viernes, 9 de agosto de 2019

“Hay secretos”, la canción contra el abuso sexual infantil que ayuda a romper el silencio de niños y adultos


El año pasado el grupo musical infantil lanzó una canción que logró transmitir un tema del que todos querían hablar pero no tenían las herramientas para hacerlo. Ruth Hillar, la autora, logró poner un problema sobre la mesa y, sobre todo, introducirlo en las escuelas. Habló con Aire de Santa Fe y contó la historia de la canción.

Redacción Aire Digital
En 2018, el grupo musical infantil Canticuénticos lanzó su cuarto disco llamado “¿Por qué, por qué?”, dentro del cual está la canción “Hay secretos”, escrita por Ruth Hillar en 2017.
Según la autora, el tema fue realizado pensando en aquellos niños que sufren abusos. Está dirigida a “aquellas infancias que necesitaban una canción más urgente, que pueda ayudar, proteger, salvar y animar a contar secretos, abusos, maltratos“.
La canción se volvió aún más valiosa estos últimos días tras la condena al exboxeador “Tata” Baldomir por abusar de su propia hija, quien lo denunció y luego de la condena publicó una carta en su cuenta en la que pedía “no se callen”.
Ruth habló con Aire de Santa Fe y contó el proceso de creación de la canción infantil.
— ¿Cómo surgió la idea de hacer la canción?
— Estábamos filmando una canción de cuna, Noni Noni, para el nuestro tercer disco y buscábamos imágenes de un ambiente familiar cariñoso, en la que había alguien acunado y alguien que acunaba. Pero me di cuenta que esa era una parte de la infancia y que había otra que necesitaba una canción más urgente, que pueda ayudar, proteger, salvar y animar a contar sobre los secretos, abusos o maltratos. Caí en la cuenta de que era algo muy difícil de hacer, pero no pude dejar atrás esa idea.
— ¿Cómo te asesoraste para escribir esta canción?
— Un día me llegó un mensaje de una licenciada en Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) que me decía que sobre este tema no había recursos para trabajar con los chicos y chicas en las escuelas, es decir, libros, material audiovisual. Sentí que nos llamamos mutuamente. Entonces, empecé a trabajar con ella en esta canción. Me dio mucha información concreta, datos, la mirada profesional uno necesita para escribir sobre abusos infantiles porque no es un tema con el que se pueda improvisar.
— ¿Cómo hicieron el video?
— Quisimos poner al docente como el destinatario del secreto que el nene o la nena tiene que contar, porque muchas veces no es la mamá o la tía a quien se le revela, de eso se trata el video. El secreto muchas veces sale a la luz en escuelas con los maestros y maestras. Por eso nos parece indispensable que la Educación Sexual Integral (ESI) esté presente en las instituciones educativas. Los chicos deben entender que en las escuelas hay personas dispuestas a escuchar y ayudar, deben sentir la confianza de que los van a orientar. La canción además de video se hizo libro y muchos docentes ya están trabajando con la versión en papel en las aulas. Estamos felices y agradecidos de que lo que hicimos se haya puesto en boca de la sociedad y nos parece indispensable de que el material esté en manos de docentes comprometidos.
— ¿Qué devolución o repercusiones tuvieron por la canción?
— Nos invitaron al Congreso de Infancias sin Violencia en Buenos Aires y también participamos de varias reuniones con directivos. Además hicimos una gira por Cuyo. En todas las oportunidades nos dijeron que usan el video como prevención. Nos cuentan que los nenes y nenas muchas veces revelan casos de abuso en las escuelas y que esto le brinda muchos recursos para trabajar. En esa misma línea, entendemos que es el Estado el que debe garantizar programas de formación para los docentes y para que los papás y mamás entiendan que la ESI tiene que estar en las escuelas.
— En una parte, la canción dice “para lo que hay que contar, inventemos otro idioma”. ¿A qué te referís con eso?
— Lo principal para tratar los abusos con los niños es ser sensibles. Los adultos tenemos que poner frente a ellos los medios para que aparezcan los secretos. En el video, por ejemplo, está presente el dibujo, pero el idioma que se use depende de cada caso. Tenemos que aprender a ser flexibles, porque no hay una sola forma de contar y muchas veces el idioma de los niños y niñas es el berrinche, esconderse, no comunicarse. A los adultos nos toca ser intérpretes, traductores de lo que vemos y nos parece que no está bien o no es normal. Me parece importante ofrecerles confianza, que sientan que pueden contar con uno y que les creamos. Muchas veces es necesario que alguien les diga que a partir de ahora todo lo malo no va a pasar más, que se va a solucionar y es posible sanar.

Hay verdades que necesitan de una canción para darse a conocer

En el aire de la radio sonaba la canción “Hay secretos” y miles de oyentes de Aire de Santa Fe, al son de la vidala (género musical argentino) compuesta por Ruth, revelaron sus secretos. Durante la entrevista a la autora que llevó adelante Luis Mino, padres, docentes, abuelos, hombres y mujeres se comunicaron con la radio y contaron sus experiencias, sentimientos, recuerdos y/o dolores al escuchar la canción.
“Estábamos escuchando la radio con mi nena de seis años y empezó a cantar la canción porque en la escuela se la enseñaron. Me contó que la seño le dijo que hay que contarle todo a mamá”, expresó una oyente, mientras que una futura docente escribió: “Estoy estudiando para ser maestra jardinera y doy todos los temas de abuso sexual en niños. Muchas veces es fácil darse cuenta de lo que les pasa a los nenes pero hay otras en que no, y se necesitan técnicas de la psicología”.
Hay algunas personas que tomaron a la canción como una fuente de recuerdos o, tal vez, como la oportunidad de expresar aquello que callaron por miedo, por el rechazo o por el tiempo.
“A veces necesitamos que nos crean cuando contamos nuestro secreto”, “fui abusada por un vecino de niña y nunca lo dije por miedo”, “hace poco lo pude contar”, “me lo guardé porque me daba vergüenza contarlo”, “cuando lo decimos no nos creen y no piensan que esas cosas no se pueden inventar”, “me hubiese gustado tener esta gran ayuda”, son algunos de los testimonios que hombres y mujeres enviaron a la radio.

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