos hacer es, a través de programas de prevención y tratamiento, educar al público sobre los peligros de estos abusos sexuales y sobre la necesidad de denunciar dichos abusos y los intentos de abuso.
Licenciada en Psicología
Tomado de http://www.psicocentro.com
hablemosde.abusosexual@gmail.com

México y el auge del abuso sexual infantil


En México existen casi 20 mil niños, niñas y adolescentes expuestos a la explotación sexual, cuyas víctimas más vulnerables son los denominados "hijos de la calle". La Alameda Central de la capital del país se ha convertido en una zona donde se presenta la explotación sexual comercial de menores, muchos de los cuales trabajan desde temprana edad y totalmente solos, como vendedores ambulantes, alertó la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.De acuerdo con testimonios de las víctimas, mexicanos y extranjeros entre 40 y 60 años de edad acuden a La Alameda, ubicada en el centro de la populosa urbe capitalina para convencerlos, engañarlos e intimidarlos.Todo sucede en medio de la intensa actividad comercial y turística de la atractiva zona, dijo el director de la Asociación Mexicana Pro Niñez y Juventud, Cuauhtémoc Abarca, quien describe el modus operandi: "El contacto ocurre en las inmediaciones del metro Hidalgo y en las glorietas de La Alameda. Los hombres se sientan y observan el escenario. Cuando eligen al niño o a la niña se acercan a ellos y conversan"."Les ofrecen dinero, comida o droga a cambio de aceptar el acompañamiento hasta el automóvil o a un cuarto de hotel".Según Abarca, cuyo centro atiende a 250 menores víctimas de la pederastia, los captados por extranjeros son trasladados a hoteles del Paseo de la Reforma, mientras aquellos menores que se oponen y no aceptan los ofrecimientos son drogados y llevados por la fuerza a tales inmuebles.Un informe de la Cámara de Diputados de la República indica que, en México, las bandas de traficantes de personas han crecido y operan en 21 estados del país, pero la Procuraduría General de la República sólo reportó 20 denuncias el pasado año.La Organización de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) coincide con la cifra y señala que en 21 estados mexicanos se han detectado actividades de turismo sexual infantil.México es considerado uno de los países más afectados por esa problemática, debido a las flexibles leyes y la impunidad de que gozan los pedófilos.La ONU cita en su análisis a la Coalición Internacional contra la Trata de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, con sede en la capital mexicana, la cual ubica a este país en el quinto lugar mundial, en lo concerniente a ese delito. "Al menos 250 mil niños y adolescentes están en el comercio sexual", refiere la Coalición.Actualmente esta nación es catalogada como país de origen, tránsito y destino de víctimas de explotación sexual.La institución, que reúne a unas 250 organizaciones no gubernamentales de 25 países, indica que el turismo sexual infantil continúa creciendo principalmente en Acapulco, Cancún, Tijuana y Ciudad Juárez.
Internet, otro activo escenario para pederastas

La Internet ha propiciado el desarrollo de redes de pederastas quienes, según la policía federal, en apenas 12 minutos contactan a una niña o niño y lo inducen a desnudarse o ver pornografía.A partir de ese momento el menor pasa, sin saberlo, a ser parte de redes de los llamados ciberpederastas.En cinco años se detectaron en México más de cuatro mil páginas de pornografía infantil en Internet, pero los pederastas cibernéticos se escapan por agujeros legales y suelen quedar impunes.Activistas de la referida Coalición atribuyen la expansión de ese delito a la tolerancia o descuido de los proveedores de los servicios de conexión a esa red y de los administradores de sitios como hi5, Facebook y My Space.En América Latina existen al menos 100 foros virtuales donde se intercambia pornografía infantil, un tercio de esos se ubican en México.Uno de los motores que impulsan tales redes es la falta de controles de los padres sobre sus hijos cuando navegan por Internet, además de la ausencia de programas educativos sobre el tema en las escuelas, expresan activistas de la citada organización latinoamericana.Sin embargo, otros analistas señalan que el combate a la pobreza y el acceso a la educación, que limite la estancia de niños trabajando en las calles, podría reducir el fenómeno.De igual modo, consideran que hace falta más educación, pero también mayor infraestructura policial para seguir la pista a los pedófilos.La unidad de policía cibernética de la capital mexicana cuenta con menos de una docena de agentes para 20 millones de personas. A nivel nacional, la policía cibernética, dependiente del gobierno federal, tiene unos 300 agentes, para una población de poco más de 107 millones.Pese a que ya 21 estados del país y el Distrito Federal han promulgado la legislación que criminaliza algunas formas de trata de seres humanos a nivel local, no se reportaron sentencias o castigos importantes contra tratantes de personas en el último año.Mientras las autoridades no saben o no pueden combatir el flagelo, los niños, en especial los más pobres y en situación social más riesgosa, siguen siendo presa fácil de quienes toman ventaja de la impunidad que otorga la letra muerta de las leyes, sostienen los especialistas en el tema.

Un nuevo comienzo bajo el sol.


En una de las más de 7.000 islas que forman Filipinas, con la frondosa jungla entrando a saco en la playa y el violento sol situado en el cenit, unos niños juegan alegres a la pelota. Viéndoles así, nadie adivinaría las historias que esconden sus sonrisas y sus cuerpos. Estamos en Puerto Galera, en la isla de Mindoro Oriental, punto caliente de la prostitución infantil. Precisamente aquí está la Fundación Stairways, que, desde hace 20 años, recoge a niños víctimas de abusos sexuales en la cruel área metropolitana de Manila y los trae a este paraíso tropical.

Uno de ellos es Jake Salvador, de 13 años (los nombres son seudónimos elegidos por los mismos niños para preservar su identidad). Risueño y algo tímido, de su boca sale una dura historia: un mal día se despertó en un autobús de línea y descubrió que su padre, que le acompañaba, no estaba a su lado. Le buscó en el autobús, le buscó en la parada y en los alrededores, sin ningún éxito: le había abandonado. Algún tiempo antes, su madre, una stripper en un night-club, había abandonado a ambos, padre e hijo. Jake estaba solo y en la calle, donde mendigó y esnifó pegamento durante dos años hasta que fue recogido y llevado a un centro de rehabilitación. A pesar de su nombre, estos centros son una especie de cárceles donde se hacinan gentes de todas las edades en malas condiciones de salubridad (abunda la sarna). Allí Jake fue víctima de abusos por un hombre que se infiltraba en el centro para tal fin.

este otro niño tiene una mirada torva. Es Armando Pasco, de 13 años. Tal vez se deba a su pertenencia a una banda callejera durante cinco años. Aparte de la expresión de su rostro, de la banda le queda un punto tatuado en la frente y otro tatuaje a la espalda. Con ellos robó bolsos, allanó moradas, y vendió su cuerpo por lo que al cambio son unos céntimos de euro. “He cambiado, ahora ya no digo tacos”, dice Armando. Lleva poco tiempo en la fundación y los responsables dicen que aún se muestra irritable y violento con los compañeros. Pero todo es cuestión de tiempo.

En el mundo, según estimó Unicef en 2006, hay 700.000 niños explotados sexualmente. El problema es grande en Filipinas, porque, según informa la agencia del país, esta práctica, aun estando perseguida por la ley, goza de cierta aceptación social (algo similar a lo que pasaba en España con la violencia de género). Para comprobarlo basta pasearse por el distrito rojo de Manila, en el que las menores se venden en masa a los turistas occidentales.

En la Fundación Stairways los niños aprenden a recuperar la confianza, a entender su cuerpo, y reciben cariño. Muchos de ellos no saben cuáles son sus zonas íntimas o no tienen conciencia de haber sido víctimas de abusos. Son aún muy jóvenes. “Aquí he aprendido a respetar, a controlar mi temperamento. Quiero cambiar y conocerme mejor a mí mismo”, dice Luis Pérez, un niño de 13 años que muestra una madurez inusual.

Luis, que como casi todos los demás niños fue arrojado a la calle del seno de una familia desestructurada, fue víctima de abusos en un arrabal chabolista por un atracador que le amenazó de muerte: “Me dijo que me encontraría y me mataría si se lo contaba a alguien”.

Luis quiere ser psicólogo y ayudar a los demás. Armando quiere ser profesor y enseñar a los niños sus derechos. Jake quiere ser arquitecto y construir casas para los pobres. Todos estos niños tienen deseos semejantes: ser solidarios como en este lugar lo son con ellos. Aquí aprenden a leer y a escribir, se divierten haciendo manualidades o deporte, y conocen sus derechos. “Ahora sé que tengo a derecho a decir no”, dice Luis. Tal vez el sol tan alto en el cielo, al borde del mar cristalino, borre todas las sombras de sus cuerpos.

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