Al menos 350 niños británicos sufrieron abuso sexual en hogares y centros estatales de acogida entre 1960 y 1990 en el condado de Nottinghamshire, Inglaterra, reveló hoy un reporte de la iniciativa llamadaInvestigación Independiente sobre Abuso Sexual Infantil (IICSA).
En una de las mayores investigaciones sobre abuso sexual infantil hasta la fecha, se reveló que tanto el consejo municipal de Nottingham como el consejo del condado de Nottinghamshire expusieron de manera repetida a niños vulnerables a abuso sexual y físico, según el informe publicado por el periódico The Guardian.
La investigación descubrió que el comportamiento sexual por parte del personal a cargo del cuidado de los menores, a menudo era “tolerado o pasado por alto” por las autoridades responsables de estos centros.
Unas 350 personas denunciaron que fueron maltratadas mientras estaban en residencias o hogares de acogida en Nottinghamshire, desde la década de 1960 en adelante, pero IICSA estimó que la cifra podrá ser mucho mayor.
La iniciativa acusó que los abusos contra los menores ocurrieron bajo la “tolerancia” e ignorados por la policía y el gobierno local, por lo que decenas de los agresores permanecen impunes o cumplen condenas que no corresponden con la gravedad de los delitos cometidos.
IICSA denunció que los menores sufrieron abusos, incluyendo violaciones repetidas, agresiones sexuales y voyeurismo, en los hogares del consejo, así como en hogares de acogida durante las décadas de 1970 a 1990.
El panel, encabezado por John O’Brien, presentó su informe este miércoles luego de escuchar testimonios y visitar centros de acogida.
Enfatizó que este es el mayor número de denuncias específicas de abuso sexual contra menores contenido en una sola investigación realizada hasta la fecha.
O’Brien precisó que el informe está basado en evidencias presentadas por 115 testigos en 15 días de audiencias públicas, y aseveró que lo sucedido es lo más impactante que ha visto.
“No estamos hablando de un individuo, sino de un sistema que durante muchos años no actuó para proteger a los niños”, lamentó.
La IICSA denunció que durante más de tres décadas, “los consejos fallaron en su deber legal de proteger a los niños bajo su cuidado, del abuso sexual. Estos eran niños que estaban siendo atendidos fuera de sus hogares familiares debido a experiencias infantiles adversas y sus propias vulnerabilidades preexistentes”.
Por ello, los infantes “necesitaban ser alimentados, cuidados y protegidos por adultos en los que pudieran confiar. En cambio, los consejos los expusieron al riesgo y la realidad del abuso sexual perpetrado principalmente por el personal residencial y los cuidadores de crianza temporal”, acusó.
Condenó que algunos cuidadores adoptivos se les permitió seguir junto a niños vulnerables, incluso cuando eran “autores conocidos” de abuso sexual, incluidos algunos que “luego abusaron de nuevo de los niños”.
Agregó que 1970 a 2019, unos 16 empleados de las residencias al cuidado de menores fueron condenados por abuso sexual infantil, mientras otros 10 cuidadores adoptivos también fueron condenados por abuso sexual contra menores.
El informe incluyó el testimonio de algunos residentes del centro Beechwood Care Home, que describieron ser abusados sexualmente de forma rutinaria por miembros del personal y tener demasiado miedo de denunciarlo.
Señaló que la policía de Nottinghamshire “no contaba con los recursos adecuados” para atender estas denuncias a las que no atendió con “suficiente seriedad”.
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