miércoles, 20 de marzo de 2013

Manipulación.


Nunca permitiste que te llamara abuelo o yayo porque según tú eras demasiado joven para serlo. Y es algo que siempre te agradeceré,porque al menos es una palabra que tu infamia no pudo ensuciar.

Aún después de tantos años la manipulación que ejercías sobre todo el núcleo familiar no deja de asombrarme. Crecí en un familia donde todos te admiraban y obedecían de tal manera que era imposible que una niña avergonzada y atemorizada pudiese reunir la valentía de enfrentarte.

Además de un depravado asqueroso eras sumamente descarado. Llegaste a abusar de mi dentro del agua cuando íbamos a la playa mientras mis padres y tu mujer tomaban el sol en la orilla. Deslizabas tu mano bajo la mesa en las comidas familiares aprovechando que habías marcado mi sitio junto al tuyo. Me repetías constantemente que yo lo buscaba y lo disfrutaba. A veces pienso que tu mismo te lo creías...

Durante años me pregunté que viste en mí o que hice yo para provocarte. Pero hoy entiendo que mi único error fue nacer en el seno de tu familia. Abusaste de toda tu descendencia y destruiste a tu hija de todas las formas posibles. Creyéndote gracioso ridiculizabas a tu hija y a tu esposa en todo momento e incluso ellas te reían los “ocurrentes” comentarios que les dedicabas. Quizás el mayor rencor que encierra mi alma hacia tu persona es ese,porque destrozaste a mi madre a todos los niveles. Ella siempre hablaba de libertad,y su forma de sentirse libre fue convertirse en una niña grande. En la niña que tú no le dejaste ser.

Después de enfrentar mis secuelas liberé mi culpa y empecé a trasladarla a los adultos que debieron protegerme. Pero por fin esa carga empieza a trasladarse al auténtico canalla,tú.
Dominabas y manejabas a todos a tu antojo. Tal vez mi mayor decepción fue darme cuenta que mis padres nunca sospecharon nada a pesar de tener todos los motivos y señales. Su ceguera desmoronó mis cimientos mucho tiempo. Me robaste hasta el derecho de crecer con una madre cariñosa y comprensiva cambiando su personalidad a un ser inestable,deprimido,lleno de ira,de ansiedad y de silencio.

Me siento agradecida con la vida por haber encontrado el apoyo y la información necesaria para abrir los ojos,romper el tabú y sanar mis secuelas. Lo más grande de este camino ha sido recuperar la voz que me arrancaste a los tres años y esa voz nunca volverá a enmudecer,porque mientras existan abuelos,padres, tíos,maestros como tú cada niño de este planeta vive en un riesgo permanente de ser despojado de su infancia.

Maltrataste y anulaste tanto a las dos únicas personas que te amaron de verdad,engañaste a todo el que te rodeaba. Con esos aires de grandeza te sentías poderoso y ,aunque tu alcoholismo era evidente, tratabas de justificar tus salidas como si fueran reuniones importantes con gente selecta. Pero mi niña podía ver a través de tu máscara de falsedad y percibía el viejo asqueroso y borracho que vivía de apariencias. Yo no puedo perdonarte y no me siento obligada a hacerlo. Nunca mostraste arrepentimiento. Más bien me decías que debía sentirme agradecida porque muchas mujeres morían sin saber lo que era un orgasmo.

Quisiera haber reaccionado antes y agradecerte en condiciones todas tus atenciones y enseñanzas. Es el colmo del cinismo... No te debo nada,cada cosa que aprendí de ti lo hice porque soy una superviviente capaz de levantarme golpe tras golpe. Para aprender a patinar me empujaste cuesta abajo y te reíste de mis heridas,para enseñarme a nadar me arrojaste con tres años a una piscina olímpica. Y si hoy nado,conduzco,patino,... es por mi fortaleza a pesar de tu influencia.

Ayer tu mujer me dijo que este año tocaba renovar tu nicho. Eso significa que hace diez años que te fuiste. Ya desapareció otra culpa más en mi mochila. La de no llorar tu muerte ni visitarte en el hospital. Porque el asco y el rencor estaban más que justificados. Ya no me siento mala persona. Simplemente fui la única que te hizo recoger la cosecha que sembraste. Y es más,me siento orgullosa por ello. Por no haber cedido a las súplicas de tu hija ni al que dirán. Creo que no tenía nada que hacer allí,ni para mal ni para bien. Ni siquiera sé donde estás enterrado ni me ha interesado hasta ahora. Pensaba que acercarme allí me cubriría de nuevo de suciedad,asco y horror pero mi alma se está limpiando de tu porquería y tal vez algún día lea está carta frente a tus restos.

No malinterpretes ese hecho si llega a ocurrir,porque no iré allí a reconciliarme contigo,sino con mi niña. La niña solitaria,débil y de ojos tristes que poco a poco va recuperando la sonrisa al sentir lo único que mendigó siempre,cariño.

Te diría muchas cosas,pero aún me faltan las palabras suficientes para definir ciertas cosas del pasado. Quisiera continuar está carta más adelante,por el momento lo único importante es haber sido capaz de escribirla porque es otro paso más hacia adelante.

Hoy es el día del padre. Un día que nunca mereciste celebrar. Porque un padre que abusa de su hija,la anula como persona,la ridiculiza constantemente y la hace sentir estúpida no debería llamarse así. Ni siquiera estuviste con ella en sus primeros años de vida y ella mantuvo ese secreto también sin reclamarte ni el abandono,ni el maltrato. Aún cuando la juzgabas continuamente siempre permaneció a tu lado. Es la ambigüedad del incesto, de la que yo me liberé cuando corté todo contacto contigo.

Me robaste la inocencia,la sonrisa,la infancia y a mi madre. Mi educación se basó en tus criterios y hasta para jugar en la piscina debía hacerlo a escondidas porque te ofendía que fuera tan infantil. Pero es que con doce años yo no era una mujer,por más que me comprases pintalabios para aparentar. Descubriste que escribía no del todo mal y hasta de eso te apropiaste obligándome a escribirte relatos eróticos cuando debía estar jugando con mis pequeños ponis.

Hay un derecho esencial y es el derecho a ser niño,crecer rodeado de suciedad y de silencio te marca para siempre. Hoy ya no estoy sola en esto,por desgracia mi caso no es algo extraño en un mundo de ciegos.
Saber que hay más seres depravados como tú me llena de ira. No se si es reisilencia pero toda la vida he conseguido levantarme una y otra vez tras cada caida. Y lo estoy haciendo de nuevo a otro nivel. Hoy alquilaré una plaza de garaje,porque tu recuerdo no puede ser más fuerte que yo. 

Hay algo peor aún que el abuso,y es la culpa y el silencio.

Hacerme responsable a mi de provocarte con tres años sólo demuestra tu impudencia. Fue una de las muchas formas que utilizaste para hacerme mantener nuestro “secreto”. Tal vez mi niña busco tu cariño de abuelo pero tu no tenias derecho a utilizar ese cariño para transformarla en tu objeto sexual.

http://antifazdelsilencio.blogspot.mx/2013/03/manipulacion.html