jueves, 11 de julio de 2013

Claro que se puede y no estás solo!!!

Estoy realmente sorprendida de los altos índices de ABUSO SEXUAL INFANTIL (ASI) que sufrieron adultos sobrevivientes!!.. 

Cuando llegan a mi consultorio adultos sobrevivientes de ASI, generalmente llegan por cualquier otro motivo muy diferente, tal vez una separación resiente, una depresión, problemas de pareja, etc, no es muy común que hablen del ASI como algo importante para el tratamiento psicoterapéutico, hasta varias semanas o meses después y muchas veces, sólo porque yo les pregunto. No lo relacionan con su vida actual o con la problemática y los síntomas de una vida desestructurada.

Creen haberlo "olvidado" o hecho a un lado. Me han llegado a comentar que no sabían que era algo importante, otros dicen que sienten temor al expresarlo por los sentimientos que se remueven al recordarlo y muy comúnmente me dicen, que enfrentarlo es algo muy doloroso y por eso, prefirieron no sacarlo en sesión, porque no se sienten fuertes para confrontar lo que pasó. Sin embargo, el dolor y el vacío continúan y aunque intentan seguir con su vida como si nada hubiera pasado, eso no les es  posible. De la misma manera, también un sobreviviente de ASI, tiene miedo de hablar, porque cree que nadie le va a creer o que se van a reír de él o que lo van a juzgar o que lo van a criticar o simplemente se siente responsable de lo que pasó y por lo tanto, se asume como un ser despreciable que se merece el castigo y que además, nadie lo va a entender. Los síntomas son muy claros, siente mucha vergüenza, ansiedad, culpa y asco. Tiende a aislarse y por lo mismo, vive su dolor en soledad, pues piensa que ninguna persona lo puede ayudar, pues considera que a nadie más le pudo pasar algo tan atroz. 


No sólo es muy común el sentimiento de vergüenza y culpa, también es importante observar la ambivalencia y la confusión que siente al hablar del abusador, más aún cuando se trata de una persona cercana o familiar (padre, hermano, abuelo, tío, etc), en el cual confiaban, ya que se supone debió de haberlo procurado, amado y protegido, pero que en realidad lo lastimó. “¿Cómo aceptar y reconocer que mi padre o hermano abusó de mi?”, realmente es muy confuso. Además, en muchas ocasiones la culpa es mayor cuando se siente placer, pues empiezan los cuestionamientos, “¿cómo es posible que yo haya sentido placer con algo tan perverso?”. Es importante resaltar, que es normal sentir placer al estimular áreas del cuerpo donde se encuentran gran cantidad de terminaciones nerviosas, pero procesarlo psicológicamente al tratarse de un abuso sexual es muy difícil, así como hablar de ello y más aún, el poder aceptarlo. 

El abusador utiliza diferentes técnicas como, la seducción, la intimidación,  las amenazas, la violencia psicológica, etc., y como parte de su técnica, tiende a culpar y responsabilizar al menor, todo con la finalidad de mantener el control y lograr que la víctima, no sólo se someta, sino que no lo denuncié, consiguiendo un efecto psicológico de rendición muy potente sobre su víctima . Es por eso, que el sobreviviente, ya siendo adulto, en la mayoría de los casos se cuestiona, “¿por qué no grité?, pude haber hecho algo, y ¿por qué no lo hice?, ¿pude haberme defendido?”, todas estás preguntas lo atormentan por años, y por tanto, se incrementa la ansiedad y la culpa, a través de la auto tortura, impidiendo que rompa el silencio y se atreva a cortar el lazo de temor que lo une psicológicamente a la situación de abuso que vivió, aunque el abusador ya no esté o ya no pueda lastimarlo en la realidad presente. Es por eso que pedir ayuda se vuelve más difícil.

Es necesario que la víctima entienda que un niño no es capaz de defenderse, pues sus recursos emocionales y en su mayoría también físicos, no están desarrollados para hacerlo y por lo tanto, no sólo no entiende que pasa, no puede y no sabe como ayudarse, esto le genera un alto nivel de ansiedad y confusión. Justamente, esto es de lo que se vale el abusador para lograr someterlo. 

Con ese pequeño niño que quedó atrapado en el cuerpo de un adulto, que se escondió porque está muy asustado, sometido a través del miedo, muy lastimado, responsabilizado e inmovilizado, que se siente perdido y vacío, es importante trabajar con los recursos del adulto que es hoy, fortaleciendo la autoestima, estructurando un auto concepto positivo y la confianza en sí mismo, reconociendo quien es y lo maravilloso que es!. Aceptando que no fue responsable de los actos de un adulto enfermo, sanando las heridas guardadas durante años, reconociéndose como víctima, trabajando las ideas irracionales que lo mantienen prisionero en una relación de temor, vergüenza y culpa. 

No es fácil para ninguna persona empezar a trabajar con los recuerdos y el dolor que está reviviendo al recordad el ASI, por lo tanto, es importante respetar el ritmo y las necesidades del paciente. No forzar, ni esperar avances, si el paciente no está listo. 

He recibido a muchas personas cuyos casos de ASI han sido tan graves, que  los han llevado a tomar decisiones tan equivocadas, como ya no querer vivir e intentar el suicidio, al no saber como resolver lo que sienten. Sin embargo, hoy puedo decir con mucha alegría, que el 100% de estos casos son de éxito, al lograr superar sus miedos, entender que no son responsables de lo que pasó, sanar el dolor, romper con ataduras y lograr una vida plena y feliz!!..
Claro que se puede y no estás solo!!!

En otra ocasión, hablaré del estrés post traumático que sufre la víctima de ASI y del Síndrome de Estocolmo que puede llegar a presentarse también en estos casos. 
Desgraciadamente hay muy pocos psicoterapeutas que saben trabajar y tratar terapéuticamente el ASI y en muchas ocasiones, por sus propios miedos e ignorancia, lastiman y dañan más al paciente o simplemente no saben cómo abordar el tema, dejando el tratamiento incompleto. Mucho cuidado con quien acuden a terapia! Un psicólogo no puede dar terapia, es necesario que tenga el posgrado en psicoterapia. Siempre fíjense en su preparación profesional. 

Denisse Meabe
Psicoterapeuta Gestalt
En crecer integral
México D.F
Colaboradora de así nunca más.

No hay comentarios: