miércoles, 24 de abril de 2013

¿Qué pueden hacer los adultos para evitar que los niños y niñas sufran abusos?


Ahora se sabe mucho mas acerca de los pedófilos. Sabemos que no los podemos reconocer nada más verlos y que no actúan de forma impulsiva ante una necesidad urgente de sexo. 

Planifican, estudian y tratan a los niños y niñas y a sus familias tanto como sea necesario para que todos confíen en ellos y se haga así más difícil que el niño hable tras el abuso. Esto ocurre también en los casos de abuso intrafamiliar. Muy pocos pedófilos abusan solo de un niño. Un estudio de EEUU planteó el caso de un pedófilo que abusó de cientos de niños y niñas.

Los pedófilos necesitan expresar su poder sobre otros y por eso usan a los niños y niñas. Éstos constituyen el grupo de la población menos poderoso.


¿Cómo eligen los agresores a los niños y niñas?

Dado que los agresores buscan a niños y niñas sobre los cuáles sea fácil ejercer el poder, aquellos buscan (por ejemplo):
• Familias con necesidades emocionales o económicas;
• Niños y niñas que creen que son “malos”, o aquellos que no son valorados por la sociedad;
• Niños y niñas con una autoestima baja o que necesitan amor y atención;
• Niños y niñas que se sienten aislados de sus amigos y su familia, o que han sido rechazados por sus familias o comunidades;
• Niños y niñas para quienes es difícil decirle a nadie lo que está pasando, o a los que difícilmente se va a creer (se les considera “mentirosos” o “niños y niñas problemáticos”);
• Niños y niñas que físicamente no pueden defenderse;
• Niños y niñas que creen ser invulnerables (los agresores los consideran “un reto especial”);
• Niños y niñas que ya han sufrido abusos.

La mayor parte de los programas de prevención se dirigen a niños y niñas cuando en realidad deberían ser el ultimo grupo a quien dirigirse.

Los niños y niñas viven en un microsistema (familia, colegio, amigos) en el que existen una serie de sistemas superiores que culminan en el macrosistema de las creencias sociales y culturales. Este macrosistema ofrece una racionalización de las desigualdades en cuánto al poder4. Lasociedad cree que existen unos niños y niñas que no merecen el mismo esfuerzo y la misma inversión económica que otros. Estamos hablando de niños y niñas con dificultades de aprendizaje, adolescentes conflictivos...

Todos los niños y niñas marginados están en un riesgo mayor, en parte porque están fuera de nuestra vista; están “escondidos” en instituciones, en prisiones juveniles, o en hospitales. En estos casos, hay poca gente que pueda ver lo que está pasando. Los agresores buscan niños y niñas también en estos lugares porque es fácil operar sin ser descubierto.

Los niños y niñas discapacitados tienden a vivir en instituciones y por tanto son un blanco perfecto para los pedófilos. Incluso los niños y niñas discapacitados que viven con sus familias tienen necesidades económicas, son rechazados por la comunidad y plantean muchas necesidades diferentes.


¿Qué es lo que dificulta la detección de los pedófilos?

• Se esfuerzan mucho en ayudar y en ser estimados.
• Pueden tener autoridad moral o una posición de poder.
• La protección a la infancia es un punto “fuera de agenda”.
• Son protegidos por el resto de la familia, por ejemplo por su pareja.
• Es fácil encontrar en las instituciones lugares para cometer los abusos.
• Hay gente que está deseando librarse de los niños y niñas por un rato, y agradecen mucho la “ayuda” de otra persona.
• Sus colegas pueden temer perder su empleo si hablan.

Dentro de las familias, los agresores dirigen sus conductas a niños y niñas que son rechazados por otras personas.

Es un mito que:

a) Los pedófilos no abusen de los niños y niñas “feos”. Precisamente estos niños y niñas son vulnerables porque su autoestima suele ser baja.
b) Es más difícil que los niños y niñas sufran abusos por parte de miembros de su familia extensa.
Cualquier niño que se sienta rechazado por su familia está en un riesgo mayor (por ejemplo los niños y niñas de la calle, muchos de los cuáles se refugian de su situación, en el abuso).
Para los niños y niñas que pertenecen a grupos marginales, como las minorías étnicas, es mucho más difícil revelar el episodio de abuso.

La mayor parte de los niños y niñas con dificultades de comunicación no tienen vocabulario para designar sus partes íntimas, ni los episodios de abuso.


“No creo que los programas de prevención que sólo se dirigen a niños y niñas puedan reducir la prevalencia del abuso de forma considerable. Quizá puedan fortalecer a algunos niños y niñas, pero siempre habrá niños y niñas que no puedan decir nada. Los agresores buscan a esos niños y niñas. Me temo que cuanto más sabe la sociedad acerca del abuso, más listo se vuelve el agresor. Cuando se detiene a los agresores en Europa, organizan viajes a Tailandia”.
Marit Hoem Kvam

SAVE THE CHILDEN EUROPA



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