El martes 6 de agosto el Chelsea publicó un comunicado en el que reconoce abuso sexual y racial infantil durante los años setenta. El club comienza «agradeciendo a supervivientes y testigos que se presentaron para ayudar a las investigaciones», además de disculparse por las experiencias pasadas.
El principal culpable de dichos abusos en la cantera fue Eddie Heath, exjefe de ojeadores y fallecido en los ochenta. El club le define como «abusador de niños peligroso y prolífico, con una conducta más que reprobable».
El equipo londinense se ha posicionado en favor de las víctimas por lo que van a «apoyar plenamente a los afectados y llevar a cabo una investigación exhaustiva de lo ocurrido para garantizar que un abuso aborrecible como este nunca vuelva a pasar. El equipo de revisión externo, dirigido por Charles Geekie, abogado especializado en protección infantil, ha realizado más de cien entrevistas con testigos y revisado miles de páginas de pruebas».
En 2014 ya empezaron a realizar compensaciones económicas a los afectados, pero el acuerdo ente club y víctima incluía una cláusula de confidencialidad, algo que el Chelsea lamenta y que «no debería haber incluído» debudo a la «falta de asesoramiento».
El informe que ha realizado Charles Geekie consta de 252 páginas, en el que, varias víctimas describen los abusos a los que fueron sometidos. Dicha revisión ha llevado al club a tomar «medidas para protefer a los menores a través de protocolos de protección y revisiones periódicas», unas medidas que están dispuestos a «compartir a todo el mundo del fútbol».
También pone cifras al problema: «Los datos policiales indicaron que en marzo de 2018, 340 clubes habrían resultado afectados, 300 presuntos autores han sido identificados y se han recibido más de 2.800 referencias e informes. Tráficamente, el número de víctimas fue de casi 850».
Todas las víctimas de abuso sexual infantil pueden reclamar una indemnización escribiendo al club. Su reclamación que será evaluada y gestionada.
Casos de racismo
Aparte, el Chelsea también hace referencia a episodios de racismo dentro de la cantera durante los años ochenta y noventa. En esta ocasión personal del club «sometió a los jugadores jóvenes a acoso y comportamiento racialmente abusivo». Ante esto también se han disculpado con estos jugadores que han sufrido este comportamiento.
Conluyen afirmando que continuarán haciendo todo lo posible para asegurarse de que los niños, niñas, hombres y mujeres que juegan para este club no tengan «que soportar las terribles experiencias que sufrieron esos jóvenes».
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