viernes, 7 de junio de 2019

Inicia segunda etapa de la campaña “Todos Somos Responsables”





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Está mañana, inició la segunda etapa de la campaña de concienciación sobre el abuso sexual a niñas, niños y adolescentes, #TodosSomosResponsables, bajo el lema “El entorno familiar nos siempre es el más seguro”.


La ministra de la niñez y la adolescencia, Teresa Martínez, explicó que con la campaña buscan desnaturalizar el abuso sexual hacia niñas, niños y adolescentes, que no se vea al mismo como algo tolerable. De acuerdo a los datos manejados por la institución la mayoría de los casos de abuso sexual en el país ocurren en el entorno familiar.

Indicó que el 80 % de los casos denunciados se producen en el entorno más cercano a los niños. “No estamos de ninguna manera pretendiendo satanizar a la familia, pero no podemos desconocer la realidad que se nos expone a la vista en casos muy concretos. Los casos denunciados existen, están allí, hay personas condenadas por estos hechos y que son del entorno familiar de los niños, así que no nos podemos quedar callados”, aseveró.

Agregó que está iniciativa exhorta a las personas a que se sumen, involucren y denuncien los casos al 911 y 147 Fono Ayuda, que se animen a romper el silencio.

Ministra de la niñez y la adolescencia, Teresa Martínez. Foto: Gentileza. Ministra de la niñez y la adolescencia, Teresa Martínez. Foto: Gentileza.
“Queremos que nos involucremos todos ante la más mínima sospecha, de que una niña, un niño o un adolescente está siendo víctimas de este tipo de abuso, o cualquier otra forma de violencia. Que no nos quedemos mirando, que no nos quedemos callados, como una sociedad inerte, nosotros necesitamos que nos comprometamos todos, para salvar a nuestros niños, niñas y adolescentes de estas situaciones”, puntualizó.

Ministra de la niñez y la adolescencia, Teresa Martínez. Foto: Gentileza.
Testimonio
Durante el lanzamiento, se proyectó el testimonio de una sobreviviente de abuso sexual infantil, con el fin de despertar la conciencia de la población acerca de la huella imborrable que deja en las personas para el resto de sus vidas.

“Las consecuencias son atroces para el desarrollo de las víctimas de este tipo de abuso, representan un corte en el proceso de desarrollo con el consecuente cambio drástico del proyecto de vida”, refirió la Ministra.

Recordó que la responsabilidad es absoluta de los adultos y en la necesidad de combatir la cultura de la culpabilización de las víctimas desde el mismo entorno de la familia. “Esto se tiene que frenar, de lo contrario ya tenemos un ser humano con un daño que le impedirá desarrollar una vida plena, porque se queda con un vacío y un dolor interior muy grande que muchas veces es difícil de olvidar o superar”, concluyó.

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