"Hay personas que ni siquiera recuerdan los daños sufridos, pero el trauma, desde el subconsciente, se manifiesta en su modo de vida" - eso, más o menos me ocurrió a mi.
Siempre mantuve un recuerdo, pero desconectado de los sentimientos, de tal forma que era como si no recordara (de hecho, a nivel emocional NO recordaba, solo sufría). Por mi recuerdo de los tamaños del cuerpo, etc., debía de ser muy pequeño cuando comenzó (4 años?). Y lo recuerdo violento, porque me resistía pero era muy pequeño y era imposible, la sensación de impotencia y abandono y soledad se me clavó en el alma y en el cuerpo.
Siempre mantuve un recuerdo, pero desconectado de los sentimientos, de tal forma que era como si no recordara (de hecho, a nivel emocional NO recordaba, solo sufría). Por mi recuerdo de los tamaños del cuerpo, etc., debía de ser muy pequeño cuando comenzó (4 años?). Y lo recuerdo violento, porque me resistía pero era muy pequeño y era imposible, la sensación de impotencia y abandono y soledad se me clavó en el alma y en el cuerpo.
En la adolescencia me puse bastante enfermo (mental/emocional/afectivamente) y buscaba la causa y no la encontraba por más que lo intentaba, acabando en una seria depresión que casi me tiro por la ventana. Alguna vez comenté mi recuerdo a alguien, pero como anécdota, normalmente con la coletilla "pero no me pasa nada, soy normal", y no me hacían realmente caso, decían, "a, vale." Hasta dónde llega lo absurdo que me compadecía de víctimas de abuso que veía en noticias ¡¡¡y me preguntaba cómo debía de ser eso!!! Comencé a ver un psicólogo hará unos cinco años, se lo conté e imagino que sí vio qué pasaba, pero no lo trató, lo dejó estar (increíble, no?) - y seguí con mi visión de "no me ha pasado nada, soy normal, solo tengo algo de depresión".
Hace solo unos meses que alquien tuvo la genial idea de replicarme, "perdona, pero no es posible que hayas vivido eso y 'no te haya pasado nada'" - y de repente vi mi vida entera y entendí que lo que ocultaba (el sentimiento de ser una vergüenza, un monstruo, culpable, etc.) no era ese yo del que me avergüenzo y siento culpa: era el abuso y todas sus consecuencias, desde muy muy pequeño. Fue una experiencia extraña: como si fueran los primeros ojos que me vieran en medio siglo de vida, como si alguien abriese la puerta de la celda donde estaba encerrado desde siempre.
Ahora tengo 49, o sea, me di cuenta con 48. Si no hubiese mantenido tan claro el recuerdo o no me llegase a decir eso esa persona, quién sabe, a lo mejor ni me hubiese enterado nunca.
Creo que hay muchísima gente con ese lastre y ni lo saben. Solo sufren, son percibidos como raros en muchas cosas, se ven a sí mism@s como rar@s, y no saben que son víctimas de un crimen atroz. Lo peor es que si no recuerdan, es fácil que insistan interiormente en que ellos son así, que tienen la culpa de algo.
Además es veneno en el alma e imagino que habrán casos en que ese veneno sale por la peor vía: abusando a otros (la persona que me abusó, sospecho, casi seguro, fue también abusado...). En el silencio y la oscuridad se siente el diablo a sus anchas. Y nadie mira.
Nadie escucha.
COMENTARIO DE UN LECTOR.
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