CHILE
A Chile le duele la magnitud que alcanza el abuso sexual, una de las más crueles manifestaciones de la violencia contra la infancia.
En 2010, el gubernamental Servicio Nacional de Menores (Sename) atendió a 10.039 niños, niñas y adolescentes sobrevivientes de abuso sexual y a otros 1.729 de violación. Alrededor de 80 por ciento de los menores de 18 años que han sido víctimas de un delito sexual en el país son del sexo femenino, pero se estima que por cada denuncia, hay otras seis que no se hacen.
Durante el último tiempo, el tema ha estado muy presente en el debate público, tras las denuncias contra religiosos católicos. El caso más emblemático es el del sacerdote Fernando Karadima, declarado culpable de abuso de un número indeterminado de menores por la Congregación para la doctrina de la fe del Vaticano y condenado a "una vida de oración y penitencia" en reparación a las víctimas, mientras continúa el proceso en la justicia civil.
"La realidad tirana de Chile / es saber que uno es parte de una estadística terrible / que fuimos menores confiscados / y que hoy / no tenemos extremidades ni para soñar / postrados en un trozo de subsuelo / universalizados en un aprendizaje acre y brutal".
Internándose en los aspectos psicológicos y sociales del abuso, recuerda que, según las estadísticas del Centro de Atención a Víctimas de Agresión Sexual de la Policía de Investigaciones y del Servicio Médico Legal, cerca del 80 por ciento de las agresiones son producidas por un familiar o persona conocida. Así, explora el dolor, la soledad y la aceptación de la víctima: "Tantos Dioses / y yo lloraba". El poemario remite a recordados casos chilenos, como el ocurrido en el norte del país, en la localidad de Alto Hospicio, donde fueron asesinadas 14 adolescentes entre 1998 y 2001.
Estos feminicidios son considerados, por organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, como muestra de una triple discriminación: primero por ser mujeres, segundo jóvenes y, por último, de escasos recursos.
ESPAÑA
Navegar por la red sin ningún tipo de control sobre la privacidad puede derivar en casos de abuso y explotación sexual. El desarrollo de Internet y las redes sociales ha facilitado el intercambio de material digital desde cualquier parte del mundo y, por consiguiente, las imágenes de abuso sexual de niños, niñas y adolescentes han aumentado considerablemente. Tan sólo en España, en los últimos 5 años han sido arrestadas más de 1.200 personas relacionadas con estos delitos, 237 durante el 2010, según datos de la Policía.
“Estos datos son sólo la punta del iceberg, dada la dificultad para detectar este tipo de prácticas, aunque cada vez se cuenta con más recursos humanos y técnicos para perseguir estos delitos por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”, explica Yolanda Román, responsable de Incidencia Política de Save the Children.
Existen distintos tipos de abuso sexual infantil en Internet, pero tanto Policía como Guardia Civil coinciden en resaltar una práctica reciente y que se está instaurando como habitual entre los adolescentes, lo que se conoce como “sexting” – grabaciones o fotografías de prácticas sexuales que se comparten entre amigos-. Una vez que los materiales se difunden se pierde el control sobre ellas, pudiendo ocasionar daños irreparables tanto en su vida social y/o posteriormente laboral. Este tipo de prácticas no suele ser denunciada por los adolescentes y por tanto no sale a la luz, por lo que es necesario alertar a los jóvenes sobre los riesgos que supone.
Para concienciar a los niños, niñas y adolescentes de que hagan un buen uso de la red y evitar riesgos, Save the Children, en colaboración con la agencia Visual Noise, ha lanzado la segunda edición de su campaña “De aquí no pasas”, una iniciativa que proporciona herramientas para que aprendan a proteger su privacidad en Internet y evitar así que nadie pueda colarse en sus vidas sin su permiso. Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y de la Obra Social Caja Madrid.
“En general el control paterno se centra más en el tiempo que pasan en Internet los adolescentes que en el contenido, ya que hay un desencuentro generacional en torno al manejo de las nuevas tecnologías” añade Román. “Es importante que los adolescentes conozcan los riesgos y las herramientas para protegerse en Internet”.
El mundo de ‘Tuentilvania’
Como en el mundo de los vampiros, en Internet nadie puede tener acceso a la privacidad sin que se le de permiso. Es la idea que quiere transmitir Save the Children en la web de la campaña www.deaquinopasas.org a través de un video interactivo que coloca al usuario ante los dilemas diarios de las redes sociales permitiéndoles elegir el final de una aventura de vampiros adolescente.
En la web además se proporciona toda la información detallada sobre la configuración de privacidad de las principales redes sociales para personalizarlas de un modo fácil y seguro. El microsite incluye las políticas de privacidad sobre Facebook, Twitter, Tuenti, Flickr, Youtube y MySpace, entre otras.
“No se trata de criminalizar las redes sociales, ni señalar que son malas. Las redes sociales pueden ser muy útiles y divertidas pero hay que usarlas con cabeza. Por eso, la página contiene una serie de indicaciones sobre la privacidad de las redes sociales y las buenas prácticas en la red”, explica Daniel González, Responsable de Internet y Social Media de Save the Children.
La edición de “De aquí no pasas” de 2010 ha logrado 80.000 reproducciones en Youtube, 16.000 visitas a la web y además ha sido galardonada con el Premio Proteus de Ética.
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