Soy Claudia Pozas Almanza, de momento pensé publicar la gran herida que sufri de niña, en forma anonima pero desde hace mucho que casi por completo logré superar la angustia que me causaba el solo hablar de la horrible experiencia que sufrí de niña.
tengo a la fecha setenta años y en el pequeño pueblo donde nací sigo viviendo a la fecha, mis padre eran personas muy humildes se puede decir que estábamos en la miseria como tantas otra familias en los años cuarenta y aun ahora, fuimos una familia muy numerosa doce hijos en total aunque tres murieron muy pequeños.
soy la tercera de mis hermanos y la primera hija mujer que tuvieron mis padres, como casi todos los hombres mi padre se emborrachaba muy seguido y de lo poco que ganaba como jornalero le daba muy poco dinero a mi mamá, muchas veces nos acostábamos con el estomago vacio y a veces haciamos una sola comida al dia si es que comida puede llamarse a tres tortillas untadas de frijoles como único alimento del dia, cuando tenía yo siete años mis padres me vendieron con un viejo tendero que abuso de mi desde esa tierna edad, ademas de abusar de mi sexualmente me tenía amenazada porque según él yo era la culpable de que su matrimonio pudiera fracasar porque el era un respetable hombre casado, además como mis padres le debían mucho de abarrotes me amenazaba con meterlos a la cárcel si yo decia algo de lo que me hacia.
esa situación se prolongó por años, si yo me negaba a ir a la tienda mi mamá me decía si no me daban lastima mis hermanos que no tenían que comer y me hacia sentir culpable como si yo hubiera tenido la obligación de mantener a mis hermanos, como era natural un poco depues de cumplir quince años quedé embarazada, yo era tan pero tan ignorante que ni siquiera sabía que estaba esperando un hijo.
cuando el tipo ese fue a ver a mis padres para decirles que estaba embarazada, en el colmo de la desfachatez querían que abortara a ese hijo porque según ellos sería la verguenza de la familia, yo a pesar de mi ignorancia les dije que iba a ir a la cárcel para denunciarlos, asi que no lograron que yo abortara, asi sin sentir la minima verguenza pasé mi embarazo y nació mi hija cuando me faltaban dos días para cumplir diesiseis años y claro como lo más natural ellos consentian que ya el fulano fuera a la casa por mi en las noches y asi abiertamente ya era yo la joven amante de un viejo de más de sesenta años.
afortunadamente mi niña nada más vivió once meses, murió de tifoidea y el mismo día del sepelio salí de mi pueblo para irme a trabajar de sirvienta en un lugar un poco retirado de mi pueblo, en ese tiempo una mujer que tenía un hijo sin estar casada era todo un escándalo más en un pueblo pequeño y los muchachos del lugar me veian como pensando que me había convertido en pila de agua bendita donde todos podrían meter mano sin ningun compromiso, de niña nada más estudie hasta segundo año de primaria y a pesar de que según me lo decía el espejo yo estaba muy bonita, con un cuerpo bien formado, mi autoestima estaba por los suelos, me sentía sin ningún valor como mujer y entre mis padres y yo existía lo que ahora se que se llama codependencia victima victimarios porque a pesar de todo lo que me habían echo yo les llebaba mi sueldo cada mes sin que me dejara más que lo indispensable.
posteriormente escribiré otros detalles de mi vida que yo creo que para muchas personas serán de mucha utilidad, espero sea publicado mi comentario, agradezco a mi amiga Angie haberme recomendado esta pagina.
¿que somos cuando niños en manso de nuestros padres o de los adultos abusadores?
¡¡simplemente marionetas con quien pueden jugar a su antojo!!¡¡cuanto sufrimiento nos causan simplemente porque somos niños!! si somos personas con un carácter fuerte podemos llegar a soportar el sufrimiento por más cruel que sea, pero mínimo ese sufrimiento nos hace perder la fe en casi todo ¿ porque que niño o niña abusada sexualmente en su niñez va a creer en un dios que está al pendiente de todo lo que pasa en el mundo? así lo menos que piensa una criatura abusada sexualmente por algún adulto es que a dios le tiene sin cuidado lo que le pase y se pierde la fe o en el menor de los casos nos vemos obligados a pensar y buscar una razón para las cosas que nos toco vivir.
Los más fuertes nos sobreponemos a la adversidad y logramos vivir una vida más o menos normal ¿ pero cuantos no logran salir avante de esa angustia que los muerde sin compasión? ¡¡son incontables!!¡¡si hay quien pueda comprender a un menor abusado sexualmente es, otra persona que haya pasado por la misma situación!! porque no es lo mismo mirar los toros que torearlos uno mismo, a mi me afecto durante muchos años la agresión que sufrí al grado de que al recordar esos aberrantes momentos vividos las lagrimas salían de mis ojos sin ningun control, pasaron años y más años para lograr superar ese gran dolor y solo mi fuerza de carácter me hizo ganar la batalla casi por completo porque sería una mentira si dijera que ya superé por completo ese trauma que suele marcar por toda la vida, simplemente está aletargado y al menos ya no sangra la herida con los recuerdos y hablo del tema como si hablara de alguna película de la cual tan solo fui espectadora, he tenido el valor para hablar sin que me afecte el que las personas mas jóvenes sepan que fui victima de abuso sexual y no me da vergüenza que lo sepa el mundo entero porque de lo que hicieron conmigo cuando era niña se que no soy culpable, al contrario fui una victima de mis padres y de un degenerado sexual como hay tantos hasta ahora y soy una persona que defiendo a los niños y me gustaría que todos los abusadores fueran encarcelados a cadena perpetua y ni asi pagarían todo el mal que causan a seres inocentes y que la ley fuera pareja y llegara hasta los jerarcas religiosos que son intocables.
2 comentarios:
Claudia, como bien dices no es lo mismo ver los toros desde la barrera que torearlos. Tal vez por eso te admiro mas. Gracias por tu valiente relato.
Un beso desde el Averno.
que bueno es poder decirlo yo nesecito sef escuchada por alguien q me entienda
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