En esta ocasión quiero compartir
con ustedes un artículo en los que comenzaré mencionando las etapas en
las que ocurre el abuso sexual, por qué causa tanto daño y principalmente ese
daño qué relación tiene con las estrategias que utilizan los abusadores
sexuales para llevar a cabo su delito en contra de niñas, niños y adolescentes.
Es precisamente debido a que el
abuso sexual se produce en periodos críticos de formación de la personalidad,
incluyendo la forma en que la persona se ve a sí misma, se relaciona con el
mundo y con las otras personas, es frecuente encontrar efectos negativos en la Auto imagen una auto evaluación negativa y culpa.
Los efectos son devastadores,
transforman la vida de las niñas, niños y adolescentes en un mundo lleno de
inseguridades, angustias, desconfianza y temores. Muchas (os) de las
niñas y niños refieren: “Nunca nada va a ser igual, ya no vale la pena vivir,
por qué me tuvo que pasar esto a mí.” Los comportamientos abusivos
producen un cambio en la percepción de los cuidados familiares, de un ambiente
protector, a uno abusivo y sexualizado. Éste es sentido por las niñas, niños y
adolescentes como amenazante y confuso, generándoles estrés, angustia y pérdida
de energía.
Ya hemos sabido que los abusadores
sexuales son en su mayoría hombres, muy pocas son mujeres, conocen a la niña,
niño o adolescente, tienen algún vínculo con ella o él. Son también en su
mayoría sus propios padres, padrastros, abuelos, tíos, primos, novios, vecinos,
maestros, líderes religiosos, conocidos, etc.
Calculan paso a paso cada una de
sus estrategias, controlan los recursos, las situaciones y a las personas
cercanas a la niña, niño o adolescente.
El primer momento es llamado Fase
de atracción que como la misma palabra lo dice, su intención es atraer a la
niña o niño, ganar su confianza, para esto les hacen creer y sentir que
son “las preferidas”, las defienden de las y los hermanos, incluso de la madre,
les hacen regalos, les dan dinero, muestran un exagerado interés en ella o él.
En este momento es cuando comienzan a introducir valores y percepciones que les
permite que las niñas y niños crean en lo que les dicen: “yo soy el único que
te puede proteger, nadie más te quiere como yo”.
En los casos en los que las niñas,
niños y adolescentes no cuentan con alguna persona en la que confían y los haga
sentir seguros, están sufriendo maltratos, no son escuchados, ni creídos, no se
sienten amados, entre otros factores, es mucho más probable que el abusador
potencialice todo esto a su favor.
La tercera fase: el secreto: La
niña/o o adolescente empieza a darse cuenta de que algo no anda bien, ya sea
porque se lo comentó a alguien o porque ve la insistencia del abusador de
continuar con este tipo de “juego”. Comienzan a revelarse, a decir que no
quieren, se rehúsan a hacer lo que el abusador les obliga, el abusador recurre
a la violencia, hace uso de su poder y autoridad y comienza a amenazar a la
niña/o, adolescente para que no comente lo que está ocurriendo, logrando el
silencio a través de la amenaza a su vida o a la de sus seres queridos e
incluso a la de él, asegurándole que si habla él va a sufrir mucho porque lo
echarán preso, que no van a tener quien les dé de comer, que su mamá va a
sufrir si se queda sola.
Cómo viven esto las niñas y niños:
Se observa un rechazo abierto a estar cerca del abusador, la persona buena y
querida se transformó en un ogro, la transformación física que ve en el
abusador cuando está cometiendo el delito les causa mucho miedo, por eso puede
ser que llore, se enoje o se esconda cuando lo ve o lo obligan a estar con él.
Se observa este comportamiento como mala crianza o rebeldía.
* Ha dejado de disfrutar de las
cosas que hacía.
* Se aísla.
* Las adolescentes pueden comenzar
a presentar actitudes agresivas contra la madre o el abusador.
* Sentimientos de culpa que fueron
aprendidos a través del abusador que todo el tiempo les dijo: “A vos te gusta
esto, vos me provocás, vos quisiste.”
La cuarta fase: la revelación: Trae
consigo toda una crisis, se ha alterado la dinámica familiar, el abusador ya no
es el mismo, pasó de ser su mejor aliado a ser el peor de sus enemigos,
amenazándolos y culpabilizándolos. El abusador se centra en estar señalando lo
mal que se portan, lo “mentiroso” que son, se vuelve “aliado” de la madre o de
cualquier figura de poder en la familia. Con las adolescentes la actitud es de
prohibirle que la visiten o que ella visite a sus amigas o amigos, le dice
vaga, loca, playo, etc.
Alterar la relación madre-hija/o es
su mayor interés por lo que pueden darse con mucha frecuencia discusiones y
agresiones en contra de ellas y ellos, esto puede generar en las adolescentes,
fugas del hogar recurrentes, consumo de drogas, y un mayor riesgo de entrar en
Explotación sexual comercial.
Cómo viven esto las niñas y niños:
* Ya se dieron cuenta de que su
hogar es muy peligroso.
* Experimentan la traición no sólo
de manos del abusador sino también de parte de los miembros de la familia que
no están abusando de ellos porque sienten que no los están protegiendo.
* Sentimientos de Impotencia
aprendida de sus intentos para detener el abuso.
* El cuerpo está dando señales,
puede estar acompañado de insomnio, pesadillas o terrores nocturnos.
* En las adolescentes, la actitud
puede variar entre agresiva o sumisa, pueden haber huidas del hogar y de la
escuela.
* Hay mucho miedo, enojo, culpa.
La retractación, el silencio o la
supresión consciente o inconsciente del abuso: Puede ocurrir cuando la niña,
niño o adolescente se encuentra en su proceso de revelación y se encuentra con
personas que no le creen, en su mayoría cercanas o conocidas del agresor que
desconocen las estrategias que él ha utilizado para cometer el delito, pueden
estar entre esas personas también personas de la comunidad y las instancias que
administran justicia. Si estas le resultan amenazadoras optan por retractarse,
decir que es mentira, y es donde a pesar de estar viviendo una crisis y toda
una situación de amenaza a su vida a su cuerpo, prefieren callar ya que no
cuentan con los recursos personales ni familiares para protegerse. La confianza
se encuentra alterada, es uno de los mayores daños causados por el abusador.
Cómo viven esto las niñas y niños:
* La vida, la existencia es una
amenaza.
* Siente que es diferente de las
demás personas.
* Se le dificulta relacionarse
consigo mismo y con otras personas, por el sentimiento de estar desamparados,
desprotegidos, abandonados, traicionados.
* Se desconectan de sus sentimientos,
de su cuerpo, para poder sobrellevar el dolor que causa el abuso. El cuerpo no
se lleva, no se siente, no se ama. Por ser éste el objeto de deseo para el
abusador.
Tenemos la responsabilidad de
estudiar y prepararnos para enfrentar la gran amenaza que significan los
abusadores sexuales y su forma tan cuidadosa en la que operan.
Nos toca como personas, como
familias, como instituciones, como sociedad y estado establecer los factores
que protejan a las niñas/os y adolescentes, todos los instrumentos legales
elaborados y ratificados como país nos obligan a hacerlo. Los abusadores
conviven con nosotros, esa es la realidad que nos toca enfrentar.
Cómo viven esto las niñas y niños:
En este momento se le ve a la niña
o el niño buscándolo, preguntando por él. Todavía no hay en una expresión
abierta de sus verdaderas intenciones, no requiere de violencia, esta
actitud puede confundir al adulto o adulta que está cerca de la niña o niño que
ha sido escogido como víctima ya que es visto mayormente como: “es que la
quiere (lo quiere) mucho”.
La fase de interacción sexual: La
fase anterior le permitió la puerta de entrada para no hacer necesaria la
utilización de la fuerza física. Aquí es cuando comienzan los tocamientos: le
da besos cerca de la boca, le hace cosquillas, le toca sus genitales en
carácter de juego, por ejemplo: “adónde están los huevitos o el panchito”.
Luego avanza con caricias más
abiertas en todas las parte del cuerpo hasta llegar de forma paulatina a los
genitales de la niña, el niño o la adolescente, comienza a masturbarse frente a
ella o él, la (lo) obliga a tocar los genitales de él, tiende a hacer
aseveraciones como “esto es un juego de papá y su niña” “que es una niña
especial”, “que lo hace porque la quiere mucho, y que es preferible que lo haga
con él primero que con otra persona”.
Cómo viven esto las niñas y niños:
* Ya hay confusión, se pueden
culpar por sentirse así: “Tal vez yo estoy de mal pensada nada más”, “por qué me
hace eso si dice que me quiere, yo quiero saber si los otros papas se lo hacen
a sus hijas”
* Hay sentimiento de extrañeza, no
entienden claramente lo que está pasando porque siguen queriendo mucho al
abusador: “Es mi papá”.
* El abusador enseñó a la niña a
utilizar el comportamiento sexual como una estrategia para relacionarse con él
o con otros y esto puede desencadenar secuelas como miedo a la intimidad a no
poder sentir, rechazo del propio cuerpo, rechazo de la sexualidad,
masturbación, comportamientos sexuales agresivos, promiscuidad, prostitución,
fobia a la intimidad sexual, etc. Como pueden darse cuenta, la estrategia
principalmente usada por el abusador hasta este momento ha sido la seducción,
por eso estemos pendientes del siguiente artículo para conocer cuáles son los
siguientes pasos y cómo va preparando el terreno para no ser descubierto y para
que no se crea en la revelación de las niñas, niños y adolescentes.
Creado por: Karla Olivares Pérez
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