Más de 2 mil 200 víctimas de abuso infantil, que van desde físico, sexual y emocional así como de negligencia, se han reportado cada año en promedio desde hace tres en El Paso.
Así lo revelan estadísticas oficiales de agencias que protegen el bienestar de los niños, las cuales indican que el número de casos, aunque no ha variado en ese periodo, constituyen una problemática en esta región fronteriza.
Y es que, además de que una fracción de ellos apenas si se reporta, el abuso infantil puede llevar a la muerte.
Apenas el miércoles murió una bebé de dos meses, llamada Jade, quien durante tres días fue hospitalizada en el Centro Médico Las Palmas con serias lesiones y con aparatos que la ayudaban a seguir viviendo.
Los pediatras determinaron que Jade sufría del síndrome del bebé estrujado, producido al zarandear a la infante, y de un traumatismo en la cabeza.
La madre de Jade, Diana Atima Goenaga de 17 años de edad, quien vive en Las Cruces, fue arrestada el lunes 8 de noviembre de un cargo por abuso infantil por causar la muerte o daño corporal considerable.
Casos como éste es solo un ejemplo de los cientos de casos de abuso infantil que se reportan cada año en esta frontera.
Informes del Departamento de la Familia y Servicios de Protección de Texas (DFPS, por sus siglas en inglés) revelan que en el año fiscal 2010-- que inició el 1 de septiembre del 2009 y concluyó el 31 de agosto del 2010- se registraron mil 278 investigaciones de abuso y negligencia infantil.
Del total de las investigaciones, que involucraron a 3 mil 549 niños, se confirmaron 2 mil 290 víctimas de abuso ya sea físico, sexual, emocional, médico, abandono, negligencia e irresponsabilidad por parte de los padres, agregan.
El mayor tipo de abuso fue la negligencia en la supervisión de los menores ( 75.5 por ciento), seguido del físico (18.21 por ciento), negligencia física (12.7 por ciento) y abuso sexual (5.24 por ciento).
De comprarlas con otros años, las estadísticas no muestran una variación considerable. Mientras que en el 2009 se registraron 2 mil 204 víctimas de maltrato infantil, en el 2008 sumaron 2 mil 304, indican los datos.
Aún así, el abuso en cualquiera de sus modalidades en contra de los niños es una problemática en esta frontera, consideró la directora del Centro de Abogacía para los Niños de El Paso, Susan Oliva.
“El maltrato infantil es un crimen que no es reportado en su totalidad, sobre todo, aquellos incidentes más graves, donde por ejemplo, se ve involucrado el abuso sexual”, manifestó. “Esto es muy preocupante”.
Incluso advirtió que, de cada caso que se reporta, 10 casos de abuso infantil nunca se registran.
Dijo que, tan solo en el centro, se registran 40 nuevos casos de menores en promedio de abuso, en su mayoría de tipo sexual.
Las víctimas, por lo general, son niños y niñas de entre seis y 12 años, aunque en ocasiones ese número cambia. En agosto, por ejemplo, 17 casos de abuso infantil fueron en contra de niños menores de cinco años, comentó Oliva.
Oliva manifestó que la gravedad del abuso infantil es que puede durar días, meses o hasta incluso años, antes de que se descubra o se reporte.
Dio como ejemplo que los casos donde se involucra la violación sexual. Éstos, por lo general, son perpetrados por los mismos familiares de la víctima, quien por miedo a que no le crean, no lo cuenta, explicó.
“Hemos tenido casos de adolescentes que durante toda su niñez fueron abusados sexualmente sin que nadie se diera cuenta”, manifestó.
Advirtió que, los niños fronterizos en contraste con las niñas, son los que menos reportan este tipo de abuso o de otro tipo, quizá por la cultura sobre la creencia de que los varones deben de ser “machitos”.
Esto y otros factores han llevado a que, a nivel nacional, una de cada cuatro niñas y uno de cada cuatro niños sufra algún tipo de maltrato antes de llegar a los 18 años de edad, dijo.
Sus consecuencias pueden ocasionar a la muerte.
El DFPS indica que el número de muertes de infantes por maltrato físico en esta frontera ha ido al alza entre los años fiscales 2004 y 2009, el último año registrado.
En el 2004 –que inició el 1 de septiembre del 2003 y concluyó el 31 de agosto del 2004—se registraron cuatro fallecimientos; en el 2005 fueron tres; en el 2006 se dispararon a seis; y en el 2007 bajaron a dos.
Sin embargo, en el 2008 volvieron a incrementar a seis y en el 2009 subieron a ocho, dicen.
Aunque existen campañas de concientización y educación, éstas no pueden prevenir el abuso infantil, consideró Oliva.
“Lo que pueden hacer es identificar el maltrato y reportarlo”, expresó.
Recomendó a los padres de familia o tutores a “escuchar” a sus hijos y a examinarlos físicamente.
Oliva, además, instó a los adultos a asegurarles a los menores, en caso de que les revelen que fueron abusados, de que los protegerán y los apoyarán.
Asimismo, recordó que existen clases para padres así como de manejo del enojo que ofrecen organizaciones civiles y agencias del gobierno.
Las estadísticas acerca del maltrato físico de los niños son alarmantes. Se estima que cientos de miles de niños han recibido abuso y maltrato a manos de sus padres o parientes. Miles mueren. Los que sobreviven el abuso, viven marcados por el trauma emocional, que perdura mucho después de que los moretones físicos hayan desaparecido. Las comunidades y las cortes de justicia reconocen que estas Aheridas emocionales ocultas@ pueden ser tratadas. El reconocer y dar tratamiento inmediato es importante para minimizar los efectos a largo plazo causados por el abuso o maltrato físico.
Los niños que han sido abusados pueden exhibir:
Una pobre auto-imagen
Reactuación del acto sexual
Incapacidad para depender de, confiar en, o amar a otros
Conducta agresiva, problemas de disciplina y, a veces, comportamiento ilegal
Coraje y rabia
Comportamiento auto-destructivo o auto-abusivo, pensamientos suicidas
Pasividad y comportamiento retraído
Miedo de establecer relaciones nuevas o de comenzar actividades nuevas
Ansiedad y miedos
Problemas en la escuela o fracaso escolar
Sentimientos de tristeza u otros síntomas de depresión
Visiones de experiencias ya vividas y pesadillas
Abuso de drogas o de alcohol
A menudo el daño emocional severo a los niños maltratados no se refleja hasta la adolescencia, o aún más tarde, cuando muchos de estos niños maltratados se convierten en padres abusivos y comienzan a maltratar a sus propios hijos. Un adulto que fue abusado de niño tiene mucha dificultad para establecer relaciones personales íntimas. Estas víctimas, tanto hombres como mujeres, pueden tener problemas para establecer relaciones cercanas, para establecer intimidad y confiar en otros al llegar a adultos. Están expuestos a un riesgo mayor de ansiedad, depresión, abuso de substancias, enfermedades médicas y problemas en la escuela o en el trabajo. Sin el tratamiento adecuado el daño puede perdurar de por vida.
La identificación y el tratamiento a tiempo son importantes para minimizar las consecuencias del abuso a largo plazo. Los psiquiatras de niños y adolescentes proveen evaluación comprensiva y cuidado para los niños que han sido abusados. Pueden ayudar a la familia a aprender nuevas formas de darse apoyo y de comunicarse los unos con los otros. Mediante el tratamiento, el niño maltratado comienza a recuperar su sentido de confianza en sí mismo y en otros.
Las palizas no son el único tipo de maltrato infantil. Muchos niños son víctimas de abandono, de abuso sexual o de abuso emocional. En todos los tipos de abuso infantil, el niño y la familia pueden beneficiarse de una evaluación comprensiva y del cuidado de un psiquiatra de niños y adolescentes.
La AACAP (American Academy of Child and Adolescent Psychiatry.
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