viernes, 22 de marzo de 2019

Informe: 400 sacerdotes acusados de abuso sexual infantil en Illinois

Informe: 400 sacerdotes acusados de abuso sexual infantil en Illinois
Un grupo de abogados publicó este miércoles una lista de cerca de 400 sacerdotes acusados de pederastia en el estado de Illinois. Según informó en conferencia de prensa el abogado Mark Pearlman, es la primera vez que se compila una lista tan completa con 185 páginas de antecedentes e historias de trabajo de los acusados

Por Redacción MiamiDiario

Los legalistas han publicado información e historiales de 395 curas y religiosos de seis diócesis de Illinois, acusados de abusos sexuales a menores. “Este informe es solo el principio”, ha manifestado el abogado Jeff Anderson. “Los datos revelan el horroroso número de sacerdotes que asaltan sexualmente a menores (…) ilustran los patrones y las prácticas de los funcionarios diocesanos y religiosos, incluyendo la organización de un encubrimiento institucional de enorme magnitud”, recoge el texto.
Pearlman precisó que el propósito es revelar “identidades e información encubierta por obispos” con la publicación del informe, que se basó en datos preliminares de una investigación realizada por la fiscal general de Illinois, Lisa Madigan, en 2018.
La Iglesia Católica ha ocultado por años los casos de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes. Pero esa complicidad está cambiando.
En esa ocasión fueron analizadas unas 690 denuncias, en las que se señalan aproximadamente a 115 integrantes de la arquidiócesis de Chicago, así como a 22 de la diócesis de Belleville, 43 de Joliet, 29 de Peoria, 22 de Rockfort y 23 de Springfield.
Madigan manifestó que las diócesis involucradas habrían notificado formalmente los nombres de 185 miembros acusados “creíblemente” de pederastia. Sin embargo, su investigación arrojó que hubo unas denuncias contra 500 más.

EEUU abre nuevas vías para perseguir la pederastia en la Iglesia


Michael Bransfield, obispo de la diócesis de Wheeling-Charleston y anterior obispode la diócesis de West Virginia. que contrató a pederastas.
Michael Bransfield, obispo de la diócesis de Wheeling-Charleston y anterior obispode la diócesis de West Virginia. que contrató a pederastas. / AP / DALE SPARKS
Desde que el pasado agosto el Tribunal Supremo de Pensilvania hizo público un demoledor y explícito informe sobre la pederastia en la Iglesia Católica, preparado por un gran jurado y basado en una exhaustiva investigación de 18 meses dirigida por el fiscal general del estado, se han reactivado la indignación y las acciones ante un escándalo que en Estados Unidos saltó hace más de tres lustros por los abusos y su encubrimiento. Otros 15 estados desde el verano pasado han puesto en marcha investigaciones.
En varias legislaturas se han aprobado o tramitan leyes para relajar o eliminar los estatutos de limitaciones que constriñen a las víctimas a la hora de llevar sus casos ante los tribunales. Y el martes Virginia Occidental abrió una nueva vía hasta ahora inexplorada para perseguir a la Iglesia que puede sentar precedente.
El fiscal general de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, ha acudido a la justicia civil y ha acusado a la diócesis de Wheeling-Charleston y al obispo Michael Bransfield, ahora en la diócesis de la única de Virginia Occidental, de haber violado las leyes de protección al consumidor.
Fraude
La demanda afirma que el obispo y su antigua diócesis “emplearon a pederastas sabiéndolo” tanto en sus escuelas (19 de primaria y seis institutos) como en campamentos. Dice que no se advirtió a los padres del “peligro” de enviar a sus hijos a sus programas, que se publicitaban como ambientes seguros para los menores. Y denuncia que la Iglesia optó por “encubrir y esconder comportamiento de abuso sexual infantil que pudo ser criminal" por reubicar en trabajo con niños a sacerdotes que habían sido acusados en al menos cinco ocasiones en las últimas décadas. Afirma también que no se realizaron comprobaciones de antecedentes o historial en empleados de las escuelas y campamentos.
“Creemos que todos los padres que pagaron matrículas por un servicio que queda cubierto bajo las leyes de protección al consumidor merece saber que las escuelas a las que van sus niños son seguras y la propia iglesia publicitó que los niños estarían en ambientes seguros”, ha declarado el fiscal Morrisey a ‘The New York Times’.
Abogados que han litigado con instituciones católicas como Jayne Conroy auguran que “se va a ver a muchos otros fiscales generales hacer lo mismo” que ha hecho el de Virginia Occidental. Y Mary Leary, profesora de Derecho en la Universidad Católica de América, también opinaba en ‘The New York Times’ que “posiblemente se vea una variedad más amplia de vías legales para hacer a las diócesis responsables”. Y entre quienes han aplaudido “el innovador enfoque” está el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, que ha reconocido haber tenido conversaciones con algunos de sus homólogos estatales sobre la posibilidad de plantear demandas argumentando fraude al consumidor.

La meta, más transparencia

Morrisey ha defendido que una meta importante de su esfuerzo es tratar de “incrementar dramáticamente la transparencia” de la iglesia, que sigue estando en entredicho. Este miércoles en Illinois una firma privada de abogados hizo público un documento con los nombres y fotografías de 395 sacerdotes y personal laico de las seis diócesis del estado acusados de abusos. El documento llega tres meses después de que la fiscalía del estado acusara a la iglesia de ocultar allí casi 500 casos (en aquella ocasión no se daban nombres). Desde entonces las autoridades eclesiásticas en Illinois solo han hecho públicos 185 de esos casos.