Londres (Reino Unido) (AICA): Google, Yahoo y otras compañías de la tecnología y la información recibieron un ultimátum del primer ministro británico David Cameron: tienen plazo hasta octubre para presentar un plan para bloquear en la red las búsquedas de contenidos relacionados con abusos sexuales contra niños. En caso contrario, se les aplicará una ley más rigurosa que las fuerce a hacerlo. Para Cameron se trata de un “imperativo moral”. En el país, según el Centro de Lucha contra la Explotación Infantil, 190.000 menores (1 de 58) sufrirán en algún momento, antes de los 18 años, un contacto sexual abusivo de parte de personas ajenas a su familia (cada año se conocen 10.000 nuevas víctimas), y la difusión en la web de pornografía infantil está instigando a potenciales o reales violadores.
Niños-pobres, Google, Yahoo y otras compañías de la tecnología y la información recibieron un ultimátum del primer ministro británico David Cameron: tienen plazo hasta octubre para presentar un plan concreto para bloquear en la red las búsquedas de contenidos relacionados con los abusos sexuales contra niños. En caso contrario, Downing Street aplicará directamente una ley más rigurosa que las fuerce a hacerlo.
Para Cameron se trata de un “imperativo moral”. En el país, según cifras del Centro de Lucha contra la Explotación Infantil (CEOP), 190.000 menores (1 de 58) sufrirán en algún momento, antes de los 18 años, un contacto sexual abusivo por parte de personas ajenas a su familia (cada año se conocen 10.000 nuevas víctimas), y la difusión en la web de pornografía infantil puede estar instigando a potenciales o reales violadores.
“No perdamos de vista –advierte un informe del CEOP– que cada imagen de abuso sexual contra un niño es una escena criminal, y que cada vez que se ve esa imagen, el niño vuelve a ser explotado. Además, los que acceden a esas imágenes tienen a menudo un interés sexual por los niños y lo expresan de modos cada vez más destructivos”.
A todos los hogares con acceso a Internet se les ofrecerá un filtro contra la pornografía, que irá incluido en las conexiones nuevas.
Al día de hoy, según datos manejados por esta entidad, circulan por la red unas 2.500.000 imágenes de abuso sexual infantil. Y la perversidad se fue “sofisticando”: un estudio efectuado con material recogido entre 2008 y 2010 detalla un aumento del 7,6 %.
Advertencias a los “curiosos”
El plan del ejecutivo británico tiene varios aspectos. Uno sería limitar el acceso de los niños a contenidos pornográficos. Antes de concluir 2013, se preguntará a 19 millones de hogares conectados a Internet si desean que se les active un filtro que evite el acceso de los chicos a sitios de esas características, y que advierta a los padres sobre los sitios que visitan sus hijos. A partir del año próximo, las nuevas conexiones llevarán el filtro, y quien no lo quiera tendrá que decirlo expresamente.
Otra medida es la orden a las compañías de Internet de que obstaculicen el acceso a pornografía infantil. “Pongan a trabajar sus brillantes cerebros en esto. Ustedes no están separados de la sociedad; son parte de ella y tienen que desempeñar un papel responsable en esto”, advirtió el primer ministro conservador. “Es tan sencillo como bloquear ese aberrante material en la red”, añadió.
Según el plan, se publicará una lista de páginas web donde se ha identificado contenidos vinculados al abuso de menores. Esos sitios ya han sido eliminados, de modo que los internautas que pretendan visitarlos encontrarán un aviso sobre las imágenes ilegales que contenían.
Mediante dicho aviso, el “curioso” podrá tomar nota de que si persiste en búsquedas de este tipo puede perder su trabajo, se pueden afectar sus nexos familiares, e incluso se le puede vetar el acceso a sus hijos. Como complemento, se le remitirá a la página “Stop it now!”, el programa nacional de prevención del abuso sexual infantil, que ofrece a los adictos ayuda profesional para cambiar su comportamiento.
La mayoría de los condenados por abusos de menores son aficionados a la pornografía infantil, según un estudio británico.
De un crimen perverso a otro peor
Puesto a dar la batalla en varios frentes, el Ejecutivo tomó nota de que existen vacíos legales acerca de la difusión de materiales sexuales fuertemente violentos, como el caso de la pornografía que ilustra violaciones. Dado que uno de los componentes de la formación del carácter es la imitación de modelos, no hay que tener mucha imaginación para enterarse de qué tendencias se exacerbarán en los espectadores habituales –y nada críticos– de estos contenidos.
Una nota del Wall Street Journal cita un estudio de la psicóloga Susan Fiske, de la Universidad de Princeton, quien en 2010 aplicó un escáner cerebral a un grupo de hombres mientras veían pornografía. Los resultados arrojaron que todos veían a las mujeres como objetos, más que como personas, ingrediente psicológico que no les falta jamás a quienes cometen agresiones sexuales contra ellas.
Igualmente, los individuos que se recrean con imágenes de abuso sexual infantil, muy poco trecho ven entre su perverso disfrute y la posibilidad de practicarlo personalmente. Si, ante la pornografía legal, la tendencia psicológica es la cosificación de otro ser humano, el resultado de acceder a materiales que muestran manifestaciones sexuales claramente condenadas por la sociedad, por involucrar a menores, provoca sin duda un mayor deterioro moral en el individuo y aumenta la posibilidad de que reproduzca el mismo crimen.
Según un informe elaborado por el CEOP en 2012, entre un 77 y un 87 % de los convictos por agresiones sexuales a niños habían empleado imágenes de abuso sexual infantil para incitarse a cometer el delito, para mostrarle al niño la “normalidad” de algo así, o para enseñarle cómo comportarse durante la violación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario