- En muchos casos se pasan por alto o se ignoran las señales de alerta de abuso sexual infantil
- Los cambios repentinos en los hábitos alimenticios y el rendimiento escolar deben revisarse
- Habla con tu hijo acerca de las sospechas sin una confrontación y refuerza que no tiene la culpa
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(CNN) — La madre de un adolescente comenzó a sospechar que algo estaba mal unas semanas antes de que su hijo le dijera a un director de la escuela que el exentrenador de futbol americano de Penn State, Jerry Sandusky, había abusado de él.
La mujer le dijo a Patriot-News que su hijo comenzó a actuar de forma extraña preguntándole sobre una base de datos de los “raros sexuales”.
El informe del chico condujo a una investigación de tres años, que culminó con cargos en contra de Sandusky relacionados con ocho presuntas víctimas.
El joven, identificado en los documentos del tribunal como la víctima número uno, acusó a Sandusky por cuatro años de abuso que iniciaron después de que un asistente de cátedra informó haber visto a Sandusky agredir sexualmente a un joven en una ducha en 2002. La fiscalía alega que los administradores ignoraron el informe y que su inacción permitió que continuara el patrón de abuso.
Es una realidad en muchos casos de abuso sexual infantil: las señales se pasan por alto o son ignoradas.
La mayoría de lo niños sufren de abuso por parte de una persona que conocen y en la que confían, de acuerdo con la Asociación Americana de Psicología. Se estima que al 60% de los perpetradores los conocen los niños, aunque no son miembros de la familia: son amigos de la familia, niñeras, cuidadores de niños y vecinos.
“La verdadera tragedia aquí es que muchas personas dentro de la organización bien podrían conocer esa actividad, ya sea por informes o por ser testigos de ella, pero no actúan”, dice R. Daryl Steiner, director del Hospital Infantil para la Prevención de Abusos y Protección Infantil de Akron en Ohio.
La atención de los padres es la primera línea de defensa para prevenir el abuso, dicen los expertos. Varios hablaron con CNN sobre cómo los padres deben hablar con sus hijos, cómo identificar a los posibles abusadores y cómo reconocer las señales de alerta que deben conducir a una investigación más profunda.
Establece una relación abierta con tu hijo
Una parte importante para prevenir el abuso es dejar que tus hijos sepan que te pueden contar absolutamente todo sin preocuparse de que se meterán en problemas, dice la psicóloga Elizabeth Lombardo, autora deA Happy You: Your Ultimante Prescription for Happiness (Un tú feliz: tu prescripción final para la felicidad).
Una relación abierta fomenta la confianza. Eso significa que los niños tienen más probabilidad de prestar atención cuando les dices que nunca deben estar a solas con un adulto, o la diferencia entre una caricia buena y una mala.
Debes estar presente, debes estar pendiente
Los padres a menudo bajan la guardia y se olvidan de lo básico, dice Steiner.
Debes estar pendiente del lugar en donde se encuentran tus hijos y con quién están. Asegúrate de que nunca estén solos con adultos en un lugar aislado y preséntate en sus actividades cuando sea posible. Eso no significa que asistas a todas las prácticas de béisbol, pero debes estar presente las suficientes veces para saber qué es lo que pasa y para asegurarte de que tu hijo nunca está solo con un adulto.
“Parece sentido común, porque lo es. Pero debes saber lo que hacen tus hijos y participar en sus vidas, no solo con un conocimiento general, sino con tu presencia física, eso te permite controlar la situación. También te establece como un padre activo en la vida de tu hijo, lo que te convierte en un obstáculo para alguien que intente abusar de él”.
Cuando elijas una organización o programa para tu hijo, asegúrate de que tiene la política de que los niños nunca deben estar a solas con un adulto. Asegúrate de que la atmósfera es abierta y transparente en el sentido literal sin puertas cerradas o sesiones privadas, y los padres siempre deben estar dispuestos a participar en las actividades.
Aprende a reconocer la conducta de riesgo de los adultos
Identificar el comportamiento de riesgo en los adultos con quienes dejas a tus hijos ayuda a prevenir el abuso, dice Sharon Doty, una experta en prevención del abuso infantil y fundadora de Empoderar a los Adultos — Proteger a los niños, una organización sin fines de lucro.
- Las personas que quieren estar a solas con los niños: si un depredador logra alimentar una relación, podrías estar motivado a permitirle que esté solo con tu hijo si así lo pide. Simplemente di no, recomienda Doty.
- Las personas que rompen las reglas de los padres: ten cuidado con las personas que le dan dulces o comida a tus hijos sin tu consentimiento o que permiten que tu hijo haga cosas que no le permites hacer. “Se crea una relación secreta. Debes abogar por no tener secretos mediante la enseñanza de que nunca es correcto que alguien les pida guardar un secreto a un padre”, dice Doty.
¿Cómo se supone que debes saber qué es lo que sucede detrás de ti?
“Si escuchas, a menudo lo sabrás. Escucha cuando hablan con otros chicos, escucha sus pláticas en el automóvil mientras manejas. Nota si se muestra renuente a hablar frente a tí. Observa los cambios de situación y de comportamiento”.
Reconoce las señales de alerta en tu hijo
Las jóvenes víctimas de abuso tienden a adoptar conductas inusuales para escapar de su tormento como una forma para hacerle frente, dice Steiner. Podrían empezar a vestirse desgarbados para volverse menos atractivos para su agresor.
Los niños tienden a retirarse o a aislarse por vergüenza.“Intentan escapar del abuso, de la tragedia y del daño que sienten, y no saben cómo hacerlo, así que intentan cambiar las circunstancias de sus vidas”, dice.
Otras señales de alerta podrían ser nuevos síntomas de depresión y ansiedad, un pobre rendimiento escolar o falta de interés en las actividades que solían gustarles, dice Lombardo. No soslayes si un niño ya no quiere ir a la práctica de futbol o si expresa repentinamente que el entrenador o el maestro le desagrada. Tómalo con seriedad y averigua el motivo.
Los adolescentes tienden a reaccionar con el abuso de sustancias como un medio para hacerle frente, dice.
“En general, no solemos dividir muy bien el estrés. Ya que el abuso es tan angustioso y perturbador para los chicos, no saben lo que deben hacer con el dolor, así que lo demuestran de otra manera”, dice.
Otras señales van desde cambios en el estado de ánimo y en los hábitos alimenticios hasta pistas más claras como un comportamiento sexual más parecido al de un adulto.
No tengas miedo de hablar con tu hijo
Es difícil preguntar a tu hijo sobre lo que pasa en su vida, especialmente cuando sospechas que existe un abuso. La clave es no hacerlo con una confrontación; sin expresar ira, angustia o preocupación: tú eres el adulto y el cuidador, después de todo, y tú estableces el tono, dice Lombardo. No hables en el camino a la escuela o antes de dormir. Escoge un momento cuando tengas tiempo para hablar libremente, sin limitaciones de tiempo.
Los padres deben de probar diferentes formas para iniciar una conversación como preparación para encontrar una con la que se sientan cómodos, dice Doty, la especialista en prevención de abuso sexual infantil.
Por ejemplo: “una vez me sucedió algo y me tomó mucho tiempo contárselo a alguien, pero me sentí mejor cuando lo hice”. O: “¿Qué es lo que más te gusta de tu entrenador, qué crees que está más o menos y qué es lo que menos te gusta?
“Incluso si no te lo cuentan directamente, podrían darte pistas de las cosas que te preocupan. Escucha tus instintos”, dice.
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