lunes, 24 de junio de 2019

El Consell de Mallorca atendió a 222 menores por abusos sexuales en 2018

Un 87% de las valoraciones fueron por víctimas abusadas y un 6% por agresiones sexuales a niños el pasado año en la isla



El Consell de Mallorca atendió a 222 menores por abusos sexuales en 2018 

El Consell de Mallorca atendió el pasado año a 222 menores por abusos sexuales. En 2017, fueron 231 los casos contabilizados, mientras que en 2016 la cifra de víctimas fue de 226 y en 2015, 195, según los datos de la Unidad de Valoración de Abuso Sexual Infantil (UVASI), dependiente del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS).
En 2018, un 87 por ciento de las valoraciones que realizaron los técnicos de la UVASI fueron por víctimas abusadas, con 193 casos, mientras que un 6% fueron por agresiones sexuales (14). Los abusos no implican el uso de fuerza y violencia. En cambio, las agresiones sexuales, sí. El resto de evaluaciones se debieron a casos de exhibicionismo y provocación sexual (12) y a explotación sexual o prostitución de menores (3).
"El número de casos de menores que hemos atendido por abusos sexuales se ha doblado desde el inicio de la UVASI, ahora hace diez años. Algún año se estabiliza, pero este primer trimestre de 2019 ya llevamos más casos que en el primer trimestre de 2018, la tendencia es a aumentar", señala una de las psicólogas de la unidad.
La razón de este incremento progresivo no es porque ahora haya más niños en la isla que sufran abusos que antes. Según las especialistas, esta tendencia al alza se debe a que ahora hay muchas campañas y una mejor formación para detectar los casos. "Los profesionales están más preparados, hay una mayor formación para detectar los indicadores", señala otra técnica del IMAS.
El 58% de los casos contabilizados en Mallorca el pasado año correspondían a menores de 13 años, mientras que el 42% restante eran adolescentes de entre 13 y 18 años. Predominan las niñas víctimas de abusos (68%), por encima de los niños.
Una buena parte de los casos que llegan a la UVASI vienen derivados por los servicios sociales y por las escuelas de la isla. Así, de las 222 valoraciones efectuadas a menores en 2018, 29 casos fueron detectados por los servicios sociales; 25, por escuelas de primaria; 17, por otros centros escolares; 13, por institutos de secundaria; 9, por escuelas de infantil. Pero también tienen un peso importante otros profesionales de otros sectores como la sanidad y la justicia. Por ejemplo, los especialistas del hospital de Son Espases detectaron 13 casos en 2018 y Son Llàtzer, 5. Y los juzgados, 11; fiscalía, 5; Policía Nacional, 9 y Guardia Civil, 4, entre otros. También la propia familia es detectora y comunicadora de casos. Así, 17 madres comunicaron sus sospechas de que sus hijos habían sido abusados, frente a cinco padres. Suele haber más madres que padres que lo detecten dado que en la mayoría de los casos son estas las que están al cargo de los niños, por ejemplo, madres solteras o separadas con la guarda y custodia de los hijos, por lo que acuden a la UVASI pidiendo asesoramiento y ayuda.
Generalmente, los indicadores son verbales y conductuales. "No solo es por lo que cuenta el niño, sino por su comportamiento, por lo que hace, por ejemplo si tiene un comportamiento hipersexualizado que no se ajusta a su edad", indica una de las técnicas. "La verdad es que ahora se detectan más casos porque cada vez hay más formación tanto en las escuelas como en el ámbito sanitario y también hay mayor información. Incluso, las propias madres y padres son capaces de decirlo. Antes, se escondían los casos, pero ahora la mayoría ya sabe cómo actuar", resume otra de las especialistas.
El servicio de menores del IMAS del Consell de Mallorca también colabora con entidades como RANA. "Ellos hacen un trabajo de prevención de abusos sexuales muy importante en las escuelas. A través de dos cuentos que explican en las clases, introducen el tema a los alumnos", señala la psicóloga.
Una vez la UVASI evalúa los casos detectados, hace una clasificación. No todos los menores han sufrido abusos. En 2018, un 36% de las valoraciones fueron creíbles y compatibles con casos de abusos sexuales (80), mientras que el resto fueron no concluyentes (33), no fueron abusos (43), no se pudo determinar (45) o no se pudo valorar (19). En estos últimos casos, muchas veces no se dispone de suficiente información.

Menores y nuevas tecnologías


Uno de los puntos que han cambiado con el paso de los años es la facilidad con la que acceden los menores a dispositivos electrónicos como móviles de adultos o tabletas y pueden visionar contenido inapropiado como pornografía. "Es un fenómeno que lo tenemos ahora y antes no existía. La recomendación es que haya una supervisión adecuada, tiene que haber un control parental, no puede estar sin control", recalca la técnica de la UVASI. Esta cuestión se trata mediante talleres con padres y madres y también con los policías tutores.
Debido a este acceso inapropiado a las tecnologías, los menores tienen un conocimiento inadecuado de la sexualidad que no corresponde a su edad.
Otro aspecto que ha evolucionado en cuanto a los abusos sexuales a niños es que en la actualidad todo se ha judicializado. Ahora, la mayoría de casos vienen con una denuncia previa, han aumentado las denuncias por abusos. "Nuestro trabajo tiene que ser muy meticuloso, para aportar una prueba judicial lo más objetiva posible", explica la técnica, con amplia experiencia en elaboración de informes. "Como hay más denuncias, cada vez hay más procesos judiciales", subraya la psicóloga. La realidad es que los juicios por abusos han aumentado de forma considerable en los últimos años tanto en la Audiencia de Palma como en los juzgados penales de la ciudad.

Pruebas preconstituidas


Uno de los objetivos de la UVASI es intentar que el niño no tenga que repetir de forma innecesaria su historia. "Estamos en proceso de cambio, antes los menores declaraban en la sala de juicios con biombo y ahora cada vez más se realizan pruebas preconstituidas. Con este tipo de pruebas, ya no tendrían que volver a declarar. El objetivo es que el niño solo lo cuente una vez", informa la especialista. La declaración de la víctima se graba en presencia de todas las partes. El menor está en una sala con un psicólogo y, detrás de un cristal que el perjudicado no puede ver, se encuentra el juez, el letrado de la administración, el fiscal y los abogados. Para este tipo de pruebas el IMAS dispone de una sala amigable y en los juzgados de Vía Alemania también hay otra. Mientras, en la Audiencia de Palma se estrenó una sala parecida para que los menores esperen durante la vista oral y no se crucen con el acusado. "Todo es muy natural, se le informa al menor de que detrás hay abogados y el juez que le están escuchando para que esté tranquilo. Ahora, las pruebas preconstituidas son la mejor herramienta para no revictimizar al niño. Cada vez hacemos más porque los juzgados nos lo solicitan más", indica la técnica.

Visibilidad


"La visibilidad de estos casos es necesaria. Es bueno que todo el mundo tenga conocimiento, que haya recursos y especialistas a los que acudir. Los abusos no son una situación con la que convivir y tapar", destacan desde la UVASI. Ahora bien, "lo que no es bueno es que la visibilización detallada de un caso concreto conlleve a una nueva revictimización del menor", puntualiza una técnica. "A veces, las secuelas del impacto de los hechos que ha tenido en el entorno social de la víctima puede ser más grave que el propio abuso. Tanto la familia como el niño se pueden sentir identificados y vuelven a sufrir ese impacto. Es lo que se conoce como revictimización. Lo más importante es evitar cualquier tipo de revictimización", insiste la psicóloga.

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