El abuso de menores en centros y organizaciones juveniles sucede, pero en menor medida que en los entornos familiares. Ésta es la tesis que se desprende de un estudio realizado por el profesor David Finkelhor y su equipo de la Universidad de New Hampshire, en Estados Unidos, y que lleva por título 'Tasa de abuso en organizaciones que ayudan a la juventud'. La muestra arroja una cifra preocupante. Del total de encuestados, 13.052, 12.947 dijeron haberlo sufrido; 105 tuvieron la suerte de no conocerlo.
Sus observaciones se han publicado en la revista Archivos de Medicina Pediátrica y Adolescente. En entrevista con EL MUNDO, Finkelhor advierte: "Es importante que se prioricen ambas posibilidades, tanto el abuso en los hogares como en organizaciones juveniles. Lo que sucede es que es más difícil que las personas se centren en el abuso que sucede en el hogar, así que es algo que hay que recordar continuamente".
Entrenadores, profesionales de las guarderías, profesores... El abanico de profesionales que tienen contacto diario o semanal con un niño es grande. Y sostiene Finkelhor que estudios como el suyo, donde se combinan tres encuestas nacionales (en Estados Unidos) de población por teléfono, "puede ser una fuente de desarrollo de información sobre la epidemiología del abuso" en organizaciones juveniles.
Para evitarles problemas a los niños, la encuesta que ha realizado Finkhelhor a 13.052 niños y jóvenes hasta los 17 años evita mencionar la palabra abuso. Por ejemplo, les preguntaban si "alguien con quien ha crecido ha tocado sus partes íntimas o hizo que te tocaras tú", y también si "otro niño ha hecho algo sexual contigo" e incluso si "alguien hirió tus sentimientos escribiendo o diciendo algo sexual sobre tu cuerpo". En total, la encuesta buscaba saber si estos niños y adolescentes habían sufrido "abuso físico, sexual, agresión verbal o abandono". Otro objetivo importante era comparar los abusos entre miembros de organizaciones juveniles con la familia o personas desconocidas.
De todos los niños preguntados, un 0,8% estuvo expuesto a algún tipo de maltrato durante toda su vida y un 0,4% el año anterior. En cambio, la tasa de abuso perpetrada por alguien de la familia de la víctima sube hasta 11,4% durante toda su vida y al 5,9% durante el pasado año, el mismo que se obtiene cuando se pregunta a los jóvenes por personas que no son de la familia ni de la organización a la que ellos pertenecen.
El 63,2% de de los abusos realizados por miembros de organizaciones fue verbal, y un 6,4% tomó forma de violencia sexual o asalto sexual. El abuso físico fue nombrado por un 34,6% de los niños que lo sufrieron y un 0,8% nombra la palabra negligencia.
"Nuestro análisis sugiere que el maltrato infantil y juvenil por parte de organizaciones dedicadas a su cuidado es un problema, pero no tanto como el maltrato en el seno familiar", apuntan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario