miércoles, 19 de junio de 2019

Pediatras de atención primaria recuerdan que su deber es informar ante un caso de posibles abusos



La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha expresado recientemente su preocupación por las recientes informaciones publicadas sobre presuntos casos relacionados con maltrato y abuso infantil, en referencia al caso Infancia Libre que diversos medios han presentado como una “trama” organizada para denunciar abusos sexuales falsos
Las Juntas Directivas de AEPap y AndAPap han emitido un comunicado para transmitir “algunas reflexiones que consideramos relevantes para comprender qué está pasando en nuestra sociedad respecto a la atención a menores que son víctimas de violencia, en cualquiera de su tipología”.
La asociación aclara que los pediatras que atienden estos supuestos disponen de un Protocolo de actuación en el que se recogen los pasos a seguir cuando llega a su consulta un menor del que se sospecha que pueda ser víctima de alguna de estas violencias.
En el comunicado, recuerdan que “son los operadores jurídicos quienes determinan la sentencia, y no los pediatras”, y muestran su apoyo a Narcisa Palomino, pediatra que estas informaciones han vinculado con una supuesta “trama” relacionada con la asociación Infancia Libre, organizada para denunciar en falso, pese a que las tres mujeres que han sido detenidas no pertenecían a esta asociación cuando denunciaron, dado que la asociación no existía todavía.
AEPap asegura que Palomino es “una reconocida profesional” y que se están vertiendo sobre ella “acusaciones difamatorias”, puesto que la pediatra ha seguido “estrictamente” el protocolo que rige en la Comunidad Autónoma en la que ejerce, Andalucía.
La organización aclara que, en esos casos, su deber es notificar esa sospecha y trasladarla a las instancias que correspondan para que sea investigada. Según este protocolos, esa notificación se traslada luego al Servicio de Protección de menores en los casos graves loS Servicios Sociales en los casos menos graves, sin menoscabo de que se inicien otras actuaciones, incluidas la comunicación al juzgado si se sospecha la presencia de hechos constitutivos de delito.
“Nuestra prioridad siempre será detectar de forma precoz cualquier comportamiento que suponga una amenaza para nuestros pacientes”, aseguran. También recuerdan que la mayoría de los casos de abuso sexual permanecen ocultos, especialmente cuando se producen dentro del entorno familiar del menor. “Todos los profesionales implicados en la atención a los niños/as debemos estar alerta para sospecharlos y detectarlos, con criterios científicos, sin atender a otras consideraciones y sin miedo a ser señalados”.

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