Debemos tener en cuenta que no todos los niños que han sido víctimas de ASI presentan los mismos síntomas, incluso pueden no presentar secuelas emocionales.
Berlinés y Elliot(1996) definieron el abuso sexual infantil como cualquier actividad sexual con un niño en la que se emplee la fuerza o la amenaza de utilizarla, con independencia de la edad de los participantes. Y cualquier contacto sexual entre un adulto y un niño, con independencia de que haya engaño o de que el niño comprenda la naturaleza sexual de la actividad.
Se calcula que sólo en un 10% de los casos de ASI se usa la violencia. Normalmente se recurre al engaño, ganar la confianza de las víctimas o aprovecharse de la confianza familiar.
Victimización Secundaria: este fenómeno hace referencia al sufrimiento por parte de la víctima de nuevas experiencias negativas tras el abuso sexual, relacionadas con las áreas jurídicas, sanitarias y sociales.
El apoyo parental-dar crédito al testimonio del menor y protegerlo-, especialmente de la madre, es un elemento clave para que las víctimas mantengan o recuperen su nivel de adaptación general después de la revelación. Probablemente la sensación de ser creídos es uno de los mejores mecanismos para predecir la evolución a la normalidad de los niños víctimas de abuso sexual.
La actuación por parte de la familia y el entorno del menor resulta fundamental en las secuelas emocionales que presente y su posterior recuperación psicológica.
ABUSO SEXUAL INFANTIL NUNCA MÁS
MIGUEL ADAME VÁZQUEZ
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