miércoles, 3 de abril de 2019

Iglesia crea comisión para proteger a menores de abusos sexuales de sus propios sacerdotes

Los obispos de la Conferencia Episcopal del país crearon este martes 2 de abril una comisión de protección al menor que está integrada por la misma iglesia, además de profesionales en sicología y leyes.
Esta comisión le dará a los obispos y a sus equipos pastorales asesoría jurídica, canónica y psicológica para la atención integral en casos de abuso sexual infantil cometidos por sacerdotes, incluyendo la necesaria atención a las víctimas.
También buscará fórmulas de unión entre instituciones con dependencias públicas y organizaciones privadas especializadas en la protección de menores, así como fortalecer la cultura de la prevención y de la denuncia.
La comisión ya comenzó a trabajar y su objetivo es la protección de los menores. Cortesía.
La comisión ya comenzó a trabajar y su objetivo es la protección de los menores. Cortesía.
Los cinco miembros son los sacerdotes Alejandro Jiménez, del tribunal eclesiástico y Mauricio Solano, de la comisión nacional del clero; la comunicadora Lis Chaves; el psicólogo Juan Carlos Oviedo y la abogada en derecho de familia Alexandra Loría.
Los obispos aseguran: “queremos manifestar a la comunidad nacional nuestro compromiso de poner en primer lugar de nuestro quehacer a las víctimas de este crimen y a sus familias, dando credibilidad a su testimonio y ofreciéndoles acompañarlas espiritual y psicológicamente en su proceso de sanación interior”.
La abogada Loría dijo estar con mucho entusiasmo, particularmente porque le parece “buenísimo poner a los niños en primer lugar y tender a su protección”.
Explican los obispos que la comisión de protección al menor buscará “hacer y mantener actualizadas las políticas, protocolos y manuales institucionales para la prevención y atención del abuso sexual infantil".
Apoyo. La Comisión ofrecerá apoyo a los obispos para la aplicación de las políticas establecidas en la prevención de abusos sexuales a menores, según las circunstancias particulares y realidad de cada diócesis y buscará estrategias para la creación de ambientes seguros para menores de edad”, aclara un comunicado enviado por la Conferencia Episcopal.
La comisión nace después de que el pasado 7 de marzo la Fiscalía de Género, acompañada de oficiales del OIJ, allanaran la Curia Metropolitana y la Conferencia Episcopal con el objetivo de ubicar documentos importantes sobre abusos sexuales de sacerdotes contra menores de edad.
La Curia Metropolitana y la Conferencia Episcopal, fueron allanadas a principios de marzo anterior por la Fiscalía de Género. Foto John Durán.
La Curia Metropolitana y la Conferencia Episcopal, fueron allanadas a principios de marzo anterior por la Fiscalía de Género. Foto John Durán.
“Se trata de los expedientes 18-000854-0994-PE, en el que figura como imputado Víquez Lizano, por el presunto delito de violación calificada; y la causa 19-000569-0175-PE, contra Guevara Fonseca, a quien se le investiga como sospechoso del presunto delito de abuso sexual contra persona menor de edad”, explicó la Fiscalía ese 7 de marzo.
El caso más reciente en este tema es el de un sacerdote de apellido Morales, a quien se le sigue una causa por presuntos delitos sexuales en la Fiscalía de Género, misma que lanzó una alerta migratoria en caso de que el cura intentara salir del país. El pasado 21 de marzo, cuando Morales buscó dejar tiquicia por la frontera sur, pero fue detenido.

La telenovela que habla del abuso sexual en el fútbol juvenil de Brasil

El aspirante a futbolista Santiago es acosado por su entrenador en una imagen de la serie. / En vídeo, un tráiler de la serie. FOTO: GLOBO
La televisión se está asomando en Brasil a uno de los aspectos más sombríos del deporte que despierta mayor pasión: el fútbol.  Y lo hace con una telenovela para adolescentes cuyos personajes, además de vivir los clásicos dilemas amorosos del género, intentan resolver problemas cotidianos más complejos. La serie Malhação ("Gimnasia"), que lleva más de dos décadas emitiéndose en Globo, el principal canal de televisión brasileño, insiste en una fórmula de éxito que en los últimos años cada vez queda más marcada por cuestiones sociales delicadas.
La actual temporada, la 26ª, que termina este mes, ha abordado una de esas problemáticas: el abuso sexual a niños y adolescentes en el mundo del fútbol. “Asumimos la misión de tocar muchos temas tabú, nunca con la intención de ofrecer respuestas preparadas, sino de que los asuntos puedan debatirse dentro de casa, en familia”, comenta Patrícia Moretzsohn, una de sus guionistas.
En la trama, el veterano actor Jackson Antunes interpreta a Lourenço, un padre que sueña en convertir a su hijo Santiago en jugador de fútbol profesional. Después de pasar una prueba en otra ciudad, el muchacho se instala en la residencia del club, donde Bryan, su entrenador, empieza a acosarle. El técnico le exige que ceda a sus pretensiones si quiere que su carrera despegue.
Tras recibir en el móvil un vídeo en el que el entrenador agrede a un jugador del equipo, el padre se presenta en la residencia de los jóvenes futbolistas y sorprende al preparador intentando abusar sexualmente de su hijo. El joven decide entonces denunciar a Bryan, con el apoyo de una profesora y de la fisioterapeuta del equipo, quien recaba pruebas de acoso a otros miembros de la plantilla.
Zico, una de las mayores estrellas del fútbol brasileño en los años setenta y ochenta, hace un cameo para narrar su experiencia en las categorías inferiores. “No pasé por eso, pero supe de muchos casos de directivos y entrenadores que ofrecían ventajas en el fútbol con segundas intenciones”, cuenta el exjugador.
El técnico Ivanildo Nunes (al izq.) recibió homenaje en Arapiraca después de haber sido flagrado molestando un chico en un campo de fútbol.
El técnico Ivanildo Nunes (al izq.) recibió homenaje en Arapiraca después de haber sido flagrado molestando un chico en un campo de fútbol. DIVULGAÇÃO
Libre de la amenaza del entrenador, Santiago hace las paces con su padre que, antes de la prueba, lo había echado de casa al descubrir que era gay. “El final feliz entre padre e hijo fue la conquista de ese diálogo y comprensión mutuas, con la decisión de luchar juntos para que los demás niños no tengan que pasar por estas situaciones. Nuestro público se movilizó mucho. Querían lo mejor para Santiago, sobre todo que su padre lo acogiera”, afirma Moretzsohn.
Con un personaje homosexual, Malhação muestra conceptos homófobos muy presentes en el entorno futbolístico, como la idea de que el deporte es “cosa de hombres” o la asociación equivocada entre homosexualidad y violencia sexual.
Flávio Debique, gerente técnico de protección infantil de la ONG Plan International Brasil, insiste en que “los abusos no tienen ninguna relación con la orientación sexual de la víctima o del abusador”.
Malhação ya había planteado en 2017 la discusión sobre los abusos sexuales dentro de la familia: una de las protagonistas sufría abusos por parte del novio de su madre.
Moretzsohn precisa que decidieron hablar de los abusos en el fútbol tras ver algunos reportajes sobre jugadores que los habían sufrido, como la historia de Andy Woodward, exdefensa inglés que en 2016 destapó una red de acosadores sexuales en Inglaterra al denunciar al técnico Barry Bennell, quien le había vejado durante su infancia. Su testimonio desató una cascada de revelaciones públicas de supuestas víctimas de ataques cometidos por el mismo entrenador y por otros. Incluso la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad a los Niños británica abrió una línea telefónica para denunciar casos.
“Sabemos lo que el fútbol representa para tantas familias, el sueño que esos chicos persiguen”, incide la guionista. “Caer en una trampa cuando están completamente indefensos, aparte de la cuestión delictiva del acoso en sí, es una traición a los muchachos, a sus padres y a sus expectativas. Cuando escribo los guiones de Malhação siempre estoy al tanto de los asuntos que pueden ser importantes para los jóvenes. Están formándose y necesitan formular una opinión sobre los temas, incluso para poder defenderse cuando lo necesiten”, completa Moretzsohn.
Los abusos sexuales están lejos de ser una obra de ficción dentro de los clubes. El año pasado, Brasil registró 20 casos de violencia sexual contra niños y adolescentes relacionados con el fútbol. El entrenador Ivanildo Nunes fue detenido in fraganti cuando abusaba de un niño de 11 años. Nueve meses después, el entrenador acusado de violación era nombrado ciudadano honorario por el Ayuntamiento de Arapiraca (Alagoas, este de Brasil).
Casi cinco años después de suscribir un acuerdo con el Congreso para combatir el abuso sexual, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) todavía no ha cumplido las principales promesas pactadas. Ninguno de los 39 equipos certificados como club formador tiene un protocolo para prevenir abusos sexuales contra los chavales. Salvo iniciativas aisladas, hablar de acoso y explotación sexual sigue siendo un tabú.