El abuso sexual se define como el contacto físico de connotación sexual entre un niño y un adulto (también puede ser menor de edad, pero existir diferencia considerable de edad), donde se busca la satisfacción sexual del adulto.
En general el abuso sexual infantil se da dentro del círculo familiar o cercano al niño, por lo cual hay un vínculo de confianza y muchas veces de cariño que el abusador utiliza en su beneficio para someter a la víctima.
Existen algunos indicadores físicos y del comportamiento que evidencian el posible abuso sexual infantil y el conocimiento de ellos puede hacer que padres, familiares, maestros, etc., sospechen e indaguen al respecto, para actuar en consecuencia.
¿Cómo abordar y tratar el abuso sexual infantil?
Al encontrarse frente a un caso de abuso sexual infantil, deben tomarse medidas que protejan y resguarden al niño desde lo físico y psicológico hasta lo emocional.
•Al escuchar una confesión de un niño que está siendo abusado, hay que creerle siempre, reaccionar calmadamente, para no asustarlo o perturbarlo más de lo que ya está y darle seguridad y confianza de que se le va a ayudar y proteger. El hecho de que el niño haya hablado es muy importante, ya que en general, les cuesta muchísimo animarse a hacerlo.
•Es inminente cortar con el ciclo de abuso de inmediato, para ello hay que tomar las medidas que sean necesarias siempre salvaguardando la integridad tanto física como psicológica del niño.
•Es importante dejarle claro al niño que no es responsable ni culpable del abuso, sino que es una víctima del mismo.
•Es necesario buscar apoyo y ayuda profesional, recurriendo a los servicios sociales que se encargan de este tipo de casos.
•Por más incomodo y difícil que resulte para el niño, se le debe someter a revisaciones médicas para tratar las posibles heridas o enfermedades de transmisión sexual que puedan haberse contagiado
Algunas creencias erróneas acerca del abuso sexual infantil
•No son tan frecuentes como se cree. Sin embargo, lo cierto es que suelen ocurrir con más frecuencia de la deseada.
•Es más común entre las clases sociales bajas que viven hacinadas.
•Los abusadores son enfermos mentales o con con algún tipo de perturbación mental que le hace ver la realidad con un grado importante de distorción. Sin embargo, lo cierto es que generalmente, suelen ser personas aparentemente normales que no manifiestan problema psicológico alguno.
•Muchas veces los niños fantasean y no necesariamente están diciendo la verdad, no obstante ello los expertos sostienen que cuando un niño habla de abuso no miente, por lo que siempre se debe dar crédito a su palabra.
•Si existiera abuso infantil alrededor, alguien lo sospecharía, pero por lo general se oculta muy bien y suele ser difícil descubrir este tipo de hechos.
•Si una madre descubre que un hijo suyo está siendo abusado, aunque sea por su padre, lo denuncia. Sin embargo, suele darse la situación que por miedo, sometimiento, etc., la mujer avala y apaña ese abuso son su silencio.
Cómo prevenir el abuso sexual infantil
Si bien es cierto que la mayoría de las veces el abuso infantil ocurre dentro del seno familiar, los padres y adultos que están cerca de los niños, pueden prevenirlo o al menos, tomar la mayor cantidad de medidas para minimizar las posibilidades de que suceda, hablando con ellos acerca de su sexualidad, dejando tabúes de lado y siguiendo las siguientes conductas:
•Enseñar e inculcar el respeto por el cuerpo. Mi cuerpo es mío y nadie lo puede tocar si yo no quiero.
•Enseñar cuáles son las partes íntimas y privadas del cuerpo que nadie, aunque sea un familiar directo, puede tocar sin consentimiento
•Enseñar a identificar los distintos tipos de caricias.
•Hablarle al niño acerca de que no debe aceptar caricias que no le gustan o lo hacen sentir incómodo, por más que sea un adulto el que las propina.
•Hablarles que el respeto a los adultos no implica incondicionalidad hacia ellos, es decir, tener que permitir que los acaricien o toquen y mucho menos que los hagan prometer que no van a contar nada.
•Impulsarlos a contar cualquier cosa que les suceda relacionada con su cuerpo. A no guardar secretos de ese tipo por miedo o vergüenza.
Conclusión
El abuso sexual deja una marca, una huella difícil de borrar en la psique del niño. No obstante ello, con tratamiento psicológico, apoyo, ayuda profesional, es posible que salga adelante, se recupere emocionalmente y pueda continuar con su vida sin grandes traumas. La intervención temprana y seria es la mejor manera de ayudarlo y salvarlo de una situación de este tipo.
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