Lo primero que hay que hacer y lo más importante para sanar es afrontar que hemos sido niños/as abusados en nuestra infancia. Es decir afrontar la realidad por mucho que esto duela. En nuestro interior lo hemos negado durante toda nuestra vida. Lo hemos querido enterrar y pensar que sólo fue una pesadilla horrible, pero sabemos que eso no es así, por lo tanto no podemos seguir negando la realidad. Es posible que al hablar del abuso te hayan llamado loca y mentirosa, pero tu sabes muy bien que es lo que hay. Que no eres una mentirosa ni estas loca y que por desgracia es lo que nos ha tocado vivir. Por eso confía siempre en ti y continua adelante mirando cara a cara lo que ocurrió.
Es posible que algún miembro de la familia si es que se puede llamar familia, diga la verdad y te ayude, poro esto es muy difícil que ocurra porque eso sería admitir su propia culpabilidad como abusador o como cómplice del silencio.
Quizás te vas a encontrar muy sola cuando decidas afrontar la realidad, como me ha ocurrido a mi, a tu lado van a quedar las personas a las que realmente les importas y te quieren, las demás se alejaran y pasaran del tema, pero intenta que te importe lo menos posible porque en esta historia lo más importante eres tú y tu sanación.
Yo tenía escenas muy claras y vivas en mi memoria. Lo que acabó de confirmármelo fue cundo por fin hable y puede ver la cara de mi madre mirando hacia otro lado, desviando el tema, haciéndose la loca, justificando de alguna forma. Después la cara de la otra que tampoco cuido de mi porque no tenía porque hacerlo según ella, aunque me lleve bastante años de edad, me dolió mucho cuando intento confundir mis recuerdos para que pensara que no había ocurrido. Por eso fui al lugar donde ocurrió parte de esa historia para comprobar por mi misma que mis recuerdos eran tal y como los tenía en mi cabeza y efectivamente pude comprobarlo por mi misma. Esto acabó de confirmar el tipo de gente que tuve a mi lado cuando era una niña y me acabo de decidir a alejarme para siempre de ellos.
Piensa que tuviste que negar esa terrible realidad cuando eras una niña para poder seguir viviendo, quizás aprendiste a insensibilizarte y a disociar la experiencia dolorosa que no podías entender, en una palabra a negar la realidad para poder sobrevivir. Por desgracias muchas de nosotras nos disponemos de pruebas ni de familiares que apoyen y confirmen lo que sucedió muy al contrario y de la forma más injusta y terrible muchos de estos familiares cuando se destapa el abuso se alejan de la superviviente y no quieren saber nada del tema y en el peor de los casos continúan como si no hubiera pasado nada frecuentando y hablando con los agresores y cómplices como han hecho siempre.
Por lo tanto hay que sacar fuerzas a pesar de todo lo que ocurre y enfrentar nuestra experiencia con el abuso.
¿POR QUÉ LA SUPERVIVIENTE NIEGA LOS RECUERDOS?
Mi propia experiencia me dice que negamos los recuerdos porque admitirlos como ciertos es una aniquilación. Recuerdo durante mi adolescencia que cuando venía el abuso a mi mente quería y deseaba pensar que todo había sido un mal sueño, porque necesitaba tener una familia y cariño y si admitía eso era admitir que no tenía nada. Me ha costado muchos tiempo admitirlo. Ahora llevo dos años en terapia y aún hay momentos en que quiero pensar que tengo padres y hermanos, luego acepto la realidad y sigo adelante. No, yo no tuve padres que me cuidaran como se tiene que cuidar a una niña pequeña, siempre estaban pendientes de sus asuntos, de lo que a ellos más les importaba, ellos mismos. Su lema siempre fue el egoísmo primero ellos, después ellos y siempre ellos. Hermanos tampoco tuve, no son hermanos los que te dañan y te destruyen, por lo tanto la conclusión lógica es que lo que tuve no era una familia, esto duele, duele demasiado. Siempre me fijaba en las demás niñas y en el trato que les daban sus padres y hermanos, pensaba que había diferencia entre lo que ocurría conmigo y lo que ocurría con ellas, pero no lo pude razonar hasta que no me hice mayor, aceptarlo aún ha sido más difícil, pero es lo que hay señores, duele mucho, pero esta es mi vida ¿cuál es la tuya?. Es bueno admitirlo.
Te aseguro que no estás loca, pero si puedes tener mucho miedo a mirar esa realidad que si es una locura terribe, imperdonable y absurda.
La negación es un mecanismo de protección ante el trauma y te permite seguir respirando, seguir asistiendo a tu trabajo, levantarte cada día, preparar la comida, cuidar de tus hijos etc…
En definitiva te permite seguir viviendo.
Es posible que te venga un recuerdo y que lo niegues porque no quieres que sea verdad, porque es terrible que alguien que lleva tu propia sangre y que debió protegerte, cuidarte y quererte más que a su propia vida te haya destruido de esa forma tan absurda.
Aceptar los recuerdos duele demasiado y por eso nuestro cerebro puede crearnos dudas, pero la realidad siempre seguirá estando hay.
Lo mejor es confiar en nosotras mismas y en nuestras propias percepciones, nuestro cuerpo recuerda muchas cosas, nunca olvides eso.
Cuando compruebes como yo he hecho que tus recuerdos eran ciertos pensaras y te harás esta pregunta:
-¿Por qué no ha podido ser sólo una pesadilla, un mal sueño?
Y cuando te enfrentes a tu realidad sentirás un dolor terrible en el alma, porque ya no la podrás negar más.
MIRA TU VIDA ACTUAL PARA CONFIRMAR EL ABUSO:
Para saber más acerca de lo que ocurrió y del abuso empieza mirando tu vida actual. Lo que sientes, tus reacciones, tu forma de relacionarte con los demás esto te dará las pistas sobre lo que ocurrió, a medias que enfrentas el trauma y reconoces tus reacciones y sentimientos puedes ir cambiando esos comportamientos que tienes y que son productos del trauma causado por el abuso.
Puedes tener los síntomas del abuso:
Sentimientos suicidas, huida, una enorme tolerancia al dolor, evasión mental, incapacidad para triunfar, negación, permanente aislamiento.
Puedes reconocer todos estos síntomas o algunos de ellos en ti. Por ejemplo yo he pensado a veces en el suicidio, afortunadamente esto lo tengo superado, pero si es cierto que sigo huyendo y evadiendome a veces, que no siento deseos de triunfar o más bien si siento que puede suceder me alejo para que no ocurra, también lo voy superando, y sobre todo el aislamiento, ese ha sido siempre el que me a acompañado a lo largo de toda mi vida. Me suelo aislar y me refugio dentro de mi misma.
Siempre me he ocultado huyendo de algo y a veces he llegado a soñar cosas que parecen no tener sentido relacionado con esto. Por ejemplo recuerdo una de mis pesadillas en que había una tumba en el suelo, habían matado a una persona, había algo o alguien al lado de esa tumba y ese algo o alguien era quien la había matado por hablar. Sobre la tumba se alzaba un gran árbol con la copa muy frondosa y allí entre las hojas estaba yo ocultándome para que no me viera y de pronto escuche algo en mi oído, algo horrible “YA TE ENCOTRÉ” en esos momentos me desperté muy asustada ¿Miedo a qué me encuentre? ¿quién o que ha de encontrarme?. Aún no puedo colocar esta pieza, espero que en la próxima visita a mi terapeuta ella me pueda aclarar lo que significa este sueño.
Llegar a creer que ocurrió ocurre poco a poco, es como ir despertando.
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