El jefe del grupo de delitos contra las personas de la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra, Francisco Javier Quiroga, ha participado en el seminario sobre abuso sexual infantil que organiza la UNED de Tui. El experto apuesta por la prevención, la educación y la formación para acabar con los ciberdepredadores.
-¿Cómo se puede detectar?
-Es evidente que el entorno más próximo al menor, la familia, es donde se encuentra la llave. Pero se debe tener en cuenta que la mayor influencia en este tipo de delitos se producen en este entorno, incluida la propia familia, por lo que la detección es realmente complicada.
-Las estadísticas puestas sobre la mesa en el seminario indican que se repiten porcentajes de 1994, con un 22,5% de mujeres y un 15,2% de hombres que había sufrido abusos infantiles.
-La lucha, desde mi punto de vista, debe estar en el sujeto pasivo, en el propio menor, en prevenir todas las circunstancias de riesgo en las que se pueda encontrar y en su actitud hacia quien le rodea. Porque la voluntad de «hacer» radica única y exclusivamente en el sujeto activo, en el pederasta o pedófilo, contra el que hay que realmente luchar. Sin embargo, en la prevención, en la educación de los menores, es donde sí que es eficiente la labor que todas las instituciones llevamos a cabo.
-¿Qué culpa tiene Internet?
-No es culpable, pero sí una herramienta facilitadora del contacto entre el abusador y los menores. La actividad principal de los pedófilos hoy en día está vinculada a Internet y los niños tienen en la red su mayor entretenimiento desde edades cada vez más tempranas. La lucha en la prevención se debe enfocar en la educación y concienciación del menor para que los ciberdepredadores tengan cada vez más difícil el acceso hasta ellos. Hay que educar a nuestros menores para que ellos mismos protejan su seguridad y privacidad en la red, y debemos hacer un efectivo control parental que nada tiene que ver con el espionaje. Y hablemos con ellos de los peligros y de cómo actuar.
-¿Cuál es la incidencia en la comarca y en la provincia?
-No es mayor ni menor en cuanto a hechos conocidos, pero también igualmente vulnerable ante hechos de esta índole. Como decía antes, la voluntad de obrar radica única y exclusivamente en el sujeto activo, en el abusador, por lo que todos y en todo lugar debemos de estar atentos ante estas situaciones.
-¿Qué falla según el responsable del Equipo de la Mujer y Menor (Emume) de la Guardia Civil para no cese la sangría de asesinatos por violencia machista?
-¿Que qué falla? Difícil pregunta con una todavía más complicada respuesta. No creo que falle nada. Tenemos las instituciones, organismos, policías, sistema judicial y penal totalmente volcado en este tipo de delitos. También ayudas institucionales a posibles víctimas y sin embargo se siguen produciendo muertes. Al igual que en los delitos de índole sexual, el problema radica en que la voluntad última es del propio autor, y contra eso las instituciones y organismos tienen una difícil tarea. No cabe duda que la educación es clave y estoy convencido que desde todas las instituciones se esta trabajando en ello.
-¿Cuál es la prioridad en su grupo?
-En la Guardia Civil, la prioridad que se le da a este tipo de delitos es absoluta y no solo en mi grupo, que cuenta con seis especialistas en materia de mujer y menor. Hay puntos de atención especializada en equipos territoriales y formación constante.
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