martes, 25 de enero de 2011

A LOS HONORABLES MINISTROS DE LA PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN:

LA DECLARACION DE MI MENOR HIJO VICTIMA DE VIOLACION, ES CLARA Y PREPONDERANTE, Y HA SIDO RESUELTA EN CONGRUENCIA POR LAS DIVERSAS INSTANCIAS QUE HAN REVISADO EL EXPIDIENTE

Mi nombre es Leticia Valdés Martell: soy madre y representante legal de mi menor hijo, quien fue víctima de violación dentro del Instituto San Felipe en la ciudad de Oaxaca. A cuatro años de una constante lucha por conseguir justicia, mi petición en este momento como madre y ciudadana mexicana, a los señores Ministros integrantes de la Primera Sala de la SCJN, es que en el expediente de mi hijo, mismo que ya se ha resuelto en congruencia por Ministerios Públicos, Jueces, Magistrados, por la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y por los propios Ministros de la Primera Sala de la SCJN, habiendo concluido cada una de las instancias antes mencionadas, que quedó demostrada la responsabilidad penal de Magdalena García Soto, en el delito de violación equiparada en contra de mi menor hijo, mismo que en sus declaraciones es contundente en señalar cómo su maestra Malena lo subía jalándolo del brazo por las escaleras a la hora del recreo, que él lloraba, que tenía mucho miedo y se sentía muy triste, por que lo dejaba con su maestro de computación Salvador y otro que no era maestro el señor Hugo, que en ese lugar había un brincolín con pelotitas de colores, camitas de colores, que ahí le amarraban sus manitas y señala sus muñecas que le tapaban su boca amarrándolo con un trapo, que le gritaban muy fuerte en sus oídos groserías que no las mencionaré por que son muy obscenas, que le bajaban su pantalón, su calzón, lo que sigue es muy doloroso , consta en el expediente y en su declaración es la forma en que lo atacaban sexualmente, por lo tanto es más que imposible que esta mujer, quien tenía la tutela de mi menor no supiera para que lo llevaba y para que lo entregaba, me pregunto ¿acaso no veía el terror en el semblante de mi hijo? ¿acaso no veía en su carita lo mucho que lloraba? Por Dios santo, mi bebé tenía cuatro añitos, cómo pudieron hacerle esto. Pido como madre, como mexicana y a cuatro años de venir demostrando la verdad de lo que desgraciadamente le hicieron a mi hijo dentro del Instituto San Felipe en la ciudad de Oaxaca, con la evidente complicidad de la maestra Magdalena Rufina García Soto, los autores materiales de la violación de mi menor , de nombres, Hugo Gabriel Constantino García copropietario de este instituto y esposo de la dueña y directora general del mencionado instituto, Arcelia Yolanda León Ramírez, y Adán Salvador Pérez Ramírez, maestro de computación, quienes a cuatro años de giradas las órdenes de aprehensión y siendo vistos en esta ciudad, ninguna corporación policiaca ha podido capturarlos, a cuatro años de un desgaste moral, físico, económico y del alma, con el sensible fallecimiento de mi amado padre, quien era el padre de mi hijo en toda la extensión de su gran capacidad de guiarlo , amarlo, educarlo y protegerlo, hasta su último aliento, ya que yo soy madre y padre, y concientes de que a mi señor padre lo mató la impunidad, la impotencia derivada de la dilación, obstrucción y frialdad de algunas instituciones de procuración de justicia mexicana. Actualmente mi madre delicada de salud sufre, la familia sufre, esto es muy duro, los niños violentados y sus familias lo que menos deben es seguir siendo re victimizados. Por todo esto pedimos a los muy honorables ministros integrantes de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, congruencia en su resolución, congruencia en la preponderancia de la declaración de mi menor, congruencia en el interés superior del menor, congruencia ante los lineamientos que la Primera Sala virtió en la anterior resolución donde tratándose de menores víctimas del delito deberán ser suplidas las deficiencias de la queja. Suplico, que no se siga fortaleciendo a las redes de pederastas y pedófilos que desgraciadamente han encontrado en México un paraíso para la comisión de estos delitos aberrantes en perjuicio de nuestros niños y niñas, a quienes dejan marcados con un daño de lesa humanidad, y que saben que contratando cuerpos jurídicos influyentes y muy costosos, y re victimizando a las víctimas con toda clase de infundios y bajezas que les funcionan como cortinas de humo, logran evadir la justicia, evitando la aplicación de las leyes. Siendo por desgracia los terriblemente perjudicados nuestros hijos, quienes cada día se encuentran más vulnerables y al asecho de estos depredadores de niñas y niños a los que no les permiten crecer sanamente, ser felices, ser respetados en su integridad física y psicosexual, ser niños!

Pido muy atentamente, una resolución en apego a derecho, y suplico que las voces de nuestras niñas y niños sean escuchadas. Respetuosamente: Leticia Valdés Martell y familia.

Apoyan esta solicitud: Lydia Cacho, Centro Regional de Derechos Humanos Bartolomé Carrasco Briseño, A.C., Comisión Diocesana de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, Católicas por el derecho a decidir, A.C., Frente Nacional contra la Represión, Fundación de la mano con la justicia, A.C., Consorcio para el diálogo parlamentario y la equidad Oaxaca, A.C., Diversidades y no discriminación, A.C., Red de sobrevivientes de abuso sexual clerical (SNAP México), Iniciativa Ciudadana Oaxaca (ICO), Red Internacional de Organizaciones contra la Explotación Sexual Comercial Infantil (ECPAT), Comisión Civil Internacional por la Observación de los Derechos Humanos (CCIODH).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy una mujer española que trabajo con personas adultas que han sido abusadas en su infancia y sufren grandes traumas. Al día de hoy me sigo espantando de la multitud de casos sin atender, y del poco conocimiento que hay de las repercusiones existentes en las victimas. Las autoridades deberían darle toda la importancia que este tipo de delito tiene y castigar duramente a los violadores de los derechos que cada individuo tiene.