Apenas tenía 8 años cuando el sacerdote Fernando Martínez, miembro de los Legionarios de Cristo, abusó sexualmente de ella, cuenta la conductora y cantante Ana Lucía Salazar en su Facebook y Twitter.
“Les quiero contar parte de mi historia... A mi nombre y a nombre de todas las niñas que fueron abusadas en aquel entonces en manos de este señor. En México soy la primera mujer que denuncia a un legionario de Cristo de manera pública”.
Ana Lucía contó que su caso ocurrió en Cancún, Quintana Roo, entre 1991 y 1992. Ahora, casi 20 años después, decidió hacer esta confesión pública en sus redes sociales y en algunos espacios de noticias.

La historia de Ana Lucía

El 30 de abril, en coyuntura con el Día del niño y la niña, Ana Lucía Salazar (conocida por participar en la segunda generación del reality show de cantantes, La Academia) publicó una foto suya de niña, como suele hacerse en las rede sociales para recordar la infancia, pero el texto que la acompañaba no era precisamente un recuerdo melancólico, sino un reclamo social:
#FelizDíaDelNiño a ti, que viviste lo inmerecido y que en cada rechazo te remontan a la traición más grande que se puede vivir desde la inocencia. A ti, que decidiste ser fuerte y hablar, el tiempo no retrocede y nada ni nadie jamás te regresará lo que te quitaron, pero si esa niña es la que te impulsa para poder prevenir a muchas más, entonces todo habrá valido la pena. En #México no podemos olvidar que somos #1 en abuso sexual infantil. Cuidemos a nuestros hijos porque las heridas son para siempre. Aquí yo tenía sólo 8 años.
Después de esto, el 2 de mayo hizo explícita su historia de hace casi dos décadas, cuando un legionario de Cristo abusó de ella: “Mi infancia y la de todas las víctimas no es menos importante que la Legión de Cristo y su empresa encubridora. No tenemos por qué ir por debajo de las ganas de la sociedad de seguir una legión de encubridores y pederastas donde la cabeza estaba podrida y es perpetuo el abuso como modo operativo”.
Ese día, cerró su publicación con el comentario “Cuiden a sus hijos y si tú tienes una víctima en casa CREÉLE”. Acto seguido, pidió ayuda a sus seguidores o público en general para encontrar a más víctimas del sacerdote Fernando Martínez.
Su señalamiento fue acompañado de una petición para dar con el paradero de Fernando Martínez, su intención era reunir información, pues después tras diversos testimonios de denuncia por abuso sexual, fue reubicado en distintas ocasiones: de la Ciudad de México a Cancún y la última en Salamanca, Guanajuato, donde ella le perdió la pista. Así lo cuenta ella en su cuenta de Twitter.
Un día después, el 3 de mayo, Analu puso otro nombre entre sus señalamientos, el de miss Aurora Morales González, a quien señala como “encubridora más importante de Fernando Martínez", una maestra que, según relata la conductora, esta docente “sabía de los abusos que el cometía (el sacerdote) en su oficina y en la capilla hacia niñas desde 4 años de edad en adelante y calló más de un año hasta que la situación explotó”.
Agrega que era Aurora quien “sacaba a las niñas del salón y las llevaba con Fernando Martínez a su oficina para que él pudiera abusar de ellas”. Según informa, esta profesora trabajó en el colegio Cumbres (de Cancún) y después en el Irlandés de Monterrey.
Por su parten los Legionarios de Cristo publicaron un comunicado donde dan dicen que no tenían conciencia del caso, pero dan fe de que ahora (20 años después) están al tato del caso de Analu. Informan que Fernando Martínez tiene 79 años y vive en un retiro en Roma, Italia, donde no ejerce ningún ministerio pastoral.
Añaden que se iniciará una “investigación exhaustiva” del caso por medio de una agencia externa a la organización.
“Es imposible que el obispo no lo supiera, porque vivía en la misma casa con Fernando Martínez. Y si lo sabía, me parece una irresponsabilidad”, contó Ana Lucía a la periodista Azucena Uresti.
A la vez, se recuerda que Fernando Martínez fue una de las víctimas de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, acusado formalmente de cometer abusos sexuales por varios miembros de la congregación y estudiantes de los establecimientos de los legionarios a partir de 1997, aunque hay constancia de la existencia de quejas desde los años 1940, según declara el diario español El País.
En la entrevista con Uresti, Analu contó toda la historia. Martínez era el director del colegio en Cancún, al religioso se le veía “como si fuese un dios”, explica. “Yo sé de al menos siete víctimas de Cancún”, apunta.
En 1992, relata la cantante, sus padres hicieron la denuncia formal ante los Legionarios de Cristo, ante ello, la respuesta fue “Bueno, es que deben de entender que el padre es hombre”... “Pero para eso están las mujeres adultas, no las niñas”, replica Ana Lucía. A raíz de eso, su abuso sexual se hizo público en la escuela, donde sufrió bullying por parte de sus compañeros que le decían “no la toques, porque da asco”, también la recriminaban por haber tenido ya experiencias sexuales: “Esto quebró mi familia, mi infancia, mi adolescencia, mi concepción del sexo. Aún hoy es imposible decir que estoy bien”.
Como suele suceder en estos casos, la revictimización hacia la cantante en redes sociales ha sido la misma: ¿Por qué te tardaste tanto en denunciar? ¿Por qué lo dices en tus redes sociales y no en un Ministerio Púbico? Las respuestas de ella son claras: “Porque ahora, aunque aún tiemblo y me siento destruída en muchas áreas de mi vida, estoy lista, tengo la fuerza para decirlo”.