sábado, 3 de diciembre de 2016

Cuatro de cada diez abusos sexuales a menores en Gipuzkoa se producenen el seno familiar


Cuatro de cada diez abusos sexuales a menores en Gipuzkoa se producen en el seno familiar

Jorge Napal - Miércoles, 30 de Noviembre de 2016 -


Donostia - Aprenden a no fiarse de los desconocidos, pero no imaginan que el peligro puede acechar de puertas adentro, donde se rompen muchas infancias. Cuatro de cada diez abusos sexuales a menores en Gipuzkoa tienen lugar en el seno de la familia.

El padre biológico, de entre 26 y 37 años, es el principal agresor, seguido del tío, el hermano, o los primos, y en uno de cada diez delitos está implicado el compañero sentimental de la madre. Aunque no pertenezca al entorno familiar, casi nunca es un desconocido. En un 35% de los casos los abusos sexuales son cometidos por amigos de los padres, o de la propia víctima.


Son datos de la investigación realizada por la licenciada en Derecho Ainara Jauregi Sansinenea, que en su trabajo de fin de grado en Criminología analizó 51 sentencias, casi todas condenatorias, dictadas tanto por la Audiencia Provincial de Gipuzkoa como por el Juzgado de Menores de Donostia. El informe se centra en un periodo comprendido entre 2004 y 2014.

Existen muy pocos estudios específicos al respecto en el País Vasco, y menos aún Gipuzkoa. El arresto de un vecino de Orio de 31 años que, como informó este periódico, ha ingresado en prisión preventiva acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja, una menor de ocho años, pone el foco de atención en una realidad que habitualmente no trasciende. Fue la madre de la pequeña quien denunció el jueves pasado los hechos que incriminan a su pareja sentimental. Hizo algo que no es habitual. La mayor parte de casos, o no trascienden, o bien no se detectan. "La base del abuso sexual infantil es el silencio y el secretismo", revela Jauregi.


De ahí que su investigación, aunque incluya un limitado estudio empírico, ofrezca datos elocuentes de la criminalidad registrada en Gipuzkoa. Así, de los casos sentenciados, entre un 65% y un 85% de las condenas revelan que están implicados en estos delitos los familiares o un conocido de la víctima. "Ahí está el elemento esencial", apunta.

A diferencia de los abusos sexuales que se cometen a edades adultas, en los que la gran mayoría de los agresores son desconocidos que se valen de la fuerza, con los menores se utilizan otras estrategias basadas en la confianza.

Los casos más traumáticos se producen cuando uno de los progenitores es quien abusa. Es algo que rompe todos los esquemas, además se llevarse por delante la estructura familiar. La experta explica que los agresores proyectan sus propias necesidades en los menores. "No pueden soportar ser ellos quienes necesitan penetrar vaginalmente a su propia hija. De ahí que tengan distorsiones cognitivas, y hablan habitualmente de un enamoramiento de la pequeña, o de que la niña les necesita. Idean una relación romántica con su hija -incluso llegan a reprochar a su mujer que no les entiende- porque son incapaces de mantener una relación simétrica con los adultos". Como dice Jauregi, son personas que tienen que buscar a menores de edad para poder relacionarse, y estos se acaban convirtiendo en algo así como su pareja adulta.

Manipuladores

Según el estudio realizado en Gipuzkoa, los agresores son increíblemente manipuladores, y plantean la relación como si de un juego se tratara. Cuando la víctima es una pequeña de tres años que no se ha iniciado en la etapa escolar, todo lo que vive de puertas adentro cree que es normal, y suele descubrir al llegar a la escuela que el resto de padres no se comportan como lo ha hecho el suyo hasta ese momento. "Hay tocamientos de índole sexual que pueden prolongarse durante años, pero el abuso va avanzando progresivamente, hasta que a los doce años comienzan a penetrar a las víctimas". De ahí que estas relaciones se basen en el silencio y el secretismo.



El abuso se comete generalmente en el seno de la familia o en su entorno más cercano ya que, salvo que se cometa un rapto, sería imposible mantener este tipo de relaciones en el tiempo. "Descubrirlo resulta muy traumático, porque tienes asumido que tu padre está para protegerte y es tu modelo a seguir... hasta que ves que no. Hay menores que se sienten muy utilizados", asegura la investigadora. 

El estudio recoge el relato de algunos menores, como el de un chico que abusó sexualmente de su hermana pequeña. Pasó de ser víctima a agresor.


Este chico provenía de una familia conflictiva en la que, prácticamente desde su nacimiento, fue maltratado por sus padres física, emocional y sexualmente.
El menor, desde su primera infancia, fue testigo de las relaciones sexuales que mantenían sus progenitores, siendo animado a participar realizando tocamientos a sus familiares, "lamiendo los pechos de su madre y sufriendo tocamientos en el pene, así como penetraciones anales fálicas por parte de su padre".

El chaval era golpeado con frecuencia, y su padre le apagaba cigarrillos en la piel y le hacía amagos de extrangulamientos, según recoge el citado informe.

Por todo ello acabó teniendo una imagen muy negativa de sí mismo, y se fue aislando socialmente. Así, creció como un niño retraído y temeroso de los adultos, y muy pronto comenzaron los problemas de escritura y de retraso en el habla.

Conforme pasó el tiempo, mostraba sentimientos depresivos, así como episodios auto-lesivos, acompañado de comportamientos sexuales inapropiados y un lenguaje soez impropio para su edad.

El estudio recoge que "tanto él como su hermana buscaban el acercamiento entre ellos de forma sexualizada, viviéndolo como algo natural, llegando incluso a dormir juntos".
La familia fue sometida a dos programas de intervención tras los cuales se cedió la custodia del menor -y de su hermana pequeña- a la Diputación.

Qué hacer y qué no frente a un niño abusado

Uno de los expertos que más ha trabajado en la elaboración de herramientas para detectar, prevenir, combatir y reparar los abusos a los niños es Alejandro Castro Santander. Reconocido en el país y en el exterior, autor de numerosos libros, este psicólogo porteño radicado definitivamente en Mendoza viene aportando elementos a la sociedad, pero también a la Dirección General de Escuelas para que se trabaje con seriedad en el tema. 
Lamentablemente, las conclusiones que deja el caso de los abusos en el instituto Antonio Próvolo dan cuenta de que las estructuras de control no lo han aprovechado.

Libro castro

Sin embargo, nunca es tarde para empezar. Así como empiezan a destaparse numerosos casos de abuso y maltrato a raíz de que algunos se animaron a denunciarlo, también es momento de que las autoridades admitan las responsabilidades que les tocan y cambien a los equipos que no funcionaron.
Aquí, MDZ ha querido rescatar de uno de los libros más específicos de Castro Santander las herramientas de detección de este tipo de casos. Está en el trabajo titulado "Gestión escolar del maltrato y el abuso infantil. Familia, escuela y entorno", editado por la editorial Homo Sapiens.

Allí, Castro Santander puntualiza sobre los casos concretos del "maltrato y discapacidad":

 "La exclusión y la discriminación contra los niños y niñas con discapacidad les hacen desmedidamente vulnerables a la violencia, al abandono y a los malos tratos." UNICEF, 2013.  
 Los niños y adultos con discapacidad a menudo encuentran numerosos obstáculos físicos, sociales y medioambientales que impiden su plena participación en la sociedad, entorpeciendo su acceso a la atención sanitaria, la educación y los distintos servicios de apoyo. Se cree también que son más vulnerables a padecer violencia que sus compañeros no discapacitados. 
Equipos de investigación de la Universidad John Moores de Liverpool y de la OMS (2012) practicaron un análisis sistemático de los estudios existentes sobre violencia contra los niños de hasta 18 años con discapacidad. Se tuvieron en cuenta 17 trabajos que incluyeron a más de 18 mil niños de países de altos ingresos, y las estimaciones sobre la prevalencia de la violencia contra los niños con discapacidad fueron de un 26,7% para las modalidades combinadas de violencia, de un 20,4% para la violencia física, y de un 13,7% para la violencia sexual.  
 Los niños con discapacidad presentaban mayor riesgo de experimentar violencia que sus compañeros no discapacitados, ya que son 3,7 veces más proclives a padecer modalidades combinadas de violencia, 3,6 veces más proclives a ser víctimas de violencia física y 2,9 veces más a padecer violencia sexual. 
El tipo de discapacidad parece afectar a la prevalencia y el riesgo de padecer violencia. Por ejemplo, los niños con discapacidades intelectuales presentaban 4,6 veces más probabilidades de ser víctimas de la violencia sexual que sus compañeros no discapacitados. 
Se pudo concluir a partir de este análisis, que la violencia es un problema grave que afecta a los niños con discapacidad y que son insuficientes los estudios sobre este problema en los países de ingresos medianos y bajos, que por lo general son los que presentan índices poblacionales de discapacidad más elevados. 
La obligación de atender a un niño con discapacidad puede suponer una carga extraordinaria para los padres, con lo que aumenta el riesgo de que sufra malos tratos, ya que: a) el ingreso a determinadas instituciones constituye un importante factor de riesgo de abuso sexual y físico; b) los niños y niñas que padecen discapacidades que afectan a la comunicación son vulnerables a los malos tratos, ya que las dificultades para expresarse pueden impedirles denunciar las experiencias de abuso. 

 El abuso sexual infantil (ASI)


Abusos portada 01

El abuso sexual en los niños, es considerado por las Naciones Unidas como "el crimen encubierto más extendido en la humanidad", ya que interrumpe, distorsiona y desorganiza su normal crecimiento. Al establecer contacto con una sexualidad adulta, el niño comienza a procesar la experiencia traumática, desviando y malogrando un adecuado desarrollo. Así, ante una evidencia o sospecha de ASI, la escuela debe intervenir inmediatamente:
porque es una situación constitutiva de delito porque el abuso sexual produce un intenso sufrimiento
porque puede tener graves consecuencias para los NNA que lo padecen
porque vulnera los derechos de los NNA
para evitar que el ASI se reitere y/o eventualmente afecte a otros niños 

 Mitos sobre el ASI 

es poco frecuente
se da entre los pobres y marginales 
en la actualidad se dan más casos de ASI
sólo lo padecen las niñas 
los abusadores son locos depravados
los niños son fantasiosos y cognitivamente incompetentes
los niños son responsables de que el abuso suceda y podrían evitarlo
los agresores son desconocidos que atacan y violan 
los abusos se dan con violencia física 
el abuso sexual intrafamiliar es un asunto del ámbito privado de la familia  
 Un estudio de la OMS (2006), indica que el impacto del abuso sexual en la infancia explica aproximadamente: 
- 6% de los casos de depresión, 
- 6% de los casos de abuso/dependencia del alcohol y las drogas, 
- 8% de los intentos de suicidio, 
- 10% de los casos de trastorno de pánico, 
- 27% de los casos de trastorno de estrés postraumático, comportamientos y factores de riesgo que pueden contribuir a algunas de las principales causas de muerte, enfermedad y discapacidad. 
 El ASI siempre produce efectos. La manifestación y la intensidad de éstos no es la misma en todos los casos, sino que depende de distintos factores: 
características del niño; 
forma del abuso; 
edad del niño al inicio de la situación abusiva; 
frecuencia y duración del abuso en el tiempo; 
tipo de vínculo o relación del niño con el abusador;
actitud de los adultos protectores; 
consecuencias a partir de descubrirse el abuso. 
El ASI siempre sucede en secreto, y los niños lo mantienen oculto por la presión y amenazas del abusador, hasta que transcurrido un tiempo puede salir a la luz, ya sea porque se rompe el silencio y la víctima habla, o bien porque los indicadores físicos, emocionales o conductuales se hacen visibles para el entorno: familia, maestros, pediatra, etc., y quien los ve no los niega o naturaliza. 
Las conductas frecuentes del niño abusado consigo mismo y con su entorno, pueden ser las siguientes: 
miedo por las amenazas recibidas del abusador 
culpa por no haber podido impedir el abuso y por las consecuencias que puede tener para él y su familia develar el secreto 
alteraciones de la identidad, al verse distorsionadas las creencias acerca de sí mismo. 
trastornos en la vinculación con adultos, ya que lo invade la desconfianza y altera los modos de acercamiento, ya sea a través de conductas evasivas o provocadoras. 

El rol de la escuela frente a los indicadores del ASI  

 En muchos casos, la escuela es el lugar donde el abuso se manifiesta, ya sea por la presencia de señales o por el relato del niño que lo denuncia. Tanto si la revelación de la situación de abuso la realiza el niño, como si son los padres o alguno de los padres, o un compañero quienes relatan lo sucedido, es necesario prestar especial atención al interés superior del niño como eje rector y al derecho a preservar su intimidad. 

A) Indicadores físicos del ASI:

Los indicadores físicos que pueden ser detectados por el docente, son aquellos que se evidencian a simple vista: 
Lesiones externas como moretones, contusiones o sangrado en los genitales externos.
Dolor o picor en la zona vaginal o anal. 
Ropa interior rasgada, manchada.
Dificultades para caminar y sentarse. 
Embarazo (especialmente al inicio de la adolescencia).  
 IMPORTANTE: el docente no debe revisar al niño. Si se identifican indicadores físicos o quejas físicas, la escuela debe requerir la presencia de personal médico, o realizar la derivación del niño al centro de salud más cercano. 
Es necesario saber que estos indicadores no cambian con la edad o etapas evolutivas (a excepción del embarazo). El hecho de descubrir uno solo de ellos debe considerarse como una señal altamente significativa. 
B) Indicadores emocionales del ASI: 
La mayoría de las veces el abuso sexual no deja marcas físicas, pero siempre produce daño psicológico y alteraciones de la conducta de mayor o menor relevancia e intensidad que pueden presentarse de forma inmediata, demoradas en el tiempo o pueden pasar desapercibidas.  

350 niños habrían sido abusados en clubes de fútbol inglés

En base a fuentes policiales, la cadena BBC informó que el número infantes, víctimas de abusos sexuales en distintos clubes de fútbol del Reino Unido llega a las 350 personas. La televisión británica explicó que ese número se obtiene a partir de informes policiales y de una línea telefónica abierta exclusivamente por la organización de protección de niños NSPCC para atender a quienes quieran denunciar abusos en el fútbol británico.
Varios ex futbolistas profesionales rompieron su silencio en las últimas semanas para denunciar que habían sufrido abusos durante su infancia, lo que se convirtió en el detonante de la avalancha de denuncias. Andy Woodward fue el  primero en decir en televisión que había sido abusado por un entrenador cuando era un jugador juvenil en el Crewe Alexandra.
Desde que se abrió la línea telefónica, se recibieron 860 llamadas en una semana. La mayoría de los que llamaron denunciaron abusos en el pasado, señaló un portavoz de la organización de protección de niños. "Pero también hay algunos casos recientes. Seguimos alentando a los que hayan sido víctimas de abuso sexual infantil a denunciarlo, independientemente de cuánto tiempo haya transcurrido desde el abuso", indicó Simon Bailey, líder del NSPCC.
"Escucharemos y trataremos todos los reportes con la sensibilidad y la seriedad que requiera el caso. También instamos a presentarse a cualquier persona con alguna información con respecto al abuso sexual infantil. Si las denuncias se reportan, a la policía le permite evaluar si existen riesgos que se repitan en la actualidad y asegurar que se adopten las medidas apropiadas para prevenir que hoy otros niños sean abusados", completó el dirigente.
El presidente de la Federación Inglesa de Fútbol (FA), Greg Clarke, aseguró que el escándalo de abusos sexuales que está siendo destapado en el país es una de las mayores crisis de la entidad que dirige. "Ciertamente es la mayor que yo pueda recordar", dijo Clarke.

Rooney exhorta a niños que denuncien abuso sexual en fútbol


Wayne Rooney y Alan Shearer, el actual y un excapitán de la selección inglesa, exhortaron a los futbolistas que denuncien cualquier caso de abuso sexual, en medio de un escándalo cada vez más grande en el deporte británico.

Rooney se sumó a otros capitanes actuales de selecciones inglesas para grabar un video publicado por la Asociación Inglesa de Fútbol y la organización defensor de los niños NSPCC.

Wayne Rooney ha dejado claro que está totalmente en contra del abuso infantil. (Foto Prensa Libre: EFE)
Wayne Rooney ha dejado claro que está totalmente en contra del abuso infantil. (Foto Prensa Libre: EFE)

"Si eres un niño o una niña y estás molesto, lastimado o asustado por la forma en que alguien te trata, por favor díselo a alguien en quien confíes", señaló Rooney.
Shearer exhortó a "todos los clubes, desde las bases, a que continúen evaluando lo que están haciendo para prevenir que ocurran abusos contra niños hoy y en el futuro".
Exfutbolistas profesionales han denunciado en las dos últimas semanas que fueron víctimas de abuso sexual cuando estaban en las divisiones infantiles de clubes. Desde entonces, han surgido denuncias de unas 350 personas ante la policía sobre abuso sexual de menores en clubes de fútbol.
La FA y varios clubes comenzaron sus propias investigaciones al respecto.